No quedan dias de ayer. ( Jéromy Leroy).

por **Edmundo Mercadante** Lun Oct 18, 2010 11:56 pm

Se encontraba inapetente y ausente, completamente ausente, en las noches se revolcaba en su lecho, soñando con un barco que se deslizaba en el mar silenciosamente, mientras a lo lejos, las imponentes piramides de la ciudad de los dioses se iban perdiendo de su vista, sentía el irrefrenable deseo de lanzarse al mar, y regresar a fuerza de nado a su tierra, pero ya no habia marcha atrás, habia dejado la nueva españa atras, y ahora no tenía sentido, sabia por que se habia marchado de su hogar, debía de conseguir una nueva vida antes de poder regresar con la frente en alto a sus tierras, pensó en Ahuizotl, en su hermana con quien nunca mas volvió a tener conversación, y un sentimiento de apatía se apoderó de el.

El idioma no era una barrera, pocos idiomas lo erán en si, desde pequeño habia sido educado con esmero en las mejores escuelas, instruido en artes, idiomas y oficios, sabia hacer muchas cosas, y tenia el dinero para financiar todo aquello que pudiese desear, pero algunas vecez, casi la mayoría, se extrañaba un poco la compañia de sus familiares, la oscura residencia donde se hospedaba lucía oscura con los amplios cortinajes de terciopelo cubriendo las farolas que rompian la oscuridad de la noche...bueno en verdad se encontraba fastidiado.

Se quitó la camisa de su pijama, observó el reloj de pared, eran las tres de la mañana, no deseaba estar mas tiempo, si tenia insomnio, haría algo para deshacerse de el, al menos por un momento, se colocó una camisa de manga larga negra, que acentuó a un mas la mirada penetrante y cautivadora de sus ojos verdes como los de los felinos, desabotonó dos botones dejando parte de un abdomen que parecia haber sido labrado por las manos del mejor escultor, y salió con rapidez de la casa, perdiendose en el silencio de la noche, no caminó sin rumbo fijo, alguna que otra vez, se detuvo a flirtear un poco con alguna mujer de la noche y continuar su camino, al final llegó a una pequeña plazuela, donde en el centro habia un elegante kiosko, que sin duda albergaba a alguna banda en las mañanas.

Edmundo caminó hacia el kiosko, el parque se encontraba sumido casi por completo en la oscuridad, con muy escasa iluminación, las polillas revoloteaban cerca de las farolas, las contemplo fijamente unos momentos, antes de percatarse, que en efecto el lugar estaba ya vacio, muy pocos ruidos extraños eran captados por sus oidos, y por primera vez desde que habia llegado de su natal Sonora, se sentía relajado y en casa.

por **Jérôme Leroy** Mar Oct 19, 2010 12:58 pm

Como cada noche Jerome se disponía a dar su paseo nocturno; claro, cada noche en la que podía salir y que no fuer luna llena, ya que en esas instancias debía ocuparse en una labor asignada, cuidar a su acompañante.

Hace pocos días que había llegado a París, y pocos aquellos lugares que habían sido recorridos. Tenía curiosidad por ver que tanto había cambiado la ciudad desde que el se había ido hace ya cuatro años.
Por el mismo motivo era cauteloso, puesto que podía reconocerlo algún conocido y aquello sería perjudicial, ya que todo aquel que lo conocía desde antes de su viaje, le daba por muerto.

Esta noche estaba recorriendo la plaza, estaba todo bastante oscuro, solo algunos faroles encendidos iluminaban el lugar que parecía una 'boca de lobo'. Tampoco había gente a su alrededor, lo cual lamentaba un poco, pensaba en llegar a darse algún festín, un tentempié de medianoche.
Caminó por el interior de la plaza, pasando por fuera de un blanco kiosko, recordando de pronto cuando era humano y como de vez en cuando visitaba la plaza de día y veía bandas tocando y amenizando el lugar. - Ideas absurdas- Murmuró quitándose aquellos pensamientos de la cabeza.

Echó un vistazo dentro del kiosko, y le pareció ver a alguien ahí, aunque no quería ser visto, de todas formas se asomó un poco mas a mirar, aunque sin intenciones de hablarle. Quizás solo era un vago que buscaba refugio en la noche, pues le veía dormir. Claro solo notaba su silueta, era un hombre, pero no podía ver ma allá debido a la oscuridad, aún a pesar de que agudizaba su vista.

Tenía cierta sensación de haber visto antes a aquella persona, o sea, haberse topado con ella, quizás solo una corazonada, pero algo le decía que sería interesante quedarse ahí por un momento hasta que e otro notara su presencia (Si es que lo hacia).

por **Edmundo Mercadante** Mar Oct 19, 2010 3:15 pm

Para pasar el rato habia sacado una cajita de rapé, una hoja de papel arroz, y procedió a preparar un cigarrillo, como habia aprendido a hacerlos cuando era pequeño y viajaba a las fabricas tabacaleras de su ciudad natal, en el nuevo mundo.
Una vez lo preparó lo prendió con un encendedor,comenzó a fumar tranquilamente, observando como se perdía el humo entre las sombras y la oscuridad, observó las polillas que revoloteaban aun en torno a la luz cada vez mas freneticas como percibiendo algo, una se deslizó hasta donde se encontraba sentado Edmundo, con una pierna colgando al aire, la espalda recargada en uno de los pilares del kiosko, y la otra pierna flexionada la tipica imagen de un existencialista que no tiene mucha prisa por vivir, al menos no en apariencia.

Sonrió cuando la polilla se posó en su oido, y acontinuacion emprendio vuelo revoloteando freneticamente hasta alcanzar a las demas,su voz profunda y grave sono entonces en medio de la quietud de la noche.
-Es curioso las cosas que te pueden contar las polillas, por ejemplo el caballero que esta oculto en las sombras, como un asaltante.-dijo Edmundo sonriendo y expulsando el humo por sus fosas nasales, era algo que le agradaba hacer muy amenudo.

por **Jérôme Leroy** Mar Oct 19, 2010 4:47 pm

Vio la luz, aquella pequeña luz que apareció por un momento desde el fuego del encendedor, y luego la luz que aparecía por la punta de aquello que parecía ser un cigarro. Y lo era, aquel individuo en frente de él se había puesto a fumar, y podía ver el humo que desaparecía en la oscuridad.

Pensaba en retirarse y seguir su camino, pero cuando escuchó la voz de aquel hombre, hasta ahora en el anonimato, se sorprendió. Decidió entrar al kiosko, pero se quedó en la entrada de éste- Es difícil no estar oculto entre las sombras en un lugar como éste, ¿No cree usted? - Dio un par de pasos mas cerca del hombre, pero aún guardando la distancia. Sentía que aquella voz la había escuchado antes, y así mismo la silueta se hizo familiar para él.

-Además, si fuese un asaltante, no sería mas práctico haber estado detrás de usted? Monsieur Mercadante...espero que mi memoria ni mi oído fallen, es difícil distinguirle en la penumbra- Entre su voz y aquel comentario sobre las polillas pudo asegurarse de que era el hombre que había conocido en el barco. Posó su espalda en uno de los pilares del kiosko, cruzándose de brazos. - No pensé volverlo a ver, al menos no tan pronto...y tampoco en paseos nocturnos. ¿Nadie le ha dicho a usted que es peligroso salir de noche? Hay vampiros sueltos en busca de alguna presa...- Bromeó divertido, aunque no sonrió.

por **Edmundo Mercadante** Mar Oct 19, 2010 7:00 pm

No bien estaba exhalando el humo de una nueva bocanada de su cigarro, cuando escuchó pasos que se aproximaban al kiosko, su semblante se mantuvo serio y sereno, hasta el momento preciso en que escuchó la voz de la persona que estaba a sus espaldas, sintió que su espalda era acariciada por una mano fría, y una sensación de revoltijo en su estomago se apodero de el, sensación que ni siquera la siguiente aspiración que dió la borró, conocía esa voz, y no era una persona que creyera mucho en el destino ni en la suerte, a sus ojos, las criaturas que habitan en este mundo, van trazando los caminos de su vida como mejor le plazcan, esa voz la habia escuchado muchas vecez, en varias situaciones mientras viajaba en el barco rumbo a Francia, no pensó volverla a escuchar.

-Tenga por seguro que su memoria y su oido estan funcionando perfectamente señor Leroy, me ha sorprendido encontrarmelo precisamente en este lugar, no creí que después del barco nuestros caminos volvieran a cruzarse.-Se dió la media vuelta sin soltar el cigarro, y se acomodó mejor para contemplarlo pese a las sombras, si en efecto era el, el porte y la gallardía que llevaban ahora que lucia " descanzado" del viaje eran mucho mayor a como lo habia conocido, y no venia con el ese nahual de lobo que lo seguí a todos lados.

-Bueno a decir verdad, mi casa esta muy tranquila sin Ahuizotl, y como es fin de semana, decidí dejar salir pronto a la servidumbre, no podía dormir, y como a la cama se va a hacer dos cosas, una de ellas dormir, pues preferí salir a dar un pequeño paseo, y ver que regalos tendría para mi la noche, no esperé que fuera uno tan agradable.- exhalo el humo de su cigarro en dirección al techo del kiosko, donde tomo mil y un formas fantasmales y se desvaneció, rio con una risa grave y varonil al escuchar el consejo dado por Jeromy Leroy y le respondio.
-Bueno los vampiros no son tampoco como los pintan, ellos tienen sus colmillos, y yo tengo cientos de aguijones venenosos para repartir, asi que no me encuentro tan indefenso señor colmillos- era la forma en que Edmundo le llamaba desde que se habian conocido en el viaje, y no sabia por que lo hacia, tal vez le parecia gracioso el sobrenombre, no conocia a muchos vampiros, en México casi no se veían y los pocos que habia eran casados como plagas.

por **Jérôme Leroy** Miér Oct 20, 2010 5:48 pm

Le sorprendió también el ser reconocido, pero a la vez le hizo sonreír, ligeramente y de medio lado. -Sabía que no podía estar tan equivocado, mis sentidos suelen ser bastante fieles y estaba seguro de haber escuchado aquella voz antes. El viaje no fue hace mucho así que aún le mantenía en el recuerdo- Se acercó mas a él, mientras se arreglaba el cuello de su abrigo.

-Muy considerado usted con su servidumbre...- Con tono sarcástico, quizás solo por costumbre de hablar así. Alzó una ceja ante el comentario sobre la cama, sacando una sonrisa divertida de su labios -Poco es lo que uso mi cama, no duermo demasiado...-Y evitó hacer comentarios sobre la otra acción que se hacia en la cama, porque a decir verdad, tampoco era algo que hiciera a menudo, aún cuando ganas no le faltaran.-Supongo que es halagador el que se refiera a mi como un regalo, aunque la mayoría de las veces, no suelo ser del tipo de regalos que la gente se espera recibir, creo que soy mas como el regalo que se dio sin tino.-

Le parecía interesante la habilidad del hombre que tenía en frente a él, poder manejar insectos, siendo ellos tan pequeños pero inclusos mas letales que un gran mamífero. Definitivamente era algo que debía tener parte de su admiración y respeto.- De que usted no es una criatura indefensa, eso es algo que doy por hecho...-Miró hacia un lado intentando observar el paisaje, pero siendo poco lo que se veía. Luego le miró de reojo, cruzándose de brazos y viéndole con una ceja alzada- Ya he escuchado varias veces ese nombre 'Señor colmillos'...podría sonar gracioso, aunque no solo estoy hecho de colmillos, hay mucho mas de mi.- Acotó y se descruzó de brazos solo para arreglar el mechón de cabello que se iba a su frente.

-Disculpe mi intromisión, pero ¿Es mucho lo que planea quedarse en París?- Preguntó curioso, aunque haciendolo de forma desinteresada - ¿A qué me había dicho que se dedicaba?-

por **Edmundo Mercadante** Jue Oct 21, 2010 1:11 am

Edmundo rió con una risa grave pero agradable de escuchar, su seductor tono de baritono respondio con franqueza al hombre .-Ya se que estas hecho de algo mas que colmillos, eso es algo que comprobé, pero me parece una forma divertida de llamar a un hijo del Mictlán, de donde vengo no existen muchos que digamos y siempre habia tenido curiosidad por convivir con uno-dijo en un tono franco de voz, observando a Jerome acomodar un mechón de su cabello, que habia resbalado de su peinado.

-Pues en este momento su presencia ha llegado con un buen tino, estaba fastidiandome de ver solo rostros desconocidos de damas necesitadas de un hombre, y de jovencitos de actitudes dudosas-respondió Edmundo finalizando su cigarrillo, lo lanzó al suelo y de un salto se bajo del barandal donde estaba sentado, callendo sobre el cigarro apagandolo por completo.

-Todo depende de como pinten las cosas para mi en esta ciudad, vengo sin un motivo en especifico, la vida en México comenzó a volverse sumamente estresante para mi, ya sabe, compromisos formales, aunado a que la gente estirada no veían bien que permitiria que mi servidumbre compartiera sus alimentos en la misma mesa que yo, si todo resulta como deseo que resulte, pasaré una larga temporada en París, en México ya no me queda familia, solo una hermana y esta desaparecida desde que se fugó de la casa-dijo Edmundo observando el reflejo de la luna callendo sobre la blanca madera del magnifico kiosko antes de proseguir con su respuesta.

-Por pasión soy musico y actor, toco el violonchelo y el clavecín aunque muchos lo consideran pasado de moda, y actualmente he ingresado a la compañia de teatro del teatro de París, por otro lado como no siempre se puede vivir de ser músico, me dedico a la investigación de especies de animales, seré profesor dentro de poco del colegio de paris de Zoología y Criptzoologia, en México mi familia era dueña de minas de metales preciosos, y ademàs poseía grandes hectareas de cultivo y crianza de ganado, pero esa vida...no era lo que yo deseaba para mi, perpetuar la misma tradición que se ha seguido desde hace 300 años no es mi idea de vivir feliz...-finalizó Edmundo. y entonces se atrevió a preguntar, ya que sus encuentros durante el viaje no se habia atrevido a hacerlo.

-Y a usted que le trae a venir a visitar paris -finalizó

por **Jérôme Leroy** Jue Oct 21, 2010 3:05 pm

Le escuchaba con atención aun cuando su mirada se dirigía a otro lugar, contemplaba la luna, el cielo estrellado, tan oscuro, pero que a la vez era tan hermoso para él que hasta ganas de escribir una poesía habría tenido. Aunque eso era algo que había dejado de hacer hace mucho.

-La noche trae consigo cosas hermosas, como por ejemplo esa luna menguante y las estrellas a su alrededor, tan brillantes. Pero también tiene cosas bastante peculiares, que al igual que esa luna y estrellas, no se pueden ver de día, como lo son aquellas personas que ha nombrado...- Volvió a mirarle, esta vez mas de forma directa.- No les culpe por sentirse atraídos ante lo que ellos podrían considerar una 'belleza exótica'-

Le escuchó con atención acerca de su estancia en París, pensando si tomar asiento en la baranda del kiosko, pero eso implicaría que su traje se pudiera manchar o arrugar, y era algo que no le gustaría. - París tiene muchas cosas que le podrían gustar y hacer que se quisiera quedar aquí por siempre. -Comentó con cierto orgullo de su tierra natal.

Su atención ante el hombre aumentó cuando escuchó a que se dedicaba éste.- Vaya, un artista, Creo que no a todos les importa lo que 'conviene' en la vida y prefieren seguir sus sueños. Sería interesante conocer su lado musical, monsieur Mercadante. -

Sonrió de forma amable pero con cierto aire de galán que siempre traía a cuestas y parecía ser una costumbre mas que algo que hiciera a propósito.- Es interesante el conocer a alguien que quiere seguir su propio camino y no algo que esté estipulado.-

Al escuchar la pregunta por parte del otro se quedó en silencio. Tomó su tiempo antes de contestar -Vine buscando a una persona, no estoy tan apresurado así que me lo tomo con calma.

por **Edmundo Mercadante** Jue Oct 21, 2010 10:43 pm

Rió de buena gana cuando escucho la palabra belleza exótica.
-Eso sono a decir que soy feo como el trasero de un mandril-dijo Edmundo sonriendo abiertamente, le habia divertido el comentario y prosiguió.-Si lo entiendo, usted sabe, la sangre caliente de un latino siempre es bien vista de este lado de Europa, o me equivoco.-

Édmundo terció sus labios en una sonrisa galante, mientras prestaba atencion a Jerome.-Y usted estaría dispuesto a mostrarmelas, aunque creo que su persona sería la primera de esas cosas interesantes que París tiene para ofrecer.-

Mientras escuchaba las palabras del caballero frances, comenzó a preparar rapidamente otro cigarrillo, habia traido una buena dotación de tabaco, habia probado el parisino y no le habia encantado tanto, preferia el que sus propias manos cultivaban en su natal México.
Inhaló el humo y lo expulso lentamente mientras le respondia de la siguiente manera.

-Cuando desee puedo darle un concierto, publico o privado como sea su referencia, el problema es que avecez es tan frenetico el movimiento de mis dedos que terminan sangrando...te has alimentado ya hoy Jerome?-pregunto Edmundo con curiosidad, intentando adivinar en la oscuridad de la noche los blanquecinos colmillos del vampiro.

-Será acaso una persona no tan importante, por que si lo fuera, desde mi punto de vista, hubiera sido lo primero que hubiera hecho apenas bajar del barco.-

por **Jérôme Leroy** Vie Oct 22, 2010 8:29 pm

Frunció algo el ceño, pero no por molestia, casi como costumbre -Claro que no me refiero a eso, lo digo porque la gente se suele encantar con aquellas personas o cosas que están fuera de su alcance o de lo cotidiano- Comentó serio y casi despreocupado - No se equivoca, para aquellos que no han salido del continente o incluso de esta ciudad, siempre es agradable encontrarse alguna novedad-

Llevó una mano a su mentón, mirando hacia un lado pensativo ante aquello de poder mostrarle esas maravillas de la ciudad al latino -Pecaría de vanidoso si doy una respuesta afirmativa a lo que usted dice de mi, pero como pecar es algo que me tiene sin cuidado, pues entonces podría ser que si, París tiene de vuelta a Jérôme Leroy...aunque no se cuan fascinante pueda ser comparado a tantas maravillas...soy solo un simple...inmortal - Rió burlesco ante lo último - Deberé pensar si es que puedo mostrarle cosas en esta ciudad, sabrá usted que de día es imposible para mi salir, y la noche es donde mas me muevo, no solo a alimentarme, si no también por negocios-

Le miró con atención como preparaba el cigarrillo, pues el estaba acostumbrado a ver como la gente lo compraba ya listo para fumar. Supuso que aquel tabaco debía ser especial y por eso le usaba. Fue en eso cuando su vista subió hasta los ojos de Edmundo escuchando con atención acerca de su música.

-Sería agradable tenerle de visita en mi hogar, quizás a mi compañero también le agrade su música- La verdad es que no sabía si a Alfred le agradaría o no la música, pero no era algo que le importarse del todo, pues tenía cierta idea cruzada en la mente con Edmundo y su habilidad para tocar instrumentos musicales. -¿Ah? - Alzó una ceja ante la última pregunta y sonrió- Si, me he alimentado, aunque sepa usted que si le viera sangrar, su sangre me podría llamar la atención, pero creo saber controlarme, no me gusta volverme una bestia salvaje, beber desenfrenadamente solo porque si...se pierde el encanto de cazar.-

Ante lo último volvió a fruncir su ceño, pero ahora si algo molesto. Pues él tenía sus razones y además aquella persona si era importante -Es importante -Dijo con decisión- Muy importante, estoy seguro de que es la única persona que ocupa mi mente en estos momentos...es solo que, hay muchas cosas que me impiden llegar a su lado y solo decirle 'Hola ¿Cómo estás? Ha pasado tanto tiempo...' Jamás podría decir eso así como así...-

Claro que eso era algo imposible, llegar y acercarse a Andrè, su hijo, aquel que lo creía muerto, llegar como si nada hubiera pasado, era algo impensable.

por **Edmundo Mercadante** Lun Oct 25, 2010 3:35 pm

Edmundo sonrió ante los comentarios del caballero, escuchando atentamente que a su compañero tambien le agradaría que escuchar la música de Edmundo.
-Se refiere al muchachillo con el que lo llegue a ver en algunas ocaciones durante el recorrido en el barco?, no pensé que estuviera aquí con usted-respondió Edmundo con curiosidad en su voz, el muchacho tenía un aroma muy familiar, olia a los lobos, y sin duda alguna era algun hijo de la diosa luna, por ahora no le preocupaba mucho
.-Podría llevar mi violonchelo, pues sería cansado y estorboso tener que llevar mi clavecín hasta su residencia, ademas se desafinaría en el viaje.- le dijo Edmundo y era cierto, no soliamover el clavecin por que ademas las cuerdas eran fragiles y las cuñas del instrumento podrian romperlas.

Dio una nueva probada a su tabaco, y sonrió al escuchar el comentario sobre la alimentación.
-No me lo tomé a mal, pero siempre he tenido la curiosidad de saber que se siente ser mordido, disculpe mi ignorancia, pero si alguien es mordido por un vampiro, se vuelve tambien uno?, existe alguna sensación en particular que sientan las victimas-le dijo en tono curioso e incitante, por que ánte su sed de conocer emociones y sensaciones nuevas, tenia curiosidad de ser presa de algun vampiro, siempre y cuando no lo aniquilase.

Se sintió apenado por el comentario que causo molestia notoria en la persona del vampiro y le respondió
-Espero no te halla causado molestia mi comentario, si tienes toda la razón, es como cuando mi hermana se fugó de la casa en compañia de un hacendado, y regreso embarazada, esperando un recibimiento con bombo y platillo, avecez es dificil ver a una persona a lq eu no has visto por mucho tiempo, quiza las intenciones de alguien sean buenas, pero tal vez la reaccion de la persona en turno no lo sea...gusta un cigarrillo-

por **Jérôme Leroy** Mar Nov 09, 2010 1:25 pm

Asintió con la cabeza ante la duda del cambiaformas -Está en lo correcto, es el mismo hombre que me acompañó en el viaje. Somos amigos hace unos años ya y ahora me acompaña en Europa...aunque lo de su música me interesa bastante- Acomodó el mechón sobre su cabello, el cual nunca podía controlar si no llevaba su cabello engominado. -Quisiera saber si podría tener clases por su parte, quiero aprender a tocar un instrumento y el violonchelo me ha parecido interesante-

-Uhm, parece que ambos tenemos algo de curiosos...- Sonrió agachando la vista e intentando dar un vistazo hasta sus pies, para luego subir la vista - Para algunos es placentero el sentir como su cuerpo es vaciado poco a poco, pero así mismo para otros ha de ser un sufrimiento, creo que todo depende de la relación que se tenga...¿Ah? -Alzó una ceja y cerró sus ojos pensativo- No, un mortal no puede convertirse en vampiro solo con ser mordido. El hecho de renacer conlleva mas cosas. -Se acercó hasta él, quedando cerca y a un lado, observándole con detenimiento, sobretodo el cuello- No sería difícil que encontrase quien quisiera beber de su sangre...-Con un tono de voz un tanto seductora terminando por apoyar su mano sobre el hombro contrario- ...el alimentarse es importante...pero a veces con las preocupaciones que tengo se me quita algo el apetito...creo que algo difícil para mi es intentar no caer en tentaciones...así como para un humano el ver un pastel en el aparador de una pastelería puede ser tentador, par mi oler la sangre de varios lo es, pero intento controlarme, no quisiera volverme mas bestia de lo que ya soy, lo hago solo por esa persona.

Le escuchó hablar sobre su hermana, sintiendo algo de 'felicidad' al ser comprendido en su situación y asintiendo ante la oferta del cigarro- Lamento la situación de su hermana y me agradaría probar su tabaco, aunque advierto que hace mucho tiempo que no fumo...-

{Off: Siento la tardanza}

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No quedan dias de ayer. ( Jéromy Leroy).

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Re: No quedan dias de ayer. ( Jéromy Leroy).

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