Ficha Alix Poulenc

por Alix Poulenc* Dom Sep 20, 2015 8:10 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Alix Gabrielle Poulenc Chagall

▲EDAD▲

24 años

▲ESPECIE▲

Hechicera

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

n/a

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

París, Francia.

▲HABILIDADES/PODERES▲

PODERES INNATOS
• Hechicería
• Percepción del aura
PODERES ÚNICOS
• Reminiscencia
• Nigromancia
• Dominación

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

¿Cómo describir a Alix? Sin duda alguna ella es brillante, hermosa, hipnótica, elegante, tenaz, y al mismo tiempo es misteriosa, mentirosa, voluble, arrogante, estas y muchas otras palabras podrían describir a la hermosa francesa.

Un brillo inusual se asoma por su rostro cada vez que sonríe, no importa lo oscura que sea la noche o el rojizo de las antorchas que la iluminen, capta las miradas de cuantos la rodean con solo su presencia y eso, es algo que ella disfruta, ser la atención de todos. Cada uno de sus movimientos son medidos y precisos, lánguidos y sensuales, elegantes y delicados, pues en ella, se puede mostrar la exquisitez de la inocencia y el mayor y el más ardiente de los pecados al mismo tiempo.

Sin embargo, no hay que dejarse engañar por esta apariencia de delicadeza, Alix es puro fuego y astucia en su interior, pasional, ardiente, engatusadora. Siempre ha tenido claros sus objetivos y nunca se ha permitido dejarse llevar por sus emociones, siempre debe conseguir lo que desea, sin importar sobre quien pase, ella siempre debe de lograr lo que se propone, lo que quiere sin importar a quien se lleve en el camino

Ella es caprichosa, siendo alguien perteneciente a la clase alta, está acostumbrada a que cumplan con cada uno de sus mandatos, sin importar lo rebuscados que sean estos, también es envidiosa, odia que alguien tenga lo que ella no. Sabe cómo usar sus poderes para su propio fin, para obtener la información que ella necesita o simplemente por diversión. Su inteligencia es notable, en su cabeza se elaboran miles de planes para poder salirse con la suya en cualquier situación y su fijación por la muerte es algo de temer. En mucho de los casos se lo toma como un simple entretenimiento, adora jugar con sus víctimas, seducirlas, engatusarlas, hacer que coman de su mano, y desangrarlas poco a poco en las más retorcidas de las situaciones. A Alix le gusta jugar, le gusta vengarse y le gusta matar.

Hay algo que le gusta más que cualquier otra cosa, y eso es manipular a su propio hermano. Ella saber perfectamente como hacerlo, como lograr que él haga lo que desee y que le cumpla cada uno de sus caprichos. Pero a la vez, es su mayor debilidad, una mezcla de sentimientos es lo que Yves le provoca, lo ama sin duda alguna, pero no puede evitar sentir envidia y celos hacia su propio hermano.

Claro que nada de esto se muestra cuando se conoce a esta mujer, solo se ve perfección, solo se ve lo que ella quiere mostrar al mundo, pero tiene un lado oscuro, un lado oculto que se afana por esconder.

HISTORIA

Fue una noche fría, una noche donde la tormenta azoto con fuerza la ciudad de Paris. Esa noche aún muchas personas la recuerdan por los grandes encharcamientos que hubo, así como el desborde de algunos ríos dentro de la ciudad. Tal vez ese día, el mundo se estaba preparando para recibir a dos seres que traerían a la oscuridad, a la maldad y a la muerte con ellos. En muchas ocasiones, el ser el primero en nacer trae consigo grandes ventajas y beneficios, ser el primogénito de una familia abre las puertas muchas veces y más, si es una familia de renombre y prestigio como es el caso de los Poulenc. Sin embargo, cuando eres mujer, simplemente esos derechos que te pertenecen son relegados y terminas siendo un cero a la derecha, sin que muchas personas te tomen realmente en cuenta. Y ese, lamentablemente, fue mi destino.

Pero esa noche, no vine sola, no fue solo mi culpa que mi madre muriera al darnos a luz, pero creo que fue lo mejor que le pudo pasar después de haber engendrado a dos demonios. Y aunque no la conocí y prácticamente no supe nada de ella, es a la única persona a la que le estoy agradecida por el regalo que me dío, ya que desde ese día, mi vida no se puede entender sin él, sin mi mellizo, sin mi Yves.

Fue nuestro padre, Gustave Puolenc, quien se encargó de criarnos. Un adinerado hombre de clase alta que tenía diversas fincas a lo largo del país, las cuales se encargaban de la producción de diferentes frutas que eran exportadas a toda Europa. Así que dinero no nos faltaba, cada uno de nuestros caprichos por más leve que fuera era cumplido por nuestro padre o la servidumbre. Pero lo que realmente importaba de nuestro padre, era que pertenecía a un grupo secreto llamado el Aquelarre de Montmartre, donde fungía como líder. Un clan de hechiceros franceses obsesionados con la nigromancia.

Así que desde pequeños a mi hermano y a mí nos instruyeron en artes y ciencias, nos ensañaron cada una de las doctrinas mágicas para que las domináramos algún día. Como hijos del líder, teníamos que sobresalir, esperaban mucho de nosotros y por supuesto, cada una de sus expectativas fue cumplida por nosotros, y con creces. Sin embargo, siempre hubo más interés por que Yves aprendiera y se volviera un genio en la nigromancia, nuestro padre se pasaba más tiempo con él enseñándole brujería y un sin fin de cosas que terminaba por molestarme y ponerme celosa por la atención que yo no recibía. Y conforme fui creciendo me di cuenta que no importaba lo que yo hiciera, el único que se vería beneficiado por el simple hecho de ser hombre, sería Yves.

¿Qué caso tenía ser la primera en nacer? Me consideraba una triunfadora frente a él por eso, y a pesar de que lo quería, que pasábamos todo nuestro tiempo libre juntos y éramos inseparables; que nuestro padre lo prefiriera, no hacía más que acrecentar mis celos. Tal vez fue ese el motivo porque empecé a detestar a mi padre, por el que empecé a manipular a mi propio hermano para lograr lo que yo quería.

Si bien, nuestra relación para los demás era como la de cualquier otra, nosotros sabíamos a la perfección que no era así. Nuestro lazo se volvió estrecho e irrompible, nos conocíamos perfectamente el uno al otro y desde que comprendí como era la situación en nuestra familia, hice hasta lo imposible por ser todo para él, para ser su obsesión de día y de noche, para que no deseara a nadie más que a mí. Si aquello estaba bien o mal, a ninguno de los dos nos importaba en lo más mínimo, era un juego que a nadie le importaba resultar quemado y del cual, yo, terminaría por salir muy beneficiada.

Así que prácticamente todas aquellas primeras veces por las que una joven desea y anhela, yo las viví con mi hermano; nuestro primer beso, nuestro primer arranque de lujuria y nuestra primera experiencia sexual. Él era mío, sólo mío, una idea que nunca deje que escapara de su cabeza; aunque al pasar el tiempo, me di cuenta que la monogamia no era para mí y encontré otra arma a mi favor. Los celos que sentía mi hermano al verme con otro hombre, al saber que era de alguien más, lograban enloquecerlo, lograban que yo tuviera más control sobre él y que su deseo por solo ser suya me permitieran acomodar las piezas conforme a mí se me antojara.

Así que con ese conocimiento a mi favor, aun siendo unos chiquillos que no pasaban de los 16 años, alenté a Yves para llevar a cabo el ritual de Arioch, duque de infierno. Nunca lo medite bien, la gran promesa de poder me obsesiono, nos obsesiono a ambos, y pese a la gran maldición de la que éramos conscientes, terminamos por hacerlo. Confiaba en Ives y en mí para llevarlo a cabo, los mismos hechiceros del clan nos consideraban unos genios y fallar no era algo que me preocupaba. Así que cuando supe del sacrificio de sangre apreciada, no dude en prometer que esa misma noche mataría a nuestro padre, para poder hacernos de los favores de Arioch.

Fue como si el mismo demonio me diera la oportunidad de tener todo lo que por derecho me merecía al ser la primogénita, así que manipule a Yves para que lo hiciéramos, nunca realmente supe si él sentía aprecio o no por nuestro padre pero sabía perfectamente que él deseaba aquel poder, que le atraía de igual forma que a mí. Su muerte fue terrible, lenta, dolorosa y tan horrible, que ni siquiera volvimos hablar de ella, sin embargo, aún recuerdo la última mirada que mi padre me dio, como si supiera que la responsable de todo era yo.

De esa noche los recuerdos no son precisos. Había un ser con cabeza de macho cabrío negro. Humo. Sangre y fuego. Tuvimos sexo sobre el charco escarlata de la sangre de nuestro padre.

Nada cambio a partir de ese día, nosotros seguíamos siendo los mismos de siempre. Pero dentro de nostros, la influencia y el poder de Arioch prevalecía; desaparecio cualquier miedo o temor, la culpa se quedó encerrada en aquella misma habitación y solo, como recordatorio, ambos empezamos a llevar una moneda con una estrella de siete puntas, en representación de Arioch, el Señor de las Siete Oscuridades.

Hicimos pasar la muerte de Gustave como un accidente y pronto Yves, como había planeado desde un principio, tomó su sitio como patriarca de los Poulenc y como líder del Aquelarre de Montmartre. Mientras tanto, yo me quede a cargo del “negocio familiar”, así como la segunda a mando del Aquelarre, cada uno de los miembros estuvo de acuerdo en la decisión. A partir de ese día Yves, mi hermano, se volvió más intratable y pocos se atrevían a contradecir sus decisiones, confiaban en mí para centrarlo y calmarlo, así que termine por disfrutar del poder que ahora ambos teníamos y del cual, ansiábamos más.

DATOS EXTRA

• Elegancia, clase, estilo, estas palabras son las que describen a Alix. El buen gusto que tiene la hechicera es algo que no se puede negar, nunca la podrás ver desalineada o mal vestida, para ella sería un sacrilegio no lucir bien sea cual sea la ocasión.
• Así como su hermano toca el violín, ella se especializo en el piano. Disfruta el tocarlo y dejarse llevar por cada una de las notas. De más joven pensó en ser una concertista de piano.
• Es la encargada de todos los negocios familiares.
• Siempre lleva una cadena, la cual tiene como dije la monda de siete puntas, para recordar la protección y el poder de Arioch.
• Ha cometido muchos otros rituales con su hermano que han sido posteriores al de La Noche de Arioch, en la actualidad ha incitado a su hermano para que siga buscando uno que sea más poderoso.
• Disfruta el usar su poder para hacer que las personas hagan lo que ella quiere, sobre todo, goza de encandilar a hombres jóvenes y llevarlos a si finca cerca de los bosques para divertirse con ellos y hacer rituales con estos mismos.
• Pese que a su hermano no se le dan tener mascotas, ella tiene un gato de pelo azul ruso, quien la mayor parte del tiempo esta con ella y al que adora.

por **Nigel Quartermane** Lun Sep 21, 2015 1:20 am

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