Yours is the right to begin [Lianne D'veró y Kane Caristeas]

¿Cuánto nos deben ya?- Murmuró aburrido mirando su chimenea mientras un par de hielos chocaban contra el cristal de aquel vaso ancho siendo bañados por aquel brandy, favorito del vampiro. El final de cada mes mandaba a su contable personal que le pusiera al tanto de cada negocio, y aunque Kane era abogado y había ciertos puntos que podría llegar a hacer el… no se iba a molestar en hacerlo. ¿Para qué estaba el dinero?

2000 francos, el mes pasado pidieron algo de tiempo pero solo han podido pagar la mitad.- La cabeza del rubio se movió de forma afirmativa, pensando que podría hacer… no era una gran cantidad pero si dejaba que cada negocio se retrasase tendría que hacer algo drástico y algo drástico para Kane es un aviso junto a un muerto.-Déjame escrito la dirección, iré yo mismo a encargarme.- El hombre de gafas medio asustado abrió la boca para replicar y Kane al saber lo que iba a insinuar y en forma de aviso, lanzo el vaso al fuego con fuerza haciendo que una llamarada se expandiera antes de volver a su estado normal. Aquello funciono y después de escuchar la falta de aire en aquel hombre, volvió a escuchar algo… sus pasos alejándose.-Siempre es un placer pagarte por tus servicios Alphonse… hasta el mes que viene- Se despidió así el vampiro.

No tuvo que abrir la boca para que las dos mujeres que siempre le acompañaban a todos lados estuvieran junto a él en aquel sillón enorme negro.-Vestíos…  vamos a salir-Y antes de que él hubiera pestañeado ambas mujeres habían desaparecido, simplemente escuchando sus risas por algún lugar de la casa. De forma lenta pero elegante Kane se levantó y se dirigió a la entrada mientras colocaba sus prendas quedando impoluto sin intentarlo.

10 minutos después ya con la noche en su máxima se dirigieron a aquella casa. Parecía una noche normal, aunque no parecía que estuvieran todos… según el sabia eran dos hermanas y solo contaba una de ellas.-Ve a avisar que voy en camino… quiero que sepan lo que les espera, quiero ver sus caras…-una sonrisa muy poco humana nació en sus labios mientras observaba el cuerpo de la inmortal dirigirse a su mandado.

Observo aquellas caras de terror, regocijándose en aquello, imaginándose ya como caería el padre… como aprenderían a esforzarse más por su trabajo. Repasó cada mente y cada secreto y frenó en seco en la mente de la hermana pequeña cuando observo en sus recuerdos y pensamientos a… ¿Lianne? Aquella criatura era demasiado hermosa, era de las pocas humanas que Kane estaba considerando apropiada. De nuevo una sonrisa adornó sus labios pero esta vez no era al regocijarse en la sangre sino… en su nueva forma de pago por parte de aquella familia.

-Vamos.-Una simple orden y ambos inmortales estaban en camino, encontrándose con la que faltaba a medio camino la cual les informo de todo, además de que la hermana que faltaba estaba a dos calles de distancia.-Bien... démosle tiempo de dejar su chaqueta, soy  un caballero.- Apoyado contra un muro, oculto gracias a la oscuridad de las calles y siendo…digamos que atendido por aquellas mujeres, esperó paciente a aquella mujer la cual al cabo de cinco minutos llegó. Escuchó cada conversación y cada latido de corazón… uno a uno, era su momento, Kane lo sabía por lo que con paso firme se plantó frente a aquella casa, llamando con sus nudillos para llamar la atención de todos.

Observó la acción del padre, de la madre, de la hermana y noto el pánico que sentían haciendo sonreír al vampiro, por último se fijó en Lianne la cual parecía que la habían esculpido en hielo ya que no podía moverse por lo que podía ver. Invitándole a entrar el dio un paso dentro de aquella casa-Quedaos fuera-Dijo sin mirar a aquellas fieles compañeras las que observaron a Lianne con algo de resentimiento llevándose un gruñido bajo del vampiro. No admitiría faltas de respeto a nadie… salvo que él quisiera.

-Me disculpo por las horas de visita… pero prefiero la noche.-Dejó de poner su atención en su próxima víctima y miró al hombre de la casa al cual estiró la mano y apretó con algo de fuerza escuchando el quejido de este.-Hablemos de negocios.-sentenció sin dar rodeos, era un hombre directo.-Me deben dinero, les he dado un mes para recuperarse y no ha sido suficiente, yo tengo una manera de hacer escarmentar este tipo de… comportamientos-Hizo una pausa para que sus mentes se torturasen pensando en que podía pasar-Pero hoy me siento… generoso-Se cruzó de brazos y su sonrisa blanca hizo acto de presencia-Le propongo algo…-Pasado los segundos su cara volvía a estar seria y su figura imponente se alzó de nuevo, ayudando a esto al posar sus puños cerrados sobre la mesa dejando que su figura pareciera aún más violenta.-Quiero a Lianne-dijo de golpe-No quiero que la busquen marido, la quiero para mi… no la matare o la secuestrare, podrán verla… pero es mía.-Miro alrededor hasta pararse en la susodicha.-Mia…-gesticulo con los labios notando sus ojos cambiar a un azul más intenso por la simple excitación de pensar que haría con ella.-Si acceden a esto, no tendrán que pagar más renta además de que su hija tendrá ciertos privilegios que podrá compartir con quien quiera, eso lo dejo a su elección.-Volvió a incorporarse y dejó de nuevo que pensasen.-Si aceptan el trato… mañana será el último día de Lianne aquí, si no, mañana será el último día de alguien… vivo.-Se dirigió a la puerta dejando el panorama como estaba-Salvo que consigáis reunir 2000 francos en…-Miró el reloj que sacó de su bolsillo-12 horas..-Tiró un par de francos a la mesa donde antes se había apoyado-Yo pongo algo a la causa… Buenas noches-Sin decir nada más salió de aquel lugar y junto a las dos mujeres, que parecían gatas en celo, corrieron a la mansión de Kane.

Serian 12 horas largas…