El trino del Diablo.. [Libre]

por **Amadeo D'Saint** Miér Feb 25, 2015 12:52 am

Una ves a mi llagada de París, me sentía como nuevo , regresar al viejo mundo , pero esta ves no seria Italia, ya tenia muchas aventuras por ahí , París me había acogido con sus brazos de una cuidad espectacular eso me fascinaba del todo. Me había instalado en uno de los mas lujosos hoteles de la cuidad recorrí la cuidad en el carruaje mientras observaba por la ventanilla, saque debajo del asiento un estuche que ne el estaba un violan muy bien hecho y detallado, era especialmente fabricado para mi. Lo abrí y lo saque mientras el olor a madera fina llegaba a mis adentros, eran esos pocos placeres gozaba.

Después de recorrer unas calles, baje de aquel carruaje, estaba por ser la medianoche pues había poca gente ne las calles, me había alimentado en el hotel así que no sufriría de hambre por ahora. Llegue hacia la playa que estaba completamente desolada y sin gente estorbando. Camine entre la fría arena escuchando el sonido de las olas golpearse entre ellas y caer en la arena con su espuma blanca, llegue a una pequeña fogata que había sido usaba horas atrás de unos incautos. Me senté ne le tronco que estaba allí, los momentos de silencio absoluto era necesarios para mi concentración , no me gustaba ser irrumpido y mucho menos que me distrajeran. Mis ropas eran sencillas pero cambien portaban cierta finura que solo a mi me gustaba portar. Me recargue hacia delante de la pequeña fogata , arrime unos pequeños troncos para que prendiera un poco mas, ajuste mis mangas de mi camisa, afine las cuerdas de aquel violín, me acomode a el deslizando mis manos y en unos movimientos muy precisos comencé a tocar con cierta pasión que me envolvía a otro mundo.

Aveces pensaba que la musca era mi mundo que podía ser libre, sin tener que pertenecer a un cierto tiempo a la vista de todos, cerré los ojos para sentir aquella melodía que me había cautivado tiempo atrás. Sin darme cuenta comencé a tocar de una manera muy excelente, tan precisa que cualquier persona que me escuchara podía parecer brujería pues tonos tan excelentes eran un misterio ante los sentidos de un simple humano.

por **Évani Rivoire** Dom Mar 01, 2015 11:31 am

Solía buscar la playa para despejarme después de algún tiempo en que me agobiaban los remordimientos. Tal vez era el sonido de las olas lo que lograba relajarme, quizás el movimiento ondulante y constante de las aguas del mar lo que me hacía recordar que a vida continuaba sin importar lo que sucediera en esta. Al menos eso era algo constante en mi vida, puesto que con tantos cambios a los que no terminaba de adaptarme, era difícil el mantenerse cuerda. Claro, ya habían pasado años desde mi conversión, pero seguía sintiéndome como una novata en todo esto de manejar la culpa por terminar con la vida de alguien. No era un gran crimen, el terminar con un ebrio que golpeaba a su mujer, de hecho cuando volví a pasar por la casa del desgraciado, en lugar de ver a una viuda doliente, me encontré con una cena muy amena entre la mujer y sus pequeños hijos. Al parecer les había quitado un peso de encima al terminar con la existencia de aquel abusivo. Era irónico que la familia celebrara su marcha, mientras por el contrario yo, la asesina, me revolvía entre mis remordimientos y pesares.

Suspiré mientras el viento alborotaba mis cabellos, iba caminando por la tibia arena hasta que fui consciente de que me dirigía hacia el lugar de dónde provenía una melodía que ciertamente me tenía como encantada. En ese momento me detuve, no podía ir por allí dejando que mis pensamientos me agobiaran y actuara como una tonta. Los cazadores y sus miles de ardides no dejaban tiempo para estar con la guardia baja. Sin embargo la melodía era tan encantadora que no pude resistirme a seguirla por un momento más. Con cada paso el volumen de la música se incrementaba, por lo mismo, podía percibir con mayor claridad la hermosa cadencia de notas que emanaban de un lugar ya no tan lejano. Tras un instante, de andar siguiendo la armonía, me detuve. Estaba a una distancia prudente, desde la que pude observar al artista que creaba tan dulce combinación de notas. Sin saber si era sensato acercarme, decidí quedarme en aquel lugar, solo disfrutando a lo lejos de aquel improvisado espectáculo.

Off: Lamento la demora, user estaba liada con el trabajo.

por **Amadeo D'Saint** Dom Mar 01, 2015 9:37 pm

Mis notas de acuerdo a las partituras que me sabia de memoria cada ves los perfeccionaba que podía decirse que si me escuchara Giuseppe Tartini pensara que yo era el diablo aquel que le enseño la melodía. Estaba sintiendo la música que provocaba que hacia un juego con las olas del mar nocturno, era sus ventajas. Mis pensamientos estaban concentrados como mis habilidades, era mi mundo por ahora.

Estaba casi por terminar la melodía, las partituras en mi cabeza se repetían una y otra ves, cuando sentí de golpe que alguien estaba escuchándome, su aura la sentía cerca, que era imposible ignorarla, abrí mis ojos de forma des preocupante pues primero tenia que acabar lo que empece, continúe con mi pasión hasta terminar la ultima nota, solté un suspiro al final mientras veía las llamas de aquella fogata, mis ojos reflejaban aquella frialdad con la que realizaba la música pero mi pasión eran los movimientos que ordenaba. El violín estaba en una de mis manos, recargándome un poco hacia delante, sintiendo esa aura, me decía que no era humano así que solo sonreí por ironía. Pensé primero en mi pasado en aquella roma , cuando viviste una playa de noche donde escuche a un músico con una mujer, mis impulsos me habían echo escucharlos pero mi instinto era asesinarlos poco después. Me levante del tronco mirando hacia el mar que estaba calmado y aveces agresivo, puse mis manos por detrás junto con el violín, a los lejos se veía poco los barcos que se iban o llegaban.

Respire profundo sintiendo la brisa del mar, cerré mis ojos escuchando las olas respirando la sal, llego a mi mente cuando mate por primera ves, la sangre de aquella joven había salpicado mis rostro pero cierto placer hacerlo que completaba mi hambre, pase mi mano por mi rostro recordando ese momento, que solo era el frió de mis anillos, sonreí por ello poniendo mis dedos por mi barbilla.

Off: no te preocupes.

por **Évani Rivoire** Lun Mar 02, 2015 11:08 pm

De alguna manera, esa melodía había llegado a cautivarme, y no pude dejar de oírla hasta que poco a poco las cadencias me indicaban que llegaba a su fin; lo cual era una lástima. Hacia mucho que no me sentía atraída por una muestra de arte de tal tipo, la verdad, últimamente vivía tan alejada del mundo que incluso la música era algo que no me permitía disfrutar con frecuencia. Poco a poco iba cayendo en la cuenta de que sola, me aislaba para sobrellevar de mejor manera la culpa por mis crímenes; tal vez era un vano intento por mantener a la gente que me importaba lejos de lo que consideraba una gran amenaza para sus vidas: Yo. Luego de que la música terminara y de esa manera finalizara mi ensueño, por curiosidad o tal vez simple idiotez, empecé a caminar hacia el intérprete de tan bella armonía. No tenia idea de la actitud que él tomaría por mi presencia, aunque estaba segura que ya la había notado.A pesar de ello continué avanzando en su dirección y muy pronto la distancia fue muy pequeña. La suficiente como para charlar sin que pareciera extraño, pero a la vez tenía el espacio adecuado para poder enfrentarle si es que se llegaba a dar el caso.

-Buenas noches-Saludé desde mi lugar examinando con cautela a aquel hombre. No sentía temor, pero al no haber concluido aquel entrenamiento debido a que mi mentor desapareció; mi aptitudes para la lucha eran muy vagas, pero no era de las personas que se echaban a correr por temor, y menos ahora que mi existencia no tendría fin de manera natural, enfrentaría lo que se viniera y asumiría de la mejor forma las consecuencias de mi impertinencia.-Espero no haberle incordiado con mi presencia, pero la melodía que tocaba fue como un imán para mi...no pude evitar sentirme atraída por ella-Expliqué mi presencia en el lugar con sencillez, dejando en evidencia que yo estaba allí en son de paz.

por **Amadeo D'Saint** Lun Mar 02, 2015 11:32 pm

Cuando recordé a una de mis victimas, había sido un amanerado que era cómplice de una mujer cruel de sociedad, solo me tome la libertad de tomar su sangre y de aquella mujer igual, ella era dueña de varias pequeñas fortunas , me apodere de ellas debido a mi puesto en el Banque de France, era mi ambición de querer mas pero aveces tenia el placer de alimentarme por eso, si quería una presa fácil iría con los podres incautos.

Cuando abrí los ojos vi a una mujer, hermosa al parecer frágil, tenia esa aura que la identificaba como un vampiro, otra criatura de la oscuridad presa por vivir de noche y ocultarse del sol, la mire de manera desigual escuchando su saludo al cual yo conteste - Buenas nocturnas... madamoiselle..- susurre casi para ella mirándola de nuevo, ese comentario de lo que dijo de mi música atraída hacia ami, alce una de mis cejas disimuladamente , era obvio, mi perfección en ese ámbito era mi alto ego.

Me tome la molestia de dejar a un lado mi indiferencia que indague en ella por unos segundos, fruncí un poco mi labios hacia dentro - Pocas personas me lo dicen... se nota que... solo esas pocas tiene una pasión por dentro que los llamaban..- la mire fijamente sintiendo la fortuna tal ves de conocerla mas de lo que me estaba permitiendo - Te arrepientes de a ver visto la oscuridad...? ser inmortal.- comente hacia ella esperando su sabiduria hasta el momento.

por **Évani Rivoire** Dom Mar 08, 2015 9:51 pm

La noche era perfecta para los acordes de la melodía que había cesado, en el silencio tenía la impresión de que algo le faltaba. Exageraciones solo mías, claro. Sin embargo eran tan raras las ocasiones en que mis oídos se recreaban de tal forma, que terminaba con la sensación de añoranza cuando llegaba a su fin. Reinicié con la caminata hacia el músico. Con cada paso que dí en su dirección me daba cuenta de que era un hombre enigmático; en mi mente se iban formulando las preguntas que quería hacerle pero no me atrevería a ello ya que era evidente que en esto de ser vampiro, él llevaba más experiencia de la que yo tenía. Por otro lado no podía iniciar un breve interrogatorio al apenas iniciar una conversación con él, sin embargo fue exactamente esa la actitud que tomó él. Lo que me dejó en silencio y en desconcierto por un instante.

Además esa pregunta era algo en lo que no había reflexionado. Me limitaba básicamente a tratar de sobrevivir, sin llamar la atención y un tanto alejada de todos. Pero no me ponía a meditar sobre el cambio tan drástico que dió mi vida, simplemente trataba de vivir con ello.-¿Arrepentirme?-Ladeé el rostro unos centímetros, considerando mi respuesta-No creo que ello sea una opción para nosotros, no podemos revertir esto ni mucho menos el retroceder en el tiempo hasta el instante en que el destino cambió de curso. Admito que me cuesta hacerme a la idea de lo que soy ahora, y sin duda echo mucho de menos las cosas más sencillas que mi humanidad me otorgó y que en su momento no le dí la importancia necesaria. ¿Usted se arrepiente?-Repetí su pregunta, curiosa por saber más de las perspectivas que tenían otros de la inmortalidad.

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