Alöis Joubert ID ||

Alöis, es un hombre que se caracteriza por su nobleza, jamás juzga a las personas, ni a sus colegas, ni a sus enemigos. Siempre da la posibilidad de resarcirse de los errores y ayuda a quien los necesita, sin esperar nada a cambio.

Otras de sus características, es que siempre es sincero, directo y hasta a veces esa sinceridad, lo lleva a cometer torpezas que luego se arrepiente. Pero en él siempre está la buena voluntad, la humildad de rectificar si ha hecho daño u ofendido a alguna persona.

Leal, tanto en su trabajo, como en su vida, en sus relaciones. Lo ha hecho desde siempre, cuando se casó con una mujer a la que no amaba, pero por la que sentía un entrañable cariño. A pesar de que no la amaba como ella hubiera deseado, él jamás le fue infiel, ni dejó de cumplir con sus obligaciones matrimoniales. Luego de la muerte de su esposa, no ha vuelto a formar pareja, sigue siendo leal a su recuerdo, piensa hacerlo, hasta que su corazón encuentre a ese ser que logre curar sus dolores, sus miedos, su sentimiento de culpa.

Se considera una persona justa, por lo que no es propenso a realizar prejuzgamientos, prefiere pecar de ingenuo, que juzgar injustamente a alguien. Aunque jamás permitirá que alguien sufra por la injusticia de los demás, lo que le lleva a tener mas de un problema con sus jefes, al poner la cara por alguno de sus hombres.

Apacible, en momentos en que no trabaja, o no está en misión, gusta de la vida tranquila del campo, de la campiña francesa, por eso suele pasar sus días de sosiego en la mansión que posee en las afueras de París.

Valiente, aguerrido, como coronel, dirige a sus hombres, siempre de la mejor manera posible,  lanzándose al enemigo, y dando el ejemplo a los soldados que luchan a su lado sin descanso, buscando siempre la victoria, aunque ésto le pueda costar la vida.

Alöis, nació en Paris, en el seno de una familia de la nobleza, una de las tantas que tuvo la buena suerte de huir a tiempo y refugiarse en Inglaterra durante mas de una década, esperando que la revolución dejara de ser tan sangrienta y que tanto sus posesiones como su estatus fuera devuelto. Deseaban volver, pero las condiciones no estaban dadas, por esa razón, sus padres, intentando hacer que el joven Joubert asentara su vida en una tierra segura, lo comprometieron con una joven de excelente familia, emparentados tanto con la nobleza inglesa, como con la francesa. Alöis no se opuso, pues aunque no amaba a la joven, sentía un gran cariño por ella, fue así que en la primavera de 1798 se casaron en la abadía de Westminster. Los primeros meses de matrimonio fueron apacibles, hasta que descubrieron que Anne estaba embarazada, fue allí, cuando descubrieron que la salud de la joven esposa era demasiado frágil para llevar un embarazo y más aún un parto. Pocas semanas después de la noticia, Anne, sufrió un aborto espontaneo, lo que trajo sentimientos encontrados, por un lado Alöis estaba tranquilo por que su esposa no corría peligro de muerte y por el otro, sufria por la perdida de su hijo.
Al año siguiente, fue llamado para ser parte de la milicia que debía pasar un tiempo en las lejanas tierras del Asia, Alöis, vio aquello como una forma de escapar del gran problema que se había vuelto el negarse a buscar un nuevo embarazo. Mas la joven se las arregló para pedirle una última noche de amor, antes de zarpar, a lo que no se pudo negar. Mientras él se encontraba en oriente, meses despues de haber dejado Inglaterra, recibió una carta, la que le pedía que volviera lo antes posible, pues su esposa estaba muy delicada. Sus jefes Militares no se opusieron y pronto se encontró realizando el largo viaje de regreso. Mas cuando llegó a sus tierras se encontró que su esposa había sido enterrada un mes atrás. Sus suegros le contaron lo feliz que ella estaba por haber quedado nuevamente en cinta y que se había aferrado a la ilusión de poder llevar un embarazo a termino, a pesar de que el medico había sugerido interrumpir  el embarazo para salvar la vida de la madre. Mas se hizo lo que ella quería, como toda la vida habían hecho sus padres. Mas al contar con seis meses de embarazó, se produjo una hemorragia que en pocos minutos la llevó a la muerte. El medico no pudo salvar al niño, que era demasiado pequeños para sobrevivir.

Luego de haber sufrido tan tremenda perdida, Alöis no ha vuelto a ser el mismo, dejó para siempre Inglaterra y se ha instalado en París, trabaja como miembro activo del servicio de inteligencia británico, aunque para la mayoría solo fuera un empresario textil y terrateniente ingles.