AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
Espacios libres: 11/40
Afiliaciones élite: ABIERTAS
Última limpieza: 1/04/24
En Victorian Vampires valoramos la creatividad, es por eso que pedimos respeto por el trabajo ajeno. Todas las imágenes, códigos y textos que pueden apreciarse en el foro han sido exclusivamente editados y creados para utilizarse únicamente en el mismo. Si se llegase a sorprender a una persona, foro, o sitio web, haciendo uso del contenido total o parcial, y sobre todo, sin el permiso de la administración de este foro, nos veremos obligados a reportarlo a las autoridades correspondientes, entre ellas Foro Activo, para que tome cartas en el asunto e impedir el robo de ideas originales, ya que creemos que es una falta de respeto el hacer uso de material ajeno sin haber tenido una previa autorización para ello. Por favor, no plagies, no robes diseños o códigos originales, respeta a los demás.
Así mismo, también exigimos respeto por las creaciones de todos nuestros usuarios, ya sean gráficos, códigos o textos. No robes ideas que les pertenecen a otros, se original. En este foro castigamos el plagio con el baneo definitivo.
Todas las imágenes utilizadas pertenecen a sus respectivos autores y han sido utilizadas y editadas sin fines de lucro. Agradecimientos especiales a: rainris, sambriggs, laesmeralda, viona, evenderthlies, eveferther, sweedies, silent order, lady morgana, iberian Black arts, dezzan, black dante, valentinakallias, admiralj, joelht74, dg2001, saraqrel, gin7ginb, anettfrozen, zemotion, lithiumpicnic, iscarlet, hellwoman, wagner, mjranum-stock, liam-stock, stardust Paramount Pictures, y muy especialmente a Source Code por sus códigos facilitados.
Victorian Vampires by Nigel Quartermane is licensed under a
Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://victorianvampires.foroes.org
Últimos temas
Entre familia [Luther]
2 participantes
Página 1 de 1.
Entre familia [Luther]
Andaba por los sembradíos en compañía de su “hermano” con apenas un año menos que el parecía tener la mitad de aquel, con la sonrisa siempre dibujada en su infantil rostro y la imaginación con los sueños que solo un infante podia poseer, agito los brazos dando un amplio salto para caer sobre el suelo sintiendo la fría tierra en sus desnudos pies. El frio le calaba los huesos debían robar ropa en cuanto pudiesen, el pantalón doblado hasta debajo de las rodillas y las tres camisas que llevaba no le eran suficientes para resguardarse de aquel clima caprichudo.
-oh Luther cuanto deseo que regrese el sol- exclamo con gesto melodramático acercándose al joven para repetir sus pasos, brincando y extendiendo los brazos como una paloma al viento como la que habia salvado días atrás –oh Luther cuanto deseo una mascota- murmuro ahora pensando en aquello, tenia un conejo en el bosque al cual perseguía y después alimentaba y del cual se preocupaba porque habia muchos depredadores en el bosque, zorras y lechuzas ¿Qué haría si le pasaba algo a su conejo? ¡no!
Observo a lo lejos una cerca que delimitaba el sembradío de un hombre o una familia, no estaba seguro y no tenia como estarlo, su estomago comenzó a ovacionar el alimento gruñendo de forma obvia incitándole a sus pies a seguir en aquella dirección -¿podemos buscar algo de comer?- le cuestiono con sus orbes ambiguos fijos en la lejanía, sonriendo de medio lado al pensar en sus pies correr por su libertad, con el furioso hombre a sus espaldas blandiendo algun objeto punzante.
Se volteo a verlo besando sus labios con rapidez –porfavor- le pidió, era confuso para el porque sentía que algo faltaba aquella sensación de que su cuerpo le pedia algo que su mente no comprendía mas aquella sensación era inexistente, no comprendía el valor de una pareja o el placer de ser abrazo por un ser amado no quizá en la medida en que los libros que jamás leería lo hacían, el abrazaba a su familia, la besaba mas con aquella inocencia que solo el a su avanzada edad conocía –te prometo buscar la comida de mañana si me acompañas hoy- asevero con entusiasmo.
Se acomodo el morral del hombro apresurando el paso.
-oh Luther cuanto deseo que regrese el sol- exclamo con gesto melodramático acercándose al joven para repetir sus pasos, brincando y extendiendo los brazos como una paloma al viento como la que habia salvado días atrás –oh Luther cuanto deseo una mascota- murmuro ahora pensando en aquello, tenia un conejo en el bosque al cual perseguía y después alimentaba y del cual se preocupaba porque habia muchos depredadores en el bosque, zorras y lechuzas ¿Qué haría si le pasaba algo a su conejo? ¡no!
Observo a lo lejos una cerca que delimitaba el sembradío de un hombre o una familia, no estaba seguro y no tenia como estarlo, su estomago comenzó a ovacionar el alimento gruñendo de forma obvia incitándole a sus pies a seguir en aquella dirección -¿podemos buscar algo de comer?- le cuestiono con sus orbes ambiguos fijos en la lejanía, sonriendo de medio lado al pensar en sus pies correr por su libertad, con el furioso hombre a sus espaldas blandiendo algun objeto punzante.
Se volteo a verlo besando sus labios con rapidez –porfavor- le pidió, era confuso para el porque sentía que algo faltaba aquella sensación de que su cuerpo le pedia algo que su mente no comprendía mas aquella sensación era inexistente, no comprendía el valor de una pareja o el placer de ser abrazo por un ser amado no quizá en la medida en que los libros que jamás leería lo hacían, el abrazaba a su familia, la besaba mas con aquella inocencia que solo el a su avanzada edad conocía –te prometo buscar la comida de mañana si me acompañas hoy- asevero con entusiasmo.
Se acomodo el morral del hombro apresurando el paso.
József Bároti- Mensajes : 159
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Re: Entre familia [Luther]
Con tanto tiempo juntos, los miembros de la pandilla estaban acostumbrados a vagabundear sin objetivos aparentes. Simplemente caminar, hablar, reír, y si veían una oportunidad, cogerla. Así era su vida. Simple, para algunos. Aterradora para otros.
Habían veces donde no tenían comida. Otras donde perdían la poca ropa que cogían, o la lluvia les atrapaba a la intemperie. Había veces que estaban apunto de ser cogidos, y otras donde gente amable les ayudaba.
Cada día era una nueva aventura en sus vidas. No sabían si verían un nuevo amanecer, así que disfrutaban cada uno como si fuese el último. Cada hogaza de pan era comida con deleite pues no se sabía cuando se podría disponer de la siguiente, y, por supuesto, cada día se demostraban lo mucho que se querían y lo unida que era aquella familia, cuya única sangre que les unía era aquella que los unos estaban dispuestos a derramar por los otros. Hermanos.
Hacía frío esa mañana. El verano ya había pasado del todo cuando habían llegado a esa ciudad, y la poca calidez del Otoño también estaba abandonándoles dejándoles únicamente la amenaza de la frialdad de invierno. Podía ver el frío recorrer el cuerpo József que caminaba delante de él y se maldijo por ser tan inútil. Debería haber robado unas botas para él - Al menos ya sé cual es mi próxima misión - pensó mientras miraba el lugar.
Habían salido a caminar, sin mayor objetivo. József había querido espontáneamente ir a ver a su conejo, pero aún les quedaba un largo camino así que habían decidido acortarlo dirigiéndose por línea recta pasando por aquellos campos. Y, como siempre, él no podía negarse a una petición de él.
Todos en la pandilla sabían que Luther tenía una innombrable debilidad por los hermanos Bároti, pero especialmente por el varón. No sabía porque ella se quedaba con una décima menos de su cariño. Quizás había sido ese golpe inicial al conocerse. Su mente le había perdonado, pero su orgullo no. Si, quizás fuese eso.
Apenas y sonrió mientras le escuchaba hablar, acostumbrado a su charla casi solitaria, puesto que no esperaba una respuesta de él, a pesar de que estaba dirigido a él.
Si pudiera él le traería de vuelta el sol de verano. Si pudiera le dejaría tener todas las mascotas que quisiese, pero luego ¿cómo las alimentaba si apenas podían alimentarse ellos? Además, hubiese dicho la pequeña Bároti, ya lo tenían a él, no necesitaban más mascotas. Obviamente él no estaba de acuerdo para nada, pero en fin, ese argumento solía converncer a József.
Casi era media mañana, el cielo estaba nublado y no se veía como que el sol otoñal estuviese muy decidido a asomarse. Su mirada se clavo en aquel cerco cuando le escuchó, a su pequeño hermano.
Algo para comer. No se veía nada en ese campo comestible, ya que no era época de cosecha sino que de siembra, sin embargo naturalmente que el granjero debía tener alimentos. Estaba pensando en la vialidad de entrar a robar (y sobrevivir) cuando aquel beso le sorprendió, robándole las ideas.
- Oh... - parpadeó, para luego sonreír un poco, levantando la mano y revolviéndole los cabellos ondulados - Sabes que no puedo decirte que no... además, también tengo algo de hambre - acarició su estómago y le siguió el paso.
Estaban cerca de la valla cuando le detuvo poniéndole una mano en el hombro - Mejor primero yo voy a echar una ojeada por si hay alguien y luego te llamo para que entres, ¿qué piensas? - refiriéndose a usar sus poderes como cambiaformas.
Si tienes medios, úsalos. Ese siempre ha sido el lema de la pandilla.
Habían veces donde no tenían comida. Otras donde perdían la poca ropa que cogían, o la lluvia les atrapaba a la intemperie. Había veces que estaban apunto de ser cogidos, y otras donde gente amable les ayudaba.
Cada día era una nueva aventura en sus vidas. No sabían si verían un nuevo amanecer, así que disfrutaban cada uno como si fuese el último. Cada hogaza de pan era comida con deleite pues no se sabía cuando se podría disponer de la siguiente, y, por supuesto, cada día se demostraban lo mucho que se querían y lo unida que era aquella familia, cuya única sangre que les unía era aquella que los unos estaban dispuestos a derramar por los otros. Hermanos.
Hacía frío esa mañana. El verano ya había pasado del todo cuando habían llegado a esa ciudad, y la poca calidez del Otoño también estaba abandonándoles dejándoles únicamente la amenaza de la frialdad de invierno. Podía ver el frío recorrer el cuerpo József que caminaba delante de él y se maldijo por ser tan inútil. Debería haber robado unas botas para él - Al menos ya sé cual es mi próxima misión - pensó mientras miraba el lugar.
Habían salido a caminar, sin mayor objetivo. József había querido espontáneamente ir a ver a su conejo, pero aún les quedaba un largo camino así que habían decidido acortarlo dirigiéndose por línea recta pasando por aquellos campos. Y, como siempre, él no podía negarse a una petición de él.
Todos en la pandilla sabían que Luther tenía una innombrable debilidad por los hermanos Bároti, pero especialmente por el varón. No sabía porque ella se quedaba con una décima menos de su cariño. Quizás había sido ese golpe inicial al conocerse. Su mente le había perdonado, pero su orgullo no. Si, quizás fuese eso.
Apenas y sonrió mientras le escuchaba hablar, acostumbrado a su charla casi solitaria, puesto que no esperaba una respuesta de él, a pesar de que estaba dirigido a él.
Si pudiera él le traería de vuelta el sol de verano. Si pudiera le dejaría tener todas las mascotas que quisiese, pero luego ¿cómo las alimentaba si apenas podían alimentarse ellos? Además, hubiese dicho la pequeña Bároti, ya lo tenían a él, no necesitaban más mascotas. Obviamente él no estaba de acuerdo para nada, pero en fin, ese argumento solía converncer a József.
Casi era media mañana, el cielo estaba nublado y no se veía como que el sol otoñal estuviese muy decidido a asomarse. Su mirada se clavo en aquel cerco cuando le escuchó, a su pequeño hermano.
Algo para comer. No se veía nada en ese campo comestible, ya que no era época de cosecha sino que de siembra, sin embargo naturalmente que el granjero debía tener alimentos. Estaba pensando en la vialidad de entrar a robar (y sobrevivir) cuando aquel beso le sorprendió, robándole las ideas.
- Oh... - parpadeó, para luego sonreír un poco, levantando la mano y revolviéndole los cabellos ondulados - Sabes que no puedo decirte que no... además, también tengo algo de hambre - acarició su estómago y le siguió el paso.
Estaban cerca de la valla cuando le detuvo poniéndole una mano en el hombro - Mejor primero yo voy a echar una ojeada por si hay alguien y luego te llamo para que entres, ¿qué piensas? - refiriéndose a usar sus poderes como cambiaformas.
Si tienes medios, úsalos. Ese siempre ha sido el lema de la pandilla.
Luther Bauer- Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 13/10/2010
Re: Entre familia [Luther]
Negó energéticamente afianzando sus manos del cerco, cruzándolo con aquella agilidad y rapidez que sus pies poseían –sabes bien que corro mas rápido que tu asi que vamos los dos o voy solo- sus labios casi amoratados indicaban que el invierno para el seria atroz, viviría cubierto por telas y telas de grueso espesor temblando y tiritando de frio saco los guantes que Jeanette le habia otorgado días atrás, aquellos que no tenían nada en las puntas para mayor movilidad, Jeanette ¡cierto era!
-Luther- exclamo observándole con curiosidad como un niño veria a quien estaba a punto de contestarle la más hostigante de las cuestiones –me tope con una amiga tuya- le indico de forma animadamente recordando como le habia salvado de los policías que le habían atrapado ya aunque no habia necesidad de preocuparlo diciéndole aquello en los últimos días le habían atrapado ya dos veces y de ambas habia logrado salir victorioso aunque casi abofeteado en ambas ocasiones.
-Jeanette…- le dijo esperando ver alguna reacción en el rostro de su hermano –me dijo que te encontró en un callejón y se besaron- susurro como si pudiese ser un gran secreto que nadie debía conocer porque bien sabia que sus besos y los de Luther no eran parecidos el se habia avergonzado cuando la mujer le habia dicho aquello porque el la habia besado también y le habia dicho que la amaba sin embargo carente todo aquello de lascivia que solia envolver dichas acciones.
-me ha dicho que te pregunte y que me expliques lo que significa ser una prostituta- le indico ajeno a la palabra y al significado de la misma sabia que vendia su cuerpo y que perdía algo de ella en cada cliente ¿sus fuerzas? ¿su libertad? -¿me diras cierto?- le cuestiono no pudiendo ni queriendo apartar su mirada de la de el, con apenas un año mas que el sus conocimientos sobre el mundo no tenían precedentes y en mas de una ocasión le habia pedido el instruyera aunque habia recibido solo dulces sonrisas y negativas ahora, ahora no aceptaría un no por respuesta.
-¿tu fuiste un cliente de ella?- ¿habia comprado su cuerpo aquella noche? –creo que es algo malo…pero puedo con eso Luther te lo juro puedes decirme…quiero saber- le pidió en voz baja carraspeando, comenzando a andar por no ser capaz de aguardar una respuesta sin moverse era pedirle al viento no correr o a un ave no anhelar volar, era pedirle al sol que no brillase y a las estrellas no salir, era un imposible.
-¿sabes? Yo la amo, no como te amo a ti o como amo a mi hermana, me enseño a escribir mi nombre y el abecedario aun no se leer…pero me lo enseñara cuando la vuelva a ver- asevero metiendo las manos en su morral y sacando el libro abriéndolo donde estaba su nombre escrito con la caligrafía perfecta de la bruja y la del joven, unos trazos temblorosos y regordetes, le habia dicho que no mostrara aquel libro pero confiaba lo suficiente en Luther como para no aplicar las reglas en el -¿lo ves? Pero cuando me dijo que era prostituta si mirada cambio…y no supe porque- guardo el libro nuevamente suspirando de forma amplia.
-quiero que me digas lo que es para poder volver con ella y abrazarla ¿tan malo es que no pudo decirme? sus labios no tenían residuos de maldad…- pateo con suavidad una piedrecilla que se encontraba en su camino avanzando hacia la cabaña que se alzaba varios metros mas alla, entristecido por no comprender.
-Luther- exclamo observándole con curiosidad como un niño veria a quien estaba a punto de contestarle la más hostigante de las cuestiones –me tope con una amiga tuya- le indico de forma animadamente recordando como le habia salvado de los policías que le habían atrapado ya aunque no habia necesidad de preocuparlo diciéndole aquello en los últimos días le habían atrapado ya dos veces y de ambas habia logrado salir victorioso aunque casi abofeteado en ambas ocasiones.
-Jeanette…- le dijo esperando ver alguna reacción en el rostro de su hermano –me dijo que te encontró en un callejón y se besaron- susurro como si pudiese ser un gran secreto que nadie debía conocer porque bien sabia que sus besos y los de Luther no eran parecidos el se habia avergonzado cuando la mujer le habia dicho aquello porque el la habia besado también y le habia dicho que la amaba sin embargo carente todo aquello de lascivia que solia envolver dichas acciones.
-me ha dicho que te pregunte y que me expliques lo que significa ser una prostituta- le indico ajeno a la palabra y al significado de la misma sabia que vendia su cuerpo y que perdía algo de ella en cada cliente ¿sus fuerzas? ¿su libertad? -¿me diras cierto?- le cuestiono no pudiendo ni queriendo apartar su mirada de la de el, con apenas un año mas que el sus conocimientos sobre el mundo no tenían precedentes y en mas de una ocasión le habia pedido el instruyera aunque habia recibido solo dulces sonrisas y negativas ahora, ahora no aceptaría un no por respuesta.
-¿tu fuiste un cliente de ella?- ¿habia comprado su cuerpo aquella noche? –creo que es algo malo…pero puedo con eso Luther te lo juro puedes decirme…quiero saber- le pidió en voz baja carraspeando, comenzando a andar por no ser capaz de aguardar una respuesta sin moverse era pedirle al viento no correr o a un ave no anhelar volar, era pedirle al sol que no brillase y a las estrellas no salir, era un imposible.
-¿sabes? Yo la amo, no como te amo a ti o como amo a mi hermana, me enseño a escribir mi nombre y el abecedario aun no se leer…pero me lo enseñara cuando la vuelva a ver- asevero metiendo las manos en su morral y sacando el libro abriéndolo donde estaba su nombre escrito con la caligrafía perfecta de la bruja y la del joven, unos trazos temblorosos y regordetes, le habia dicho que no mostrara aquel libro pero confiaba lo suficiente en Luther como para no aplicar las reglas en el -¿lo ves? Pero cuando me dijo que era prostituta si mirada cambio…y no supe porque- guardo el libro nuevamente suspirando de forma amplia.
-quiero que me digas lo que es para poder volver con ella y abrazarla ¿tan malo es que no pudo decirme? sus labios no tenían residuos de maldad…- pateo con suavidad una piedrecilla que se encontraba en su camino avanzando hacia la cabaña que se alzaba varios metros mas alla, entristecido por no comprender.
József Bároti- Mensajes : 159
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Re: Entre familia [Luther]
Después de tantos años juntos Luther conocía muy bien al brujo. No diría que mejor que nadie, pero si mejor que muchos, y él sabía que no le permitiría ir solo. Era más seguro, ya que podría transformarse en perro e ir a espiar primero, pero también sabía que el otro no lo vería como una opción viable.
Gruñó un poco y saltó la cerca también. Quizás él no era tan ágil para escalar o tan rápido para correr como lo eran los gitanos, pero habían muchas cosas en la que él era muy bueno también. Y una de esas era descubrir cuando las condiciones no eran adecuadas para sus niños, como en esa ocasión.
Su mente estaba llena de pensamientos de como conseguir una casa adecuada (al menos sin el techo dañado como en la que estaban viviendo ahora) y como conseguir ropa suficientemente abrigadora ahora que el invierno se venía encima. La pandilla tenía que protegerse, y no permitiría que alguien falleciese de frío, como había estado apunto de ocurrir años antes. Él era el mayor, era su responsabilidad.
- ¿Hum? - observó a su hermano que parecía querer preguntarle algo especialmente importante, así que le mantuvo el paso, esperando a que hablase, pero al escucharle dudó seriamente. ¿Una amiga suya? Su ceño se frunció intentando pensar en quién podría ser, cuando aquel nombre salió de aquellos labios sus cejas se alzaron en sorpresa.
La bruja pelirroja. - Ah... si, bueno... eso es algo de una historia más larga... - intentó defenderse un poco, aunque realmente no era algo muy importante, al menos para él. Aquella joven había sido útil para él y era amable, pero... más que eso...
- ¿Qué dijiste? - clavó sus pies en el suelo mirándole lleno de sorpresa. ¿De qué hablaba? ¿Por qué él tendría que explicarle algo así? Mucho más sencillo para Jeanette, era su trabajo después de todo. Se meció los cabellos un poco incómodo mientras veía esos ojos ansiosos por información y a la vez tan inocentes. ¿Cómo podía negársele? ¿Cómo podía mantenerle ignorante e inocente mientras el mundo deformado se extendía a su alrededor? Él sabía que no siempre podría protegerle.
Gruñó un poco y le siguió - No es tan difícil de entender, realmente, József. No fui su cliente, ¿con qué dinero? - puso una mueca ligera. Además, él no estaba tan necesitado, no pagaría por algo así - Es un trabajo, Jo. Solo que es uno no muy bien visto por el mundo. Pero a quien le importa el mundo- se encoge de hombros bajándole el perfil a aquello, continuando con su camino. Ya en la lejanía se veía algo de humo. Quizás se acercaban a la casa del dueño de esa tierra.
Le escuchó y se sorprendió un poco - ¿Te está enseñando a leer? - parpadeó un poco y vio aquel libro, donde se veía aquel bello nombre. Casi había olvidado como se veían las palabras formadas. Él solo sabía leer prusiano, así que realmente nunca había podido ayudar a su hermano - Es muy bueno... siempre has querido aprender a leer - le acaricia los cabellos, acabando por suspirar también, ambos juntos.
¿Cómo explicarle lo que era ese trabajo? El porque los ojos de aquella mujer se veían tan tristes. Por tener que venderse.
Su mano se levantó y cogió la muñeca de su hermano, jalándole y deteniéndole un poco, haciendo que se sentase en el pasto y sentándose con él - Espera, tomémonos un segundo. József... - se humedeció un poco los labios y elevó la mirada al cielo - ¿Recuerdas a aquel pintor que conocimos una vez en Suiza? Ese que nos contaba cuanto odiaba vender sus cuadros, porque sentía que vendía partes de si mismo. Ser prostituta es algo parecido - le miró a los ojos - Mientras que ese artista vendía la belleza de sus cuadros, Jeanette vende su propia belleza para complacer a quienes pueden pagar por ella. Luego simplemente se van y le dejan vacía. Tal y como los que compraban esos cuadros se los llevaban y lo dejaban a él con unas tristes monedas en la mano - le acarició la mejilla un poco y sonrió - Cuando la veas abrázala - fue todo lo que dijo, levantándose de un salto y tomándole de la mano para ayudarle a levantarse.
- Ahora - le sonrió - Vamos a conseguir el desayuno-.
Gruñó un poco y saltó la cerca también. Quizás él no era tan ágil para escalar o tan rápido para correr como lo eran los gitanos, pero habían muchas cosas en la que él era muy bueno también. Y una de esas era descubrir cuando las condiciones no eran adecuadas para sus niños, como en esa ocasión.
Su mente estaba llena de pensamientos de como conseguir una casa adecuada (al menos sin el techo dañado como en la que estaban viviendo ahora) y como conseguir ropa suficientemente abrigadora ahora que el invierno se venía encima. La pandilla tenía que protegerse, y no permitiría que alguien falleciese de frío, como había estado apunto de ocurrir años antes. Él era el mayor, era su responsabilidad.
- ¿Hum? - observó a su hermano que parecía querer preguntarle algo especialmente importante, así que le mantuvo el paso, esperando a que hablase, pero al escucharle dudó seriamente. ¿Una amiga suya? Su ceño se frunció intentando pensar en quién podría ser, cuando aquel nombre salió de aquellos labios sus cejas se alzaron en sorpresa.
La bruja pelirroja. - Ah... si, bueno... eso es algo de una historia más larga... - intentó defenderse un poco, aunque realmente no era algo muy importante, al menos para él. Aquella joven había sido útil para él y era amable, pero... más que eso...
- ¿Qué dijiste? - clavó sus pies en el suelo mirándole lleno de sorpresa. ¿De qué hablaba? ¿Por qué él tendría que explicarle algo así? Mucho más sencillo para Jeanette, era su trabajo después de todo. Se meció los cabellos un poco incómodo mientras veía esos ojos ansiosos por información y a la vez tan inocentes. ¿Cómo podía negársele? ¿Cómo podía mantenerle ignorante e inocente mientras el mundo deformado se extendía a su alrededor? Él sabía que no siempre podría protegerle.
Gruñó un poco y le siguió - No es tan difícil de entender, realmente, József. No fui su cliente, ¿con qué dinero? - puso una mueca ligera. Además, él no estaba tan necesitado, no pagaría por algo así - Es un trabajo, Jo. Solo que es uno no muy bien visto por el mundo. Pero a quien le importa el mundo- se encoge de hombros bajándole el perfil a aquello, continuando con su camino. Ya en la lejanía se veía algo de humo. Quizás se acercaban a la casa del dueño de esa tierra.
Le escuchó y se sorprendió un poco - ¿Te está enseñando a leer? - parpadeó un poco y vio aquel libro, donde se veía aquel bello nombre. Casi había olvidado como se veían las palabras formadas. Él solo sabía leer prusiano, así que realmente nunca había podido ayudar a su hermano - Es muy bueno... siempre has querido aprender a leer - le acaricia los cabellos, acabando por suspirar también, ambos juntos.
¿Cómo explicarle lo que era ese trabajo? El porque los ojos de aquella mujer se veían tan tristes. Por tener que venderse.
Su mano se levantó y cogió la muñeca de su hermano, jalándole y deteniéndole un poco, haciendo que se sentase en el pasto y sentándose con él - Espera, tomémonos un segundo. József... - se humedeció un poco los labios y elevó la mirada al cielo - ¿Recuerdas a aquel pintor que conocimos una vez en Suiza? Ese que nos contaba cuanto odiaba vender sus cuadros, porque sentía que vendía partes de si mismo. Ser prostituta es algo parecido - le miró a los ojos - Mientras que ese artista vendía la belleza de sus cuadros, Jeanette vende su propia belleza para complacer a quienes pueden pagar por ella. Luego simplemente se van y le dejan vacía. Tal y como los que compraban esos cuadros se los llevaban y lo dejaban a él con unas tristes monedas en la mano - le acarició la mejilla un poco y sonrió - Cuando la veas abrázala - fue todo lo que dijo, levantándose de un salto y tomándole de la mano para ayudarle a levantarse.
- Ahora - le sonrió - Vamos a conseguir el desayuno-.
Luther Bauer- Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 13/10/2010
Re: Entre familia [Luther]
Se sento a un lado de el con seriedad por que lo que le decía no bastaba para hacerle comprender nada de lo que estaba sucediendo y sucedia y seguiría haciéndolo hasta que su ignorancia se esfumara ¿Qué trabajo era aquel en el que se vendia? ¿vendia su cuerpo? ¿en que forma? -¿le dejan vacia?- le cuestiono a punto de comenzar a gritar por la histeria de no lograr comprender lo que le intentaba explicar y no bastaba para comprender ¿Por qué Luther sabia y el no? ¿Por qué no podia decirle y ya? No era tonto el comprendería lo que le dijera sin importar que fuera no dejaría de amarla.
-Luther porfavor- le suplico ahora con el rostro compungido y doblegado por la curiosidad y los pensamientos apelmazándose en sus sienes como una docena de caballos que andando con rapidez se topaban de pronto con una pared de concreto, haciendo retumbar sus tímpanos aunque la velocidad y agilidad con su mente trabajaba era solo parecida con la que lo hacían sus pies al buscar su libertad ¿vendia su belleza? ¿era acaso que le pagaban por besar a hombres?, se lo cuestiono unos instantes sujetando la mano de Luther cuando este se levanto, el no olvidaba una vez hecha una cuestión debía ser contestada, le sujeto observándole mas sin levantarse y manteniéndolo ahí, a un lado de el.
-¿Qué hay aparte de los besos?- le cuestiono frunciendo suavemente el ceño, porque lo habia besado a el y a Luther y ninguno de los dos le habían pagado ni habia robado una parte de ella algo mas habia detrás de esa falacia, suspiro levantándose también sacudiéndose las manos terrosas con sosiego y comenzando a andar resignado a seguir en su inocente ignorancia ¿era malo no saber algo como aquello? Quizá lo era ya a su edad un adulto joven en algunas sociedades un prospecto para contraer matrimonio aunque esas banalidades humanas no estaban en su lista de cosas por hacer y no era que tuviese dicha lista.
-lo hare…por que quien se atreva a rechazarla como persona será ciego, no el cuerpo pero en alma- susurro regresándose los parpados con los nudillos y pensando en cuanto mas tardarían para ir donde su conejo y darle la zanahoria que llevaba en el morral y perseguirlo quizá por todo el bosque hasta que ambos cansados decidiera dejar de jugar ¿comprendería Luther a su nuevo amigo?
Con la mirada fija en el suelo anduvo hacia la cabaña de la cual salía humo lo cual indicaba que sus habitantes estaban dentro justo en aquellos instantes, irían por algo de comer, lo tomarían y emprenderían su huida al bosque un plan sencillo y eficaz y que mas sin embargo no le emocionaba por un amargo sabor en su paladar.
-¿vamos?- le cuestiono sin voltear a verlo desanimado, algo inusual en el por no decir nunca antes visto.
-Luther porfavor- le suplico ahora con el rostro compungido y doblegado por la curiosidad y los pensamientos apelmazándose en sus sienes como una docena de caballos que andando con rapidez se topaban de pronto con una pared de concreto, haciendo retumbar sus tímpanos aunque la velocidad y agilidad con su mente trabajaba era solo parecida con la que lo hacían sus pies al buscar su libertad ¿vendia su belleza? ¿era acaso que le pagaban por besar a hombres?, se lo cuestiono unos instantes sujetando la mano de Luther cuando este se levanto, el no olvidaba una vez hecha una cuestión debía ser contestada, le sujeto observándole mas sin levantarse y manteniéndolo ahí, a un lado de el.
-¿Qué hay aparte de los besos?- le cuestiono frunciendo suavemente el ceño, porque lo habia besado a el y a Luther y ninguno de los dos le habían pagado ni habia robado una parte de ella algo mas habia detrás de esa falacia, suspiro levantándose también sacudiéndose las manos terrosas con sosiego y comenzando a andar resignado a seguir en su inocente ignorancia ¿era malo no saber algo como aquello? Quizá lo era ya a su edad un adulto joven en algunas sociedades un prospecto para contraer matrimonio aunque esas banalidades humanas no estaban en su lista de cosas por hacer y no era que tuviese dicha lista.
-lo hare…por que quien se atreva a rechazarla como persona será ciego, no el cuerpo pero en alma- susurro regresándose los parpados con los nudillos y pensando en cuanto mas tardarían para ir donde su conejo y darle la zanahoria que llevaba en el morral y perseguirlo quizá por todo el bosque hasta que ambos cansados decidiera dejar de jugar ¿comprendería Luther a su nuevo amigo?
Con la mirada fija en el suelo anduvo hacia la cabaña de la cual salía humo lo cual indicaba que sus habitantes estaban dentro justo en aquellos instantes, irían por algo de comer, lo tomarían y emprenderían su huida al bosque un plan sencillo y eficaz y que mas sin embargo no le emocionaba por un amargo sabor en su paladar.
-¿vamos?- le cuestiono sin voltear a verlo desanimado, algo inusual en el por no decir nunca antes visto.
József Bároti- Mensajes : 159
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Re: Entre familia [Luther]
Había pasado años protegiéndole. Años cuidándole del mundo, manteniéndole bajo su alero, intentando solo darle felicidad, mantener aquella inocencia, aquella hermosa sonrisa permanente en ese rostro.
József era su fuerza para levantarse cuando caía agotado de cansacio. József era el que le hacía sonreír hasta en los peores momentos. József era la razón por la que no se había echado a llorar y había regresado a casa con la cola entre las patas ante el primer invierno donde vio morir a alguien.
Quería protegerle, y sin embargo sabía que no podría hacerlo para siempre. La vida le había dado la responsabilidad de ser él mismo quien quitase poco a poco aquella venda que le había puesto él mismo para cuidarle de todo lo malo y lo feo que el mundo pudiese presentarle. Y ahora se sentía sin la fuerza necesaria para hacerlo.
No quería, pero le destrozaba el corazón, le destrozaba el alma verle suplicar y él no poder responder. Hacerle sentir como si fuese un niño tonto, cuando él no quería responderle no porque no creyese que fuese a ser capaz de soportarlo sino que porque... no quería corromperle.
Le vio levantarse y pudo ver esa espalda delgada, aquellos cabellos desordenados y aquellos pies desnudos. Le podía sentir, aquella tristeza, aquella decepción. Él no quería que se decepcionase de él, sin embargo....
- Espera, József... - le sujetó por la muñeca y le giró para mirarle a la cara, estirando la mano y acariciando la mejilla - Lo siento... - pidió de corazón. Sus ojos se veían tristes también - ... te diré todo... Pero vamos a tomar el desayuno y luego lo hacemos, ¿si? Te lo prometo - le sonrió un poco - ¡Vamos! - le jaló con él para acercarse a la cabaña sin llamar la atención de los habitantes.
Había un perro, pero con tan solo una mirada Luther le tranquilizó, por lo que silenciosos alcanzaron la bodega. Allí, sobre una mesa, casi como una invitación, había un queso redondo a medio partir con el cuchillo clavado, así que con un movimiento rápido cortó un gran trozo y se lo guardó, girándose para ver que estaba cogiendo su hermano.
- Ya, debemos irnos! - le medio apuró, sabiendo que no deberían quedarse tanto tiempo en un lugar así. Uno nunca sabía cuando alguien podía estar armado.
József era su fuerza para levantarse cuando caía agotado de cansacio. József era el que le hacía sonreír hasta en los peores momentos. József era la razón por la que no se había echado a llorar y había regresado a casa con la cola entre las patas ante el primer invierno donde vio morir a alguien.
Quería protegerle, y sin embargo sabía que no podría hacerlo para siempre. La vida le había dado la responsabilidad de ser él mismo quien quitase poco a poco aquella venda que le había puesto él mismo para cuidarle de todo lo malo y lo feo que el mundo pudiese presentarle. Y ahora se sentía sin la fuerza necesaria para hacerlo.
No quería, pero le destrozaba el corazón, le destrozaba el alma verle suplicar y él no poder responder. Hacerle sentir como si fuese un niño tonto, cuando él no quería responderle no porque no creyese que fuese a ser capaz de soportarlo sino que porque... no quería corromperle.
Le vio levantarse y pudo ver esa espalda delgada, aquellos cabellos desordenados y aquellos pies desnudos. Le podía sentir, aquella tristeza, aquella decepción. Él no quería que se decepcionase de él, sin embargo....
- Espera, József... - le sujetó por la muñeca y le giró para mirarle a la cara, estirando la mano y acariciando la mejilla - Lo siento... - pidió de corazón. Sus ojos se veían tristes también - ... te diré todo... Pero vamos a tomar el desayuno y luego lo hacemos, ¿si? Te lo prometo - le sonrió un poco - ¡Vamos! - le jaló con él para acercarse a la cabaña sin llamar la atención de los habitantes.
Había un perro, pero con tan solo una mirada Luther le tranquilizó, por lo que silenciosos alcanzaron la bodega. Allí, sobre una mesa, casi como una invitación, había un queso redondo a medio partir con el cuchillo clavado, así que con un movimiento rápido cortó un gran trozo y se lo guardó, girándose para ver que estaba cogiendo su hermano.
- Ya, debemos irnos! - le medio apuró, sabiendo que no deberían quedarse tanto tiempo en un lugar así. Uno nunca sabía cuando alguien podía estar armado.
Luther Bauer- Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 13/10/2010
Re: Entre familia [Luther]
Se detuvo cuando su mano se cernió sobre su muñeca obligándole a detenerse y girarse, la mano de Luther se poso entonces sobre su mejilla sonrosada, se disculpaba… - de acuerdo- murmuro siguiéndole al mismo ritmo que el andaba habia aprendido con los años a leer la mayoría de sus movimientos corporales y sabia ahora que debía apurarse y seguirle.
Avanzo con sigilo propio de un zorro o alguna serpiente que con resbaladizos movimientos terminaba siempre encontrando el camino esperado sin ser vista, escabulléndose entre los matorrales y confundiéndose con su entorno aunque el no tenia la capacidad por ejemplo de un camaleón. Solto su mano comenzando a inspeccionar el lugar de pies a cabeza, moviendo algunos frascos y empaques de los estantes y repisas deteniéndose de golpe pues si visión cambiaba de pupila.
Se llevo una mano a la cabeza sujetándose de donde pudo como hacia tiempo no ocurria una premonición golpeo sus imágenes dejándole una secuencia podia ver lo ocurrido antes de que asi fuese. Dejo todo en su lugar corriendo hacia Luther, le tomo la mano tirando con fuerza abriendo una repisa y pateando algunas cosas para hacerle lugar –viene un hombre armado con un cervatillo no salgas Luther- le pidió porque su visión se habia acabado en el instante mismo en que el hombre apuntaba aquel rifle cromado contra su hermano.
Comenzó a buscar entonces un refugio para el, trepo por unos estantes que rechinaron contra su peso, cubierto por costales de sal y tarros de alguna bebida fermentada escucho la puerta abrirse y el olor de la sangre inundar rápidamente el lugar asqueándole, su estomago amenazado con devolver lo que aun nisiquiera consumía.
-aja!- exclamo el hombro dejando el animal sobre una mesilla, sacando de entre sus ropas un cuchillo con el cual comenzó a retirar la piel del resto del cuerpo, se asomo por curiosidad entre los tarros observando la escena con aberración, se llevo una mano a los labios para no soltar ninguna exclamación ni perjurio en su contra, se arrastro por la madera quedando mas cerca de donde le habia indicado a Luther se escondiera, porque habia una puerta y una sola era su salida.
Avanzo con sigilo propio de un zorro o alguna serpiente que con resbaladizos movimientos terminaba siempre encontrando el camino esperado sin ser vista, escabulléndose entre los matorrales y confundiéndose con su entorno aunque el no tenia la capacidad por ejemplo de un camaleón. Solto su mano comenzando a inspeccionar el lugar de pies a cabeza, moviendo algunos frascos y empaques de los estantes y repisas deteniéndose de golpe pues si visión cambiaba de pupila.
Se llevo una mano a la cabeza sujetándose de donde pudo como hacia tiempo no ocurria una premonición golpeo sus imágenes dejándole una secuencia podia ver lo ocurrido antes de que asi fuese. Dejo todo en su lugar corriendo hacia Luther, le tomo la mano tirando con fuerza abriendo una repisa y pateando algunas cosas para hacerle lugar –viene un hombre armado con un cervatillo no salgas Luther- le pidió porque su visión se habia acabado en el instante mismo en que el hombre apuntaba aquel rifle cromado contra su hermano.
Comenzó a buscar entonces un refugio para el, trepo por unos estantes que rechinaron contra su peso, cubierto por costales de sal y tarros de alguna bebida fermentada escucho la puerta abrirse y el olor de la sangre inundar rápidamente el lugar asqueándole, su estomago amenazado con devolver lo que aun nisiquiera consumía.
-aja!- exclamo el hombro dejando el animal sobre una mesilla, sacando de entre sus ropas un cuchillo con el cual comenzó a retirar la piel del resto del cuerpo, se asomo por curiosidad entre los tarros observando la escena con aberración, se llevo una mano a los labios para no soltar ninguna exclamación ni perjurio en su contra, se arrastro por la madera quedando mas cerca de donde le habia indicado a Luther se escondiera, porque habia una puerta y una sola era su salida.
József Bároti- Mensajes : 159
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Re: Entre familia [Luther]
No es que no le gustase trabajar en equipo, pero Luther sentía que hacía las cosas mejor solo. Quizás era por su estrés permanente en todo aquello que conllevaba peligro para József, pero él odiaba tener que robar a su lado. Prefería protegerle lejos de esos lugares de peligro. Mucho mejor que cayese él a que callese su pequeño brujo.
Si, debía reconocerlo. Era un tanto demasiado sobreprotector, pero es que el pequeño le daba motivos suficientes. Además que... le debía la vida, y esa era una deuda que no se podía pagar, por mucho que él le salvase la vida también. Era una deuda impagable.
Sus ojos miraban hacia la puerta con desconfianza, sospechando que el dueño podría entrar en cualquier momento, así que luego de robar una tira de carne seca se giró para hacer el último llamado de apuro a su hermano cuando le vió.
Sus pupilas se dilataron y su respiración se cortó. Él conocía esa pose, esa mano en la cabeza y aquella mirada asustada - József, tranquilo, ¿qué pasa? - preocupado al verle tan alterado, pero al escucharle comprendió. Volvió a mirar hacia la puerta, pero al verle tan asustado decidió dejarse hacer - ¡Escóndete también! - le apresuró, cerrando el lugar y mirando a través de una rendija, pero la posición le impedía ver nada.
Cerró los ojos un momento, ocupando su oído y su olfato para ilustrarse con lo que ocurría al otro lado de la madera. Era un hombre pesado, no muy ágil pero tampoco tan torpe. Un animal muerto estaba siendo limpiado, la sangre se olía y era cada vez más fresca y más fuerte.
Pensó en su pequeño József, como se estremecía cuando veía morir a una pequeña avecita y se controló. Estaría bien. Debía mantenerse oculto. La falta de gritos solo le decía que su brujo había logrado esconderse, sin embargo no sabía cuanto lo lograrían.
Se escucharon pasos y luego aquellos pasos se hicieron más pesados, como si el hombre cargase algo. Se escuchó un saco abrirse y luego algo caer. La curiosidad le inundaba pero se mantuvo quieto. De pronto los pasos se alejaron y cuando una puerta a lo lejos se cerró, Luther salió a paso rápido del lugar.
- ¡Jó! - le llamó, haciendo que bajase de donde estaba - Debemos salir de aquí - se giró y vio sobre la mesa en una bolsa de cuero carne pura del ciervo probablemente dejada para secar mientras que la piel estaba cubierta por una capa de sal. Luther entrecerró los ojos y acabó acercándose y mirando a su hermano - Pero primero cogeremos esto - cerrando la bolsa para echarsela al hombro y pensando si la piel era una buena opción.
Decidió que si y la envolvió en otro cuero que estaba allí, tomando de la mano a su hermano y jalándole para salir a hurtadillas del lugar antes de que el tipo regresase, y, por suerte, cuando escuchó el grito de que había descubierto el hurto, ellos ya estaban lo suficientemente lejos, imposibles de ser alcanzados.
Después de todo, esa había sido una buena excursión.
Si, debía reconocerlo. Era un tanto demasiado sobreprotector, pero es que el pequeño le daba motivos suficientes. Además que... le debía la vida, y esa era una deuda que no se podía pagar, por mucho que él le salvase la vida también. Era una deuda impagable.
Sus ojos miraban hacia la puerta con desconfianza, sospechando que el dueño podría entrar en cualquier momento, así que luego de robar una tira de carne seca se giró para hacer el último llamado de apuro a su hermano cuando le vió.
Sus pupilas se dilataron y su respiración se cortó. Él conocía esa pose, esa mano en la cabeza y aquella mirada asustada - József, tranquilo, ¿qué pasa? - preocupado al verle tan alterado, pero al escucharle comprendió. Volvió a mirar hacia la puerta, pero al verle tan asustado decidió dejarse hacer - ¡Escóndete también! - le apresuró, cerrando el lugar y mirando a través de una rendija, pero la posición le impedía ver nada.
Cerró los ojos un momento, ocupando su oído y su olfato para ilustrarse con lo que ocurría al otro lado de la madera. Era un hombre pesado, no muy ágil pero tampoco tan torpe. Un animal muerto estaba siendo limpiado, la sangre se olía y era cada vez más fresca y más fuerte.
Pensó en su pequeño József, como se estremecía cuando veía morir a una pequeña avecita y se controló. Estaría bien. Debía mantenerse oculto. La falta de gritos solo le decía que su brujo había logrado esconderse, sin embargo no sabía cuanto lo lograrían.
Se escucharon pasos y luego aquellos pasos se hicieron más pesados, como si el hombre cargase algo. Se escuchó un saco abrirse y luego algo caer. La curiosidad le inundaba pero se mantuvo quieto. De pronto los pasos se alejaron y cuando una puerta a lo lejos se cerró, Luther salió a paso rápido del lugar.
- ¡Jó! - le llamó, haciendo que bajase de donde estaba - Debemos salir de aquí - se giró y vio sobre la mesa en una bolsa de cuero carne pura del ciervo probablemente dejada para secar mientras que la piel estaba cubierta por una capa de sal. Luther entrecerró los ojos y acabó acercándose y mirando a su hermano - Pero primero cogeremos esto - cerrando la bolsa para echarsela al hombro y pensando si la piel era una buena opción.
Decidió que si y la envolvió en otro cuero que estaba allí, tomando de la mano a su hermano y jalándole para salir a hurtadillas del lugar antes de que el tipo regresase, y, por suerte, cuando escuchó el grito de que había descubierto el hurto, ellos ya estaban lo suficientemente lejos, imposibles de ser alcanzados.
Después de todo, esa había sido una buena excursión.
Luther Bauer- Mensajes : 45
Fecha de inscripción : 13/10/2010
Re: Entre familia [Luther]
Observo la escena con repulsión, sentía como el estomago se le revolvía y el corazón se le encogía el hombre habia salido entonces en busca de algo que quizás habia olvidado en otro sitio, dejo al animal medio degollado y despellejado sobre la mesa de madera. La cabeza le daba vueltas y comenzaba a ver manchones rojos y negros, las nauseas se hicieron presentes y el horror al ver el rostro inerte del animal le paralizo, solo la voz de su hermano logro sacarlo de su estupefacción.
Bajo dando traspiés de la alacena aterrizando en el suelo sin producir ruido alguno con asombrosa maestría, asintiio cuando le indico que debían salir del lugar de inmediato pero antes de hacerlo Luther tomo un trozo de la carne fresca y la piel que habia logrado quitar ya el hombre, su cuerpo sufrió el amplio y pronunciado espasmo cuando le vio sujetarla y cargarla al hombro, le tomo de la otra mano andando detrás de el en silencio.
-no le pedimos permiso…- murmuro y no se refería precisamente al señor al cual le robaban si no al animal que habia sido matado a sangre fría y por el cual y su sacrificio habrían logrado conseguir algo de carne y un abrigo, porque debían pedir permiso antes de arrancar una flor, de cortar una mata o robarle a un animal, porque eran seres mas importantes que un hombre que mataba.
Un rugido ensordecedor le rozo la oreja haciéndole doblarse por la mitad azorado por el fuerte ruido, giro para poder ver lo que ocurria, el hombre blandía el arma contra ellos intentando apuntarle a uno y a otro, sus parpados se abrieron desmesuradamente ¿Cuántos tiros tenían aquellos objetos? No demasiados quizo suponer, comenzó a correr con mayor velocidad sabiendo que si bien el hombre no lograría alcanzarlos uno de aquellos casquillos de metal y pólvora fácilmente podrían herirlos.
-hace mucho que no nos apuntan con una de esas- sonrio riendo como si realmente no fuese peligroso lo que estaban haciendo porque si bien lo era y el bien lo sabia si mente se enfocaba mejor en las cosas agradables del momento, el saberse libre y salir victorioso de un encuentro como aquel, el tener a su hermano consigo y haber obtenido vienes de aquel hurto el reir por el simple hecho de querer hacerlo.
¿Seguiría el hombre blandiendo el arma hacia ellos?¿pretendía en verdad darles? Le parecía ilógicamente inhumano pero el humano no era precisamente lógico por naturaleza, le ayuo a Luther con algunos objetos cruzando de un salto el cerco que delimitaba aquellos sembradíos un tramo sin dueño y seguidamente el bosque ahí dentro estarían seguros.
Fin del tema, continuación en el bosque
Bajo dando traspiés de la alacena aterrizando en el suelo sin producir ruido alguno con asombrosa maestría, asintiio cuando le indico que debían salir del lugar de inmediato pero antes de hacerlo Luther tomo un trozo de la carne fresca y la piel que habia logrado quitar ya el hombre, su cuerpo sufrió el amplio y pronunciado espasmo cuando le vio sujetarla y cargarla al hombro, le tomo de la otra mano andando detrás de el en silencio.
-no le pedimos permiso…- murmuro y no se refería precisamente al señor al cual le robaban si no al animal que habia sido matado a sangre fría y por el cual y su sacrificio habrían logrado conseguir algo de carne y un abrigo, porque debían pedir permiso antes de arrancar una flor, de cortar una mata o robarle a un animal, porque eran seres mas importantes que un hombre que mataba.
Un rugido ensordecedor le rozo la oreja haciéndole doblarse por la mitad azorado por el fuerte ruido, giro para poder ver lo que ocurria, el hombre blandía el arma contra ellos intentando apuntarle a uno y a otro, sus parpados se abrieron desmesuradamente ¿Cuántos tiros tenían aquellos objetos? No demasiados quizo suponer, comenzó a correr con mayor velocidad sabiendo que si bien el hombre no lograría alcanzarlos uno de aquellos casquillos de metal y pólvora fácilmente podrían herirlos.
-hace mucho que no nos apuntan con una de esas- sonrio riendo como si realmente no fuese peligroso lo que estaban haciendo porque si bien lo era y el bien lo sabia si mente se enfocaba mejor en las cosas agradables del momento, el saberse libre y salir victorioso de un encuentro como aquel, el tener a su hermano consigo y haber obtenido vienes de aquel hurto el reir por el simple hecho de querer hacerlo.
¿Seguiría el hombre blandiendo el arma hacia ellos?¿pretendía en verdad darles? Le parecía ilógicamente inhumano pero el humano no era precisamente lógico por naturaleza, le ayuo a Luther con algunos objetos cruzando de un salto el cerco que delimitaba aquellos sembradíos un tramo sin dueño y seguidamente el bosque ahí dentro estarían seguros.
Fin del tema, continuación en el bosque
József Bároti- Mensajes : 159
Fecha de inscripción : 17/09/2010
Temas similares
» Luther Bauer - El Hovawart
» La flor entre espinas, el terciopelo entre lijas...la mascarada vivida, hace presencia.
» The Reckoning {Luther}
» La presa perfecta (Luther Sigismund)
» Esto...¿ Por donde era...?(Luther B.)
» La flor entre espinas, el terciopelo entre lijas...la mascarada vivida, hace presencia.
» The Reckoning {Luther}
» La presa perfecta (Luther Sigismund)
» Esto...¿ Por donde era...?(Luther B.)
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér Sep 18, 2024 9:16 am por Afiliaciones
» REACTIVACIÓN DE PERSONAJES
Mar Jul 30, 2024 4:58 am por Frederick Truffaut
» AVISO #49: SITUACIÓN ACTUAL DE VICTORIAN VAMPIRES
Miér Jul 24, 2024 2:54 pm por Nigel Quartermane
» Ah, mi vieja amiga la autodestrucción [Búsqueda activa]
Jue Jul 18, 2024 4:42 am por León Salazar
» Vampirto ¿estás ahí? // Sokolović Rosenthal (priv)
Miér Jul 10, 2024 1:09 pm por Jagger B. De Boer
» l'enlèvement de perséphone ─ n.
Sáb Jul 06, 2024 11:12 pm por Vivianne Delacour
» orphée et eurydice ― j.
Jue Jul 04, 2024 10:55 pm por Vivianne Delacour
» Le Château des Rêves Noirs [Privado]
Jue Jul 04, 2024 10:42 pm por Willem Fokke
» labyrinth ─ chronologies.
Sáb Jun 22, 2024 10:04 pm por Vivianne Delacour