Voix mortes|| Elric

por **Kyla Stoica** Mar Sep 29, 2015 11:00 pm

The fear of death follows
from the fear of life.
A man who lives fully
is prepared to die
at any time.
― Mark Twain

La noche era solo un momento en donde la obscuridad rondaba, un momento de completo silencio donde tus pensamientos se vuelven ecos enormes y los confundes con conversaciones, simples monólogos que se tornan contra ti; visto de ese modo... no es un simple momento ¿cierto? Para ella se vuelve una eternidad, un manto frío que la rodea, una pesada cadena que está condenada a sobrellevar donde los monólogos se vuelven discusiones y las ilusiones cobran vida.

Una visita al cementerio ¿acaso rogaba por las almas en pena?, no conoce que es la salvación ni propia ni ajena; ¿llevaba flores a alguna tumba? las lápidas de piedra resguardan millones de secretos cuya sangre no está involucrada, ¿busca acaso refugio? de ella misma, de quienes la persiguen ―Silencio, no hablen ¿porque tienen que gritar? una pequeña figura se levantaba como fantasmal espejismo sobre el escenario de piedra que una de las corroídas sepulturas le brindaba, llevándose las manos a la cabeza intentando apaciguar el acribillante dolor que se apoderaba de ella.

―¡QUE SE CALLEN! cuando deben hablar guardan silencio, y cuando el silencio debe de ser el único escuchado ustedes solo... su respiración se agitó, sus manos comenzaron a temblar, el viento rozaba su piel en un desesperado intento por arrastrarla hacia donde ellos se encontraban ¿era eso?; se enderezó mostrando su delicado cuerpo ante la luz de la luna, las puntas de sus pies comenzaron a danzar sobre las camas de piedra levantando los brazos intentando alcanzar la luna; una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro mientras su cuerpo giraba al son que ellos le marcaban.

De pronto cesó, como si el mismo tiempo hubiera decidido tomar un descanso del incesante tic toc que marcaba ―¿Quién ha llegado?... no mientan como suelen hacerlo, ustedes creen que me engañan pero ¿realmente quienes son los engañados aquí? -; sus pies tomaron vida propia dejando la pequeña danza que estaba interpretando, su espalda volvió a corvarse haciéndola ver como un animal al acecho, su nariz se corrugó intentando encontrar aroma alguno, sus ojos verdes centellaron como diamante al sol hacia sombras, la piel se le erizó, los muertos muchas veces escuchan llamados que no son para ellos.

Ladeó la cabeza un poco intentando ver lo que a la vista normal no se aparecía, entonces sus labios se abrieron nuevamente y la voz salió de forma firme ― ¿En serio crees que tan fácil cederán? No las ves que se aferran a lo que creen es suyo ¿no tienes algo a lo que aferrarte tú?... No, ya no lo tienes, porque eres como ellos pero lo niegas ¿no es así? - se acercó sigilosa hacia la imagen fantasmal que se creaba sin poder evitar sonreír y brincar en una euforia no comprendida.

por **Elric V. Bradbury** Mar Sep 29, 2015 11:15 pm

Las noches eran la hora favorita de día para Elric. Desde su deceso hace un tiempo ya, él vagaba silencioso por las noches, le gustaba ver como las personas dejaban de ser personas bajo el manto oscuro que se posaba sobre todo a medida que el cenit se vestía de negro.

Él se había vuelto alguien silencioso, alguien que prefería algo parecido a la soledad. La soledad del silencio y de ser “ignorado”. Aunque era difícil ignorarlo cuando decidía hacerse presente, pero en general, solo elegía un objetivo y lo seguía de forma silenciosa para conocer los recovecos de su vida y emularlos en su mente que al parecer había olvidado lo que era estar vivo.

Aquella noche en particular, sus pasos etéreos se habían paseado por los burdeles de Paris, había observado a los hombres comprar los cuerpos de mujeres que sin ningún recelo se entregaban al mejor postor. Había observado la desdicha y el infortunio de aquellos que compraban por soledad y vendían por pobreza, trató de no recordar nada, mientras más lejos mantuviese su mente de los recuerdos, sería mucho mejor.
Caminó entonces por horas, sin cansarse por supuesto, sin recordar tampoco lo que era sentirse físicamente cansado, pero con la mente exhausta de una existencia que a veces parecía no tener un final.

Cuando llegó al cementerio, se detuvo en frente de cada lápida, tratando de imaginar cómo serían las vidas de aquellos que habitaban bajo la tierra. ¿Hubieran sido de los que vendían o compraban cuerpos? ¿Alguno de ellos estaría vagado como él?

Escuchó entonces las divagaciones de alguien, divagaciones confusas que lograron captar su atención por la ausencia de sentido. Su imagen, blanquecina y etérea empezó a aparecer en medio de la absoluta oscuridad de la noche sin luna que se apoderaba de parís.

-No debería incordiar a los muertos, pueden despertarse y no todos son amables.
Habló en un tono bajo y casi lúgubre. Sus ojos, brillaban en blanco, un blanco tan fantasmal como el resto de su presencia. Su atuendo, no concordaba en lo absoluto con la época, se le notaba excesivamente medieval como para estar en el Paris victoriano.

Él pudo sentirla, reconoció aquello que lo había caracterizado en vida, pero no preguntó aun sobre los poderes que tenía la joven, ella parecía bastante perturbada como para incordiarla de más.
-A qué viene? Este no es un lugar para jovencitas como usted.

por **Kyla Stoica** Mar Nov 10, 2015 12:17 pm

“Only the dead have seen the end of war.”
― Plato

Brincó de alegría, se regocijó en el hallazgo y rió como poseída girando sobre sus pies alzando los brazos al cielo nocturno que clamaba el resguardo de las almas solitarias. Se detuvo frente al hombre, con la sonrisa en el rostro y la curiosidad en la mirada, aún agazapada y nada confiada pero resuelta a hacerle hablar ―Oh, si, se levantan, caminan, claman y lloran - ladeó la cabeza un poco, su semblante cambió de alegre a melancólico ―No lo notan, lo reniegan y lo ocultan, se maldicen y gimen lastimaron en la noche - se llevó la diestra al centro del pecho haciéndola puño y arrugando la tela del vestido desgastado ―Y led duele no ser notados, en el alma que perdieron, allí... - la mano contraria se alzó señalando el centro del pecho del hombre ajeno, solo para bajarla rápidamente y dar dos pasos hacia atrás.

Se encorvó aún mas, agachó la cabeza pero alzó la mirada, la melena enmarañada se le vino a la cara cubriendo ese rostro singular cubierto de tierra y polvo ―Es el lugar que tú y yo merecemos, no hay mas, la calidez de su voz es mas fría que su toque - las palabras enredadas no eran mas que reflejo de su mente trastornada ―Dime ¡tú que buscas aquí? ¿tu espacio? ¿tu pasado? - se hincó llevando los nudillos a la tierra húmeda, caminó como animal y se acercó al hombre.

Esos que siempre estaban tras ella, quienes la cuidaban y la enloquecían, tiraron de su ropa hacia atrás, ella solo movió la mano para espantarlos, aquello era todo un espectáculo a ojos incrédulos y mentes poco abiertas, ¿cuantas veces no habían llamado al psiquiátrico para que se la llevaran? muchas menos de las veces que ellos a habían ayudado a escapar. Se puso de pie e hizo amago de querer tocar la figura masculina frente a ella, sin embargo sus dedos solo trazaron la silueta del hombro sin si quiera tocarlo ―Intenta hacer creer que no lo sabe, es un juego para él... - esta vez hablaba con ellos, su mirada oliva se clavó en los ojos color plata brillante y sonrió.

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