Radioactive [priv]

por **Patricia Montalvo** Vie Ene 02, 2015 7:51 pm

Radioactive [priv]

♥

Creí que todo había acabado. Pensé que estaba dispuesta a todo pero cuando me desperté en mitad de la nada me preocupé, no recordaba absolutamente nada y estaba vestida con harapos, mi cabello trenzado se echaba hacia atrás y yo, en el suelo aun preguntándome que había pasado.

-Agh!- Me quejé.

Vi donde estaba el problema. Yo, me había hecho algún tipo de corte en el brazo, eso pensé hasta que vi una marca en el brazo, no era un corte si no una marca de desgracia y sinceramente un símbolo que se daba muchísimo en mi familia cuando…se decía que ya no formábamos parte de los Montalvo hasta que las cosas se calmaran, como si hubiera estallado la guerra y yo tuviera que estar oculta, pasar por una don nadie. En realidad, la confusión me abordaba en este momento, sin saber que decir o hacer. Tenía un campo abierto delante mía y solo, lo único que vi fue una modesta mansión de la que salía humo de la chimenea. Temblaba del frio que hacía en verano.

Ese típico fresco que hace cuando la noche cae sin previo aviso, aquella que no vemos con seguridad. Pensé por un instante en dirigirme hacia allí, pero desconocía cuando podía ir o quien pudiera estar viviendo en aquella mansión casi abandonada con fuego quemando leña y el humo saliendo de una chimenea. Posiblemente era humo que pudiera resultar atractivo pero contaminaba al fin y al cabo y sin darme cuenta, estaba de pie y dirigiéndome hacia la puerta. Toque dos veces la puerta, esperé sin resultados y me solté el pelo para cubrirme del fresco que hacía por la noche. Me coloqué el vestido para cubrirme del frio y seguían sin abrirme hasta que pude ver como una sombra se acercaba a la puerta por la ventana. Me asusté un poco la verdad, pero sintiéndolo de verdad, tenía que pensar que no fuera ningún demente.

Necesitaba un lugar para dormir. La verdad es que desconozco lo que ha pasado pero estoy muy, pero que muy cansada y sedienta.

11:45 pm – Zonas Alejadas – Patricia Montalvo / ¿?

Lumsx

por **Fabrice Laurent** Miér Ene 28, 2015 9:56 pm

¿Cómo demonios termino en las zonas más alejadas de París? Eso era lo que se preguntaba Dylan ca vez que el frío de la noche comenzaba a calarle los huesos y debía acercarse un poco más al fuego de la chimenea para alejarse las ganas de salir de aquel lugar infernal y regresar a su hogar. Claro que eso no podía hacerlo realmente. Un suspiro salió de sus labios, recordando el motivo por el que estaba en aquel maldito lugar. Había sido necesario sacarlo de las zonas más cercanas cuando accidentalmente descubrir algo sobre una familia importante que mucho buscaban conocer; el investigador fue atosigado y amenazado por varias personas así que en lo que la bomba estallaba - porque sabía que pasaría - se alejo de todo lo conocido, aunque eso incluyera estar en la soledad de las zonas más desiertas, allá donde ningún alma cuerda pasaba mucho tiempo. Sin embargo para él, ya era demasiado tiempo alejado de lo que le gustaba, el contacto con la gente.

Soplo a sus manos y las froto una contra otra en la idea de mantener un poco de mayor calor en ellas. Pensaba de hecho preparar un poco de café cuando en la puerta de entrada alguien toco. De inmediato se quedo inmóvil ¿Qué tan probable era que le encontraran ahí? De hecho era bastante probable, pero si de algo podían estar seguros todos aquellos que buscaban hacer que el hablara, es que guardaría aquel secreto. Tardo algunos segundos en decidir finalmente alejarse de la chimenea y dirigirse a la puerta de entrada. Antes de hacer cualquier movimiento, retiro la cortina de la ventana para observar un poco al exterior. En las afueras se veía la figura de una mujer y aunque estaba mal visto que alguien negara ayuda a una mujer ¿No eran ellas también peligrosas? Lo eran pero aún así, no estaba seguro de si ella era de esa clase de mujeres peligrosas o solo una mujer en busca de ayuda. Se rascó la nuca con algo de frustración y decidido, tomo la manija de la puerta para abrirla apenas un poco y observar mejor a la joven.
– ¿Puedo ayudarte en algo? – se mostraba desconfiado, si. Más aquello era por su propio bien.

por **Patricia Montalvo** Dom Feb 01, 2015 8:16 pm

Radioactive [priv]

♥

La desesperación me reconcomía por dentro pero cuando observe al extraño que me abría la puerta un poco de esperanza se asomó a mi soledad y a la confusión que sufría en ese momento. Tenía en cuenta que no sabía dónde estaba – Discúlpeme, pero…he aparecido aquí, con estas ropas…y…y la verdad estoy echa un completo desastre, ya sea mentalmente y físicamente…-Chasque la lengua buscando algo de convicción por mi parte – Usted, parece ser alguien honesto y dócil…en...en el sentido de que me pueda ayudar ¿Puede? –Preguntar no era de pecadores y lo intente por sacarme todas las cartas de la baraja.

En el exterior hacia fresco. El tiempo ya no era tan cálido como antaño lo fue. Me acuerdo de aquel hombre que robo mi corazón y si, me haría suya pero de repente desapareció sin dejar rastro y ahora esto. Estaba dispuesta a empezar una nueva vida si es que me habían abandonado a mi suerte, pero no podía darme por vencida ahora mismo. Estaba en un aprieto de los gordos y la persona que tenia delante de mi, podría ser mi salvación o mi perdición. En el peor de los casos, algo podría salir bien o mal, dependiendo de como fluya todo.

– Sé que es…todo demasiado repentino, pero, hace unas horas estaba viendo las páginas de un hermoso relato en mi acomodada cama y lo siguiente que veo es a mi en estas ropas….-le mostre demasiado pronto las marcas en mis brazos – Por favor…necesito al menos llegar hasta mi familia para tener respuestas….-Ore en un pase hacia el interior de la modesta mansión, suponiendo que fuera de él . Aparte las manos y brazos y sujete la manta andrajosa que me resguardaba del frio.

Estaba confusa.

¿Dónde estaba?

¿Por qué me hizo esto mi familia?

-Soy…Perdóneme…pero me llamo Patricia –Dije como si ahora mismo estuviera a salvo de alguna amenaza. Probablemente este hombre no lo era, pero, mejor no dar mi apellido ¿Y si alguien me quería muerta o simplemente muerta para protegerme? Era de locos el que estuviera yo en esta situación. Toda una vida de lujo y comodidad, que para mi era sencilla ya estaba tirada por la borda.

11:45 pm – Zonas Alejadas – Patricia Montalvo / ¿?

Lumsx

por **Fabrice Laurent** Miér Feb 25, 2015 11:48 am

Enarco la ceja antes las primeras palabras que salieron de los labios de la joven. Hablaba verdaderamente como alguien que no tiene la menor idea de dónde esta y ciertamente podía verse algo de temor en los ojos femeninos, aún así, Dylan mantuvo la puerta sin abrirse ni un centímetro más.
– Lo siento, pero no sé en que puedo ayudarle yo si usted misma no sabe que es lo que hace en este lugar ni como ha llegado hasta aquí – hablaba con desconfianza, pensando que bien aquella mujer podía ser una enviada para acabar con su vida. Pese al temor y la confusión que mostraba, la mente de Dylan no se dejaba engañar fácil, algo dentro de él le decía que bien ella podía ser una excelente actriz y todo cuanto hacía un mero truco para que cuando confiara en ella, su vida llegara a su fin. Rió al escucharla decir que le notaba honesto y dócil. La dama en la puerta no podía estar más equivocada respecto a eso. Alguien honesto no se metería en las vidas ajenas por dinero, sino que trabajaría de una manera diferente, sin embargo, eso era lo que él aprendido para salir adelante y seguiría de esa manera siempre – Creo que usted se ha equivocado de hombre. No puedo ayudarle.

Cerraría la puerta y se olvidaría de la presencia de ella, al menos ligeramente ya que no podía confiar del todo en que ella se iría, o que no traería compañía para terminar con él.
– Es una pena que no pueda auxiliarle – la puerta comenzaba a cerrarse cuando de nuevo la voz de la mujer se escucho en un discurso igual al anterior, pero que en esta ocasión daba además un poco de explicación que ni ella misma sabía si era suficiente o no. El investigador suspiro y le miro de arriba a abajo. Era cierto que la ropa no era adecuada para el clima del exterior pero igual las preguntas se arremolinaban en su mente. ¿Era ella de fiar? ¿Estaba realmente perdida? No dijo nada, no hizo nada. La miraba con curiosidad mientras continuaba preguntándose todo aquello que no encontrara respuesta en su mente y que si le decía a ella que no, jamás obtendría.

Finalmente ella termino por presentarse. Patricia era su nombre; sin apellido alguno. Observo al interior de aquel lugar donde se encontraba y agachando la mirada suspiro.
– Bien Patricia, adelante – dijo abriendo más la puerta y dando paso a lo joven que se encontraba en el exterior. Aún no confiaba en ella, tal vez no lo hiciera hasta que pudiera obtener pruebas de que no era peligrosa pero estaba decidido a que si ella le atacaba, tendría que matarle. Cuando la vida estaba en riesgo, cualquier cosa valía la pena para salvarla – Dime Patricia ¿Qué sabes de tu presencia en este lugar? Porque no creo que no tengas ni la más remota pista del porqué fuiste abandonada aquí – de esa manera comenzaba a interrogarle, sin presentarse él porque aquel lugar era el suyo y quien pedía respuestas era él, no ella. Una vez que la joven estaba dentro y la puerta se cerró, Dylan esperaba haber tomado una decisión acertada.

por **Patricia Montalvo** Miér Feb 25, 2015 2:17 pm

Sentía el frio otoñal correr por mis venas. Aun estando en el interior de una pequeña y escondida residencia yo estaba aún destemplada y la manta que llevaba sobre mis hombros, me cuidaba por el momento del frio que aún estaba en mis huesos. La pregunta fue clara y directa, no se fiaba de mí.

– Lamento que no sea un buen momento y que me mire con la desconfianza de un lupino que desconfía de su enemigo, pero, mi presencia, se debe a…algo que en mi mente parece estar desorientada y borroso. Las imágenes de mi mente nítidas y confiadas podría describirlas en mi habitación, en una hermosa y adornada habitación con los arreglos florares que hago por afición, de lino blanco visten las ventanas de mi habitación y de mármol blanco son los muebles que la adornan. Recuerdo la calidez del momento en que mi cuerpo comenzaba a calentarse bajo la espesada de las mantas y las sabanas de algodón…a mi doncella de noche trayéndome un té y después de dos tragos, pude notar como el sueño me afligía enseguida….y cuando desperté el calor de las mantas era sustituido por la textura del barro y la tierra, mi camisón sustituido por este….-Viéndome a mí misma me dio ganas de desaparecer - harapo que por suerte oculta las perversiones del hombre –Sonroje lo bastante como para señalar a lo que todo hombre se fijaría primero en una mujer .

– La única pista es esto…-Levante un poco la manga de la blusa de la que se componía el vestido para mostrarle la marca que tenía en el antebrazo, mostrándole aquel trazo grotesco de la “M” de Montalvo siendo devorada por el hechizo de una serpiente. Sabía de ello cuando se quería desterrar a alguien de la familia y mientras durase la serpiente devorando la “M” el susodicho vive. Y cuando terminase de comerse la “M” el susodicho que posee la marca, muere. Se tiene un mes hasta que el afectado viera en sus peores pesadillas a la serpiente comérselo de un bocado.

Retiré la mano, el brazo, me escondí yendo unos pasos hacia atrás cubriéndome de nuevo con la manta pero no tenía tanto frio como antes.

Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me abracé a mí misma, no me gustaban nada de nada los relámpagos ni si quiera una pequeña tormenta. Al menos parecía estar lejos o entre medias, tampoco era un científico del tiempo. Espero, que si hubiera aun alguien en la mansión, que estuviera cuidando de mis flores. Unas orquídeas, lirios y flores más hermosas tendrían que ser metidas en el interior si reciben demasiada agua de la tormenta.

Lluvia. Amaba la lluvia pero en verano. Los recuerdos en mi mente eran vividos. Me acerqué a la ventana para ver que ocurría, llovía como un día normal…o una noche normal de lluvia. De pequeña solía corretear debajo de la lluvia y las réplicas de mi madre después eran obvias, pero disfrutaba un poco. A ella también le gustaba la lluvia, antes de perder a padre…Seguramente es por eso por lo que se pone tan de mal humor cuando hace lluvia. Madre no es tan cascarrabias.

Se ve que no fui la única echada lejos de la vida de alguien.

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