Samantha Levine

Callada y prudente al momento de hablar para evitar meterse en problemas con otras personas, es especial con sus clientes. De sonrisa amigable y siempre dispuesta a brindar una mano amiga a aquellos que se encuentran en una situación similar a la suya, llena de dolor y tristeza. Samantha es una joven con una historia de vida difícil que no se deja derrotar por nada, ni siquiera por las cosas que la molestan y de las que rara vez habla con alguien, eso debido a que desde siempre le han dijeron que debía ser fuerte, además de que cree firmemente en que por medio de su sufrimiento y dolor expiara las culpas de sus actos, tanto de su trabajo de cortesana como de haber disfrutado del mismo en varias ocasiones.

En el trabajo intenta mantenerse sonriente y complaciente; hace todo lo que le pidan siempre que pueda contar de manera segura con una remuneración económica que es con lo que mantiene a su familia; no quiere que ninguna de sus hermanas deba pasar por lo que ella vive y es por eso que se esfuerza de más en muchas ocasiones. Su familia es después de todo el eje principal que lleva a Samantha a actuar, no hace un movimiento sin pensar en las consecuencias ya sean benéficas o no, que llevara ese acto a los suyos.

Muy creyente de Dios, en quien confía plenamente y dice es quien le da la fuerza para seguir adelante, aunque odia caer en las tentaciones carnales que muchas veces le son inevitables; en sus conversaciones "privadas" con Dios es cuando expone todo lo que le acontece y con pocas personas que considera de su confianza. Hacer esto le da la fuerza para seguir adelante muchas veces.

Samantha esta llena de ilusiones que sabe que nunca van a poder cumplirse, sueños a los que se aferra con fuerza para evitar caer en la desesperación y la locura. Ella es después de todo una buena persona a quien le he tocado una vida que no merecía.

Nacida y criada en Inglaterra, hija de una mujer que se entrego en cuerpo y alma a su primer amor, ese que una vez que supo que estaba embarazada la abandono para irse al lado de otra y contraer matrimonio. La madre de Samantha, embarazada y con el corazón roto, no tuvo más opción que aceptar la propuesta de matrimonio de otro hombre, ocultando así la vergüenza de su embarazo y haciendo creer a su esposo que Samantha era suya. Si bien su madre logró casarse y ocultar a su esposo la verdadera historia de su hija, ella nunca pudo olvidar a su primer amor y su traición, desquitándose de su desgracia con lo único que tenía de él, Samantha.

A su nuevo amado su madre fue capaz de darle únicamente mujeres, algo que si bien no molestaba a la pareja, les hacía saber que su vida no sería para nada sencilla. Su madre y aquel a quien siempre llamó padre salían diariamente a trabajar, dejando siempre a Samamntha la responsabilidad de sus hermanas menores, así como un poco de culpabilidad debido a no haber nacido hombre para poder mantener su familia unida, pensamiento siempre alimentado por los comentarios de su madre hacía ella.

Sufriendo los maltratos de su madre y afectada por todo lo que solía suceder en el circulo familiar, se refugio en la iglesia, encontrando en ella el consuelo que las personas eran incapaces de brindarle. El sueño de Samatha se convirtió entonces en poder brindar su vida a la iglesia, aunque esas aspiraciones le fueron truncadas por su misma madre que insistía en que al ser la mayor debía ayudar a mantener a sus hermanas.

Cuando cumplió 12 años comenzó a trabajar como sirvienta  en una residencia de clase alta y ahí duro varios años hasta que se le ordeno abandonar ese trabajo y buscar algo mejor que alcanzara debidamente para mantener a la familia. Dado que la joven siempre vivió fuera de la casa debido al trabajo, no se entero de la gran mentira de su madre sobre su pobreza, pues su hermana menor era la hija bastarda de un hombre de clase alta que para que semejante deshonra para su familia no saliera a la luz aportaba tanto dinero como la madre de Samantha pedía; dinero que evidentemente ni Samantha ni su padre veían, ya que su madre lo ocultaba todo.

Creyendo las mentiras de su progenitora, Samantha comenzó con la búsqueda de un trabajo mejor pero el único capaz de satisfacer las necesidades familiares era el de prostituta. Debatió consigo misma esa idea durante días y asistió a la iglesia buscando una respuesta cada uno de ellos, hasta que un día se despidió de aquel lugar que le daba tanta seguridad y satisfacción para no volverlo a pisar nunca. Con 17 años se lanzó a comenzar una vida nueva y completamente diferente a lo que ella esperaba, una en la que no sería más que una mujer a disposición de todas aquellas personas que buscaran satisfacer sus deseos carnales.

La vida de la muchacha paso de ser soportable a convertirse en algo totalmente miserable. Cuando su madre se entero del trabajo que realizaba, en lugar de alentarle para que lo abandonase, insistió en que debía mudarse a París, donde según había escuchado las prostitutas ganaban más dinero que en Inglaterra; y las insistencias maternales fueron tantas que Samantha termino por ceder a los deseos de su progenitora y entre excusas abandono el hogar de aquel hombre que siempre considero su padre, para llegar a una ciudad donde se volvió una mujer exótica disfrutada por clientes parisinos. Es de esa manera como se enfrenta cada día a esa realidad que no es más que una prueba divina a los ojos de la prostituta.