AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Werther Rau ID°
4 participantes
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Werther Rau ID°
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Werther Rau Schwarzschild.▲EDAD▲
19▲ESPECIE▲
Humano - Hechicero▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase baja.▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Homosexual▲LUGAR DE ORIGEN▲
Alemania▲HABILIDADES/PODERES▲
Nigromancia, Premonición, DominaciónEs magnético y muy sensual. Es gentil con quienes lo tratan bien y devastador con los que lo agreden de alguna manera, tiene un carácter muy pasional guiado por la sensualidad y el romanticismo. Le gusta obtener lo que quiere ya sea se trate de bienes o personas, es muy posesivo y celoso. Cuando ama lo hace con mucha intensidad, igual que al odiar, es feroz en la batalla y dulce en la intimidad.
Es un hombre culto, a pesar de su actual condición social, ama leer, la música, la danza, todo lo que le parezca bello y digno de apreciación. Le gusta también tener lujos, no por caprichos, sino porque le gusta comer bien, tener para compararse lo que quiera y para poder invitar a los demás también, porque es muy generoso. No se imaginaba sin dinero, pero no por superficial, sino porque ve como sufren los que no tienen, pero tampoco por esto se hace humanitario ya que solo es generoso con quienes siente algo de afecto y a quien se gane su amor, no dudará en llenarlo de obsequios, atenciones y mucho cariño...
Desafortunadamente actualmente ha tenido que vérselas sin las fortuna a la que estaba tan bien acostumbrado lo cual le produce mucha angustia, a veces lo poco que tiene lo gasta en cosas que no debería permitirse, pero aun no se adecua a su vida con necesidades.
Tiene la fe que no durará mucho así, confiando en que su arte o astucia lo saquen de sus apuros financieros.
También está pasando por una melancolía tan profunda por la perdida de su familia que es bastante poco de lo que se ve de su personalidad real, aun no puede superar las muertes y el sentimiento tan grande de soledad que le quedó al perder a su hermana melliza.
Es un hombre culto, a pesar de su actual condición social, ama leer, la música, la danza, todo lo que le parezca bello y digno de apreciación. Le gusta también tener lujos, no por caprichos, sino porque le gusta comer bien, tener para compararse lo que quiera y para poder invitar a los demás también, porque es muy generoso. No se imaginaba sin dinero, pero no por superficial, sino porque ve como sufren los que no tienen, pero tampoco por esto se hace humanitario ya que solo es generoso con quienes siente algo de afecto y a quien se gane su amor, no dudará en llenarlo de obsequios, atenciones y mucho cariño...
Desafortunadamente actualmente ha tenido que vérselas sin las fortuna a la que estaba tan bien acostumbrado lo cual le produce mucha angustia, a veces lo poco que tiene lo gasta en cosas que no debería permitirse, pero aun no se adecua a su vida con necesidades.
Tiene la fe que no durará mucho así, confiando en que su arte o astucia lo saquen de sus apuros financieros.
También está pasando por una melancolía tan profunda por la perdida de su familia que es bastante poco de lo que se ve de su personalidad real, aun no puede superar las muertes y el sentimiento tan grande de soledad que le quedó al perder a su hermana melliza.
Werther y Amaya habían nacido juntos en una noche de eclipse lunar, la luna se alzaba roja en el cielo mientras los mellizos eran dados a luz. Werther fue el primero en nacer y se notaba un bebé saludable, su hermana en cambio desde el momento de su nacimiento se notó que tenía complicaciones. Su madre no tuvo mucha esperanza que sobreviviera, pero el padre de ambos albinos la tomó en sus brazos y prometió a su mujer que haría lo posible porque eso no ocurriera.
La familia Rau era la familia regente de uno de los estados en Alemania, uno que gozaba de una prosperidad gracias al ojo que tenía Aldebaran Rau, su padre, para los negocios y alianzas. Los niños fueron criados en este ambiente donde nunca pasaron necesidad, solamente su hermana necesitaba de cuidados especiales y supervisión médica por su anemia.
A temprana edad descubrieron que tenían un poder, que en un principio ocultaron a sus padres por su naturaleza extraña. Había ocurrido que en el jardín vieron un polluelo en el suelo cerca de un árbol, este no se movía y no sabían cuánto tiempo había estado allí. Estaba muerto, era evidente y si bien Amaya que era mucho más fría y seria que él le dijo que se lo dieran de alimento para su gato Werther le dijo con convicción que lo iba a revivir. Puso sus manos sobre el polluelo y cerró los ojos concentrándose en su milagro y vio con sorpresa como el polluelo empezaba a moverse, sonrió pero al poco rato notó que a pesar del movimiento del animalito este seguía muerto, los gusanos seguían estando y no parecía tener ningún cambio favorable. Werther se asustó y se echó hacia atrás dejando que el animal muriera definitivamente y aunque ambos se miraron asombrados no tuvo certeza si se trataba de un poder, un milagro u otra cosa desconocida.
A medida que pasaban los días y su educación seguía su curso, donde estudiaba historia, matemáticas, filosofía, religión, piano, etc…No podía sacarse esa escena la del polluelo moviéndose en el suelo mientras seguía muerto, quería volver a intentarlo, pero no sabía dónde encontrar otro cadáver. La gente a su alrededor no moría, tampoco los animales, no era como si vivieran en las partes bajas de la ciudad donde siempre había “material” Pero no podía ir y por un momento deseó poder llegar hasta allá, incluso soñó una vida junto a Amaya en esos lugares, pero no tuvo mucho recuerdo de ese sueño…Meses más tarde maldijo el día que se le ocurrió desear eso e ignorar lo que había soñado.
Una noche sintió que se avecinaba algo extraño, no podía dormir, por lo que fue a la pieza de su hermana y la despertó. Aunque no le dijo nada pudo comunicarle que algo extraño pasaba, ya fuera por los poderes que ambos iban descubriendo que poseía o por el mero hecho de ser mellizos y tener una conexión especial. Le tomó la mano y entonces se escuchó un grito en las lejanías del castillo que habitaban. La sacó de la cama de un tirón y corrió por los pasillos con ella. Corrieron por lugares que no conocían escondiéndose por las esquinas cuando veían pasar a gente con antorchas, no puso atención a los gritos que daba la gente, pero vio por un momento fugaz a un inquisidor y sintió terror. ¿Iban a por ellos?
Siguió corriendo con su hermana, tal como estaban, con pijamas y descalzos. Entonces de la nada apareció una mujer y tomó a Amaya del brazo y aunque su hermana se asustó no gritó, Werther tampoco, pero la mujer si, llamaba a los demás que estaban en su hogar por motivos que no conocía. Werther la miró fijo y empezó a controlar, aparentemente a la mujer. Esta soltó a su hermana y llevó sus propias manos a su cuello, en su mirada se veía el temor pero Werther siguió controlándola para que se asfixiara a sí misma.
Se escondieron en los subterráneos mientras esperaban que todo pasara, estaban solos y asustados, pero no había más remedio, Werther debía mantenerse firme y cuidar de su hermana. Estuvieron buscándolos, se podía escuchar a la lejanía como la gente que había invadido su hogar los llamaba, pero tras un par de días se rindieron. Entonces Werther salió, le dijo a Amaya que volvería, que le esperara oculta.
Afuera por los pasillos se veía la servidumbre del castillo, estaban todos muertos. Werther siguió caminando tratando de ser lo más silencioso posible, evitando pisar la sangre o los cuerpos. Entonces llegó hasta la alcoba de sus padres. Ambos estaban ahí, los habían pillado en medio de la noche…El cuerpo de su padre yacía en el suelo con la mano casi empuñada, como si hubiese portado su espada. Era una espada que estaba desde hacía siglos en la familia y más que todo era una herencia valiosa y un símbolo que un arma para poder defenderse, pero tal vez en el momento sacarla de su lugar en la pared fue lo único que pudo hacer. Ahora la espada de los Rau ya no estaba. Caminó hasta la cama y vio en el lecho a su madre, en su frente habían escrito “Bruja” con un cuchillo y tenía el pijama manchado con sangre evidenciando como había sido asesinada.
Werther se arrodilló junto a la cama y se apoyó contra la mano de su madre que había quedado extendida. Lloró en silencio, pues aun temía que estuvieran buscándolos. El cuerpo de su madre se movió y acarició su cabellera blanca, pero no fue más que el propio poder de Werther la que la controlaba para poder sentir que se despedían.
Buscó en la casa rápido, un poco de ropa para ambos, tomó lo de valor que no se hubiesen robado ya y volvió al subterráneo. Allí estaba su hermana armada con un fierro que bajó cuando lo vio. Se vistieron y salieron del castillo durante la noche tan rápido como les fue posible. Werther no le describió lo que vio, pero no eran necesarias las palabras entre ellos para que se comprendieran, Amaya sabía porque huían.
Tras unos meses viajando, tratando de mantener bajo perfil y viajando principalmente de noche lograron cruzar la frontera llegando a Francia, el destino era la capital, esperando ahí poder conseguir un poco de dinero para poder sostenerse, pues ambos jóvenes de diecisiete años jamás habían pasado penurias, hasta ese entonces. Sus talentos no eran útiles para el mundo en el que se desenvolvían ahora, ya no eran aristocracia, ni siquiera se presentaban con sus nombres cuando estaban aún cerca de Alemania.
Amaya sin las atenciones médicas que requería se volvía cada vez más débil y se hacían más lento el viaje. Ella ya no podía avanzar, no tenía fuerzas y sabía que le quedaba poco tiempo y lo tomó con calma, más de la que se lo tomó Werther, él no paraba de rogarle que no lo dejara, que era lo único que tenía en la vida. Pero Amaya sabía que moriría, más temprano que tarde. Entonces una noche, en una posada estaban ambos en la misma cama, en silencio. Werther la había visto tan mal últimamente que habían parado a descansar en el lugar más cómodo que se pudieron permitir. La mantenía abrazada contra su pecho mientras sentía que se iba. Durmieron unos momentos y para cuando Werther despertó y abrió los ojos, Amaya ya no estaba con él, solo estaba su cuerpo blanco, como una cascara vacía. La albina que lo había acompañado desde la gestación ya no estaba más a su lado.
Sepultó a su hermana por el camino dejando una cruz de madera en las que solo tallaba sus siglas “A.R.S” y tras un momento de silencio por ella dejó el lugar sintiendo el peso de la soledad como una carga inmensa, nunca en su vida se había sentido tan desamparado y casi sentía que ya no le quedaban ni motivos ni fuerzas para continuar. Pero aun así lo hizo, casi de forma automática, sin ganas, solo por inercia.
Había dejado todo atrás, su familia, su título, su riqueza, su herencia a su maestro de quien había estado por años enamorado, pero no podía volver, volver significaría que también lo matarían y a pesar de que no encontraba las fuerzas para seguir adelante, no quería eso.
Llegó a París casi sin notarlo, había sido llevado por desconocidos cuando lo vieron por el camino y a pesar de que se trataba de un grupo de gitanos que vieron su albinismo como algo extraño lo consideraron un presagio de buena suerte y aunque en el lugar se quiso separa de ellos estos no lo dejaron, pues sabían que el chiquillo no tenía nada.
Desde hace casi un año vive con un pequeño grupo de ellos, tienen sus tiendas en las afueras de la ciudad y llegan a comerciar a esta todos los días, buscando como ganarse la vida. Werther a aprendido a controlar un poco mejor su poder de premonición con ellos echándole las cartas a la gente. No ha querido rebelarles sus otros poderes porque teme que lo desprecien o entreguen a la inquisición. Solo en secreto busca aprender a controlarlo mejor.
La familia Rau era la familia regente de uno de los estados en Alemania, uno que gozaba de una prosperidad gracias al ojo que tenía Aldebaran Rau, su padre, para los negocios y alianzas. Los niños fueron criados en este ambiente donde nunca pasaron necesidad, solamente su hermana necesitaba de cuidados especiales y supervisión médica por su anemia.
A temprana edad descubrieron que tenían un poder, que en un principio ocultaron a sus padres por su naturaleza extraña. Había ocurrido que en el jardín vieron un polluelo en el suelo cerca de un árbol, este no se movía y no sabían cuánto tiempo había estado allí. Estaba muerto, era evidente y si bien Amaya que era mucho más fría y seria que él le dijo que se lo dieran de alimento para su gato Werther le dijo con convicción que lo iba a revivir. Puso sus manos sobre el polluelo y cerró los ojos concentrándose en su milagro y vio con sorpresa como el polluelo empezaba a moverse, sonrió pero al poco rato notó que a pesar del movimiento del animalito este seguía muerto, los gusanos seguían estando y no parecía tener ningún cambio favorable. Werther se asustó y se echó hacia atrás dejando que el animal muriera definitivamente y aunque ambos se miraron asombrados no tuvo certeza si se trataba de un poder, un milagro u otra cosa desconocida.
A medida que pasaban los días y su educación seguía su curso, donde estudiaba historia, matemáticas, filosofía, religión, piano, etc…No podía sacarse esa escena la del polluelo moviéndose en el suelo mientras seguía muerto, quería volver a intentarlo, pero no sabía dónde encontrar otro cadáver. La gente a su alrededor no moría, tampoco los animales, no era como si vivieran en las partes bajas de la ciudad donde siempre había “material” Pero no podía ir y por un momento deseó poder llegar hasta allá, incluso soñó una vida junto a Amaya en esos lugares, pero no tuvo mucho recuerdo de ese sueño…Meses más tarde maldijo el día que se le ocurrió desear eso e ignorar lo que había soñado.
Una noche sintió que se avecinaba algo extraño, no podía dormir, por lo que fue a la pieza de su hermana y la despertó. Aunque no le dijo nada pudo comunicarle que algo extraño pasaba, ya fuera por los poderes que ambos iban descubriendo que poseía o por el mero hecho de ser mellizos y tener una conexión especial. Le tomó la mano y entonces se escuchó un grito en las lejanías del castillo que habitaban. La sacó de la cama de un tirón y corrió por los pasillos con ella. Corrieron por lugares que no conocían escondiéndose por las esquinas cuando veían pasar a gente con antorchas, no puso atención a los gritos que daba la gente, pero vio por un momento fugaz a un inquisidor y sintió terror. ¿Iban a por ellos?
Siguió corriendo con su hermana, tal como estaban, con pijamas y descalzos. Entonces de la nada apareció una mujer y tomó a Amaya del brazo y aunque su hermana se asustó no gritó, Werther tampoco, pero la mujer si, llamaba a los demás que estaban en su hogar por motivos que no conocía. Werther la miró fijo y empezó a controlar, aparentemente a la mujer. Esta soltó a su hermana y llevó sus propias manos a su cuello, en su mirada se veía el temor pero Werther siguió controlándola para que se asfixiara a sí misma.
Se escondieron en los subterráneos mientras esperaban que todo pasara, estaban solos y asustados, pero no había más remedio, Werther debía mantenerse firme y cuidar de su hermana. Estuvieron buscándolos, se podía escuchar a la lejanía como la gente que había invadido su hogar los llamaba, pero tras un par de días se rindieron. Entonces Werther salió, le dijo a Amaya que volvería, que le esperara oculta.
Afuera por los pasillos se veía la servidumbre del castillo, estaban todos muertos. Werther siguió caminando tratando de ser lo más silencioso posible, evitando pisar la sangre o los cuerpos. Entonces llegó hasta la alcoba de sus padres. Ambos estaban ahí, los habían pillado en medio de la noche…El cuerpo de su padre yacía en el suelo con la mano casi empuñada, como si hubiese portado su espada. Era una espada que estaba desde hacía siglos en la familia y más que todo era una herencia valiosa y un símbolo que un arma para poder defenderse, pero tal vez en el momento sacarla de su lugar en la pared fue lo único que pudo hacer. Ahora la espada de los Rau ya no estaba. Caminó hasta la cama y vio en el lecho a su madre, en su frente habían escrito “Bruja” con un cuchillo y tenía el pijama manchado con sangre evidenciando como había sido asesinada.
Werther se arrodilló junto a la cama y se apoyó contra la mano de su madre que había quedado extendida. Lloró en silencio, pues aun temía que estuvieran buscándolos. El cuerpo de su madre se movió y acarició su cabellera blanca, pero no fue más que el propio poder de Werther la que la controlaba para poder sentir que se despedían.
Buscó en la casa rápido, un poco de ropa para ambos, tomó lo de valor que no se hubiesen robado ya y volvió al subterráneo. Allí estaba su hermana armada con un fierro que bajó cuando lo vio. Se vistieron y salieron del castillo durante la noche tan rápido como les fue posible. Werther no le describió lo que vio, pero no eran necesarias las palabras entre ellos para que se comprendieran, Amaya sabía porque huían.
Tras unos meses viajando, tratando de mantener bajo perfil y viajando principalmente de noche lograron cruzar la frontera llegando a Francia, el destino era la capital, esperando ahí poder conseguir un poco de dinero para poder sostenerse, pues ambos jóvenes de diecisiete años jamás habían pasado penurias, hasta ese entonces. Sus talentos no eran útiles para el mundo en el que se desenvolvían ahora, ya no eran aristocracia, ni siquiera se presentaban con sus nombres cuando estaban aún cerca de Alemania.
Amaya sin las atenciones médicas que requería se volvía cada vez más débil y se hacían más lento el viaje. Ella ya no podía avanzar, no tenía fuerzas y sabía que le quedaba poco tiempo y lo tomó con calma, más de la que se lo tomó Werther, él no paraba de rogarle que no lo dejara, que era lo único que tenía en la vida. Pero Amaya sabía que moriría, más temprano que tarde. Entonces una noche, en una posada estaban ambos en la misma cama, en silencio. Werther la había visto tan mal últimamente que habían parado a descansar en el lugar más cómodo que se pudieron permitir. La mantenía abrazada contra su pecho mientras sentía que se iba. Durmieron unos momentos y para cuando Werther despertó y abrió los ojos, Amaya ya no estaba con él, solo estaba su cuerpo blanco, como una cascara vacía. La albina que lo había acompañado desde la gestación ya no estaba más a su lado.
Sepultó a su hermana por el camino dejando una cruz de madera en las que solo tallaba sus siglas “A.R.S” y tras un momento de silencio por ella dejó el lugar sintiendo el peso de la soledad como una carga inmensa, nunca en su vida se había sentido tan desamparado y casi sentía que ya no le quedaban ni motivos ni fuerzas para continuar. Pero aun así lo hizo, casi de forma automática, sin ganas, solo por inercia.
Había dejado todo atrás, su familia, su título, su riqueza, su herencia a su maestro de quien había estado por años enamorado, pero no podía volver, volver significaría que también lo matarían y a pesar de que no encontraba las fuerzas para seguir adelante, no quería eso.
Llegó a París casi sin notarlo, había sido llevado por desconocidos cuando lo vieron por el camino y a pesar de que se trataba de un grupo de gitanos que vieron su albinismo como algo extraño lo consideraron un presagio de buena suerte y aunque en el lugar se quiso separa de ellos estos no lo dejaron, pues sabían que el chiquillo no tenía nada.
Desde hace casi un año vive con un pequeño grupo de ellos, tienen sus tiendas en las afueras de la ciudad y llegan a comerciar a esta todos los días, buscando como ganarse la vida. Werther a aprendido a controlar un poco mejor su poder de premonición con ellos echándole las cartas a la gente. No ha querido rebelarles sus otros poderes porque teme que lo desprecien o entreguen a la inquisición. Solo en secreto busca aprender a controlarlo mejor.
Nunca rebeló a su familia su poderes, ni tampoco lo que sentía por su maestro, pues creía que si sabían que le gustaba un hombre seria odiado por ellos, así como el poder que tenia. Solo tras la muerte de sus padres comprendió que era algo de herencia de su madre y que si no hablaban de eso era para evitar lo que había sucedido.
Sabe tocar piano muy bien, siendo un prodigio de la música, pero ya no lo hace, no desde que perdió todo.
Es albino, por lo que salir al sol le daña un poco la piel, pero con los gitanos que vive ahora no tiene problemas con esto, a ellos no parece molestarles que solo salga de la tienda de noche.
Sabe tocar piano muy bien, siendo un prodigio de la música, pero ya no lo hace, no desde que perdió todo.
Es albino, por lo que salir al sol le daña un poco la piel, pero con los gitanos que vive ahora no tiene problemas con esto, a ellos no parece molestarles que solo salga de la tienda de noche.
- Fisico (ignoren las flores >.<):
Última edición por Werther Rau el Lun Abr 06, 2015 1:56 am, editado 2 veces
Werther Rau- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 04/04/2015
Re: Werther Rau ID°
FICHA EN PROCESO
incompleta
TU FICHA ESTÁ INCOMPLETA. CUANDO HAYAS TERMINADO, POR FAVOR POSTEA A CONTINUACIÓN EN ESTE MISMO TEMA PARA QUE UN MIEMBRO DEL STAFF PASE A REVISARLA Y TE DE COLOR Y RANGO SI TODO ESTÁ EN ORDEN.
NO OLVIDES QUE PARA PODER ACEPTARLA ES NECESARIO QUE PRIMERO HAYAS REALIZADO LOS REGISTROS OBLIGATORIOS EN ESTE APARTADO Y QUE CUMPLAS CON LO QUE PEDIMOS EN EL ESQUELETO DE LA FICHA, INFORMACIÓN QUE PUEDES VER AQUÍ.
GRACIAS.
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Nigel Quartermane- Vampiro/Realeza [Admin]
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Re: Werther Rau ID°
Ficha terminada
Werther Rau- Hechicero Clase Baja
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Re: Werther Rau ID°
OBSERVACIONES
favor de corregir
TÚ FICHA ES CORRECTA, SIN EMBARGO NO HICISTE REGISTROS DE MANERA FORMAL, SOLO HICISTE RESERVA, DEBES VOLVER A REGISTRARLO DE MANERA CORRECTA. SI TIENES DUDA AVÍSAME.
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Doreen Jussieu- Hechicero Clase Alta
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Re: Werther Rau ID°
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Werther Rau- Hechicero Clase Baja
- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 04/04/2015
Re: Werther Rau ID°
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.
ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA, TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE CÓMO MANEJAMOS TODO EN ESTE SITIO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES; ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA, TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE CÓMO MANEJAMOS TODO EN ESTE SITIO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES; ESTAMOS PARA SERVIRTE.
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Tarik Pattakie- Vampiro/Realeza
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