No sabes que te puedes encontrar vagando por las noches [Libre]

por Invitado Dom Sep 19, 2010 9:26 am

La noche cubría con oscuridad las calles de la ciudad, apenas las estrellas y la luna iluminaban la zona en la que aquella mujer caminaba, su piel de reluciente porcelana blanca contrastaba con sus cabellos perfectamente peinados de color marrón, sus elegantes vestimentas con encajes color rojo vino y listones negros mostraban sin ninguna discreción su estatus y cualquier alma pasajera se preguntaría que hacia tan elegante mujer caminando por los callejones que la llevaban a los limites de la ciudad, pero bien se encontraba buscando un humilde servidor que saciara su sed en aquel instante..

Su Elegante andar se escuchaba por los tacones que llevaba con un eco casi escalofriante, para cualquier mortal era un lugar solitario, pero los sentidos de scarlett estaban expectantes escuchando hasta el mas mínimo murmullo, pero ella quería estar mas lejos quería mantener en secreto sus hábitos como cualquiera de su especie.. aunque después de la muerte de su amo no se había topado a muchos como ella, en un largo callejón a las afueras de la ciudad se vio iluminaba por la luna, aquel hermosos circulo resplandeciente en el cielo, detuvo su andar contemplándola elevando su mirada quedando perdida, sabiendo bien la hora pues comenzaba a ser tarde para ella, debía ocultarse del sol mortal.. los recuerdos la aturdían ante aquella imagen, recuerdos que no dejaría ir aun asi los años pasaran..

Elevo una de sus manos tomando el anillo de brillantes diamantes colgado en una larga cadena el cual posaba en su pecho recordándole una y otra vez aquel pasado ya muy lejano, una sonrisa sin rastros de felicidad se formo en sus labios al momento de apretar el anillo en su mano con fuerza pero no demaciada.. comenzando a caminar con lentitud, abriendo sus sentidos, buscando a su próxima victima, un hombre.. eso era lo que ella quería.

por **Nimue Bellamy** Dom Sep 19, 2010 11:21 am

La suerte comenzaba a asomar su delicado rostro por la ventana de la posada en la que me hospedaba desde hacía semanas. El dinero no me faltaba aun que tampoco me sobraba, podía vivir perfectamente de las limosnas y de los hurtos menores que había cometido junto con mi nuevo compañero y eso me daba la oportunidad de descansar del dolor que sentía desde mi marcha voluntaria.

Ataviada con el último vestido que él me había regalado revoloteé por las calles de la ciudad hasta llegar a las afueras. Con la esperanza de encontrarme con su dulce y frío rostro y así poder decirle todo aquello que jamás me había atrevido a decirle. Estaba realmente optimista y soñadora, quizás demasiado.

El eco de unos tacones resonó en mi cabeza, pronto supe que no fui la única que acudía fuera del bullicio de la ciudad para calmar sus atormentados pensamientos.

Una mujer, muy bien ataviada y de una belleza más que notable asomó como el sol en el amanecer por una de las calles más cercanas a donde yo estaba. Era - sin duda- una mujer con coraje ya que pasear sola a aquella hora podía ser - o más bien lo era- muy peligroso. Una sonrisa iluminó mi rostro cuando tuve la idea de robar todo aquello que llevara encima - ya que por su vestimenta era una mujer de una clase muy superior a la mía- y de ese modo sobrevivir un poco más.

Me acerqué a ella con pasos llenos de distracción e indiferencia. Ella podía haberme visto desde lo lejos pero aún así continué con mi farsa y a al pasar por su lado dije con un tono de voz inocente:

-Buenas noches mademoiselle- he hice una leve reverencia muestra de mi humilde estado social. Los modales fueron algo que me habían enseñado no hacía mucho y que me había servido para encandilar a las damas y caballeros que me había otorgado regalos exquisitos.-Si me permite la indiscreción una dama de su rango no debería deambular a estas horas por un lugar tan inhóspito.

por Invitado Dom Sep 19, 2010 11:47 am

Los pasos lentos y relajados de la joven mujer de piel blanca y ojos de un extraño e hipnotizante tono rojizo se adentraban mas en los callejones de las afueras de la ciudad.. los lugares mas abandonados y perdidos, donde los almas de los mortales mas marginados habitaban, su mano derecha aferraba aquel artefacto de sumo valor, el anillo siempre reluciente con diamantes finos incrustados, aquel que le recordaba su dolor.. aquel que le daba fuerza para continuar..

Su ancho vestido de finos encajes se movía agraciado por sus movimientos lentos, sus pasos de toda una señora de sociedad, aquella que deslumbraba aquella noche que pronto terminaría, esperaba encontrar lo que buscaba aquella noche en la que se habia alejado de su hogar pues las malas lenguas de mortales curiosos alejaban cada vez mas a los vagabundos de su humilde morada, debía arriesgarse.. y salir de su hogar para asi poder saciar su sed.

Un olor sumamente deseado y agradable llego a su nariz, asi como los sonidos de unos pasos que vagaban no muy lejos de ella, mucho antes de que aquella mortal se percatara de su presencia Scarlett habia comenzado a observar le delicada figura de la mujer que caminaba ahí, extraño.. e inusual pensó la muchacha de 19 años en apariencia.. el olor de su sangre provocaba un ardor en su cuello deseoso que sentir la sangre correr por este, pero algo le impedía atacar y no es que alguien la descubriera, era simple.. se trataba de una muchacha una mujer y esto iba en contra de sus principios, sus tacones sonaron al acercarse a la joven, momento en el que ella noto la presencia de la criatura de la noche con aspecto angelical, una sonrisa sumamente delicada apareció en las facciones de Scarlett, claro estaba ocultando los filosos colmillos en su boca.

-Buenas noches..- susurro Scarlett, haciendo una pequeña reverencia llevándose una mano al pecho, unas ideas pasaron por su mente parecía ser una chica de un estatus no muy alto, Scarlett estaba haciendo un gran esfuerzo por no atacar a la dama que tenia enfrente, pues no quería atentar contra las mujeres.. para ella solo los hombres tenían el derecho a sufrir una muerte a manos de una criatura como ella, sufriendo la agonía hasta el ultimo instante de su miserable vida.

Una sonrisa que contenía cierto sarcasmo se formo en los labios de Scarlett, deslumbrando aquel tono sonrosado que poseían naturalmente, soltando un suave suspiro casi humano, actuando ante aquel ser ignorante.-No se preocupe no es indiscreción, estos lugares suelen ser muy tranquilos.. y solitarios..- comento Scarlett, dándole un tono dramático a la ultima palabra, refiriéndose a la joven, pues a decir verdad para una joven mortal era mas que peligroso encontrarse en un lugar como aquel y a esas horas. -Buscaba un poco de paz..- susurro buscando algo lo suficientemente convincente a su presencia en aquel lugar, pero nada era normal en ella.. no había una respuesta acertada que decir asi que opto por cambiar los papeles, con aquella sonrisa encantadora y pasos decididos y agraciados rodeo a la muchacha.- y usted mademoiselle?, de paseo..- pregunto rozando levemente su barbilla con sus delicados dedos, apartando un mecho de su perfecto peinado que se había desviado hacia su rostro.

por **Nimue Bellamy** Dom Sep 19, 2010 2:14 pm

La voz de aquella mujer era encantadora, me recordaba con creces a la voz de aquel hombre, Dimitri - el cual me había encontrado en la solitaria Catedral- sinceramente las personas de clase alta sabían como manejar a su antojo a las ratas que tenían a su alrededor.

Sus tacones resonaban en el silencio de la entrada y oscura noche, como si en aquel momento en toda la ciudad solo estuviéramos ella y yo. La arrogancia con la que siguió hablando me hizo despreciar e ignorar cualquier sentimiento de humildad que una joven de su estatus pudiera mostrar - el cual era nulo- sencillamente, no soportaba a la gente de la alta sociedad. Pero se me daba muy bien mentir.

-Paseando, buscando paz, intentado olvidar...-dije dándome la vuelta para mirar frente a frente a la muchacha.- Da igual lo que realmente haga aquí sola. Para mi no sería peligroso pasear por estos lugares, una rata como yo esta como usted de acomodada en sus aposentos de su majestuosa casa. Pero hay muchos ladrones, sabandijas que quieren chupar hasta la última gota de vida de bellas mujeres adineradas, aun que no lo digo en el sentido literal de la frase obviamente.- añadí con una sonrisa.- Quizás mi compañía le sirva de ayuda, soy conocida por aquí y nadie se atrevería a tocaros ni un solo cabello, ni para hacer incrementar sus placeres carnales ni para robar sus joyas ni su vestido. Si no le incomodo me gustaría compartir con usted la soledad de la noche.- dije haciendo nuevamente una reverencia.

Acto seguido me incorporé e inspeccioné cada recoveco de su cuerpo, en busca de algo de valor y de un plan para poder arrebatárselo. Lo que más me llamó la atención fue que su mano derecha se aferraba con fuera a algo, algo que sin duda alguna sería de sumo valor por el acto de protección que sin querer mostraba ante los ojos de cualquier ladrón. Su mano derecha escondía sin duda algo demasiado valioso como para dejarlo pasar. Yo me había propuesto llevar a cabo el hurto con o sin violencia.

-Déjeme que me presente. Me llamo Nimue y simplemente soy una violinista que se gana su pan tocando en las calles.

Nunca fallaba, las mujeres -sobretodo las de alta sociedad- da igual su edad o posición en la familia siempre se vanagloriaban de lo que tenían ante alguien que carecia por completo de cualquier capricho y eso les llevaba a mostrar lo que más valor tenían para ellas por el mero echo de demostrar una superioridad económica que ya era visiblemente evidente. Si ella iual que todas, no tardaría mucho en dejar ver lo que escondía en su mano, solo para hacer que o me retorciera en la envidia y en la codicia.

por Invitado Dom Sep 19, 2010 2:44 pm

Al escuchar las palabras que salian de la voz de aquella dama, scarlett no pudo mas que mostrar una media sonrisa, soltando un suspiro casi humano camino lentamente mirando la luna, por un instante pudo parecer que habia perdido el hilo de la conversación anterior, pero era una criatura inteligente.. y esas cosas no le pasaban, se encogió levemente de hombros observando a la chica una vez mas, girando levemente su rostro para poder distinguir bien sus facciones.

-No me causan temor sus palabras..- comento la joven y distinguida dama con una sonrisa dibujada en aquel angelical rostro, la falsa sonrisa que conservaría por el resto de sus dias, aquella mascara que siempre debía andar ante los rostros curiosos que solia toparse.- Pero una buena compañía en una noche tan hermosa no esta de mas..- añadió ella pensando en lo ciertas que eran esas palabras, aunque la joven presente no lo supiera, aunque ella no se diera por enterada de la existencia de las criaturas nocturnas que acechaban por presas tan fáciles como lo era ella en aquel momento, pero con scarlett no le pasaría nada, Scarlett solo se alimentaba de aquellos hombres a los que despreciaba, por los que vivía.

Hawkins inspecciono el rostro de la mujer, al sentirse observaba, con sus sentidos siempre abiertos a todo podia notar aquellas pequeñas cosas que los mortales no notaban y comprendió cual era la situación, pero no habia mas cosas de valor en ella que sus ropas caras, zapatillas y aquel viejo y reluciente anillos por el cual mataria.-Si aprecias tu vida esta será una noche tranquila..- comento la elegante mujer con una expresión enigmática en el rostro, no daría mas que aquella pequeña información, era una pequeña advertencia pues aquel anillo nadie mas lo tocaria.

-Un placer, mi nombre es Scarlett..- dijo ella con una reverencia encantadora y elegante, una violinista.. era algo interesante, aquella dama mostraba una cara simpatica que a Scarlett no le terminaba de convencer, pero pasaba de averiguarlo, no tenia que temer a nada, solo al amanecer, solo a eso.. pues era fuerte y sabia no necesitaba nada mas que eso y su soledad.. que a ratos le consumía la cordura.

En un movimiento simple solto el anillo en su pecho, aquel que iba colgado en una larga cadena de oro blanco, un anillo de compromiso que nunca llego a hacer lo que le correspondía unir a dos personas, no.. el destino de Scarlett habia sido simplemente terrible cosas que nunca olvidaría, razones por las que odiaba a cualquier caballero que pasara frente a ella, giro su mirada hacia Nimue notando como esta mostraba una mirada casi ambiciosa al anillo lleno de brillantes colgado en la cadena.

-y..¿ cuantos años tiene Nimue?..- pregunto Scarlett buscando la atencion de la mortal, mientras en sus labios aparecia una sonrisa de lado esperando que las intenciones de la chica no fueran sus sospechas, pues en aquel acto que tenia en mente la chica descubriría algo extraño en la elegante y agraciada mujer.

por **Nimue Bellamy** Lun Sep 20, 2010 9:44 am

Escuchando todas sus respuestas un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. Era como si su pequeña advertencia me hubiera mojado hasta los huesos con un liquido corrosivo. Pues si bien me había enfrentado a peligros nunca había sido amenazada por una mujer, y una mujere era el ser más vengativo y rencoroso que existe y existirá en la faz de la tierra.

Aún así no deje que sus palabras afectaran a mi mente, me tranquilicé a mi misma pensado en que podía hacer con todo el dinero que sacara de las cosas valiosas que llevaría la mujer seguramente.

-Tus palabras tampoco me asustan mademoiselle. Estoy acostumbrada a ellas. - comenté con indiferencia. La muchacha que no aparentaba estar muy lejos de mi misma edad continuó hablando.

Mis ojos se perdieron por completo cuando soltó un anillo, un anillo que no podría describir por su belleza y su valor incalculable. Lo llevaba colgando en el pecho con una fina cadena, eso era lo que había guardado en la mano. Eso era lo que yo quería.

-Diez y siete años ¿Y vos? - pregunté comenzando a caminar para distraer mi atención que se posaba sobre el anillo para no aumentar las sospechas.Aun que no sabría por cuanto tiempo iba a lanzar preguntas sin sentido, cuando algo me impresionaba me dejaba literalmente sin palabras.

por Invitado Lun Sep 20, 2010 6:49 pm

Scarlett Caminaba tranquila, siguiendo el paso de aquella dama, sus movimientos agraciados imitaban a la perfección a los mortales, una criatura de la noche mostrándose dócil ante aquella frágil figura, no podia mas que seguir aquel teatro sin dejar dudas.. su vida debía ser un secreto para los pobres e ignorantes mortales habitantes de aquel mundo, las estrellas brillaban especialmente a esas horas de la noche, en las que el peligro acechaba a Scarlett, el sol mortal podia salir dejando a descubierto su identidad, dejándola desprotegida..

Una suave risa se escucho ante las palabras de la chica frente a ella, girando su mirada la pudo observar, un brillo especial en la mirada de la criatura se mostro fugaz, un bello color hipnótico que anunciaba peligro, aquel que llenaba de dudas a las personas, aquel que delataba su condición.-Acostumbrada?..- pregunto con voz suave y angelical Scarlett, mostrando un rostro sonriente.. su mascara hacia presencia en aquella agradable mujer, que sufria sin ser comprendida.. solto un suave suspiro desviando la mirada por un momento, andando por las calles.

-Me da a entender que suele recibir amenazas..- comento de nuevo la elegante y fina mujer, cruzándose levemente de brazos, la vida era dura para aquellos desafortunados sin grandes riquezas, pero Scarlett no podía comprender de carencias, su vida como humana había sido de princesas y cuentos de hadas y como vampira no tenia carencias..

-Eres joven..- dijo con aquel aire soñador, recordando sus años de humana, aquellos donde la vida era perfecta, aquellos que habían muerto al pasar los años.. aun asi no los olvidaba y los anhelaba.. -19 años.. – contesto al cabo de unos segundos sintiendo un vacio en el pecho, 19 años en apariencia pero su vida ya iba hacia los 80 años mostrando siempre aquel rostro angelical por el cual los años no pasaban..

por **Nimue Bellamy** Mar Sep 21, 2010 9:51 am

-Tus ojos no dicen que tienes esa edad. Muestran una madurez admirable- comenté sinceramente.- Y si suelo recibir muchas amenazas debido a mi no tan importante profesión. Si me permite decirlo, incluso e llegado a estar en varias ocasiones al borde de la muerte por mi imprudencia.- Y me callé, no iba a hablar más de la cuenta. No iba a decir algo que alarmara a esa joven de clase alta que me había embrujado con su anillo.

Aún así , la curiosidad que sentía por saber que había motivado realmente a aquella muchacha a pasear por las afueras sin compañía iba en aumento y estaba dispuesta a preguntar y contestar todo lo que fuera necesario para saciar mi curiosidad.

-Supongo que soy una impertinente al preguntar esto pero..¿Está casada?- pregunté admirando el anillo que colgaba de su cuello. Para mi casarse a temprana edad era una perdida de tiempo y de la juventud.Pero ese anillo no era un anillo cualquiera y en la alta sociedad, cuanto más joven y bellas seas antes te emparejan con hombres de otras familias adineradas para que tu fortuna no decrezca.

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