Para encontrar un Oasis

por **Max Stirner** Mar Jul 05, 2016 11:01 am

En algún lugar - lo percibo - crece el desierto.
¡Pobres de aquellos que llevan desiertos en su seno!

Estoy sentado aquí, respirando el mejor aire de París. Aire de paraíso, ciertamente. Aire tenue y acolchado. Brillante como oro. Todo el aire puro que una vez cayera de la Luna.

¿Sucedió por azar? o fue una presunción, como dicen los viejos poetas. Yo todo lo dudo, por que vengo de una Europa que es, sin duda la más incrédula de las esposas.

Aspirando este aire delicioso con las fosas nasales rebosantes cual copas, sin porvenir ni recuerdos, permanezco sentado y miro el tronco de un joven árbol, como se arquea, se dobla se mueve al ritmo de un baile cadencioso. (* Uno acaba imitando sus movimientos si la ve largo rato) Como una bailarina me parece, que mucho se sostiene sobre una de sus piernas hasta que acaba por olvidarse de la otra. En vano ha buscado su joya gemela (* Es decir la otra pierna) en la santa cercanía de su falda de encajes, ondulante como un abanico.

Es la hora en que el aire se va haciendo menos luminoso... y se vierte el consuelo de rocio gota a gota; humedece la tierra. Ese rocío, como todo lo que consuela, esta calzado con delicadeza... debo atrapar las sensaciones que me asaltan antes que se hayan escapado, debo aprisionarlas en palabras justo ahora que recuerdo que antes tenía sed.

(*Mientras que en los senderos de hierbas amarillas corrían maliciosas en torno al vampiro a través de la maleza sombría las miradas del sol que en la tarde se filtraban.)

¿Así es como pretendes encontrar la verdad? - me dijeron - Tu no eres más que un necio, un simple poeta, alguien que pronuncia complicados discursos, alguien que anda errante por engañosos puentes hechos de palabras. Uno que solamente vaga y hace equilibrios entre cielos mentidos y tierras virtuales!

Pero la verdad no tiene estatuas y está más a gusto en los husmeando por la espesura de los bosques. Anhelante y ansioso.

Como cuando el aire se va haciendo menos luminoso y la hoz de la luna se desliza verde y envidiosa, vestida de rojos y de púrpura, enemiga del día. Segando a cada paso y en secreto los setos de las rosas voy cayendo desde las locuras de mis verdades, de mis ansias del día. Cansado ya, enfermo de Luz.

(*Stirner se encuentra aquí tumbado, rodeado de pequeños insectos voladores que bailan y que jugan, así como de ideas y ansias aún más pequeñas, mas locas y malignas. Sus sentidos se hunden en la noche y se pierden en la sombra. Abrasado y sediento de una sola verdad)

No soy mas que un loco.

por **Leona L. Lawrence** Jue Jul 14, 2016 4:53 pm

Algún día, volveré a perderme entre esos caminos pero siempre…me devolverán al mismo punto de partida.

Cada tarde, la dedicaba exclusivamente a una de sus pasiones: el teatro. Pasaba en aquel lugar largas horas, perfeccionándose aún más a sí misma. La próxima obra debía ser perfecta, sublime y su nombre proclamado, por fin consagrarse como artista y ser reconocida. Justo para eso había llegado a la ciudad parisina hacía unos meses.

Le agradaba salir cuando el sol ya se había escondido en el horizonte. Como era costumbre, perdió la noción del tiempo y en más de una ocasión, la medianoche se hizo presente a su salida del teatro y esa noche, era una de ellas. Nada más cruzar el umbral de la puerta, la suave brisa acarició sus mejillas, enredándose en su cabello castaño, bailando con los pliegues de su vestido. Qué agradable sensación, todo el estrés se disipó en apenas unos segundos a medida que avanzaba por la calle.

No llevaba un destino concreto, nunca. Conocer callejuelas pequeñas que terminaban en lugares inimaginables, senderos que conducían a lagos apartados y en donde más de una vez se sumergió, dejando que el agua recorriese cada parte de su piel. La libertad le hacía sentir plena, ese momento de placer después del ensayo mientras paseaba, era su aliciente para descansar en la madrugada.

Madrugada eterna, siempre en soledad. Algo le faltaba, él le faltaba y ¿cómo no podía recordar ni tan siquiera su rostro? Maldito demonio, maldita sombra sin futuro pero sí con pasado…un pasado que la atormentaba en sueños. Su rostro dibujado frente a ella, se difuminaba al amanecer devolviéndole a la realidad… en una en la que él ya no estaba. Los recuerdos le traían letras, letras de canciones propias , compuestas con el alma y el corazón …palabras que se las llevaría el viento pues ¿cómo iba a susurrárselas sin tan siquiera se encontraba a su lado? Quizás, era mejor así… el presente era justo ese.

Sus pasos le llevaron hasta una zona alejada, no le temía a su soledad y menos que le ocurriese algo. Sus pasos le dieron paso a la melodía que salía de sus labios, una melodía que alguien no muy lejano podía oír, como un suspiro de aire fresco a sus oídos.

I'll sing it one last time for you
Then we really have to go
You've been the only thing that's right
In all I've done
And I can barely look at you
But every single time I do
I know we'll make it anywhere
Away from here
Light up, light up
As if you have a choice
Even if you cannot hear my voice
I'll be right beside you, dear

por **Max Stirner** Miér Jul 20, 2016 4:51 am

Una voz cruza el aire y se prende del caracol de mis oídos, se mete en mi cerebro acariciandome como un eco. Era una melodía cargada de tanta voluntad que imitaba a la perfección al sentimiento inexpresable que la emitia. ¡No había visto todavía a la dueña de esa voz y ya se siente imantado a ella por el timbre de esas notas! Aturdido comienza a prestar atención a lo que antes fue una melodía abstracta. Las palabras estan en un idioma conocido, pero ¡¿que dicen?!

Me arrojo por los aires, soy una liviana pluma que flota por sobre las corrientes del fresco aire de la noche. Sigo el eco entre todos los ruidos de la noche hasta su origen.

¡La veo! ¿A quien le canta? ¿y por que ha callado? Habrá sentido mi repentina llegada. Su aura no es humana. El rostro es un disfraz que usan los espíritus de Gaia para engañarnos a los incautos. Esperaba que esa garganta fuera la de una dulce doncella palpitante de tíbia sangre y me encuentro con que es la de una espíritu nocturno disfrazado de hermosa mujer. Le hablo para volver a escuchar esa voz, para ver esos labios que adivino suaves como piel de durazno se muevan y canten para mí una vez mas...

(* Max levita en trayectoria circular sobre aquella hija de la noche cuyo fortuito encuentro había propiciado una canción y responde con la tonada de otra melodía)

- Just 'cause you feel it, doesn't mean it's there...

Adivino que se trata de una Shifter por los frescos aromas que le rodean, tan distintos de la pestilente ciudad. Su energía tiene algo de salvaje, también antiguo, puedo sentir la marca de Gaia en este espíritu, por que la conozco de otros cambia-pieles. El viejo vampiro me advirtió siempre de evitar a toda costa ingerir la sangre de uno de estos seres, pues dice que es veneno, pero también solía decir que un veneno administrado en pequeñas dosis era revitalizante. Al mirar el delgado cuello que sostenía la visión frente a mí se me ocurre que puedo averiguarlo de un mordisco. La sed acude a los colmillos que se duelen dentro de las encías, ansiosos. ¡Ese es un exquisito traje de humana!

(*El vampiro desciende suavemente en un movimiento ligero por detrás de la hermosa Shifter, que al girarse para encontrar a quien le hablaba le permitió clavar la mirada en sus ojos por primera vez)

- Beautiful suit, it is. A fine suit, indeed.

por **Leona L. Lawrence** Vie Jul 29, 2016 11:47 am

Baila conmigo entre las luces y sombras de la noche.

El silencio de la noche es interrumpido por aquella voz femenina, calmada y melodiosa. Ojos verdes como el trigo que se cierran a las notas altas, sintiendo cada palabra salir de sus labios. Sus pasos, se convierten en pequeños movimientos de baile. sujetándose el borde del vestido con ambas manos, observaba cada movimiento de sus propios pies. Finalmente rió al dar vueltas sobre sí misma, una danza desconocida creada por la propia joven castaña de amplia sonrisa y mirada profunda.

Es extraño, siente como si no estuviese sola en aquel lugar. Sus orbes esmeralda, buscan la persona que le acompaña aquella noche. Una sombra se mueve entre la maleza, lejos de asustarse , le causa curiosidad por lo que detiene sus pasos y espera. Espera paciente, observando como la sombra toma forma y ante ella, la de un hombre desconocido. Alzó la barbilla, no le temía, una dama valiente y decidida. Curioso, pues la sombra no se presentó ante ella, si no por detrás…ataque sin previo aviso.

-Avisar no es una de sus virtudes ¿no me equivoco? -paseó la mirada por su rostro, mirándole fijamente, examinándole…no se fiaba del todo. ese aura extraña, fría y distante, como si la acechase ¿Acaso le estaba pisando los talones o simplemente pretendía saltar sobre ella cual presa? -Espero que no sea su cena de esta noche -bromeó con una media sonrisa.

Extraña cambiante que no conocía de su propia naturaleza, borrada con magia negra y efectos y consecuencias no eran otros que atacar sin piedad, abandonar su forma y ser humano para convertirse en una verdadera y completa fiera.

-Espero que se aleje, no todo es lo que parece. No soy una simple chica y lo sabe, su forma de mirarme….-se mordió el labio inferior, dudosa sin poder hacer otra cosa que mirarle a los ojos, buscar su mirada una vez más… -Huya mientras pueda, no sabe si podrá contarlo mañana… ¿Es que no me ha oído? Váyase como la sombra que es, como se ha acercado a mí …-

Su única fijación era que se marchase, no quería hacerle daño… sabía cuando descontrolaba de lo que era capaz pero…no el qué ocurría o por qué.

por **Max Stirner** Vie Ago 19, 2016 5:22 am

- Acabo de mirarte a los ojos, he visto en ellos nocturnos brillos de oro y me ha paralizado esa voluptuosidad.

(* Una mirada arrulladora, fundente, risueña e interrogadora)

Solo un par de veces agitaste las pestañas y ya mis pies bailaban ebrios, se arqueaban mis talones y la memoria de mi cuerpo intentaba aprehenderte, el oído de mi piel, escucharte. (* por que la piel tiene también la capacidad de escuchar)

Salté a tu encuentro y retrocediste ante mi impulso; ¡y serpenteaba hacia mi tu fugitiva y voladora cabellera! De pronto tu poder se vuelve hacia mi con los ojos llenos de deseo.

- Con torcidas miradas me esneñas torcidas sendas, pero en esos caminos saben ser astutos mis pies.

Te temo cuando estás cerca de mí, te amo cuando estas lejos. Me atrae tu huída, me ata; me detienen tus pesquisas. ¿Dónde me arrastras ahora, criatura prodigio? ¡Y ya vuelves a esquivarme, joven ingrata! Bailando sigo hasta tus más pequeñas huellas mientras me enseñabas graciosamente tus dientecillos y tus malvados ojos me transpasaban a través de tu melena rizada.

- Has dejado de bailar... ¿Porque? ¡No dejes de bailar!

¡Mira altanera como imploro tu gracia! ¡Quisiera seguir contigo sendas más agradables! Las sendas del amor, a través de matorrales multicolores, o las que siguen costeando el lago ¡en que nadan y bailan peces dorados!

(* En el lapso de un suspiro eleva el cuerpo acortando la distancia hasta que no queda mas que una onza de aire entre los dos)

- ¿Estas cansada? ¿Tienes hambre? Sed...

por **Leona L. Lawrence** Mar Ago 30, 2016 11:17 am

La presencia de aquel hombre le inquietaba. Parado, ante ella, como una sombra errante que intentaba descubrir pero ¿el qué? qué extraño le parecía aquel momento, instante, ese hombre. Sus orbes esmeraldas, se clavaron en la figura masculina como si nada más tuviese en su campo de visión, ese hombre ¿qué pretendía?

Algo le decía, le gritaba interiormente que no era como cualquier otra persona con la que se había cruzado en Paris. Entrecerró los ojos, no entendía porqué pero su curiosidad aumentaba a cada segundo, con cada paso que él daba hacia ella y diablos, estaba demasiado cerca. No consentía que nadie, absolutamente nadie se acercase demasiado.

-No sé qué pretende pero espero que no se acerque más de lo que ya lo ha hecho -frunció el ceño, sin entender porqué le pedía que no dejase de bailar. Rió de lo más divertida, estaba de lo más confundido. Nunca dejaba de bailar, de caminar en distintas sendas, caminos los cuales nunca le llevaban a respuesta de su naturaleza.

Qué ignorante, su madre borró , impidió que recordase su verdadera naturaleza. Una cambiante felina. Cuando era un felino imposible recordar lo que pasaba, el calvario cuando despertaba era doloroso, le hería… y sí, seguía esperando encontrar respuesta.

-No dejo de bailar, solo me detuve ¿acaso vais a ser mi acompañante de baile esta noche? Claro que no. ¿Qué busca? Porque no tengo nada que ofrecerle…solo camino con las alas de mi libertad, no le llamé y apareció -

No sabía qué pretendía. No era dada a ser muy sociable. Se mantuvo en silencio, se encontraba bien…no deseaba otra cosa que simplemente… caminar y perderse, perderse y descubrirse ella misma.

-No voy a devolverle la pregunta… temo su respuesta -sonrió, de medio lado, esperando su reacción -Y usted, no deje de soñar… -un consejo, un descubrimiento quizás….

por **Max Stirner** Lun Sep 19, 2016 6:26 am

Temerosa de mi cercanía te alejas, apenas nuestras auras se han tocado; del mismo modo que el corazón del tiburón, muerto una hora antes, palpita aún en la cubierta con una vitalidad tenaz; así las entrañas se remueven de arriba a abajo aún mucho tiempo después de nuestro primer contacto. ¿A ese punto llega el horror que te inspira mi presencia? Quizás me equivoco, pero intuyo que es tu voluntad que se ha alistado bajo la bandera de liberación la que libra un combate encarnizado con el miedo.

- Me ha atraído tu canto. ¡No temas nada! Sólo he querido dotar de un rostro a la voz que me atrajo, imantado hasta aqui.

(* Maravilla de encontrar un cuerpo imposible que sin embargo mis ojos vislumbran y que le otorgan innumerables signos de admiración sincera. La luna ha destacado su disco de la masa de nubes y acaricia con sus rayos pálidos este dulce rostro adolecente. Sus rasgos expresan la energía de una leona y al mismo tiempo la gracia de una virgen celestial. )

Asemeja a una vigen por que al hablarme ha apoyado una mano en el pecho, como para comprimir los latidos de un corazón cerrado a toda confidencia y cargado con el pesado fardo de un secreto.

- No respondes a mi pregunta, ni la devuelves. Será pues que he sido un imprudente. Adivino tu secreto, pero fingiré ignorarlo. ¡Plazca al cielo que nuestro encuentro no perturbe esta flor sensible! Fragil envoltorio de un alma hermosa.

Tus ojos me han revelado tus razones; sin mediar palabra alguna; por eso te pierdes en el bosque, lejos de los humanos. Tu pudor excesivo nacido de la idea de que eres un monstruo, te impide entregar tus simpatías a cualquiera. Crees profanarte y profanar a los demás. Así te atrincheras en tu amor propio, ofendida por esta impía suposición que no viene sino de ti misma, y perseveras en tu soledad en medio de tormentos y sin consuelo.

- Si no deseas un compañero para tus bailes, permite al menos que te contemple, como hacen los pájaros hechizados detrás de las ramas de los árboles. ¡No permitas que este bosque se vuelva augusto como una tumba a causa de mi presencia!

por **Leona L. Lawrence** Mar Sep 27, 2016 12:17 pm

Bastaba oír que no temiese para alejarse aún más. Alguien desconfiado era incapaz de aguantar demasiado tiempo cerca de un desconocido. Desconocido que no entendía su posición pues ella solo había reaccionado a seguir huyendo, paso a paso…hacia atrás y no mirar lo que dejaba en el olvido.

El hecho de que la admirase de esa manera, la inquietaba de tal modo que incluso tembló. Un temblor que temió pues así se sentía cuando olía el peligro. Peligro ante sus ojos, un hombre perdido como ella en aquel bosque. Pasos sin sentido. Suspiró largamente, esperando que no dijese nada, la dejase marchar… no deseaba estar en aquel lugar y menos con alguien que parecía maravillado ¿querría hacerle algún mal?

-No sé lo que desea pero no lo encontrará en mi persona -bajó un instante la mirada, necia… debía estar alerta, nada ni nadie podía acercarse y hacerle daño.. no era la primera vez. Extraños que buscaban encontrar una presa fácil para aprovecharse… y no , no iba a consentir que nadie sobrepasase esa línea imaginaria que con sus palabras intentó derribar, no, una negativa que se repetía mentalmente una y otra vez.

-Ya me contempla, no ha parado de hacerlo ¿cómo puede querer contemplar a un alma solitaria, sin vida? Siga su camino… aquí no hay nada que le haga bien, solo quebraderos de cabeza . Cuide sus pasos, piérdase entre las sombras de las que ha venido… no necesita más que contemplar belleza y aquí no la va a encontrar… solo pena, tristeza… no necesitará eso. Necesita sentirse libre, único y yo no puedo ofrecerle tal cosa…

Hizo ademán de alejarse, temiendo ser perseguida. Qué extraña sensación, qué vacío interno ¿cuándo dejaría de sentirse de aquel modo? Sus orbes esmeralda, observaron al desconocido, apenas entre las sombras podía apreciarle, solo medio sonrió y se encogió de hombros.

-No voy a ser la culpable de entreteneros… así que perder cuidado… siga su camino sin mirar a su lado, atrás… siga pensando en que solo fui un espejismo

por **Max Stirner** Jue Oct 20, 2016 12:34 am

- Dices que no sabes lo que deseo, y en cierto modo quieres convencerte de que eso es verdad...

No, no, no, repite tu mente incensantemente, pero lentamente caes entre las garras de mi pensamiento. Es esto lo que los vampiros llamamos "confusión" una diciplina antigua enseñada por mi Sire y de la cual me valgo para seguirte contemplando aún contra tu voluntad.

- Que siga mi camino, me ordenas. Pero yo digo que mi camino me ha traído ante ti, alma solitaria. Que quiero quebrarme la cabeza contigo. Con tu belleza triste con tu pena hermosa.

Ejerce la presión el pensamiento cuando ella hace el ademán de alejarse temerosa, quizás ya intuya como el poder vampirico comienza a afectarle e impotente ante sus efectos, de forma sutil encoge de hombros y sonríe apenas.

- Dices también que no serás la culpable por detenerme. Pero yo te digo: nadie es inocente, mi niña, ante mis ojos. Nadie es inocente.

(* El vampiro ejerce sobre la cambiante su poder de confusión con toda la fuerza que le permite la sangre de Kain que corre por sus venas)

Yo soy la noche, y por la noche he sido parido. Entrega tu cuerpo a mi criatura, que a la noche pertenece tu alma inmortal. Ya que tanto has tentado a mis sentidos con tu persistente negativa y en contradicción con tu necio permanecer frente a mí como en un acto desafiante a la muerte misma. Algún otro ser, con un espíritu menos ardiente hubiera escapado ya hacia las sombras tras sentirme llegar, pero no tu, mi Leona, poderoso avatar de la tierra. ¿Como puedes seguirlo dudando? Es a tí y a nadie más a quien he venido a buscar a la floresta...

por **Leona L. Lawrence** Dom Nov 20, 2016 4:04 pm

Abrumada, seguía allí parada, observándole como si fuese un espejismo… el único Oasis en el desierto. No comprendía porqué pero no podía salir huyendo, al menos de momento. En esa noche, una en la que deseaba completa soledad…se negaba a la cercanía de alguien . Cerrar los ojos, dejarse vencer por el sueño y que su naturaleza hiciese el resto. No estaba acostumbrada a encontrarse personas… mejor, seres extraños…él no debía de ser de este mundo.

Su aura, su atrayente voz como un susurro en la noche que te invitaba a todo y a más, deteniendo sus pasos ante él ¿no podría acaso volver en sus propios pies y seguir corriendo? Era lo que más deseaba en ese instante. Ese momento en el que no necesitaba la compañía de nadie, solo la de su propia alma…alma atormentada por una naturaleza que desconocía pero que a la vez le hacía sentir libre.

Se sentía atrapada ante la presencia de aquel hombre, como con sus artes la retenía y ella…luchaba por salir corriendo. No podía estar ni un segundo más allí, podía sentir como sus propias emociones volvían a explotar, INCONTROLABLES. Tuvo que cerrar los ojos, volviendo a experimentar esa pesadez, ese estado en el que solo quería dormir …y así era una parte de su mente.

-Quiero mi libertad, ese instante en el que puedo ser libre…necesito huir de la realidad -murmuró apenas en un susurro con su aterciopelada voz. -No imagino que puede ser, intento buscar en mi interior pero no encuentro respuesta… tengo que irme, necesito sentirme libre…

Aún confusa, cerró sus orbes esmeraldas, brillantes como las que plagaban el cielo que los observaba. No podía controlar aquello aunque quisiese, un gato negro como la noche con el pecho blanco y ojos desafiantes… los de la propia joven, lo miraba desafiante…libre. Dejó de ser ella, para convertirse en ese felino que ansiaba por correr por el bosque… sin pensar en otra cosa que en aquel paseo…dejando atrás lo demás.

Maulló de forma lastimera sin comprender, reculando hacia atrás y perderse en la maleza…alejándose de aquel sitio mágico.

por **Max Stirner** Lun Nov 28, 2016 8:14 am

Miré a la mujer, ahora transformada en gato escurrirse entre la maleza, inmúne ya a mis poderes de confusión. Epoch me lo había explicado ya; que en la escencia de cada cambiaforma cohabitan dos mentes. La mente del humano y la de el espíritu animal que le protege y es su égida.

"En el momento de verse acorralado el cambiaformas asumirá la forma de su escencia más profunda. Su verdadero instinto saldrá a la luz..." Es un sistéma de defensa con el que Gaia equipa a todas sus criraturas, cada una de acuerdo con su naturaleza.

Yo esperaba que la Shifter se transformara en León y así poder tener una pelea divertida, pero su tímido instinto de supervivencia le ha acosejado asumir la forma de un pequeño felino para incrementar sus posibilidades de escapar.

Una terrible decisión, aunque no se podía juzgar con dureza a su instinto. Si se tratase de una bestia salvaje, por decir, un humano común y corriente, escapar en la forma de un gato hubiese sido la elección lógica. Sin embargo mis sentidos agudizados me permiten saber en todo momento a donde se encuentra la gatita e incluisive podría alcanzarla con facilidad, debido a mi velocidad sobrenatural.

Por un instante pienso en torturarle un poco, persiguiendola solo por diversión, en verdad me sería fácil atraparla; pero meditandolo mejor... ¿qué satisfacción podría obtener ya de ello? Toda la emoción que me había provocado con su baile sugerente y su actitud de desafío se desvaneció al encontrarme con la naturaleza huidiza de aquella pequeña y curiosa criaturilla.

- No esta noche, Gatita. Nadie morirá hoy.

(* Stirner sabía que eso no era mas que un buen deseo, pero quería creer que se podía hacer realidad)

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