Antinoo de Bitinia

por **Antinoo de Bitinia** Jue Jun 04, 2015 2:14 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Antinoo de Bitinia.

▲EDAD▲

Nacido en el año 110, Antinoo posee alrededor de 1600 años y al morir en el año 130 posee la apariencia de un eterno joven de 20 años.

▲ESPECIE▲

Vampiro.

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

-

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Noble de Clase Alta.

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Homosexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Bitinia, un antiguo reino localizado al noroeste de Asia Menor y al suroeste del mar Negro, que desde la península de Calcedonia llegó a extenderse hasta Heraclea Póntica y Paflagonia, Misia y la Propóntide.

▲HABILIDADES/PODERES▲

→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.

→ Atributos: Colmillos afilados, uñas afiladas (en algunos casos), piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.

→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.

→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.

→ Seducción: Esta habilidad hace que cualquier persona se sienta atraída ya sea físicamente o emocionalmente a la persona poseedora del poder. El vampiro seduce a los demás hasta lograr controlar las emociones de su adversario a su antojo. Funciona en cualquiera de los dos sexos. Este poder funciona únicamente como atracción.

→ Telepatía: Habilidad para sondear los pensamientos superficiales de cualquier sujeto cercano y escucharlos como escucharía hablar a esa persona. Con el tiempo suficiente, puede enterarse casi de cualquier cosa sobre el sujeto.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Antinoo es un romántico, ve absolutamente todo con los ojos de un enamorado y acto seguido se deprime. Conserva en su interior una pasión inmensurable, incontenible. Ama todo aquello que lo rodea, por más insignificante o efímero que pueda ser. Pero esos sentimientos que lo dominan la mayor parte del tiempo nunca llegan a ser tan fuertes como el primer amor que sintió. Así que su eterna existencia se la pasa entre un constante cambio de humor que alterna entre la pasión absoluta a la tristeza más horrenda y oscura. Él jamás tiene autocontrol sobre estos cambios. Antinoo sólo se limita a existir y apreciar los porvenires de la inmortalidad. A pesar de que sabe con alarmante exactitud que es una criatura condenada, que conserva recuerdos imborrables que lo atormentan sin cesar, que jamás tendrá una segunda oportunidad para corregir sus errores.

Aunque consiga ignorar todo ese tormento por lo menos un tiempo, aunque se enamore de las distintas épocas y cambios culturales que se fueron dando desde que tiene memoria, incluso aunque a veces se sienta atraído por distintas personas y otras criaturas que se cruzan en su camino, jamás puede ignorar por completo su trágico pasado, esa sombra masculina que le sigue a todos lados y ese rostro que contempla cada noche en un espejo. No existe peor tormento que él mismo y Antinoo lo sabe. Es decir que se detesta, se odia con todo su ser y si tuviera el valor se inmolaría al sol de una vez por todos. Pero no puede hacerlo, así que se odia. Porque sabe que es increíblemente hermoso, que pocos pueden resistirse a su belleza casi angelical y nunca duda en aprovecharse de ello.

Es un tramposo, embustero y sin corazón. Siempre se muestra frío y desapasionado cuando en realidad su interior es amor puro. Y todo esto se debe a que sólo la primera vez que alguien cayó en la perdición de su atractivo fue la primera vez que Antinoo no fue arrogante y se dejó hechizar por el momento. Después de esa historia apenas soporta ver sus rasgos delicados y acumula ese odio hacia si mismo dentro suyo hasta que estalla y se vuelve violento. Usualmente, cuando esta solo, es alguien delicado, romántico y melancólico. En presencia de muchos se muestra con alguna que otra mascara, quizá de arrogancia, de burla, de ingenuidad, tiene demasiadas y nunca se cansa de usarlas, pero su preferida es la de insensible y cruel. Luego, una vez cada tanto, desata por completo a la verdadera bestia, la que mata sin remordimiento y exige la sangre de los amantes.

HISTORIA

¿Quién no ha oído hablar del emperador Adriano y su esclavo Antínoo? No todos conocen esta historia, pocos han oído sobre los misterios de este amor griego en plena Roma Imperial. El culto a Antínoo aún pervive entre algunos. Pero nadie podría creerse lo que en verdad ocurrió.

Antinoo nació en Bitinio-Claudiópolis, en el año 110. Se crió en la pobreza absoluta, era el primero de cinco niños y debía hacerse responsable de ayudar a su madre a alimentarlos y cuidarlos. Él amaba a su madre aunque ésta no pudiera darles demasiado. Detestaba a su padre porque los maltrataba y apenas ayudaba a la familia. Aún así no pasó toda su vida junto a sus hermanos y sus padres. Ya que, cuando tenía trece años, el destino quiso que se cruzara con el emperador Adriano. Éste le rescató de una imperiosa muerte, a manos de un león hambriento y salvaje. Antinoo sin armas ni fuerza para luchar o huir del animal, se enfrentaba a la resignación cuando él apareció y mató al animal. El hombre era joven, si bien mayor que el niño, y apenas lo vio juró por todos los dioses que Antinoo era el jovencito más bello que había podido apreciar en toda su vida. Acto seguido decidió que el pequeño Antinoo, al encontrarse en deuda con él, sería a partir de entonces su esclavo y así fue como lo llevo consigo a todos los sitios a donde iba. Desde el momento de su encuentro y hasta su muerte.

Adriano no solo esclavizó a Antinoo, apartándolo de su familia sin siquiera poder despedirse, sino que tenía más planes para el jovencito. El emperador se convirtió en su mentor y le enseñó cosas a las cuales muchos otros esclavos no tenían siquiera acceso. También lo apartó de la pobreza y con el tiempo terminaron siendo amantes y compartiendo el lecho innumerables veces. Mientras que Adriano se mostraba descontento de su matrimonio con Vibia Sabina, Antinoo se mostraba casi agradecido. Porque esto impedía que el emperador pasara todas las noches junto a él. No es que para Antinoo ser el amante de Adriano no fuera de su agrado, sino que el chico no era tonto y sabía que a la larga aquel camino lo llevaría a la perdición. ¿Permitirse amar al emperador? Antinoo lo evitó a toda costa en un principio, mostrándose frío y casi inaccesible. Intentó rechazar las caricias, los buenos gestos, se mostró como un animal indomesticable. Pero Adriano era tan gentil con él, tan amable y le demostraba tanto cariño que el jovencito terminó perdido en los brazos del mayor, envuelto hasta el cuello de aquella inmensurable pasión.

Así fue cómo pasó su vida Antinoo, yendo a donde Adriano iba, amándole y siendo amado. Hasta que una noche apareció una vil criatura. Entre las tinieblas, este ser, percibió la belleza de Antinoo y decidió que lo haría suyo. Las noches fueron pasando y Antinoo comenzó a recibir visitas nocturnas, siendo victima de un hombre que no era su amo. Pero aún en brazos de este extraño jamás dejaba de murmurar el nombre de Adriano. Lo cual provocó que la otra criatura enfureciera y amenazara con matar al emperador. Si el joven de veinte años no fingía su muerte y se entregaba por completo a aquella criatura entonces Adriano moriría y nadie podría evitarlo. Antinoo presa del pánico creyó en lo que oía y no encontró otra solución que obedecer. ¿Sacrificarse por amor? Claro que estaba dispuesto a hacerlo, él lo había sabido desde el momento que se entregó al emperador. No podía soportar la mera idea de que aquel hombre que tanto significaba para él pudiera llegar a morir. Así que él haría lo posible para evitarlo. Sólo era un esclavo, su propia vida importaba poco y no olvidaba que aún se sentía en deuda por seguir con ella. Así que en cuanto tuvo la oportunidad se arrojó al río Nilo sin dudarlo y murió para los ojos de su gran amor el emperador Adriano.

Al caer la noche se encontraba a orillas del río, medio inconsciente y sólo. Pero entonces apareció esa vil criatura riéndose y se lo llevo consigo. Antinoo creyó que pasaba a ser esclavo de otro dueño y se entregó a su triste destino. Aquel sujeto le cuidó, le limpió y arregló, lo trató con sumo cuidado y por último le entregó lo que él llamaba el don oscuro. Aquella criatura le ofrecía tal cosa sin que él lo deseara, pero al verse al borde de la muerte Antinoo entró en desesperación y lo aceptó. Desde ese momento murió completamente pero su existencia se prolongó para la eternidad. No sólo porque se convirtió en un vampiro, una criatura de la noche sin tiempo ni edad. Sino que el emperador quedó trastornado por la muerte prematura del muchacho. La soledad y tristeza de Adriano ante la pérdida del bello joven fue tal que lo impulsó a perpetuar su memoria de manera obsesiva. Levantando estatuas en su honor, acuñando monedas de curso legal con su efigie, construyendo templos por doquier dedicados a él, una nueva deidad. Incluso levantó un mausoleo, el Antinoeion, en la Villa Adriana. Instituyó juegos y fiestas en su honor. Fundó y edificó una ciudad entera, Antinóopolis, en el mismo lugar en el que su adorado amante había pasado, supuestamente, a mejor vida. Y hasta dio nombre a una constelación para poder verle con sólo alzar la vista hacia los cielos en las largas noches que siguieron a su desaparición. Antinoo sufrió desconsoladamente al no poder hacer nada por su amado emperador, sino más que contemplar cómo seguía su camino solo.

En un principio el rostro del joven vampiro se encontraba en muchos sitios como para que el joven pudiera andar con suma libertad. Por lo que se vio obligado a esconderse y ocultar su rostro para no ser reconocido. Le aterraba que lo descubrieran, que creyeran que todo había sido un vil engaño para escapar de Adriano, cuando en realidad jamás había sido así. Así que Antinoo aguardó durante siglos, durmió en lo profundo del Antinoeion y despertó cuando ya solo quedaban restos de polvo de lo que había sido su único y gran amor. Incapaz de arrastrarlo consigo a la eternidad lloró su pérdida durante años antes de poder aceptarla. Y hoy en día vaga nuevamente, libremente, por la sociedad victoriana sin temor alguno a que vean su rostro. Aunque él mismo lo detesta...

DATOS EXTRA

▲ Nunca permaneció junto a su creador.
▲ Hoy en día sigue amando al emperador Adriano.
▲ Siente una especie de amor y odio hacia el arte.
▲ Detesta todas las religiones, porque no cree en que pueda existir un dios ni muchos.
▲ Aunque a veces parezca una bestia insaciable, nunca mata indiscriminadamente.

por **Doreen Jussieu** Vie Jun 05, 2015 11:28 pm

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