Eva Séraphine Trésimont.

Humana - Clase media ✘ Heterosexual ✘ 20 años ✘ Francesa ✘ Monja
Personalidad
Ser la menor de ocho hermanos marcó el carácter de Eva. Los dos mayores eran los varones de la familia y las seis siguientes las mujeres. Eva Séraphine, como la menor, tuvo la facilidad de tener el camino abierto por el resto de sus hermanos, pero de la misma manera siempre estuvo sobreprotegida, pues todos la vieron como una niña aún ya cuando dejó de serlo. La lectura hizo de ella una joven romántica y soñadora, las novelas le hicieron creer en las historias felices y los amores imposibles. Prefiere la lectura y los paseos por el cambio a las fiestas o el bullicio de las ciudades.

Fue cuando, por motivos ajenos a su voluntad, ingresó en el convento que su vida dio una vuelta de trescientos sesenta grados. Todo con lo que una vez hubo soñado se esfumó ante sus ojos. Tuvo que ceder a la voluntad ajena y centrar toda su atención en Dios. Nunca dijo a nadie el motivo por el que comenzó su vida religiosa y ante todos fingía su felicidad. Si bien es cierto que Eva fue criada en un ambiente católico y que su estancia tanto en el convento o Notre Dame era incluso mejor que la que tuvo en casa, Eva no estaba destinada a un sitio así y en el fondo de su ser –por mucho que quisiera a Dios- lo sabía.

Con el tiempo ha aprendido a ser paciente y dejar que el destino guíe sus pasos aunque no por eso ha dejado de esforzarse, sigue leyendo cada día a escondidas ya que en la catedral tan solo están permitidas las sagradas escrituras.
Historia
La familia Trésimont se dedicó durante generaciones a la panadería y repostería. Sus creaciones llegaban a muchas de las pastelerías de París, lo cual era un logro teniendo en cuenta que vivían en un pequeño pueblo al sur a una hora a pie de la capital. Tanto el matrimonio como sus ocho hijos aprendieron el oficio aunque estaba claro que las chicas no iban a heredar el negocio. El dinero no sobraba pero sí les generaba los ingresos suficientes como para vivir sin pasar hambre. Para su desgracia, Dios les castigó con seis hijas y tan sólo dos varones, y con ello muchos quebraderos de cabeza. No tenían dinero suficiente como para mantener matrimonios para todas ellas y por eso mismo Eva Séraphine, la menor, fue enviada al convento.

A una muchacha como ella la noticia no pudo hacerla más infeliz. Siempre había soñado con enamorarse de uno de los campesinos que araban las tierras colindantes, acostumbraba a sentarse a leer sobre los silos de paja mientras escuchaba las azadas y los cantos de los hombres que trabajaban la tierra. Nunca aspiró a conseguir a un hombre rico, pero sí a conocer lo que era el amor, el vivir por y para alguien, en sufrir por un amor imposible… A vivir todo lo que leía en esas novelas inglesas que le quitaban el sueño.

Y ahora… estaba presa en un convento por la falta de dinero de sus padres. En ningún momento les reprochó dicha decisión, como tampoco se quejó cuando la madre superiora del convento decidió enviarla a NotreDame y alejarla de su familia y el campo que tanto quería. Eva tenía un corazón demasiado generoso como para poder cargar con la culpa de saber que sus palabras o hechos dañarían a quien ella valoraba. Ahora en la capital, entre los gruesos muros de la catedral continua sus días entre rezos y paseos por una ciudad de pecado.

Más
✘ Es monja.
✘ Es la menor de ochos hermanos.
✘ No le gusta la vida en la ciudad.
✘ Es una enamorada del amor.
✘ Adora las novelas inglesas y continua leyéndolas aún estando en Notre Dame.