A knight memory ||Gareth diary

por **Luis Castelló** Dom Ene 18, 2015 8:22 pm

A knight memory ||Gareth diary

Gareth no quería alejarse de ella, pero tenía que concentrarse en sus otros problemas. Se había enterado que su hermana pequeña había desaparecido del seno de sus hermanos, nadie supo cómo paso pero ahora no sabía qué hacer. Estaba entre dos problemas que era buscar una nueva vida para Gene con él mismo a su lado y ahora esto. Pesó en ir a ver a sus hermanos, pero dejaría a Gene sola a manos de cualquier desquiciado y obviamente no quería que pasara eso y bien así que se propuso convencerla de que estuviera donde él estaba.

A lo mejor era hora de que ella viera nuevos horizontes y sal menos olvidaría parte de su antigua vida atrás. Tenía constancia de que las pocas veces que había ido a visitarla, la encontraba en su mundo y distraída pero el no seguía perdiendo la esperanza. Gene, para él la había fichado desde el primer momento en que la vio. No quería nada, por ella pelearía hasta en el infierno o en el purgatorio tan solo para protegerla de todo mal. La protegería hasta el fin del mundo.

Las flores se iluminaban cuando Gene pasaba por su lado. Gareth notaba su vida un poco mas aliviada que antes y que siempre estuvo. Pensó que estaría mejor quieto en donde estaba pero decidió que debería de seguir adelante. Hace varias noches, él mismo habría pensado en llevarse a su princesa aunque ella no lo notase, hacia otros destinos en donde amos estuvieran solos. Una promesa audaz que pudiera sonar hasta falsa. Sentiría el mismo la falsedad pero sus intenciones serian buenas al fin y al cabo.

Terminando entonces el ritual de promesas que a lo mejor no podría cumplir excepto hacer feliz a Gene, seguiría buscando respuestas de donde podría estar su hermana desaparecida hace poco tiempo. Podría haber sido cuando él llego a Paris. No sabría cómo poder explicar, pero temia por su hermana. Sus dos princesas en peligro. Oh, que desdichado destino. Uno que no se sabe como seguir cuando uno ve en blanco el camino. Lo único que ayuda es ir o mirar la luz del camino en el fondo, justo al final.

Pronto debo abandonar
Esta dulce marea del estío;
Otro aguarda reclamar
La presencia de su pálida novia.