Asariel || Ficha

Una de las primeras civilizaciones en aparecer sobre la faz de la tierra, poco se sabe de ese período en cuanto a la vida de Asariel, pues ni la escritura había sido inventada por el hombre y aquellos que pudieran dar fe o explicar el pasado de dicho vampiro ya están muertos, enterrados y formando parte de la tierra que pisan aquellos que ahora habitan dicha tierra. Poco o casi nada contará sobre esta época, pues a parte de ser casi imposible recordar con nitidez aquellos años, nadie querría recordar una época tan antigua, perdurando allí hasta su conversión cerca de la treintena, una edad que ya se consideraba alta para ese entonces. De su creador nada queda ya, le instruyó en esa ciudad y aprendió lo básico, permaneciendo en la zona hasta cerca del año 3000 a.C con la aparición de la escritura y la evolución por tanto de la humanidad. Se despidió también en esa época de su maestro y lo que pasara con este no resolvería hasta milenios después, pues sin duda el joven Asariel se había ganado el derecho a vivir su no vida sin ataduras ni un maestro que le controlase.

La vida de Asariel es un completo misterio hasta la época de la Grecia antigua, más concretamente en Micenas, los largos siglos de vida le habían provisto de una visión del mundo única y de una sapiencia que pocos podrían haber tenido con su edad aparente. Optó por ser un sofista, tomando alumnos para llenar sus cabezas de conocimiento, junto a una hermosa muchacha de apenas dieciséis años, que lo seguía con esa mirada de admiración que podría tener una hija. Estaba bien considerado en la ciudad, como uno de los mejores maestros de historia, no por nada había vivido unos cuantos milenios ya, cotizado incluso por nobles de la ciudad. No sería hasta pasados unos años que conocería a un muchacho de diez años, pasando a convertirse en uno de sus discípulos y enseñando a este todo lo que podía, pues sus padres habían muerto presa de la enfermedad, al menos uno. No reveló su naturaleza al muchacho hasta pasados cinco años, creyendo que ya era hora de avanzar un poco más su relación y convertirle en muñeco de sangre.

La actitud del muchacho era algo desalentadora para Asariel, que esperaba un poco más de colaboración y de aceptación de su nueva condición, la sangre de vampiro le mantenía en un estado de adicción permanente y el inmortal esperaba que poco a poco fuese queriendo formar parte de su círculo de no muertos. Por desgracia cuando este alcanzó los dieciocho años se enamoró de un noble de la ciudad de Micenas, perdiendo así el poco interés que pudiera haber tenido alguna vez en ser un vampiro. Esto desagradó a Asariel, que estaba en disputas con otro vampiro que alimentaba cierta inestabilidad, convirtiendo a su familia en objetivo de un posible ataque, cosa preocupante teniendo en cuenta que solo contaba con la joven Ariadne y esta no era muy diestra en combate.

Las tensiones se sucedieron durante dos años, hasta que todo explotó de forma violenta, aquello que predijo que pasaría por fin sucedía... y para desgracia de Asariel, estaba en desventaja si debía preocuparse de su chiquilla, la luz de sus ojos sobrenaturales, pese a haber tenido tiempo de transformar a otros vampiros para su causa. Pidió al joven Philippo que la cuidase, pues este debía ganarse el reconocimiento de su padre inmortal, creyendo que no correría peligro la joven muchacha, mas se equivocaba... ella murió a manos de los otros vampiros y la cólera de Asariel se conoció cuando los callejones fueron teñidos de la sangre de sus enemigos, observando sus cuerpos transformarse en cenizas y sin importarle las bajas en su bando. Era tal el dolor y el cabreo que buscó a Philippo para pedir explicaciones, siendo esta una burla a la confianza depositada en el muchacho, por eso mismo le dejó ahí, con vida, pues su venganza recaería sobre el ser amado de este. Buscó a Émile, tentado de desgarrar su cuello y dejarlo tirado, pero en el último momento pensó en algo más duradero, convirtiendo a este en vampiro y llevándoselo lejos de Micenas. Cuando regresó con Philippo le reveló que había matado a su amado, como pago por la vida de Ariadne, dejando a este sumido en su dolor y repudiando al chiquillo, partiendo sin demora a un lugar nuevo donde establecerse.

Se estableció en la gran Fenicia, cuya flota la convirtió en una de las mejores oportunidades en cuanto a expansión, obteniendo una serie de barcos que usó para comerciar con otras ciudades y ganar una fortuna como comerciante. El dolor por su Ariadne no había cesado del todo, pero se permitió el lujo de transformar a una joven hermosa cuando los pocos chiquillos que le quedaban de Micenas murieron en la travesía. Esta demostró ser fiel y una valiosa miembro de la familia, pero se mantuvo al margen de los negocios mercantiles, teniendo bastante con controlar su nueva naturaleza. En cambio tenía la ayuda de su fiel y estimado socio de negocios, Émile, al que mantuvo cerca por si todo iba como esperaba, sin prisa en ello, pues los castigos debían durar eternamente y consideraba que Philippo acabaría cruzándose en su camino tarde o temprano, como ocurriría en esa misma ciudad, desencadenando todo.

Los años se sucedían y Fenicia se expandía a un ritmo vertiginoso, lo que hizo que su nueva chiquilla partiese a alguna de estas ciudades fundadas para inmiscuirse ya en los negocios de su creador. Fue en una de las transacciones cuando por fin sucedió todo, Émile y Pip se encontraron para sorpresa de repudiado hijo, comprendiendo que macabro juego había iniciado Asariel al turbar la mente del Fantasma con ayuda de sus habilidades de vampiro y de magia de algún hechicero para hacerla más duradera. Poco tuvo que decir Asariel, el fin de Fenicia llegaba, no pretendía dejar que ambos amantes se reencontrasen jamás y por todo ello puso fin a su intento vano de llevarse al Fantasma, Asariel lo subió a un barco y desaparecieron, no si antes dejar una nota en la que explicaba con detenimiento como pensaba hacerle pagar su afrenta hasta el día en que la luna no volviese a salir para él, para que recordase que lo único que amaba no estaba a su alcance y que aunque lograse llegar hasta Émile, jamás le reconocería.

Duro o no, el castigo era merecido, Ariadne había sido no solo la primera convertida, había sido una luz entre la oscuridad en la que se movía el vampiro... y aunque sabía que Pip sentía su muerte profundamente, su deber como padre era mantener el castigo, sin importar el repudio, sin importar que le llevase a la desesperación o a la misma muerte. Asariel desapareció sin dejar rastro, en alguna de las ciudades que Fenicia había fundado, concretamente en Tiro, con la satisfacción de haberle visto sufrir como el día en que le dijo que lo había matado, al Fantasma.

Las andanzas de Asariel pronto le llevaron a asentarse en las ciudades fundadas por Fenicia, recorriendo estas sin rumbo fijo y con el Fantasma a cuestas, junto a su chiquilla y su incesante sed de conocimiento histórico. No tardó en escuchar los rumores de la fundación de una nueva ciudad, en Tiro, en los años comprendidos entre el 820 y el 814 a.C cuando se hablaba de una hermosa mujer que con astucia había logrado lo impensable, hechos que propiciaron el viaje de Asariel y los suyos a dicho emplazamiento. Por aquel entonces el vampiro había adoptado el nombre de Eneas, quedando maravillado por las historias que se contaban de la fundación de la ciudad, pues se decía que la dama Dido había engañado al rey con la piel de un toro. Maravillado por semejante astucia no dudó en conocer a la mujer que protagonizaba tales hazañas, descubriendo que solo era posible en la oscuridad de la noche. Muchas son las historias que se cuentan sobre como ocurrió, achacando a los Dioses paganos aquel romance, pero la verdad es tan simple como que ambos quedaron prendados el uno del otro.

Asariel era consciente de la naturaleza de Dido, en aquel tiempo se dedicó a conocerla y dejar que su chiquilla y el Fantasma viviesen como creyesen en aquella ciudad, pues Asariel hacía milenios que no se enamoraba o sentía la necesidad de permanecer al lado de un vampiro con esa intensidad, decidiendo convertirla en su compañera fiel. La vida en Cartago fue bastante buena, allí Asariel y Dido se hicieron con un séquito de vampiros que pasaron a ser su guardia, dando a Cartago un estatus que con el devenir de los años se incrementaría enormemente. Pero como todo sueño, este llegó a su fin, sabían que quedarse allí por más tiempo era tentar a la suerte, incluso ya llamaban a Dido diosa por su apariencia inalterable, así que tramando un plan maestro ambos se marcharon de la ciudad junto a la chiquilla, el Fantasma y el séquito.

Aquella historia de amor y muerte se recordaría durante los siglos venideros como una leyenda. Partieron a la que se conocería como Iberia y seguirían viajando hasta ver el nacimiento de una de las mayores civilizaciones de la historia, la gran Roma, con influencias griegas, convirtiéndose en una de sus civilizaciones favoritas y que sin saberlo marcaría mucho su vida, pues se refugiaría allí en muchas ocasiones, admirando todo el conjunto de lo que representaba y representaría.

Los años siguientes fueron bastante tranquilos a decir verdad, la familia aumentó considerablemente de tamaño pues ya eran dos vampiros que estaban preocupándose por ello. El amor entre Dido y Asariel creció y por más que sabían que debían irse de Roma para no levantar sospechas eran algo reacios, lo que hizo que se asentasen en regiones cercanas o bajo la influencia de la misma Roma. Pero como todo ha de llegar a su fin no fue diferente para ellos, se vieron obligados a partir hacia Egipto para cambiar, la peor tierra para los vampiros por la gran presencia del sol, pensaron que les costaría mucho salir adelante allí, pero se equivocaban, pues gracias a los conocimientos de Asariel este se hizo hueco entre sus hechiceros con gran maestría, teniendo influencia directa sobre el faraón.

El tiempo pasó sin que nada malo pasase, decidiendo incluso hacer más tortuosa la vida del Fantasma cuando a sus oídos llegó la noticia de un artista bastante bueno, al que observó de lejos reconociendo a Phlippo. Usó la tumba del faraón que se acababa de construir para encerrar allí al Fantasma, dejando que pasara el tiempo y procurando que le diesen de beber sangre cada tres días, siempre al límite de sus fuerzas, para lo encontrase muy maltrecho. Cuando se enteró fue a su rescate, permitiendo Asariel que intentase devolverle sus recuerdos pues le parecía gracioso y además Dido estaba intrigada por como lo lograría, tiempo en que muchos de sus chiquillos abandonaron el nido o murieron por descuidos momentáneos de tiempo. Al final Asariel se llevó al Fantasma delante de este y se rió, como siempre se reía de la cara que ponía al verse abandonado por su Fantasma, pero le daba igual, las cosas se habían puesto demasiado complicadas y odiaba aquel lugar por sus horas de sol, el calor y la poca diversión que ofrecía, decidiendo que eran siglos de sobra para ir a parar a Cartago de nuevo.

Partieron a Cartago y allí el bueno de Asariel convirtió en muñeco de sangre a Amílcar Barca, un gran estratega y general que le servía mucho, pues aunque Roma era belleza Cartago lo era mucho más. Durante un tiempo usó su influencia en la ciudad y el gobierno para hacer de este basto territorio uno a tener en cuenta, llegando a la fundación de la gran ciudad de Qart Hadast, en Iberia. Allí se asentó con el sucesor de Amílcar a su muerte, Asdrúbal el Bello, además de con los hijos de Amílcar, pues respetó el derecho de este a no ser convertido en muñeco de sangre hasta haber tenido una familia que le sucediera. Se convirtió en maestro del más joven de los hermanos, de Aníbal Barca, mientras ayudaba a extender la supremacía de Cartago por el Mediterráneo, cosa que no agradó a Roma en absoluto. Las cosas con Dido empeoraron en ese tiempo pues ella había amado más a Roma que a su propia creación, llegando a discusiones y peleas que en ocasiones acababa en batalla. Al final ella partió a Roma dolida cuando Asariel rompió toda relación con ella, tomando de amante al joven Aníbal.

El paso de los años fue tranquilo, demasiado quizás, pero al final todo estalló de forma casi súbita, Dido extendió la idea de la conquista de Qart Hadast y pronto tuvo Asariel que convertir a Aníbal en un general respetado capaz de unificar los pueblos mercenarios para la encarnizaba batalla. Las estrategías estaban planeadas, las conquistas púnicas eran mayores y tenían a Roma temblando, Dido no lo esperaba y se desesperó, llegando ella misma a trabar un plan cuando Asariel mandó al general a atacar la misma Roma. Ella se presentó en la ciudad y pilló a Asariel desprevenido, sin saber que uno de esos chiquillos que transformó en Roma le traicionó. Como resultado la ciudad cayó, no sin una colosal batalla entre vampiros, Asariel contra Dido, dando como lugar la muerte de la vampiro, de la mayoría de sus chiquillos y acabando con todo aquello que una vez tuvieron. Asariel no vio más opción que partir a Roma, pero no llevando consigo a sus chiquillos, solo al Fantasma y a su favorita e independiente hija, que prefirió seguir su camino por separado para aprender y poder considerarse ya una mujer independiente del todo.

Con su vuelta a Roma y las cosas así de mal decidió tomar una vida tranquila como Patricio, inmiscuirse en la política del imperio y dejar que el Fantasma fuese a hacer lo que creyese oportuno, no pensaba dejar que toda la situación vivida con Dido le pasase factura. El tiempo siguió como si nada, conociendo a grandes generales y emperadores, siempre desde la comodidad de su asiento, que más de uno intentó arrebatarle para hacerse con su escaño en el senado. Los humanos eran bastante graciosos a decir verdad y aunque a veces se les ocurrían métodos bastante buenos estos nunca llegaban a buen puerto, se cubría demasiado bien las espaldas.

Fue consciente de la llegada de su antiguo chiquillo a Roma, sin inmutarse, esperando el tan ansiado reencuentro entre este y su amado Fantasma, dejando las miguitas de pan oportunas para que se sucediese, encontrando aquello placentero y entretenido. Encargó con otro nombre varias obras de Pip, también, concediéndole cierta maestría en el arte y hasta dejó que intentase hacerle recordar al Fantasma, hasta que hizo acto de presencia como siempre, restregando que en esa vida eran amantes, pese a que Asariel nunca había tocado al Fantasma ni tenía intención de hacerlo, no encontraba placentero fastidiar a Pip con eso, además de que no se sentía con ánimos de mantener una relación con nadie, aunque fuese carnal, recordando aún lo que le habían hecho sentir hacía escasos siglos.

Asariel borró la memoria del Fantasma de nuevo, partiendo a otra tierra, dejando algunas de sus obras a Pip como agradecimiento por la visita en Roma, una forma de restregarle que era uno de sus benefactores, que incluso en su arte no se libraba del creador. Lo que hiciese con ellas no era asunto suyo, tampoco su casa ni sus pertenencias, nada se llevaba nunca de sus vidas a excepción de algún vampiro... y en aquella Roma no sucedió, cicatrizaba lentamente y los chiquillos se habían convertido en algo que debía controlar muy bien, para evitar más traiciones, por eso tras una purga se quedó con pocos de ellos.

Una posición más ventajosa quiso esta vez el bueno de Asariel, llegando a introducirse en el interior de la iglesia como uno de sus cardenales, para poder gozar de todos los privilegios que tenían y poder hacer uso de los mismos para seguir con sus vicios, sin que nadie pudiese levantarle la voz más que un Papa lejano. Para el Fantasma eligió sin embargo una vida diferente esta vez, consciente de todo lo que significaba para su traicionero Pip, lo acusó de los peores cargos que la iglesia manejaba por aquel entonces, herejía, sodomía e incluso paganismo para su desgracia.

Por esto mismo fue confinado en una de las prisiones más importantes y en el lugar más bajo, en una celda tan profunda que ni la luz del sol llegaría hasta allí, con orden de que solo fuese alimentado por un hombre de confianza, en este caso un vampiro que le llevaba víctimas de la prisión que habían sido olvidadas años atrás por la sociedad. Mientras tanto las andanzas de Pip fueron pregonadas por todo el territorio, supo al instante que se trataba de este pues sus espías no perdían la pista del vampiro allí donde iba, que solo saliese de noche fue un motivo por los que mandó investigar a ese caballero de brillante armadura y extrañas costumbres.

Entre la guerra y la viruela las cosas comenzaban a ponerse peores para el pueblo llano, pidiendo bendiciones a aquellos que estaban más en contacto con Dios, ni que decir tiene que Asariel lo usó a su favor para seguir escalando puestos cuando a algunos de ellos les salvó la vida anunciando que era un milagro de Dios, cuando en realidad los convirtió en vampiros o muñecos de sangre, alargando su vida y fascinando a todos. Pronto también tuvo que estar en presencia de Pip, cuando este ya había ganado una fama considerable y todos conocían su nombre. El reencuentro fue silencioso, nadie se inmutó por las posiciones sociales, pero pudo ver el desagrado y el odio en su mirada, dejando pistas a este de lo que le estaba pasando a su querido amante en una prisión.

Como pensaba le fue a rescatar y Asariel esperó en la salida para volver a llevarse al Fantasma a otro lugar, pensando en cambiar de destino con los años que ya llevaba en ese territorio haciéndose pasar por un hombre de fe. Pero una idea macabra cruzó su mente y no actuó, les dejó escapar y mandó seguirlos para ver donde se asentarían en un futuro, sin perder su pista, pues tenía en mente dejarles un tiempo de disfrute, para cuando se lo volviese a llevar el dolor causado fuese mucho mayor.

Los años pasaron y el vampiro se dedicó a seguir en la sombra a sus juguetes, se estableció en Inglaterra sin destacar esta vez, y la verdad es que le gustaba la idea. Se puede decir que fue la peor época de todas y que sopesó la idea de marcharse con el Fantasma y no regresar en unos siglos, hasta que se empezó a hablar de revolución y no se que tonterías y ambos se metieron en ese mundo, analizando las posibilidades de aquello con cuidado, pues les podía hacer daño de muchas formas. Analizó también al tal Fawkes, ayudando desde la sombra a este para obtener todos sus componentes y que pudiera llevar a cabo sus planes, mientras que pensaba como reunir las pruebas para delatarlos a todos.

Llegado el día en que iba a volar cierto palacio para acabar con la Monarquía, el vampiro Asariel se preparó, dando la información de quienes eran los confabuladores y los que participaban en el atentado, permitió que todos fuesen arrestados inclusive el Fantasma, al que se llevó el mismo de allí para revelarse al bueno de Pip, dando fin a su plan maestro con unas mordaces palabras en las que explicaba lo gratificante de arrebatar aquello que más amaba tras haberlo tenido unos pequeños años. Le hizo sentirse mal y hasta puso a toda la guardia en su contra, esperando que le matasen y desapareciendo, poniendo fin a años de aburrimiento en una ciudad poco interesante y en la que ya no quedaba bueno que hacer.

Italia siempre fue un hogar para el gran Asariel, tras la caída de Roma y todo lo que eso conllevaba seguía encontrando en esa zona un lugar agradable para establecerse. Se convirtió en mecenas del arte y mantuvo a su vera al Fantasma por si acaso volvía a encontrarse con Pip, sabiendo que sucedería dado el bum artístico que pegó en dicho país. Con la iglesia reformando sus templos y pintando estos con ayuda de los mejores pintores no era de extrañar que se presentase, dejando que anduviese por la ciudad a sus anchas y esperando.

Supo que se encontró con el Fantasma cuando necesitaba modelos, supo que no intentó explicarle quien era, convencido de que ya había ganado la batalla, sonriendo ante la idea... tentado de regodearse en ello pero sin hacerlo, esperando hasta que las cosas empezaron a ser más normales y el chico quiso explicarle su vida, dejando que recuperase sus recuerdos si así lo deseaba, el resultado iba a ser el mismo pasase lo que pasase, se lo iba a llevar de su lado de forma violenta y casi trágica... bueno, sin el casi, iba a ser trágica de todos modos.

Llegado el momento le miró a los ojos y se lo llevó delante de sus narices, rumbo a otro lugar, dejando con ese desasosiego al malvado Philippo, pensando que España era un lugar que ofrecía nuevas oportunidades, sin saber lo que allí les esperaría a todos, una cruenta batalla contra la fe que se originó a consecuencia de un tal Jesus y que nunca consideró una amenaza.

Creyó que España era la nueva oportunidad para él, pero se equivocó enormemente, la inquisición hizo acto de presencia amenazando el mundo sobrenatural con sus leyes y su aversión a seres como los vampiros. Sin sabes exactamente como se vi inmerso en la lucha, en un grupo de vampiros con la antigüedad suficiente como plantearse presentar batalla a los religiosos y sus armas benditas, reuniendo a sus chiquillos en el lugar, tan rápido como pudo hacerlo y las cartas llegaron. Asistieron todos a la llamada, los más independientes e incluso los más irresponsables de ellos.

Entrenaron muchos días, se reunieron con otros de su raza y hasta sopesaron la idea de usar magia de hechiceros para atacarles, pues quemaban a las brujas en las higueras, todos eran un objetivo de esa organización tan abominable. Dividió a los suyos en equipos para combatir, los repartió por toda España y se centró en atacar los lugares más religiosos, encontrando una resistencia nunca antes vista, lo que hizo que se plantease no seguir exponiendo a los suyos a un peligro visible, pero incluso ellos querían luchar para vengar la sangre de los caídos, esos cuerpos incinerados por la muerte eterna.

La batalla se hizo algo cruenta y muchos de sus chiquillos fueron exterminados, viéndose Asariel en las últimas en más de una ocasión pero saliendo indemne gracias a su astucia y su fuerza, llorando a los perdidos, luchando hasta el final y sin preocuparse del Fantasma y Pip, pues no tenía tiempo para nimiedades como aquellas. Cuando por fin terminó su lucha decidió guardar luto por los suyos, visitando al Fantasma como prostituto que era y allí esperó hasta que apareció Pip y se lo llevó lejos, sin querer perder más tiempo con eso, necesitaba cambiar de aires y desahogarse por tanta muerte y sufrimiento en su inmortal familia.

Se trasladó a Francia para vivir tranquilo como un adinerado de clase alta que apenas salía de su mansión en las afueras, dejando al Fantasma con otra vida y teniendo ya 3 chiquillos, uno convertido recientemente, lo que hizo de su vida algo más tranquila y solitaria, pues de los tres solo vivía uno con el. No quiso asomarse mucho por la sociedad y apenas asistió a algunas fiestas nocturnas, esperando a que cicatrizasen sus heridas sentimentales y viviendo, otro milenio más.