Serj Tankian

Edad Aparente: 37 Años
Edad real: 565 Años
Especie: Vampiro
Clase social: Alta
Orientación Sexual: Heterosexual
Lugar de Origen: Ertuğrul

Habilidades:
Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.

Atributos:
Colmillos afilados, uñas afiladas, piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.

Poderes Innatos:
Sanación acelerada, percepción del aura, bloqueo mental, persuasión e infligir dolor por medio de la mente.

En vida era un hombre de gran poder, acostumbrado a obtener lo que se proponía, despilfarrador y nunca existieron límites para él, tristemente después de su conversión, estas características que tanto lo marcaban, no cambiaron.

En la actualidad se ha convertido en una criatura egocéntrica, pagado de sí mismo, que cree que merece el mejor de los tratos, y que nadie puede, ni debe decir que no a cualquiera que sea su demanda; antaño fue un noble, de una casa muy favorecida, donde las mujeres se develaban a su paso, buscando tan solo el favor de él… ¿Por qué habría cambiado aquel estado al pasar cuatro siglos?

Sin embargo, como en todo humano, existe una veta de bondad en él que muy pocos han logrado conocer, debido, primero que nada al hermetismo con el que él vive su vida, tanto humana como inmortal, y segundo, porque la primera impresión es con la que se quedan quienes lo conocen y a él poco le importa cambiar la concepción que tengan.

En vida se llamó Osmán I, y fue el sultán que comenzó el primer estado Otomano por los años 1290. Fue un hombre sumamente ambicioso, que con ideas políticas revolucionarias, que construye su estado a partir de las cenizas del antiguo imperio Otomano, devastado por una invasión mongola, a luchas internas, a los bizantinos y hasta a las primeras cruzadas. Dentro de estos ideales comienza con la expansión de su imperio, y genera una prolífica familia con dos esposas, una hija y siete hijos, del que saldría su predecesor Orhan I Gazi; declarando su muerte en un momento de prosperidad a causa de una complicación de la enfermedad de “Gota” en el año 1326, cuando él debía tener 68 años de edad (que por cierto, ya no representaba).

En 1281 Osmán fue declarado Bey de la ciudad de Söğüt por su padre  Ertoğrül, y hacia 1288 lo sucedió en la jefatura de la tribu. Poco duró en aquella jefatura, pues después de que en 1290 se proclamó independiente de los turcos selyúcidas, y tomó el título de Bey independiente fue capturado por un ser sobrenatural que le dio el abrazo de la muerte. Primero pensó que era alguna clase de aliado de los turcos selyúcidas, pero se equivocó, puesto que en los años subsecuentes le enseño técnicas de ataque y defensa personal, lo que le permitió por más de una década atacar y conquistar sus fortalezas, siempre en la oscuridad y bajo el cuidado de este ser misterioso que además le mostró la vida después de la conversión.

Para el año de 1299, el imperio Otomano gozaba una época de paz, y el sultán, con la personalidad antes mencionada hace acuñar su moneda, pero esto lo hace como un evento póstumo a su muerte, solo su hijo y predecesor sabía de aquel evento… Cada año que pasaba era más complicado explicar a las tropas porque su presencia solo era tras el ocaso, y más aún engañar a toda la gente, incluyendo a sus esposas de su aspecto que no envejecía al pasar de las estaciones. Fue en los finales de 1316 cuando aquella mentira ya no era creíble para sus legiones de guerreros, por lo que tuvo que retirarse a sus aposentos donde vivía solo, y las visitas a sus esposas e hijos fueron cada vez más esporádicas, haciendo uso de artimañas para teñir tu cabello de blanco y acentuar sus arrugas… vivió así por una década, dedicándose a amasar una fortuna en oro, una fortuna tan grande que le permitiría vivir una eternidad con los lujos necesarios y los caprichos que tuviera…

Su voluntad estuvo cumplida, obviamente por la imposición de un impuesto que iba directamente a este motivo; su oro se encontraba escondido a las orillas del mar Negro, y su hijo continuaba enriqueciéndolo en otro escondite más al norte, de donde él llevaba el oro a algún sitio cerca del imperio Romano Germánico; después de varias décadas, su hijo dejó de llevar aquel oro; pero años antes, había perdido contacto con él…

En 1375 reapareció en Hungría, la vida social que estaba acostumbrado a llevar era demasiado ostentosa como para dejarla así nada más; en la decisiva batalla de Kosovo en 1389, cuando la victoria otomana permitió realizar nuevas conquistas al sur del Danubio, acabando con la última defensa organizada en el área de los Balcanes y dejando a Hungría como único oponente serio en el sudeste de Europa; convirtiéndolo en un noble con un nuevo nombre “Al-ad-din Paşa” y sin un pasado… En 1408, el rey húngaro Segismundo fundó entonces la Orden del Dragón, donde Serj cambió de religión al cristianismo; cosa que realmente era banal para él, puesto que nunca fue musulmán, como tampoco lo era católico; a esta orden pertenecieron, entre otros nobles, el Príncipe Vlad II Dracul de Valaquia (actual Rumanía), quien fue el padre del conocido sanguinario Vlad III, de quien se cree, Serj fue quien le dio el abrazo de la muerte, más nunca lo han confirmado, ninguno de los dos.

No se sabe mucho de él de los siglos XV al XIX, pero se tiene certeza que su vida en sociedad continuó, tanto en el Imperio Otomano, como en el Impero Romano Germánico, hasta ahora, que llega como un pudiente noble adinerado, cónsul de Hungría en Francia, dispuesto a vivir en la capital de esta, París, respondiendo al nombre de Serj Tankian y con un pasado confuso, pero que nunca nadie atrevió a cuestionar.