¿Es un adiós o un para siempre? {Abigeil}

por **Andrei Chezhekov** Jue Oct 27, 2016 7:18 pm

Andrei estaba en un hotel esperando a Abigeil.

No hace mucho había dejado el piso en donde se alojaba para poder no ser descubiertos por su hermana Emily. Suspiraba constantemente a la espera de que apareciera alguna señal de que Abigeil estaba cerca, pero nada. No veía nada por la ventana ni por los pasillos de las habitaciones del hotel.

Era desesperante estar esperando y no ver nada de nada. Estar esperando a que algo pasara y que aún no pasaba. Se preguntaba, ¿Dónde estaba? Ahora desearía tener algún tipo de súper poder para poder rastrearla o contactar con ella, pero no. Era un humano normal y corriente, que no tenía ningún súper poder. Andrei se desesperaba y se sentó para tomar asiento en el lecho de la cama, a los pies de la cama. Se rasco un poco el cabello por detrás e inmediatamente el tic-tac del reloj comenzaba a molestarle demasiado. Estaba al borde de la histeria – Abi….-murmuro de nuevo algo impaciente, volvió a andar por la vacía habitación.

Recuerda cómo empezó todo.

En una habitación de hotel en la que fue una encrucijada. Ambos…los tres fueron asentados para una trampa. En cambio Andrei se llevó la flecha de Cupido y se fascinó por Abigeil a la que seguía esperando en la habitación de hotel. El silencio era abrumador y conseguía desesperarlo por segundos. No tendría otra opción que salir en su búsqueda, nuevamente como un perrito faldero y eso le estaba cansando. Se armó con las armas que tenía, mantuvo cerrada la chaqueta a causa del frio mañanero. Se puso la capa oscura y salía de la habitación con semblante serio, pero para su sorpresa, Abigeil estaba entrando por la puerta del hotel.

¿De verdad era ella? De su semblante serio paso a uno sonriente y aliviado de haber pensado que Abigeil lo dejaría en las penumbras y aunque así fuese, lucharía por ella, no dejaría nada desatado hasta que ella no estuviera a su lado. Salió corriendo hacia ella pero al momento en el que estaba demasiado cerca, vio que no era Abigeil – Lo lamento señorita, pensé que era otra persona –Una reverencia y de nuevo un semblante serio, yendo en búsqueda de Abigeil, hasta que choco con una mujer la cual no vio venir y para su asombro, era Abigeil - ¡Abigeil!

por **Emily/Abigeil Wright** Mar Dic 13, 2016 7:23 pm

Aquella mañana el padre de las jóvenes llevaba apuro de un lado a otro llamando a empleados y demás menesteres por lo cual ignoraba a sus “hijas” y de lo cual ellas aprovecharon para hacer de las suyas, la mayor Emily salió bien arreglada rumbo desconocido aunque su hermana sabía muy bien a donde iría, al primer burdel que se le cruce en el camino a seguir haciendo lo que mejor hacía. Ello sacó una sonrisa en los labios de Abi que se alisto lo menos posible para salir al encuentro marcado con su amado.

Al salir de la casa su padre no se lo estaba permitiendo si no era con uno de sus sirvientes más fieles y dignos para cuidar a su pequeña hija algo que provocó una discusión entre los dos y terminara Abi corriendo al salir de la casa; le tomó varios minutos y casi horas el poder alejar a aquel guardia de sus pasos, aun no entendía por qué su padre ponía tanta seguridad a ella y a Emi no. Corrió con todas sus fuerzas al hotel pesando que sería tarde, pero antes de siquiera ingresar bien golpea con el cuerpo de un hombre; primero se puso pálida al pensar que era aquel al que venía perdiendo desde hace varios minutos atrás, pero cuando escuchó la voz se calmó y su corazón latía lento –Oh Andrei gracias a dios que aun estas aquí– mira a todos lados y tira de la manga de él para llevarlo mejor al a cafetería del lugar.

Toma asiento algo nerviosa mirando a cada lado, a cada comensal –Andrei, ¿tienes una habitación aquí? ¿Podemos ir allá? No me siento cómoda estando aquí– sonríe nerviosa y las manos le comienzan a temblar, realmente quería huir de ahí para evitar ser encerrada en su propia casa, eso y las ideas que le venía a la cabeza sobre la actitud de su propio padre, al punto de indicarles a ambas que esa noche irían al bosque y que mañana se irían de nuevo a Francia.

Abi tenía miedo y no sabía de qué.

por **Andrei Chezhekov** Mar Dic 27, 2016 1:06 pm

Andrei sonrie al verla de lado a lado. Lo lleva hacia la cafeteria pero luego cuando estan sentados, le pregunta de ir a la habitación - Eh....yo pensaba irnos ahora a Paris o hacia otro lugar en donde nadie nos conociera -sonrie- y formar una vida desde cero - dijo con simpatia, pero encogio los hombros y asintio al verla tan nerviosa - Claro Abigeil, pero pidamos el servicio de habitaciones - dijo sonriendo aun, la beso en la sien a la vez que la abrazaba y enseguida se situo a su lado, cogiendola de la mano para poder situarse en camino hacia la habitación en donde podrian ambos hablar. Por suerte aun no la habia dejado - vamos Abigeil, por aqui.

Andrei no sabia lo que estaba pasandole a su amada, solo sabia que estaba nerviosa por como se comportaba. Era curioso que la primera vez que la vio fue en una habitacion de hotel en el que fueron citados los tres, él, ella y su gemela que seguramente estaba por ahi con algun hombre. Madre mia, menudo lío para Abigeil si se enterara su hermana de que estaba con ella ahora mismo. En realidad le daba igual, no le separarían de Abigeil, no queria eso. No de nuevo. Estaba bien preparado esta vez. No le permitiria a nadie que se la llevara de nuevo de su lado, el caso era que porque no la dejaban estar a su lado. Con tantos pensamientos, finalmente logro entender que lo mismo porque era muy bruto pero jamas pondria una mano sobre Abigeil.

Llegaron a la habitación. Por estar con Abigeil, Andrei miro primero la seguridad de la habitación. Todo estaba bien seguro. No habría ningún problema.

por **Emily/Abigeil Wright** Dom Feb 12, 2017 9:31 pm

Nerviosa se encontraba mirando a todos lados incluso dentro de la habitación donde aunque sabía que estaba a salvo no se sentía así, Abi sabía muy bien el alcance de su padre o al menos así lo sospechaba como para enviarla a seguir algo no estaba bien pero no podía decirlo no quería pasar como una demente con su hermana por encontrar a su padre, ahora eran una familia y debían seguir así, ella no rompería la nueva vida que tendrían.

Sonrió para así evitar que aquel cazador supiera lo que realmente estaba pasando, en su mente inocente predicaba el contárselo y quizás enojarlo y con ello arma un problema mucho mayor, así simplemente sonrió como si no pasara nada malo, sabía que debía hablar aunque no quería pero tenía que mostrar que ella estaba bien, –Buena idea, llamemos para que nos traigan a tu habitación la comida mejor, como sabes por mi enfermedad no puedo estar por ahí o me daría un ataque de asma y podría morir– se sentó en uno de lo sillones mirando hacia la puerta –Andrei sabes que yo nunca dejare a mi hermana y menos en la profesión que tenemos…una mujer como yo no puede ser esposa tan usada tan todo…tu lo sabes mejor que nadie por eso no puedo irme contigo huir de todo dejando a mi hermana y lo que hacemos atrás, es parte de lo que soy– lo dijo con un tono ruborizado en sus mejillas entre susurros.

Jugueteaba con sus dedos sobre la falda del vestido algo apenada, pero ella no quería perder su familia, la única que tenía y realmente aceptaba como era y eso era lo que esperaba que su gran amor comprendiera y la apoyara.

por **Andrei Chezhekov** Lun Feb 27, 2017 6:42 pm

Mientras buscaba algo que pudiera ser peligroso o que hubiera alguna artimaña de su padre en cuanto entraron en la habitación, Andrei estaba acostumbrado a escuchar mientras tanto, pero por unos segundos, su corazón dio un salto dentro de su pecho. Su corazón insinuante lleno de amor por Abigeil le haría un castillo para que ella deambulara como la princesa de su corazón que era, pero aquello no se lo esperaba. Su mirada castaña fija en los dedos que jugaba con aquella falda que aguantaba por arrancar, su pelo echó hacia atrás, quería golpear algo por lo que se agarró los rizos de su cabello para detener sus ganas de violencia contra el mobiliario del hotel.

-Abigeil…-Suspiró por unos segundos con su mirada hacia el suelo. Sus ojos se notaban vidriosos, pero era porque le daba pena que se sintiera de ese modo cuando acaba de encontrar un supuesto padre que ahora es su padre o lo mismo alguien haciéndose pasar por su padre – Abigeil –Dio unos pasos hacia ella pero se sentó a los pies de la cama - ¿Crees que este hombre…que dice ser tu padre, es tu verdadero padre? Porque bien puede ser un hombre que quiere hacerse pasar por vuestro padre, un hombre que lo mismo quiere una manera de engatusaros y así sacar provecho….

– puso ambos codos sobre cada pierna –

- Me cabrea que quieras estar al lado de una persona que supuestamente crees en toda totalidad de que es tu padre y que de repente ha aparecido como padre arrepentido a buscar vuestro perdón, pero ¿Habéis parado a pensar en que es un don nadie? O ¿lo mismo es vuestro padre pero es diferente a como os lo imaginabais? – Decía Andrei con tono preocupado, se levantó para sentarse al lado de Abigeil, coloco ambas manos sobre las ajenas, se las besó – Por eso me quedaré el tiempo suficiente para cuidarte y protegeros a ambas de ese hombre al que de repente habéis conocido….si resulta que al final es un hombre con los pies en la tierra y resulta que es vuestro padre, dejaré el tema en paz, pero si por algún momento despierta alguna señal de sospecha en mí instinto, te juro que os llevaré a mi mansión en Paris – Jacto con una mirada fija sobre los tiernos ojos de Abigeil – No lo hago por llevarte la contraria, sé que quieres mucho a tu hermana, tranquila, ella vendría con nosotros, pero también es una mujer, y sea como sea, es una mujer y estoy en contra del mal uso hacia la mujer. Quiero que estéis bien y si ese hombre os pone una mano encima, tomaré medidas – Con aquello dicho, la beso la frente, acariciando sus pómulos con el pulgar de la mano derecha.

La quería demasiado, había pasado un poco de todo, pero no le importaba si la quería de poco o de mucho tiempo, pero su corazón era de verdaderos sentimientos y eran hacia ella al 100%. Si tenía que aguantar a la pesada y guarra de su hermana Emily, lo haría por ella, si tenía que pasar descalzo por un paseo de carbón ardiendo y sin zapatos lo haría por ella, si tendría que escalar una torre de marfil para poder abrazar a su amada Abigeil, lo haría – T-te quiero Abigeil, y si …-tosió nervioso de repente – Va-vamos a ser esposos quiero que tengas todo lo que deseas….-sonríe- quiero que seas la más feliz sobre la tierra.

por **Emily/Abigeil Wright** Dom Mar 12, 2017 8:50 pm

Sonrojada estaba así como nerviosa, pero esos nervios iban desapareciendo a medida que se la seguridad brindada por parte del cazador aumentada, la cercanía de él procuraba en ella algo más de calma y tranquilidad que hacía a su corazón palpitar con fuerza, su frente se pegó contra la de él a ojos cerrados soltando leves suspiros por las palabras de su amado, se sentía como en un sueño uno del que no deseaba despertar nunca. Tomó sus manos con las suyas sujetándose de una manera que aseguraba un futuro juntos, uno de una promesa eterna.

Miró hacia la puerta y corrió a echar llave, se acercó nuevamente a donde él estaba y se sentó en el suelo con él tal como lo habían hecho hace tiempo ya, recordando viejos momentos –Así nos conocimos Andrei, recuerdas en una habitación de hotel donde nos llamaron por un cliente que requería los servicios de las gemelas del placer– ríe con un sonrojo más evidente –Mi hermana, Emi, tenía pensado todo lo que haría para que solo estuvieras con ella ya mí me dejaría solo un trabajo con la boca y caricias nada más, ella estaba planeando como cuidarme del tipo de cliente que tengamos, siempre ha sido así y por eso siempre la cuidaré yo, por eso te pido que me entiendas Andrei, no puedo dejar esta profesión por dos cosas, la primera estoy manchada y no se vería bien ser tu esposa siendo una prostituta y la segunda mi hermana somos un equipo ella y yo y no dejaría a mi única hermana por nada ni nadie, Te amo demasiado pero no me sentiría bien dejando a Emi abandonada a su suerte así como tampoco me sentiría bien llevándote a la bancarrota por ser una prostituta todas tus conexiones se irían, tus trabajos, todo se iría y terminarías en la calle, no puedo aceptar eso– se sentó contra el pecho de él suspirando mirando al techo –Pero no quiero estar en otras manos que no sean las tuyas, quiero estar siempre en tu hogar así que prometo ser tu esposa pero en secreto ya que nadie nos casaría, estaré solo contigo en el burdel o en tu casa, así no dejaré sola a mi hermana– acarició el rostro de él mirándole.

El tema de su padre la ponía un poco inquieta pero eran cuestiones de su amado que también le ponían a pensar a ella –Andrei, nosotras no tuvimos a nuestro padre, él nos arrojó a la calle por su esposa, prefiero a una desconocida en vez de sus hijas le creyó a ella más a que nosotras y han pasado tantos años que eso jamás lo olvidamos, y ahora él viene y si aunque parezca extraño nos pide perdón, nos ha dado varias muestras de que es nuestro padre, datos que solo él conocía y que más va a poder querer de un par de prostitutas callejeras, no podemos dar nada, Emily y yo estamos más sucias por haber pasado por las manos de tantos hombres, su cuerpo y el mío, aunque en mi caso es más mi boca y mi trasero, no podemos dar nada no tenemos dinero ni nada solo las monedas que tenemos de nuestro trabajo. Los que tuvieron dinero no entenderán a los que perdimos todo y eso es lo que paso a Emi y a mí, ahora tenemos una oportunidad de recuperar todo lo perdido, aunque creo que nunca dejaremos de ser prostitutas– suspiró extrañamente con una carta de tristeza –Solo espero que nuestro padre encuentre a alguien para Emi, un hombre o mujer que soporte sus gustos y urgencias– se sonroja ajustando las piernas un poco mirando hacia otro lado de la vergüenza que aun le producía con el cazador.

por **Andrei Chezhekov** Lun Mar 27, 2017 6:37 pm

Andrei escuchaba con atención a las palabras de Abigeil.

No creas lo que te dicen tus ojos. Todo lo que muestran es limitación. Mira con tu entendimiento, encuentra lo que ya sabes y verás la forma de volar – Abi… Cualquier necio puede criticar, condenar y quejarse, pero se necesita carácter y autocontrol para comprender y perdonar….y parece que tu y tu hermana tenéis las de perdonar a todo aquel que os diga que es vuestro padre y se sepa una historia de memoria –Suspiro pues no iba a hacer entender nada a Abigeil .

– Abigeil, nos casaremos, ya veríamos como pero quiero que conste ante Dios obviamente. Vas a ser muy feliz, tú y tu hermana, pero me imagino que tendré que pasar por el cadáver hirviente de tu padre, no es cierto? –Pregunto frunciendo un poco el ceño, suspirando, atragantándose un poco al ver en aquella posición a su querida esposa a ser y no pudo evitar acercarla tomándola de cada nalga con cada mano, la acerco hasta él y comenzó a besarla lentamente, acariciándole la espalda con una mano – Cuanto te amo Abigeil…-susurro entre los labios de cada uno, sin embargo algo en su interior estaba queriendo salir, algo en su entrepierna le estaba haciendo un gran molestar del que en esos momentos no quería darse el gusto. Si las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes, lo mismo ocurre con los placeres correspondientes.

Hay placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen, como las que en estos instantes, Andrei estaba a punto de querer experimentar una vez más con su prometida Abigeil – Abi…-le apretó las nalgas – me vuelves completamente loco que jamás te voy a soltar – le tomo de su rostro – No me importa que seas una prostituta pues es tu trabajo, pero por nada del mundo te preocupes por mi o por mi trabajo o contactos, yo me las apaño y me las he apañado bien durante muchos años solo y no me ha pasado nada, asi que no te preocupes que todo saldrá bien…-Decia para dejarla tranquila, subio a Abigeil a una de sus rodillas, sentándola sobre esta y la observo de arriba abajo – No me voy a cansar de decirte que te quiero Abigeil….-sonreia de oreja a oreja – Me harás el hombre más feliz del mundo si es que puede haber alguna posibilidad para un desforajido como yo…-Acabo esa palabra con unas risas.

por **Emily/Abigeil Wright** Miér Abr 12, 2017 7:38 pm

Sentada ahí junto a su gran amado no sabía qué hacer y sus manos fueron las que tomaron los mechones de su cabello acariciando su nuca con sus dedos hasta bajar por su cuello, avergonzada se sintió con sus palabras y promesas de amor, realmente él llegó a hacerle sentir de una manera diferente no era solo un objeto si no que era una mujer de verdad algo que solo aquel cazador había logrado y lograría. Se sonrojó completamente no solo sus mejillas sino también sus orejas, se sentía muy avergonzada y más que nada por las reacciones que a su cuerpo le estaba provocando estar tan cerca en aquella habitación.

Tras sus palabras y sus intimas caricias a su cuerpo que se estremecía completamente arrancándole suspiros así como un jadeo y sus manos que se agarraron de sus hombros mirándole a los ojos robándole un casto beso de esos labios que ya conocía muy bien –Aunque tengamos que casarnos en secreto y en otro lugar…lo harías ¿lo harías por mi Andrei?– susurró contra sus labios dando otro beso. Era cierto que los dos no compartían lo mismos pensamientos así como historia; a ella con su hermana le había tocado lo peor y cruel de la vida estando en lo más alto para terminar en el fondo vendiendo sus cuerpos por unas cuentas monedas. Ahora se tenían las dos junto a su padre, o quien decía ser su padre, era cierto que ella sentía que algo pasaba pero no lo diría no porque anhelaba que todo lo que pasaron terminara y poder ser ambas mellizas felices –Andrei, se que a ti no te agrada mucho lo de mi padre, pero, quiero que entiendas mi situación, nuestra situación porque también es con mi hermana– suspiró con fuerza –Tu tienes tu vida y tu familia la tuviste, nosotras no…nosotras estamos muy solas y ahora el vino…no me pidas alejarme de esto por favor, eso lo mataría a él y a mi hermana también. No quiero ser la ruina de los dos los amo mucho para hacerlo– besó aquellos labios frotando una parte de su cuerpo un poco adolorida contra la pierna de él moviéndose hacia adelante jadeando contra los labios de él –Pi..pid..pideme lo que sea…yo…yo…yo lo haría– se sonroja y en su vestido se comienza a notar cierta parte de su anatomía muy íntima y ajustada por la tela del corse.

por **Andrei Chezhekov** Jue Abr 27, 2017 7:26 pm

Tener ganas de querer follarse a su prometida era decir poco. Estaba completamente o a punto de sentirse desatado por querer estar en el interior de Abigeil – Ahg…nnnm Abigeil…-Las palabras estaban estancadas en su cabeza ya que había un velo oscuro que no le dejaba ver con claridad. La necesidad de sexo en su cuerpo era notorio y por lo que parecía una extrema necesidad anímica, pero aparte de eso, quería quererla, quería hacerla ver que no era un objeto sexual del cual requería su trabajo a todas horas de la noche, y era eso, pensar en que en algunas noches su próxima esposa a ser iba a estar con otros hombres o incluso mujeres.

Sintiéndolo mucho a su pesar, aparto un momento a Abigeil de su cuerpo, sus codos se apoyaron sobre sus rodillas, preocupándose por un segundo en lo que pasaría con una cortesana o más bien lo que pasaría con su conciencia, torturarse por no estar con derecho a ser celoso por lo que le pertenece, también estaba su “cuñada” a ser….y su vida en Francia la cual ya apenas existía nadie le echaría en falta. Nadie, ni siquiera las motas de polvo que siempre se encontraba en los suelos de su mansión. Tenía que hacer algo, se quedó observando a Abigeil, tan perfecta y frágil a la vez, tan peligrosa para sus cinco sentidos, su punto débil, su talón de Aquiles, su miel oculta….

Lo que quería de ella era protegerla, quería que tuviera una buena vida, una vida lejos de la prostitución pero si esa tiene que ser una condición para que ella fuese su esposa, entonces estaría dispuesto a sacrificarse, estaría dispuesto a sacrificar lo poco que le queda en su vida por poder estar con Abigeil, por poder estar con una persona que al parecer le corresponde en los sentimientos, por estar con alguien que acepta tal y como es él….un completo perdedor que durante toda su vida a preferido esconderse en misiones de poca monta, entre faldas de cortesanas y entre la espuma de una buena cerveza en una taberna. Por Abigeil estaría dispuesto a dejar morir su pasado para convertirse en otra persona mucho mejor y que quiere la felicidad para Abigeil.

Sacrifícate unos pocos años haciendo lo que otros no están dispuestos a hacer, y disfrutarás el resto de tu vida como otros nunca podrán. Muchos fracasos ocurren en personas que no se dieron cuenta lo cerca que estuvieron del éxito. El éxito está conectado con la acción. La gente exitosa se mantiene en movimiento. Hacen errores pero nunca se dan por vencidos….Nunca se dan por vencidos, y es lo que haría Andrei en ese mismo instante – Quiero casarme contigo…y empezar una nueva vida contigo…a tu lado – Dijo sonriente a su amada.

por **Emily/Abigeil Wright** Vie Mayo 12, 2017 7:17 pm

Sus ojos no daban crédito a lo que veía así como sus oídos a aquellas palabras que pronunció su amado cazador, era cierto que ella había caído presa de aquel hombre desde la primera noche que se vieron ya que había algo en él que la atrajo algo peligroso pero dulce como un postre de esos que se ven tras el vidrio de una pastelería, enigmático, atrayente, peligroso pero muy delicioso. Se mordió los labios conteniendo las lágrimas que querían salir desbordándose completamente, lentamente fue soltando esas lágrimas al acercarse a él abrazándolo con suma fuerza tanto que su pecho dolía, ardía por dentro y por fuera.

Limpió sus lágrimas besando entre el temblor de sus labios los labios de Andrei, quería besarlo más y más hasta que esos ligeros besos se volvieron más intensos, su lengua se unió a la de él, sus manos rodearon su cuello jugando sus dedos en la nuca de él, su cuerpo comenzó a acomodarse contra el de él sentándose sobre sus piernas prácticamente, su pecho se agitó y su corazón latía mucho; rompió el beso poniéndose de pie tomando la mano de él para caminar juntos hasta la cama. Abrió su vestido que cayó a un lado quedando a un lado de la cama al acostarse sobre está invitándolo a él a unirse a ella –Si…si vamos a ser marido y mujer entonces es natural que satisfaga a mi esposo siempre verdad– su rostro volvió a encenderse al bajar la mirada por el cuerpo de él hasta su entrepierna donde mordió su labio inferior –Además, solo quiero hacer esto contigo y tener toda la experiencia pero contigo, que tú me enseñes todo sobre poseer mi cuerpo, Andrei– murmuro tímidamente –Quiero quedarme todo el día contigo, toda la noche y la madrugada hasta que el sol nos toque nuevamente y tenga que volver a casa, quizás pueda hablar con mi padre sobre nosotros– sonríe, una suave, inocente sonrisa de una crédula.

por **Andrei Chezhekov** Sáb Mayo 27, 2017 9:35 pm

Ya era hora.

Andrei observaba el cuerpo delicado de su ahora prometida. Le estaba tentando para que la acompañara en la cama y en unos segundos, Andrei estaba completamente sin ropa sobre su cuerpo. Sus verdades y sinceridades estaban todas en su cuerpo. Todas las magulladuras, latigazos, golpes, su historia estaba todo ahí en su cuerpo pero ahora, Abigeil Wright hacían esas cicatrices y heridas simples y meros recuerdos.

-Voy

Andrei lentamente fue acercándose hasta Abigeil tirando el vestido al suelo mientras la observaba de arriba abajo – Eres…lo más precioso que Dios ha creado en el universo Abigeil –dijo mirándola a los ojos, una mano se deslizaba desde la rodilla izquierda de Abigeil por la cornisa de su muslo, con suavidad mientras enseguida comenzó a besarla con lentitud. Como caramelo derretido en sus labios iba besándola con suavidad, ocupando entre pelvis y pelvis el espacio en el aire, pegando cada cadera con la ajena, suspirando en el beso y ahora con la mano que acariciaba la pierna hizo que le rodeara su cadera a la vez que movió su cadera hacia delante, incitándola al libido que aún estaba por inflamarse en aquella cama – Esto es solo el principio, princesa mía –dijo entre susurros y besos en los que aun la saboreaba aun sin cansarse hasta que finalmente la tuvo contra la cama, como una de sus presas, ahora comenzaba a besarle el cuello con lentitud, sensualidad a la vez que sentía sus pezones contra los de ella –aaag… Abigeil…-susurro comenzando a sentirse completamente excitado sobre lo que estaban comenzando a hacer en aquella habitación, en aquella cama.

Ambos cuerpos parecían estar empezando a conocerse pero ¿y sus almas? El sexo es más que dos cuerpos haciendo movimientos exhaustivos durante poco tiempo. Al contrario, toma más tiempo, es algo en lo que una persona tiene que pararse a pensar, en lo que sinceramente, dos personas tienen que conocerse a fondo y llegar a un perfecto momento de excitación mutua.

por **Emily/Abigeil Wright** Miér Jul 12, 2017 6:54 pm

Su sonrojo fue evidente en el momento que se sintió desnuda frente a él, y no era por timidez o vergüenza si no porque aun en su trabajo ahora estaba con el hombre que amaba y su corazón latía tan fuere que podía escucharse fuera de aquella habitación, o así ella pensaba, verle sin ropa a él y ella igual hizo que su cuerpo reaccionara, sus pezones se pusieron tan duros al contacto de la mano de él contra su piel que soltó un leve jadeo, la proximidad y el aliento que sentía de él le erizaba el cuerpo totalmente sintiendo como si flotara por el lugar.

Subió la pierna a la cadera de él sintiendo la humedad que invadía su cuerpo nuevamente, con los roces incesantes de la carne de él contra la suya que la sonrojaba y obligaba a abrir más la boca en gemidos ahora y aun con los besos que se daban no podía apartarse de él, sus manos recorrieron la espalda ajena, subiendo por en medio de su espalda hasta la nuca donde sus dedos se tomaron con dulzura de los cabellos para evitar que rompan el beso, sus palabras la incentivaban y avergonzaban más y más hasta que no pudo soportar soltando un fuerte gemido con el beso en su cuello –Andrei…yo yo te necesito mi cuerpo esta llorando por ti y solo tu eres capaz de calmarlo– lo beso mirándole a los ojos con un deje de excitación que antes no había conocido, su mano bajo por entre ambos cuerpos, su espalda de arqueaba contra las sabanas hasta que su mano llegó a esa carne inflamada, temblorosamente lo tomó entre sus manos comenzando a estimular más su despetar, llevándolo a rozar parte de su propio éxtasis obligándola a gemir –Antes que me hagas tuya mi amor, quiero hacer algo– mordió su labio inferior algo avergonzada, pero más que nada por pensar que su prometido pensaría de ella por su oficio y el deseo de lo que quería hacerle.

por **Andrei Chezhekov** Jue Jul 27, 2017 8:07 pm

Un tiempo y momento que en aquel momento tomaría como algo preciado.

Aquel dia en el que ambos estaban juntos, al fin pudiendo ambos llegar a lograr algo juntos.

Las caricias que le estaba propinando a Abigeil pensaba que a lo mejor no la estaba agasajando como era debido, ahora mismo se encontraba raramente nervioso y era la primera vez que le pasaba. ¿Cómo era posible? – aagg…A-Abi…- Vio cómo su amada tomaba su falo aun endeble pero sensible al agarre de esta que se proponía a hacer algo que le dejo bastante sorprendido.

- Abi…- Sus palabras no salieron de su boca. La ternura del momento entre el cazador y la princesa de caricias arrolladoras para sus cinco sentidos le invadía hasta el límite de dejarle sorprendido - ¿estas segura? – Dijo con una sonrisa dulce, Andrei entonces se acomodó viendo la seguridad que su amada había optado para el momento, estaba interesado en verla actuar pero sobre todo porque parecía que quería complacerlo y él haría lo mismo – Ven – La acerco un poco más para que esta se sentara a su lado, la fue guiando poco a poco, entre besos en su boca, Andrei guio las manos de Abigeil a su falo y este con las manos de Abi comenzó a masturbarse hasta el momento preciso de dejar a Abigeil que lo hiciera por si sola.

Por otro lado, lo que acontecía les llevaría hacia momentos de compartir secretos a través de las fuerzas invisibles del corazón, por ella estaba completamente enamorado, no la dejaría escapar y trataría de conquistarla cada día, no solo porque ya estuvieran casados, sino, porque la amaría cada día de su vida.

Andrei con una de sus manos acariciaba la espalda de Abigeil, con el canto de sus dedos y sus uñas que necesitaban una manicura urgente acariciaban la sensible espalda de su amada, bajaba hasta agarrar una de las nalgas de su amada, masajeándolo con la otra mano le acariciaba su rodilla, subiendo de nuevo por el muslo hasta que hizo que abriera las piernas y evidentemente la humedad de Abigeil estaba bien presente. Repentinamente sus labios estaban secos, aparto con suavidad las manos de Abigeil de su falo y la recostó sobre la cama, poniéndose entre sus piernas, se las abrió un poco más - Seré gentil Abigeil – Besando el interior de sus muslos poco a poco, estaba haciendo que su paciencia se agotase muy rápido, por lo que se dio prisa y sus labios finalmente estuvieron cerca de poder absorber aquel delicioso néctar de su jugo vaginal.

- Oh dios mío….- miro hacia arriba antes de adentrar su lengua en el interior de la cavidad vaginal de Abigeil, la sujeto de las piernas para que no se moviera mucho – No te muevas demasiado amor…o te haré daño y eso es lo último que quiero hacerte – susurro contra su vagina pero el mensaje había llegado perfectamente, porque, ahora mismo su amada tenía que prepararse para lo que venía a continuación.

por **Emily/Abigeil Wright** Sáb Ago 12, 2017 10:44 pm

Se sentía muy avergonzada en ese momento, sus manos seguían los movimientos que Andrei le estaba enseñando pero sus dedos temblaban de la emoción, mordió su labio inferior al sentir como en su mano se agradaban se inflaba de placer el miembro de su amado, se sintió poderosa en ser ella la causante de tal deseo, movía su mano de manera más diligente algunos movimientos de arriba abajo y en otros momentos apretaba un poco la suave carne, quería explorarlo más pero los jadeos de su amado la hipnotizaron al punto de detenerse y admirar el rostro embebido de placer de él.

Su sonrojo se hizo evidente cuando la tumbo, sus piernas se abrieron y tuvo vergüenza deseando cubrir parte de su intimidad y desnudez, se sentía tan tonta de aquella manera pero él había sido el primero en mucho tiempo al que se mostraba de aquella forma, sintió su respiración Abi soportó un gemido que lo contuvo al morderse los labios pero no fue suficiente porque lo siguiente la hizo gemir con fuerza, no pudo contener más los sonidos de su garganta y con todo se fue dejando llevar moviendo la cadera conforme los movimientos de la lengua de su amado, sentía que iba a estallar en cualquier momento –Andrei…voy a morir si sigues así– gimió y arqueo su espalda por completo, sus piernas se extendían sobre la cama restregándose un poco contra el cuerpo del cazador.

Los dedos del pie no podía mantenerse más al estar contra las sábanas estaba a punto de estallar, sentía la explosión que su cuerpo estaba disfrutando, aquellas sensaciones que crecían como un onda hasta que se aferró con fuerza de las sábanas y se dejó ir completamente, su respiración se agitó y no encontró la calma hasta que pasaron unos segundos –Quiero hacer algo para que te sientas bien amor mío– susurró tomándole dela mano para que se recostará mientras ella se acercaba en besos a dejar sobre su pecho descendiendo hasta su miembro alzando la mirada sonrojada observando cada reacción de su amado cazador.

por **Andrei Chezhekov** Dom Ago 27, 2017 8:08 pm

El gozo que le dio al cazador al verla correrse fue una primicia, pero sorprendido se fue colocando contra la cama para que su amada Abigeil pudiera galardonarle con lo que supuestamente estaba en progreso Abigeil, pero antes de que esta hiciera algo, antes de que le cogiera su falo con todo el derecho que tenía, Andrei tomo las manos de su querida prometida según le había prometido y la acerco para galardonarla con un tierno y pausado beso – Ten cuidado con los dientes…-ríe entre susurros y le suelta con cuidado para que continuara con la tarea que quería desempeñar en aquel instante, los dos solos en aquella habitación de hotel o donde estuvieran.

Le daba igual, lo importante es que estaba con quien él quería y para cuando le veía que cogía su falo erecto entre sus manos, él amablemente la fue dirigiendo con sus manos – así, no tengas miedo…-Sonrió y poco a poco el libido enfriado de Andrei volvió a recalentarse, él mismo comenzaba a notar de nuevo corrientes de placer por su cuerpo, y con cuidado – Confía en mi – fue dirigiendo la cabeza de Abigeil para que esta se la comenzara a chupar, lentamente la guiaba – Cuidado los dientes…-susurro de nuevo, mientras estaba comenzando a sentirse agonizante Andrei comenzaba a acariciar la desnudez de la espalda de Abigeil, incitándola y por lo pequeñita que era, llegó perfectamente hasta su vagina la cual comenzó a acariciar de nuevo – Sh…tranquila amor…Sé que te gustará y haré que te corras una y otra vez…-acariciando con sus manos las nalgas de Abigeil, Andrei la ayudaba moviendo ligeramente las caderas y una mano volvió al escondite de Abigeil mientras que la otra le abría la nalga hacia un lado para introducir más y más el dedo dentro de su cavidad vaginal hasta que logro meter otro dedo más.

De repente se detuvo.

Detuvo a Abigeil y en su notoria erección, Andrei se vistió rápidamente con sus ropas de cazador – Vístete. Nos largamos de aquí a otro lugar hasta que se calmen las cosas – Cogió las ropas de su amada y se las tendió amablemente – Creo que viene alguien Abigeil, no quiero perderte, no entres en pánico que yo estaré para protegerte….y te prometo que cuando estemos casados estarás de nuevo con tu hermana, pero no quiero que me envíen a una cárcel por estar contigo….¿Lo entiendes? – Explico rápidamente, dieron de nuevo golpes en la pared de los que hicieron a Andrei detenerse insitu en aquel momento tan placentero con su próxima y futura esposa – Tenemos que irnos ya… -Dijo en voz baja esperando a que Abigeil comenzase a moverse mientras él se terminaba de ataviar todo, guardaba lo que podía de armamento en su bolsa de viaje y para cuando vio a Abigeil vestida la abrazó – Vente conmigo, te prometo que regresaremos….pero cuando te haya hecho mi esposa – Mirándola fijamente estaba esperando que pudiera convencerla de que tenían que salir de aquella habitación.

por **Emily/Abigeil Wright** Jue Oct 12, 2017 11:38 pm

Abi, se sentía muy avergonzada, generalmente ella no solía hacer esos trabajos, su hermana la que se ocupaba de ello, pero ahora lo estaba haciendo. Sus manos tocaron la dureza del miembro de Andrei acariciándolo completamente por toda la longitud de su miembro, podía sentirle como vibraba y temblaba bajo su mano, como sus manos no paraban de moverse sobre él la cálida piel, tanto como para acercar su boca a su miembro introduciéndolo lentamente, su lengua le creo una base para que pudiera seguir y salir en aquellos momentos, pero cada vez que él pedía que tenga cuidado con los dientes, Abi los pasaba por la piel sintiendo sus venas.

Sentía algo en su cuerpo que comenzó a crecer, a inflamarse e hincharse con fuerza como para cerrar los ojos disfrutando del sabor salino de miembro de su amado, su boca lo estaba devorando, lo lamía y succionaba la carne como la punta del miembro hasta que sintió como era invadida de nuevo, no pudo soportar más hasta que quiso gritar y pedirle que le hiciera suya de nuevo, pero de un momento a otro se vio todo de cabeza. Apenas y pudo tomar la mano de su amado deteniéndolo en ese momento, no sabía que hacer peor le seguía con la mirada sonriéndole. Le soltó y comenzó a vestirse pidiéndole que le atara las cuerdas del vestido mientras ella se colocaba las ropas íntimas y comenzaba a ponerse una de sus medias, con una sonrisa boba en los labios –De hecho, creo que debería irme, mi padre debe estar buscándome, y debido a que le dije que no demoraría, pero sé que sus guardias estarán como locos buscándome, debo ir a la iglesia, ¿me llevas?– preguntó colocándose la otra media y dándole la espalda para que le atará las cuerdas del vestido.

Negó con la cabeza cuando su vestido estuvo ajustado, se apartó de él casi desesperada, adolorida por las palabras de él –Andrei, yo no me quiero separar de mi hermana ni de mi padre, no quiero eso, además si me voy a casar contigo quiero que ellos estén ahí no quiero hacer algo como si fuera una delincuente, soy una prostituta no una ladrona y no quiero hacer cosas como si estuvieran mal, aunque de por si lo están…tu no lo entiendes– le aparto la mano y ante las miradas y el deseo fuerte de llorar, tomo fuerza y salió de la habitación bajando las escaleras lo más rápido que podía.

En la entrada del hotel estaban los dos guardias, y ella cruzó por en medio de ellos que la seguían directo a la iglesia, ella necesitaba algo de alivio y acomodar sus pensamientos.

por **Andrei Chezhekov** Vie Oct 27, 2017 10:21 pm

Sinceramente, Andrei no pensaba que se llegaría a encontrar esa escena y menos las palabras en la boca de Abigeil.

Roto por dentro fue tan tonto que la dejo ir hacia donde esta quisiera haber ido slola. ¿Por qué llora un hombre? Se preguntó. No lo hace como las mujeres, no como ellas. No por sentimentalismo. Un hombre llora por la pérdida de algo, de algo vivo. Un hombre llora por un animal enfermo que sabe que no sanará. Por la muerte de un niño: por eso llora un hombre. Pero no porque algo sea triste.

Un hombre, pensó, no llora por el futuro o por el pasado, sino por el presente.

Cuando te sientas dolorido, mira de nuevo en tu corazón y deberías ver que estas llorando por lo que ha sido tu gran disfrute. Para un hombre realizado, para quien permanece en el Yo, no constituye diferencia la pérdida de una, de varias o de todas las vidas en este mundo, o en los tres mundos. Y aunque él las destruya a todas, ningún pecado podrá tocar a un alma pura como ésa.

La muerte deja un dolor de corazón que nadie puede sanar, el amor deja una memoria que nadie puede robar.

y asi sería como cuando quisiera estar con Abigeil, una persona que le entendía perfectamente pero él no la entendía en absoluto. No sabía que hacer o como planear un futuro juntos, pero la cosa es que dijo que estaba preocupada por su hermana, le dejo ahí plantado en el piso de la habitación de hotel. Pero sin embargo seguía la juerga al rescate.

Seguía queriendo ir por el camino que ha ido Abigeil, pero se lamentaba de que no fuera un licántropo por lo que podría oler su aroma, escucharla de manera más aguda….en realidad Andrei se lo estaba pensando un poco, el irse en busca de su amada y tozuda próxima esposa o sinceramente no saldría bien la cosa, durarían poquísimo debido a que ahora ella quería estar en Estados Unidos y él había gastado todos sus ahorros para poder venir a los estados unidos de América para poder estar aunque fueran cinco minutos con o sin su consentimiento, pero se preocupaba por su amada Abigiel, quería estar con ella.

por **Emily/Abigeil Wright** Dom Nov 12, 2017 10:14 pm

Dentro de la iglesia Abi estaba respirando con dificultad por haber caminado tan rápido para llegar allí, tomó asiento sin dejar de contemplar las figuras santas que colgaban de las paredes, trató de calmarse por ese momento cuando tuvo la idea de confesarse. Ingresó al confesionario hablando con el sacerdote de la parroquia sobre todos sus secretos, dudas, miedos y más que nada de su indecisión de estar con el amor de su vida o con su familia perdida. El santo padre solo pudo decirle que hiciera lo que su corazón le ordenara seguir pero ella estaba más que confundida. Agachó la cabeza y salió directo al altar a rezar su penitencia.

Cuando estaba saliendo vio a aquellos dos hombres y volvió a ocultarse en el confesionario, nerviosa de que fueran unos clientes antiguos de su hermana melliza que quisieran cobrar alguna cuenta, sacó la cabeza despacio y los vio bien, ella tenía la ligera impresión de haberlos visto antes y ahí fue cuando se percató que aquellos hombres andaban con su padre. Sintió un escalofrío al pensar que su padre la mandara a seguir, pero era su padre ¿verdad? En su cabeza se comenzaron a armar muchas conjeturas sobre aquellos dos hombres extraños pero ninguna le llevaba a algún lugar claro.

Salió a hurtadillas de allí en el completo silencio pero afuera le esperaba otro hombre que se puso frente a ella –Señorita Abi, es mejor que nos acompañe, su padre la esta esperando en el restaurante del hotel, quiere almorzar con usted– el hombre no le dio tiempo a negarse ni decir algo más, enseguida la tomó del brazo y la termino llevando de nuevo al hotel, el mismo hotel donde había estado con Andrei. Cuando cruzó la puerta del hotel vio a Andrei en el vestíbulo y a ella la dirigieron de nuevo al restaurante a una elegante mesa donde esperaba su padre.

Se sentía nerviosa pues la mirada de su padre daba en ese momento mucho miedo y más que nada se sentía adolorida por haber visto el rostro triste de Andrei cuando se cruzaron de nuevo.

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¿Es un adiós o un para siempre? {Abigeil}

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