AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Jamie L. Neil
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Jamie L. Neil
por Jamie L. Neil Miér Ene 11, 2017 6:09 pm
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Jamie Lyndsey Neil.▲EDAD▲
23 años.▲ESPECIE▲
Humana.▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲
Ninguna.▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase media.▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Heterosexual.▲LUGAR DE ORIGEN▲
Escocia.▲HABILIDADES/PODERES▲
Ninguna.Jamie es, generalmente, una mujer bastante desconfiada; le cuestra creer en las personas y en su palabra. Piensa que todo el que se le acerca tiene algún interés adicional. Es un patrón de conducta que se le ha quedado marcado desde su más tierna infancia. La primera impresión que tendrás de ella es de una persona distante y algo tajante, aunque jamás faltará el respeto a nadie, por mucho que le esté molestando. Correcta, ella siempre te pondrá en su sitio si cree que te estás propasando... siempre desde la educación, por supuesto.
Con los años se ha convertido en una chica paciente. Ahora que trabaja con niños es su herramienta de trabajo principal. Una vez logras conocerla a fondo y coge confianza, verás que es una persona a la que en realidad le gusta mucho dar y recibir cariño, solo que se esconde en su fría coraza para protegerse.
Resiliente como ella sola, es capaz de afrontar los golpes más duros sin apenas torcer el gesto, aunque eso no quita que tenga sus momentos bajos en sus momentos de soledad.
Con los años se ha convertido en una chica paciente. Ahora que trabaja con niños es su herramienta de trabajo principal. Una vez logras conocerla a fondo y coge confianza, verás que es una persona a la que en realidad le gusta mucho dar y recibir cariño, solo que se esconde en su fría coraza para protegerse.
Resiliente como ella sola, es capaz de afrontar los golpes más duros sin apenas torcer el gesto, aunque eso no quita que tenga sus momentos bajos en sus momentos de soledad.
18 de septiembre. Nació en la zona rural de Glasgow rodeada de paja en un granero. Su padre, junto a sus hermanos, asistieron a la madre durante el alumbramiento para evitar otro de los muchos abortos que tuvo.
Su familia era una familia granjera analfabeta de clase baja que tan solo tenía a sus hijos para tener más mano de obra prácticamente gratuita. No se podían permitir trabajadores, por lo que los hijos comenzaban a trabajar en cuanto eran capaces de levantar una pala.
Ella fue la última hermana, la más pequeña... y también la más débil. Su madre, tras diversos partos y con muy malas recuperaciones de los mismos, apenas pudo darle un periodo de lactancia mínimo, por lo que desarrolló cierta tendencia a las enfermedades desde bien pequeña. Era débil, en seguida la sacudían fuertes fiebres que más de una vez estuvieron a punto de llevársela, y por ello mismo su madre y su padre la repudiaban. Sus padres tenían siempre una excusa para odiar a cualquiera de sus hijos, no sentían ningún tipo de afecto y les tenían únicamente como herramientas de trabajo.
Por suerte, en esos duros momentos siempre estaban su hermana, la más mayor de los 7 hermanos, y su hermano Angus, que cuidaban de ella y lograban reducirle la fiebre a 0.
Los hermanos siempre acababan haciendo pequeñas escapadas de la granja a la ciudad a cuentagotas. Montaban en los caballos e iban a la ciudad a empaparse de otro entorno y otras relaciones. Jamie solía escaparse con su hermano Angus. Ellos acabaron haciendo relación con un grupo de personas que, pese a que a ojos de Jamie eran un poco extraños, eran encantadores. Les trataban como jamás les habían tratado antes y lo pasaban en grande con ellos.
Pero todo cambió un 21 de marzo, cuando ella tenía 10 años.
La familia, cuando el sol ya se había puesto, terminaba de recopilar la colecta del día y recogía cuando uno de los hermanos se alertó al escuchar gruñidos y quejidos de distintos animales. El padre dejó de lado su tarea, prendió una vela y avanzó hacia el granero, donde le sorprendió la repentina apertura de los portones de madera. Un grito y un golpe fuerte de las puertas al chocar con la estructura del lugar alertaron a la familia, cuyos integrantes acudieron rápidamente al lugar del estruendo. Al llegar solo escuchaban ruidos y veían humo de la vela, que estaba prendiendo la paja.
Desconcertados, avanzaron para intentar socorrer al patriarca, pero fue entonces cuando los gritos cesaron y, automáticamente, más figuras desconocidas se abalanzaban sobre más integrantes de la familia. Fue entonces cuando Angus actuó, cogió a su hermana del brazo y la instó a correr hacia el interior de la casa, donde le indicó que se huyese sin dudar, que corriese todo lo que pudiese y fuese a la ciudad. Jamie se negaba en rotundo a acatar las órdenes de su hermano mayor. Ella quería quedarse a ayudarle contra esas criaturas.
En la oscuridad tan solo se intuían ligeras figuras iluminadas someramente por la luz de las llamas. Éstas se acercaban cada vez más, conocedores de la posición de los hermanos. El olor al hierro de la sangre era cada vez más denso a la que seguían acercándose. Fue entonces cuando Angus dio la espalda a las criaturas, abrazó con fuerza a su hermana y le susurró: "huye, por favor".
Lo siguiente que escuchó fue a su hermano soltar un grito desgarrador, pero no se quedó a ver lo que estaba ocurriendo. Se levantó a duras penas mientras no paraba de llorar y salió corriendo de la casa por la puerta trasera. Atravesó el fuego a duras penas, se apagó las pequeñas llamas que poco a poco iban deshaciendo lo poco que quedaba sano de su vestido y se subió corriendo a uno de los caballos sin llegar a ensillarlo. Abrió la puerta de los establos para que todos los animales pudiesen huir y espoleó al corcel para salir corriendo.
Finalmente, y tras mucha angustia, llegó a la ciudad de Glasgow cuando los primeros rayos de sol iluminaban los adoquines. Jamie se bajó del caballo, todavía respiraba con ansiedad y se sentía mareada. Le ardía la cabeza, apenas podía abrir los ojos sin sentir un dolor terrible. Ella recordaba las hierbas que le daba su hermana mayor, por lo que malvendió su caballo en el mercado de la cuidad y se hizo con la cura a su enfermedad.
Vivió durante unos días en las calles de la ciudad, alimentándose de sobras de los mercadillos, hasta que la acogieron en un orfanato. Allí adquirió toda la educación necesaria para salir del analfabetismo. Aprendió a leer y escribir, que era lo más importante. Ella era muy feliz allí, aunque le perturbaba reconocer algunos comportamientos familiares en algunos de sus profesores.
Tres años más tarde, Jamie fue adoptada por una familia francesa de clase media. Se trasladó a Burdeos con ellos y allí aprendió francés. Continuaron dándole una educación bastante por encima de las posibilidades de aquella familia, cuyos hijos solo eran varones que ya no estaban en la adolescencia.
De nuevo hubo un cambio radical en su vida. Cuando ella cumplió 16 años y comenzó a desarrollarse, sorprendió a su familia de adopción queriendo casarla con un parisino de avanzada edad y bastantes recursos económicos. Negándose a aceptar un futuro así, Jamie se marchó de aquella casa con lo puesto y los pocos ahorros que tenía y puso rumbo a cualquier ciudad diferente, con la gran suerte de toparse con París.
La chica quedó maravillada por aquella preciosa ciudad, aunque a la vez se sentía abrumada y fuera de lugar.
No pudo costearse ni una casa ni una habitación. Vivía a duras penas en la calle y comía con los pocos francos que ganaba cantando en la calle. Tuvo que aguantar que, en numerosas ocasiones, la confundieran con una meretriz barata, pero por suerte acababa saliendo airosa de aquellas situaciones.
Por fin, unas semanas más tarde, una familia de clase alta se topó con ella. Aquella fue la suerte de la vida de Jamie.
Ella se encontraba cantando como siempre en una de las calles parisinas más concurridas. Fue entonces cuando aquella familia se fijó en la joven de 16 años y se quedó embelesada con el don que tenía. Insistían en que su voz era la de un ángel, y quisieron conocerla más a fondo.
Jamie no se fiaba de primeras, pero finalmente cedió a entrevistarse con ellos en su casa, a la cual se transportó con la familia en un carruaje tirado por caballos. La chica sintió hasta vergüenza al entrar en aquella pomposa vivienda llevando unas prendas harapientas, pero ellos no le dejaron incomodarse ni un segundo.
En un principio, ella comenzó a trabajar en aquella casa de manera eventual, cuando hacían fiestas y la ponían a cantar en francés o inglés. Cuando ella ya cumplió los 18 años, comenzó de interna y se encargó de la limpieza de la casa y los recados. Cuando por fin tuvo 20 años, comenzó a dar clases de inglés a los hijos y a cuidar de ellos de forma eventual. Dejó de estar interna en la casa cuando por fin tuvo un sueldo que le permitía vivir sola en un pequeño piso en un barrio bohemio de París.
Todo marchaba bien: su vida por fin llevaba un camino estable, podía confiar en las personas para las que trabajaba, vivía sola y lejos de todo aquello que una vez le hizo daño...
Hasta que un día abrió la puerta de su casa y se encontró una figura observando su vivienda.
Rápidamente intentó hacerse con un cuchillo de la cocina para intentar espantar al intruso, pero éste se le cayó al suelo cuando, frente a ella, se presentó la figura de su hermano Angus, al que creía muerto hacía tantos años.
Lejos de mostrar cualquier gesto de alegría o emoción, Jamie estalló, furiosa, haciéndole un aluvión de preguntas que su hermano contestó con templanza. Él había pasado a ser un vampiro. Tuvo que explicarle todo a su hermana paso a paso, puesto que en un principio se mostraba escéptica... pero era cierto que no había entonces ninguna otra explicación que justificara que su hermano estuviese vivo y con la misma apariencia que hacía 13 años.
Actualmente siguen viviendo juntos en el mismo piso. Ella le ofrece protección y cobijo durante el día.
Su familia era una familia granjera analfabeta de clase baja que tan solo tenía a sus hijos para tener más mano de obra prácticamente gratuita. No se podían permitir trabajadores, por lo que los hijos comenzaban a trabajar en cuanto eran capaces de levantar una pala.
Ella fue la última hermana, la más pequeña... y también la más débil. Su madre, tras diversos partos y con muy malas recuperaciones de los mismos, apenas pudo darle un periodo de lactancia mínimo, por lo que desarrolló cierta tendencia a las enfermedades desde bien pequeña. Era débil, en seguida la sacudían fuertes fiebres que más de una vez estuvieron a punto de llevársela, y por ello mismo su madre y su padre la repudiaban. Sus padres tenían siempre una excusa para odiar a cualquiera de sus hijos, no sentían ningún tipo de afecto y les tenían únicamente como herramientas de trabajo.
Por suerte, en esos duros momentos siempre estaban su hermana, la más mayor de los 7 hermanos, y su hermano Angus, que cuidaban de ella y lograban reducirle la fiebre a 0.
Los hermanos siempre acababan haciendo pequeñas escapadas de la granja a la ciudad a cuentagotas. Montaban en los caballos e iban a la ciudad a empaparse de otro entorno y otras relaciones. Jamie solía escaparse con su hermano Angus. Ellos acabaron haciendo relación con un grupo de personas que, pese a que a ojos de Jamie eran un poco extraños, eran encantadores. Les trataban como jamás les habían tratado antes y lo pasaban en grande con ellos.
Pero todo cambió un 21 de marzo, cuando ella tenía 10 años.
La familia, cuando el sol ya se había puesto, terminaba de recopilar la colecta del día y recogía cuando uno de los hermanos se alertó al escuchar gruñidos y quejidos de distintos animales. El padre dejó de lado su tarea, prendió una vela y avanzó hacia el granero, donde le sorprendió la repentina apertura de los portones de madera. Un grito y un golpe fuerte de las puertas al chocar con la estructura del lugar alertaron a la familia, cuyos integrantes acudieron rápidamente al lugar del estruendo. Al llegar solo escuchaban ruidos y veían humo de la vela, que estaba prendiendo la paja.
Desconcertados, avanzaron para intentar socorrer al patriarca, pero fue entonces cuando los gritos cesaron y, automáticamente, más figuras desconocidas se abalanzaban sobre más integrantes de la familia. Fue entonces cuando Angus actuó, cogió a su hermana del brazo y la instó a correr hacia el interior de la casa, donde le indicó que se huyese sin dudar, que corriese todo lo que pudiese y fuese a la ciudad. Jamie se negaba en rotundo a acatar las órdenes de su hermano mayor. Ella quería quedarse a ayudarle contra esas criaturas.
En la oscuridad tan solo se intuían ligeras figuras iluminadas someramente por la luz de las llamas. Éstas se acercaban cada vez más, conocedores de la posición de los hermanos. El olor al hierro de la sangre era cada vez más denso a la que seguían acercándose. Fue entonces cuando Angus dio la espalda a las criaturas, abrazó con fuerza a su hermana y le susurró: "huye, por favor".
Lo siguiente que escuchó fue a su hermano soltar un grito desgarrador, pero no se quedó a ver lo que estaba ocurriendo. Se levantó a duras penas mientras no paraba de llorar y salió corriendo de la casa por la puerta trasera. Atravesó el fuego a duras penas, se apagó las pequeñas llamas que poco a poco iban deshaciendo lo poco que quedaba sano de su vestido y se subió corriendo a uno de los caballos sin llegar a ensillarlo. Abrió la puerta de los establos para que todos los animales pudiesen huir y espoleó al corcel para salir corriendo.
Finalmente, y tras mucha angustia, llegó a la ciudad de Glasgow cuando los primeros rayos de sol iluminaban los adoquines. Jamie se bajó del caballo, todavía respiraba con ansiedad y se sentía mareada. Le ardía la cabeza, apenas podía abrir los ojos sin sentir un dolor terrible. Ella recordaba las hierbas que le daba su hermana mayor, por lo que malvendió su caballo en el mercado de la cuidad y se hizo con la cura a su enfermedad.
Vivió durante unos días en las calles de la ciudad, alimentándose de sobras de los mercadillos, hasta que la acogieron en un orfanato. Allí adquirió toda la educación necesaria para salir del analfabetismo. Aprendió a leer y escribir, que era lo más importante. Ella era muy feliz allí, aunque le perturbaba reconocer algunos comportamientos familiares en algunos de sus profesores.
Tres años más tarde, Jamie fue adoptada por una familia francesa de clase media. Se trasladó a Burdeos con ellos y allí aprendió francés. Continuaron dándole una educación bastante por encima de las posibilidades de aquella familia, cuyos hijos solo eran varones que ya no estaban en la adolescencia.
De nuevo hubo un cambio radical en su vida. Cuando ella cumplió 16 años y comenzó a desarrollarse, sorprendió a su familia de adopción queriendo casarla con un parisino de avanzada edad y bastantes recursos económicos. Negándose a aceptar un futuro así, Jamie se marchó de aquella casa con lo puesto y los pocos ahorros que tenía y puso rumbo a cualquier ciudad diferente, con la gran suerte de toparse con París.
La chica quedó maravillada por aquella preciosa ciudad, aunque a la vez se sentía abrumada y fuera de lugar.
No pudo costearse ni una casa ni una habitación. Vivía a duras penas en la calle y comía con los pocos francos que ganaba cantando en la calle. Tuvo que aguantar que, en numerosas ocasiones, la confundieran con una meretriz barata, pero por suerte acababa saliendo airosa de aquellas situaciones.
Por fin, unas semanas más tarde, una familia de clase alta se topó con ella. Aquella fue la suerte de la vida de Jamie.
Ella se encontraba cantando como siempre en una de las calles parisinas más concurridas. Fue entonces cuando aquella familia se fijó en la joven de 16 años y se quedó embelesada con el don que tenía. Insistían en que su voz era la de un ángel, y quisieron conocerla más a fondo.
Jamie no se fiaba de primeras, pero finalmente cedió a entrevistarse con ellos en su casa, a la cual se transportó con la familia en un carruaje tirado por caballos. La chica sintió hasta vergüenza al entrar en aquella pomposa vivienda llevando unas prendas harapientas, pero ellos no le dejaron incomodarse ni un segundo.
En un principio, ella comenzó a trabajar en aquella casa de manera eventual, cuando hacían fiestas y la ponían a cantar en francés o inglés. Cuando ella ya cumplió los 18 años, comenzó de interna y se encargó de la limpieza de la casa y los recados. Cuando por fin tuvo 20 años, comenzó a dar clases de inglés a los hijos y a cuidar de ellos de forma eventual. Dejó de estar interna en la casa cuando por fin tuvo un sueldo que le permitía vivir sola en un pequeño piso en un barrio bohemio de París.
Todo marchaba bien: su vida por fin llevaba un camino estable, podía confiar en las personas para las que trabajaba, vivía sola y lejos de todo aquello que una vez le hizo daño...
Hasta que un día abrió la puerta de su casa y se encontró una figura observando su vivienda.
Rápidamente intentó hacerse con un cuchillo de la cocina para intentar espantar al intruso, pero éste se le cayó al suelo cuando, frente a ella, se presentó la figura de su hermano Angus, al que creía muerto hacía tantos años.
Lejos de mostrar cualquier gesto de alegría o emoción, Jamie estalló, furiosa, haciéndole un aluvión de preguntas que su hermano contestó con templanza. Él había pasado a ser un vampiro. Tuvo que explicarle todo a su hermana paso a paso, puesto que en un principio se mostraba escéptica... pero era cierto que no había entonces ninguna otra explicación que justificara que su hermano estuviese vivo y con la misma apariencia que hacía 13 años.
Actualmente siguen viviendo juntos en el mismo piso. Ella le ofrece protección y cobijo durante el día.
Sufre migrañas y fiebres altas cuando se altera o esfuerza en demasía. Por suerte sabe cómo tratarlo, aunque su precio es elevado en el mercado.
Tiene una preciosa voz de soprano.
Pese a tener un francés perfecto, a veces se le nota el acento.
Tiene una preciosa voz de soprano.
Pese a tener un francés perfecto, a veces se le nota el acento.
Última edición por Jamie L. Neil el Jue Ene 12, 2017 9:39 am, editado 2 veces
Jamie L. Neil- Humano Clase Media
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 01/01/2017
Re: Jamie L. Neil
por Invitado Miér Ene 11, 2017 8:22 pm
OBSERVACIONES
favor de corregir
TU FICHA ESTÁ CORRECTA, SIN EMBARGO ES NECESARIO QUE PASES NUEVAMENTE POR EL REGISTRO DE AVATAR YA QUE NO FUE ACEPTADO Y POR EL REGISTRO DE APELLIDO DEBIDO A QUE LLEVAS UNO.
CUANDO HAGAS ESO PASA NUEVAMENTE POR AQUÍ PARA DARTE COLOR Y EN CASO DE QUE TODO ESTÉ CORRECTO.
SALUDOS
CUANDO HAGAS ESO PASA NUEVAMENTE POR AQUÍ PARA DARTE COLOR Y EN CASO DE QUE TODO ESTÉ CORRECTO.
SALUDOS
CODE BY NIGEL QUARTERMANE
Invitado- Invitado
Re: Jamie L. Neil
por Jamie L. Neil Jue Ene 12, 2017 9:25 am
¡Corregido todo y registros hechos!
¡Gracias!
¡Gracias!
Jamie L. Neil- Humano Clase Media
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 01/01/2017
Re: Jamie L. Neil
por Invitado Jue Ene 12, 2017 9:35 am
OBSERVACIONES
favor de corregir
LA FICHA ESTÁ CORRECTA, PERO EN EL TÍTULO DE LA MISMA AÚN FIGURA EL NOMBRE ANTIGUO, LO QUE PUEDE DAR LUGAR A CONFUSIÓN. EDITA CON EL NUEVO, POSTEA AQUÍ MISMO TE PASAREMOS A ACEPTAR LA FICHA Y DAR COLOR.
CODE BY NIGEL QUARTERMANE
Invitado- Invitado
Jamie L. Neil- Humano Clase Media
- Mensajes : 11
Fecha de inscripción : 01/01/2017
Re: Jamie L. Neil
por Invitado Jue Ene 12, 2017 5:04 pm
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.
ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA, TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE CÓMO MANEJAMOS TODO EN ESTE SITIO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES; ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
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