Andrew Lawrence

por **Andrew Lawrence** Vie Ene 22, 2010 12:46 pm

Nombre del personaje: Andrew Ralph Lawrence
Edad: 30
Especie: Humano
Tipo y nivel social: Miembro del clero.
Lugar de origen: Oxford, Inglaterra
Descripción física: Pelo corto y castaño. Facciones marcadas y con algunas arrugas en la frente. Suele llevar algo de barba. Ojos profundos y de color verde oscuro. Mirada penetrante. Aunque su expresión es muy afable, en realidad es bastante huraño. Es alto y de constitución fuerte.
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Descripción psicológica: Andrew ha cambiado mucho a lo largo de su vida. Al nacer en el seno de una familia noble, Andrew tenía todo lo que quería cuando y donde lo quería. Durante sus años en el seminario, se mostró como un chico mal educado en insolente. Pero más tarde cambió. Se volvió una persona misericordiosa que velaba por el bienestar de sus parroquianos. Sin embargo, la vida le impuso un duro golpe que él aún no ha superado y cree que no superará jamás. Por ello, se ha vuelto un ser algo huraño y sombrío. La gente lo suele ver como una persona misteriosa e inexpugnable. Y si le preguntas algo sobre su pasado, o bien recibirás una respuesta condescendiente, o siemplemente, no te contestará.

Historia:
-Perdóneme, Padre, porque he pecado.
A través de la rejilla de madera del confesionario a penas se podía ver nada. Pero yo ya sabía lo que había dentro. Había estado allí demasiadas veces.
-¿qué pecados son esos, hijo?-Me preguntó el cura a la par que me lanzaba una mirada. Me había reconocido. De hecho, había pocos miembros en la Iglesia que no conocieran a Andrew Lawrence, El Azote de Satán, me llamaban.
Suspiré. Esto iba a ser muy largo.
-Verá, Padre...Yo nací en el seno de una familia noble.-De pronto, mi mente se trasladó a los amplios jardines de la casa de campo a las afueras de Bristol donde solía pasar las vacaciones con mis padres y mis hermanos.
<< era el segundo de tres hermanos, y bueno, como corresponde a los educados segundos hijos de los nobles, mi padre quiso enviarme al seminario para concluir mi carrera eclesiástica. Yo no quería, he de reconocerlo...¿pero quién está a renunciar a los placeres de la carne cuando apenas tienes 16 años? Finalmente no me quedó otra opción y fui enviado al monasterio de Brighton para recibir unos estudios y convertirme en sacerdote.
No me siento nada orgulloso de aquellos años. Fui la vergüenza del seminario. Nunca cumplía mis obligaciones, apenas asisitía a las misas y ponía en entre dicho las Sagradas Escrituras.
Pero entonces, una noche tuve un sueño muy extraño-aunque creo que es lo más normal que recuerdo de éstos últimos años. Una mujer, una mujer muy resplandeciente y bella me dijo que los Hijos de Satán campaban por sus anchas y yo debía de detenerles.
Al día siguiente fui a ver al sacerdote encaragado del seminario. Tras haber escuchado mi historia quedó pensativo unos momentos...Después me miró con intensidad, como si cavilase algo...Me mandó que me retirase y no salió de su despacho hasta pasada una semana...Recuerdo los murmullos que se escuchaban por los pasillos fríos y de piedra del monasterio; que yo era el nuevo elegido por Dios para frenar a las criaturas del Infierno. que mi sueño era en realidad la aparición de la Santísima Virgen confirmando lo que ya se veía venir...Que había sido tocado por la Gracia de Dios.
Al año siguiente me deportaron al Vaticano...Recuerdo a mi instructor, Carlo Zefirelli. Nada más llegar, me llevaron a unas dependencias secretas de la Santa Sede y me explicaron las funciones a las que estaba destinado. Yo era un Cazador, cazador de criaturas de Lucifer. Habíamos solo unos pocos en todo el mundo.
Durante los 5 años que pasé en el Vaticano, obtuve lecciones teóricas sobre cómo matar a esos monstruos...Vampiros, hombres lobo, fantasmas...Todo lo que consideraba pura fantasía y leyendas urbanas surgidas de las mentes turbadas de los simples aldeanos, de pronto, eran realidad...Y la Iglesia estaba al tanto de ello y peleaban contra ello de forma secreta.
También me entrenaron de forma práctica. Me enseñaron a utilizar armas de fuego, el arte de la esgrima y demás tácticas de combate.
Cuando cumplí los 20 años recibí mi primera misión desde el Vaticano (esta primera con la ayuda del general de la Santa Inquisición). Tras ésta, vino otra y otra y otra más.
¿Sabe, Padre? no es esta la forma que yo tenía en mente de servir a los designios de Dios. Me he convertido en otra arma más del Vaticano contra las criaturas sobrenaturales. Yo sólo quería ayudar a aquellos aldeanos que lo han perdido todo debido a las clases opresoras de la nobleza. Pero parece ser que Nuestro Padre tiene otra cosa preparada para mí. Por eso peco, Padre...Porque¿quién quién soy yo para cuestionar los caminos del Creador?
"Estás destinado a hacer grandes cosas"...Me dijo una vez aquella aparición. Pues yo no me siento grande.>>

El sacerdote no supo qué decir. Quizá era una de las pocas personas que conocía la verdadera historia del Azote de Satán, pero la guardaría bajo secreto de confesión.
-No hace falta que diga nada, Padre. Ya me impongo yo mi penitencia.
Dicho esto, salí de la iglesia, rumbo a París, donde me había comunicado un mensajero del Santo Padre que se encontraba mi próxima caza. Fuera, ya comenzaba a sentirse el frío viento azotando las ramas de los árboles...No tardaría en comenzar a nevar.

Datos extra:
-Durante uno de sus viajes por Europa, conoció a una tal Rachel McAdams, de la cual se enamoró...Pero ella fue asesinada por un vampiro, Andrew no pudo salvarla y se culpa por ello. Por ello y por haberse sentido atraído por ella.

**No sé si mi personaje está muy correcto porque no he visto por aquí a ningún cazador y menos que sea miembro del clero...Si no puede ser, cambiaré la bio ^^ **

por **Nigel Quartermane** Sáb Ene 23, 2010 4:43 am

FICHA ACEPTADA, BIENVENIDO

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