what have i become || Reydek Paine

por **Hans T. Sator** Jue Feb 23, 2017 1:24 pm

Oigo el piar de un pájaro, a lo lejos. Me aferro a ese sonido y, poco a poco, siento como voy despertando de algo muy profundo. Algo más que el simple abrazo de Morfeo. El sonido cada vez es más fuerte. Un aire frio recorre mi cuerpo, aun no he conseguido abrir mis ojos, pero se que me falta ropa. Además, siento una humedad en mi espalda. Reconozco enseguida la hierba bajo mi mano. La acaricio con la palma, es fría. Debe de ser pronto. Salvo los sonidos propios del bosque no se oye nada más. Siento extraño mi cuerpo... de pronto recuerdo la noche anterior, a mis amigos, bebiendo en el claro. La resaca que tengo es terrible, la peor de todas. No recuerdo nada de lo anterior.

Consigo abrir lentamente los ojos y me encuentro mirando un cielo azulado. Las primeras luces del alba clarean el azul oscuro del cielo. Consigo incorporarme. Primero miro mi cuerpo, la ropa la tengo echa jirones, tengo heridas por el cuerpo. ¿Que hostias pasó anoche?- Pienso mientras siento un dolor punzante en las costillas. Cuando por fin salgo del todo de la neblina que había acampado en mi cerebro, miro a mi alrededor. Se me seca la garganta, se me eriza el vello del brazo, el estomago se me contrae y me entran unas tremendas ganas de vomitar. Lo que veo ante mi me horroriza. Piernas, brazos, cadáveres, eso es lo que veo. Son mis amigos. O al menos eran. No me creo lo que tengo a mi alrededor. A primera vista lo siento, siento como el animal que acabo con mi padre y mis hermanos es el mismo que ha acabado ahora con mis amigos. Las heridas, los desgarros, son iguales.

Finalmente vomito a mi lado, intentando esquivar la ropa. Es entonces cuando veo la herida de mi pierna, es profunda y grande, parece un mordisco. Pero por algunos lados hay piel regenerada, tierna. No entiendo que narices me esta pasando. Lo que creía que era una resaca indudablemente no lo es. Oigo un ruido, entre humano y animal. Es más un gruñido. Miro a mi alrededor, por si alguno de mis amigos esta vivo o por si el animal que nos ha atacado aun anda por ahí. No muy lejos de mi veo a alguien que no conozco incorporándose. ¿De donde ha salido? Le miro, pero aun tengo el estomago débil como para poder hablar.

por **Reydek Paine** Miér Mar 01, 2017 12:31 pm

La luz del sol le golpeó en los ojos, a pesar de todas las hojas que tenía el árbol bajo el que reposaba. Su cuerpo, completamente desnudo desprendía vaho en contrate al frío que hacía en el lugar. Llevaba horas allí tirado, dormido. Y parecía no tener intenciones de despertar. Pero la brisa, juguetona, movió las hojas del árbol, provocando que la sombra se posara unos segundos en sus ojos para volver a alumbrarle después con los rayos del sol. Aquello provocó que un gruñido saliese del fondo de su garganta. No quería tener que levantase, no quería salir de aquel dulce sueño acompañado con aquella preciosa mujer con la que llevaba años soñando y jamás conocerá. Necesitaba seguir allí. Pero el viento volvió a soplar, deslumbrándole de nuevo.

Sin abrir los ojos, volvió a la realidad, donde aquella sensación de tripas revueltas le recordó que seguramente no estaba recostado donde debía, y que aquella brisa no entraba por la ventana del viejo hostal donde reposaba. Sabía que era aquel dolor de cabeza y no era una resaca.

Apretó la mandíbula mientras abría los ojos, aterrorizado por ver que se podía encontrar. Era la primera vez que le pasaba en París, y no se había asegurado por completo por mantener una zona segura. Mientras se incorporaba aspiró el aire a sangre y carne fresca, a la vez que olía el temor de alguien más allá que tenía ya su vista clavada en él - Mierda - musitó mientras apretaba los puños - No te asustes - le espetó, pero ¿cómo no iba a asustarse? Aquello parecía la guerra y estaban en un campo de minas.

El dolor agudo llegó cuando vio que le había herido de una manera irreversible. Y ahora era parte de él ¿Cómo iba a comenzar a explicárselo? cómo iba a convivir con aquella puta culpa? - ¿Estás bien? - preguntó agarrando algo de ropa y poniéndosela, sin hacer mucho caso a que el vaquero que se acababa de poner solo tenía una pata - Soy Reydek y acabas de sufrir un ataque Licántropo... y ahora eres uno de ellos, por mi puta culpa, quiero decir. Yo he provocado esta mierda - alza los brazos señalando la zona. Estaba preparado para sufrir el golpe en su pecho, si quería desahogarse por matar a sus amigos.

por **Hans T. Sator** Dom Mar 05, 2017 2:40 pm

Veo como el otro chico que esta vivo se levanta. Esta desnudo. -Que cojones ha pasado?- Pienso. Sigo con el estomago revuelto, pero no me apetece quedar como un niñato delante de alguien que no conozco y que, posiblemente, sepa más que yo sobre lo que ha pasado, sobre todo por su tranquilidad dentro del desastre. Le oigo hablar, pero no llego a comprender lo que dice, le veo acercarse, mover los labios y escucho el sonido, pero no soy capaz de procesar ni una palabra, ni entender su significado. Camina hacia mi, vistiéndose por el camino, agarra un vaquero que al parecer era de uno de mis amigos, le falta una pata.

Ese pequeño detalle capta mi atención, haciendo que mi cerebro reaccione. Me levanto con dificultad, intentando pararme delante de él. La pierna me duele, y siento algo raro en mi cuerpo. No entiendo nada de lo que me esta pasando, pero justo termino de procesar una palabra clave para entender lo que esta ocurriendo: licantropo. Las leyendas que rondaban la aldea donde vivía sobre aquellos seres eran abundantes. Nunca me había cuestionado si eran ciertas, hasta ahora. Aun que veo imposible que el chico que esta frente a mi y que con cierta desesperación mira a nuestro al rededor y se hace responsable de toda la masacre que ha habido esta noche, pueda ser un lobo que acabe con la vida de todos nosotros; una parte de mi le cree, siento que lo que el dice es verdad. No entiendo nada.

Si lo que dice es cierto, significa que, no solo ha matado a mis amigos, sino que ha podido ser el causante de la muerte de mis hermanos y padre. Una rabia me invade, una rabia que llevo años sintiendo pero que la mantenía dentro, muy dentro de mi, haciéndola crecer cada vez más. El chico que tengo delante, que dice que se llama Reydek, va a pagar por todo. Una ira irracional me recorre por todo el cuerpo, la siento, siento como el corazón me late mas rápido y por todas y cada una de las partes de mi cuerpo me recorre una especie de electricidad. Aprieto los dientes con fuerza, y con los brazos a mi lado apretados en puños corro hacia él. Por el camino suelto un grito, que me sorprende por lo animal que suena, cuando estoy a su altura lo agarro por la cintura y caemos al suelo, el debajo, yo encima. Parece que lo espera, pues es mucho más grande y musculoso que yo, y podría pararme sin quisiera. Aun así, no le doy la opción y comiendo a propinarle puñetazos, no muy certeros por la rabia que siento y que hacen que mi mano tiemble. Aun así no ceso, es un asesino.

por **Reydek Paine** Mar Mar 07, 2017 4:04 am

Lo miró desde la altura, rascándose el pecho y estirando los brazos después para soltar cada nudo de su cuerpo por completo. Cada vez que tenía un episodio la liaba demasiado. Al menos no se iba con un cargo de conciencia y asumía que lo que había pasado no estaba en sus manos. No desde que se convertía. Había conseguido controlar el saber cuando podía pasar y encerrarse, pero era la primera vez en Paris, tenía permitido errar.

Alzó una ceja en cuanto le vio al pequeño alzarse y lanzarse sobre él. Cayendo ambos al suelo. La cabeza de Reydek golpeó el suelo. Fue el golpe más duro, pues los puños del crío parecían hechos de mantequilla, apenas notaba los golpes. Suspiró mientras le dejaba desahogarse un poquito, pero al rato se giró sobre él dejandole abajo y agarrando sus muñecas apoyó su frente contra la de Hans - QUIETO - apretó su mandíbula y su mirada se tornó sería. Le ponía nervioso cuando una acción no conseguía las consecuencias deseadas y se seguía insistiendo.

Reydek se alzó y agarró el cuerpo del muchacho apoyando su pie en el hombro de él en el suelo - Quieto, tranquilízate - le repitió, mientras se quitaba las ramas y hierbas del cuerpo - Se como te sientes, y se que la he jodido pero bien. Tienes que entender que ya está hecho, que tu quizás la líes tanto como yo en algún momento, pero yo trataré de que eso no pase - apartó la pierna dispuesto a volver a ponerla si se volvía otra vez loco. Le ofreció la mano - Escúchame y deja de llorar - le pidió.

por **Hans T. Sator** Lun Mar 13, 2017 5:07 am

La ira esta nublándome, no oigo ni veo nada, solo soy capaz de enfocar la cara de Reydek y la tierra que hay a su alrededor, ahora revuelta debido a la caída y a los puñetazos. Sigo sintiendo una rabia que se focaliza en él, en destrozarle, aun que se que mis golpes no le hacen nada, solo me agotan. Y eso hace que la rabia aumente, sintiendo unas ganas inmensas de descargar todo lo sufrido contra él. Nunca he sido un tipo violento, sé de donde viene toda esa rabia, pero nunca la he expresado así, y eso, me asusta.

De pronto, me veo girado, de espaldas contra la tierra que se humedece con el sudor de mi espalda, generado por la mezcla del esfuerzo de los golpes y la propia rabia. Mis brazos vuelan sobre mi cabeza, agarradas por las firmes manos del que supuestamente me ha mordido y ahora esta sobre mi. Siento sus manos como grilletes, fuertes, pero no lo suficiente como para hacerme daño, con la fuerza controlada. Pega su frente a la mía, y solo puedo centrarme en los ojos que me miran con algo que no se describir. No sé si es preocupación, decepción o lastima. Respiró con dificultad, rápido y con bocanadas cortas. Empiezo a recuperarme, poco a poco, a salir del estado de rabia iracunda que me invadía.

Se levanta, pero no me libera, apoya su pie sobre mi hombro, una vez más con la firmeza y fuerza necesaria para impedir que me mueva, pero sin hacerme daño. Controlado. Así es como esta él chico que tengo frente a mi. En el instante eso admiro eso de él, me atrae. Nunca me he visto tan fuera de control como hace escasos segundos, y eso me asusta, por lo que quiero aprender su fortaleza. Intento relajarme, calmarme. Cierro los ojos y comienza a hablar, intento centrarme en su voz, en comprender lo que dice, en interiorizarlo, pues no le falta razón. Siento como la fuerza que había sobre mi hombro desaparece, y al abrir los ojos encuentro su mano frente a mi. - No he llorado- Me quejo. No quiero que me tache de algo que no soy. Agarro su mano y me levanto, parándome frente a él.

por **Reydek Paine** Lun Mar 13, 2017 12:58 pm

Reydek invitó a Hans a caminar. El bosque era el mejor lugar en el que podía haber despertado el nuevo-licantropo. Ambos podían conversar con tranquilidad y dejar rienda suelta a su nueva naturaleza. Reydek trató de explicarle lo que había sucedido. Que afrontaba las consecuencias pese a no ser él quien había llevado la acción a cabo, si era de su incumbencia el haberse resguardado mejor para que su "yo" no hubiese buscado la luz de la luna llevándose por delante a todo el que encontraba.

Los días pasan y ambos se encuentran al menos 3 veces por semana. Reydek es bastante dejado y vago, de los 7 sólo se anima 3 y le dice a el pobre muchacho que los demás debe investigar el sólo su naturaleza. Le ha enseñado a marcar, oler, y diferenciar territorios. Le ha explicado las jerarquías y como cambia la palabra amar.

Le ha enseñado todo lo que sabe él, que realmente no es mucho.

Esta noche acuerdan encontrarse en el lago. Reydek ha tenido una buena tarde y llega con un par de copas de más. El olor a alcohol se mezcla con el del sudor por haber venido corriendo en su forma humana. De camino escuchó las suficientes voces para no arriesgarse a convertirse en licantropo - ¡Heich! - se para frente al embarcadero y se descalza, se desnuda por completo y se tira al lago a esperar a su viejo-nuevo amigo.

por **Hans T. Sator** Mar Mar 14, 2017 1:24 pm

Han pasado varios días desde que he conocido a Reydek y, como quien dice, he vuelto a nacer. Ahora soy alguien diferente, algo nuevo. Algo que no creía que existiera y, sin embargo, me he convertido en ello. Soy más fuerte, más hábil, mis sentidos están más desarrollados. Sin embargo, o me acerco ni a la mitad de lo que podría ser, o al menos de lo que es el que se ha convertido en las ultimas semanas en mi maestro. Camino a uno de nuestros encuentros con él. Los primeros días se me hicieron difíciles, confiar en el no era tarea fácil, dadas las circunstancias en las que nos habíamos conocido. Sin embargo, poco a poco fui comprendiendo su naturaleza, y ahora la mía, y fui aceptando que lo ocurrido fue como un accidente, algo que escapaba de su control, en cierta medida.

En estas semanas he aprendido unas cuantas cosas. Mi mentor, que se comporta más un colega, no es que sea un genial profesor, pero al menos lo intenta. Esta noche hemos quedado en el lago, y espero que me enseñe más cosas sobre el control. Últimamente las ganas que me han entrado de acabar con mi padrastro son enormes, me cuesta mucho controlar la ira que le guardo, cosa que antes del mordisco no me pasaba.

Camino con calma, llego pronto, como siempre. Estoy convencido que a Reydek no le gusta hacer de niñera, enseñar, pero al menos es responsable respecto a su cagada. Me acerco a la zona del lago guiado por el olor que hace bastante he captado de Reydek. Acelero el paso, pues no quiero que se tome a mal la espera. Sin embargo, cuando llego a la orilla le observo en el agua y, a juzgar por el montón de ropa que hay en el embarcadero, esta desnudo. Le veo divertirse como un chiquillo, jugando el solo con el agua. Suspiro, no es la primera vez que llega algo tocado, por eso, aquel día, importándome poco la clase, tanto como a él el resto de veces, me he dejado llevar por la cerveza, en un intento de anestesiar la ira y la rabia que siento por mi padrastro. Estoy igual que él, o peor. Camino torpemente al embarcadero y llego a la altura de su ropa. - Rey-deeek – lo llamo, arrastrando las silabas, me acerco al borde del embarcadero, esperando a que mi llamada sea suficiente para que salga del agua y nos pongamos con las lecciones.

por **Reydek Paine** Miér Mar 29, 2017 12:27 pm

Boca arriba en el agua que parece ser negra, se deja arrastrar por las suaves corrientes que le acunan. A esos metros la luna casi llena se posa sobre el agua, bailando sobre ella como lo hace el cuerpo de Reydek. Sin duda disfruta de esto como no disfruta de ninguna otra cosa. Cierra los ojos y deja que de vez en cuando alguna que otra ola le roce las mejillas. Está tan tranquilo que ignora la voz de Hans, como si no fuese para él. Hasta que un interruptor en su cabeza hace "click" y le recuerda que si el no contesta nadie lo hará. Se incorpora y nada hasta la orilla, donde sube con cuidado al embarcadero. Se echa el pelo hacía atrás con un gesto de cabeza para rematar el movimiento con la mano y que el pelo quede hacía atrás. Un pechón rebelde dice que no. Y se queda pegado a su frente, goteando cada poco. La brillante gota cae por su nariz hasta su amplia sonrisa - ¡Buenas! - la mano de Reydek golpea el hombro de Hans - estás borracho, mal, mal estudiante - la mano aprieta el hombro y con fuerza tira de él hasta tirarlo al agua, mientras él se gira tranquilo encima del embarcadero, desde donde le mira - Mal - niega con la cabeza, poniendo sus manos en jarra.

Se acaba vistinedo mientras espera a que Hans salga - Iremos a correr - le explica - pero lejos de aquí, no quiero llamar más la atención - susurró con voz medio ronca por el frío y el alcohol.

por **Hans T. Sator** Dom Abr 02, 2017 10:20 am

Mi profesor tarda en reaccionar ante mi llamada, sin embargo, una vez lo hace desearía que no lo hubiera hecho. Viene hasta mí como dios lo trajo al mundo, y no puedo evitar mirar su cuerpo. Le he visto más veces desnudo, y todas las veces he disfrutado de las vistas. Alguna ventaja tendría que tener estar en el lio en el que me metió, ¿no? Cuando llega a mi altura y tras su reprimenda poco seria, no sé si por mi situación o por su poca seriedad, me tira al agua, con ropa. Al principio, al caer, me invade una rabia a la que me voy empezando a acostumbrar, sin embargo, con mucho esfuerzo consigo controlarla medianamente. Le oigo hablar, pero el ruido que el agua ha provocado en mis oídos hace que le oiga lejos y no comprenda lo que dice.

Nado hasta donde esta, con dificultad debido a mi ropa mojada. Es terriblemente incomodo nadar con ropa, se enreda entera, haciendo que los movimientos sean torpes y difíciles. Llego hasta su altura y, sin pensarlo, y guiado por la rabia de haberme visto tirado al agua con ropa, le agarro del tobillo y tiro de él hacia mí, haciendo que caiga conmigo. Debido a la diferencia de fuerza, comprendo que me ha resultado tan fácil por el estado de embriaguez en el que Reydek se encuentra. – No quiero dar clases. Hoy no – Comento con la voz algo pastosa por el alcohol. – ¡Esta noche es para divertirnos! – Digo mientras muevo mi mano sobre la superficie del agua, de forma que salpique su cara, ya mojada por la caída.

por **Shine A. Russell** Jue Abr 27, 2017 6:19 am

Llevaba al menos 4 días tras la caza de un vampiro escurridizo, me había llevado hasta los montes, lejos de la ciudad y todo lo que había alrededor. Estaba más cerca de mi antigua casa que de lo que ahora era mi hogar. Estaba cansada, y agotada después de la travesía a caballo sin apenas descansos. El caballo, también agotado, comenzaba a alborotarse y a distraerse con facilidad. A la ida había visto un lago, rodeado de un bosque, y decidí que aquel lugar era buen lugar para descansar. Desmonté e hice el último camino a pie, guiando al caballo a mi lado. Cuando me acercaba, escuche voces, por lo que comencé a moverme de forma sigilosa. Llegue a tiempo para ver sobre el embarcadero a aquel licántropo brabucón que me había topado algunas semanas atrás.

No lo dudé, cogí de mi cinto el revólver cargado de balas de plata y apunté, guiñando un ojo, a aquel que se me había escapado la última vez. Pero fallé, pues el que estaba en el agua le había tirado con él y mi bala le rozó el pecho, haciéndole un rasguño. Había perdido el factor sorpresa, alertando a mis enemigos de lo que estaba pasando. –Mierda! – murmuré, y dejando al caballo atado en la profundidad del bosque, me oculte tras el tronco de un gran árbol, que me doblaba en tamaño, y respiré profundamente, intentando tranquilizarme y centrarme en lo que se avecinaba. Si el segundo chico era también un licántropo, estaba jodida.

por **Reydek Paine** Jue Abr 27, 2017 6:39 am

Reydek estaba poniéndose bien el pantalón, cuando iba a meter la segunda pierna, agarrándose a la barandilla y Hans salió del agua. Sabía las intenciones de este, por lo cual soltó el pantalón que cayó a sus pies y esperó el gesto. La mano de Hans agarró el tobillo de su compañero y tiró de él. Rey no estaba en sus mejores facultades, y sus reflejos llevaban demasiados segundos de retraso. Para cuando asimiló lo que ocurría su cabeza estaba totalmente sumergida en el agua. Nadó con fuerza hacía arriba cogiendo una bocanada de aire - Joder - masculló, escupiendo - Mira que lo he visto venir, lo que hace el puto alcohol - carcajeó, observando a Hans - Deja de salpicarme, ostia, que no puedo respirar - río de nuevo, dando un puñetazo al agua para mojar a su compañero.

El sonido ensordecedor envolvió el lugar y un dolor atravesó el pecho de forma superficial a Reydek, que se llevó la mano en acto reflejo, con la otra hundió la cabeza de Hans, y lo metió con fuerza bajo el embarcadero - Quédate ahí - se apresuró a decir. Cómo era de esperar su sentido no le había fallado, y la mala suerte se había apoderado una vez más de la situación. Lo que había notado era un cazador, que debía de haberlos reconocido, olido o el que ostias sabia, pero se había atrevido a disparar a ciegas, hiriéndole superficialmente.

No sabía como actuar, sin ponerse en peligro, y sin que Hans sufriera las consecuencias de su actos. Se agarró al embarcadero y alzó su voz - ¡Que valiente, Cazador! - gritó buscando con la mirada algo de movimiento, un jadeo, o una respiración agitada. Cuando dio con ella, buscó la forma de llegar sin sufrir graves consecuencias - Es un cazador Hans, un bala de plata en el corazón, y estamos jodidos - le explicó. Ya habían hablado de ello varias veces, pero jamás pensó que tendrían que enfrentarse a ello - ¡Mi manada está al llegar, has sido realmente estúpido, cazador, disfrutaré del festín mientras sigo bañándome! - no iba a avisar a los Paine, pero tenía claro que quien fuera que estuviera allí, se acojonaría con sus palabras - Ponte a salvo Hans, nada hasta la otra orilla - prácticamente le suplicó. Asustado por lo que pudiese pasarle.

por **Hans T. Sator** Jue Abr 27, 2017 3:05 pm

Tan pronto estoy jugando con Reydek en el agua, como todo se paraliza. Oigo un disparo, o eso creo que es lo que es, un proyectil pasa cerca de mí para rozar el pecho desnudo de mi amigo. De pronto, estoy bajo el embarcadero y por fin me da una explicación. Un cazador. Me ha hablado de ellos, pero, para mí, es demasiado pronto para vivir perseguido por alguien así. Reydek le amenaza, habla de una manada. Si tan solo supiera que estamos los dos solos. Realmente espero que no lo descubra, sino estamos muertos.

Veo el miedo en los ojos de Reydek, que siempre se ha mantenido calmado y tranquilo, y eso me alerta aun más. Si él tiene miedo, es que estamos bien jodidos. Me meto bajo el agua y aguanto buceando todo lo que puedo hasta la orilla, como él me indica. Pero cuando ya no puedo más, me pongo en pie y comienzo a correr. Salgo del agua con lentitud, tropezándome mientras intento correr. La ropa mojada se enreda en mis tobillos, entorpeciéndome y haciéndome más lento todavía. Aquella lentitud me asusta, pues no sé dónde está el cazador, ni si es solo uno o son más. Corro hasta los arboles y me siento ahí, observando como Reydek, por su lado, corre hacia la linde del bosque. Miro a mí alrededor, intentando buscar algo que me indique donde está el peligro, pero no hay forma de saberlo, y me pongo aun más nervioso. Desobedeciendo a mi amigo, me arrastro por el suelo de bosque hacia adentro.

por **Shine A. Russell** Miér Mayo 10, 2017 6:45 am

Desde luego que era él. Aquella voz era inconfundible, teñida de esa bravuconería que tanta gracia me hacía. –Cazadora, si no te importa- Comenté a gritos mientras me movía por el bosque, escudándome detrás de cada árbol. El otro con el que estaba huyó a la orilla – Cobarde- Pensé. No iba a venir nadie, ¿Por qué ocultarse sino? Continúe moviéndome por el bosque hasta que quedé casi en frente del muchacho que se arrastraba por el suelo, como un gusano. Sin dudarlo lancé una patada al pecho del chico, de forma que cayó hacia atrás, saliendo de la linde del bosque y tumbándose de nuevo en la orilla del lago, esta vez boca arriba.

Di un paso hacia atrás para coger impulso y poder dejarle algo más confuso antes de poder acabar con él. Sin embargo, el cansancio, el agotamiento, hizo mella en mí, de forma que mis movimientos fueron algo torpes, cosa que pocas veces pasaba y que me frustraba. Cometí el mayor error que puede comente cualquier cazador o cazadora, perdí la calma y actué sin pensar, sin fijarme en mi entorno. Tropecé con la raíz de un árbol, cayendo junto al cuerpo del chico, que tosía con fuerza.

por **Reydek Paine** Lun Mayo 15, 2017 4:11 am

Reydek se gira unos segundos sobre su eje, para buscar a Hans con la mirada, el relejo de la luna en el agua oscura le ciega cuando trata de enfocar, el corazón le late con tanta fuerza, que cada vez que intenta tragar saliva parece que esta tragando tierra seca. Siente que todo va mal, y no puede permitir que Hans vuelva a sufrir por su culpa, pero el destino antojadizo quiere volver a jugársela y que sea eterno deudor del chaval. El joven que corre tropieza en la orilla y se arrastra cual reptil por la tierra, tratando de pasar desapercibido.

Y a pesar de que fueron varios segundos, cuando trató de buscar de nuevo a la cazadora, no la encontró, y su instinto le mandó nadar con rápidez hasta Hans.

Cuando llegó el joven ya se había comido el primer golpe y tosía con fuerza, hecho una bola en el suelo, ella estaba tendida a su lado, con una mueca - ¡Corre! Levántate! - le ordena Reydek alzándolo con su helada mano, que chorrea agua por acabar de salir de ella - Corre Hans - le repite con algo más de seriedad cuando se tira a garrar a Shine.

Sus brazos rodean la cintura de la Shine que había tratado de incorporarse, tirándola sobre su cuerpo helado y mojado, de nuevo al suelo. Boca arriba la rodea con sus brazos y piernas, y le arrebata la pistola, que es lo que más le aterra lanzandola lejos - Tranquila - le susurra al oido, mientras ambos forcejean - No gastes energía en vano - le aconseja - sabes lo que soy, y la lentitud en debilitarme, para mi esto es un juego de niños - le da un golpe seco, mostrandole que apenas está haciendo fuerza - No voy a hacerte daño, déjalo ir, por favor - el aliento de Reydek golpea la nuca de la muchacha.

por **Hans T. Sator** Lun Mayo 15, 2017 12:15 pm

Estoy a punto de llegar al resguardo del bosque, lo veo cerca, tan cerca. Pero de pronto aparecen unas botas ante mí, que golpean mi pecho con fuerza mandándome hacia atrás. El impacto del pie en mi pecho y de las rocas en la espalda hace que me falte el aire. El aire no entra en mis pulmones y siento como mi garganta se empieza a contraer, en busca de aire, haciéndome toser con fuerza. Poco a poco empiezo a recuperarme y cuando siento que puedo atacar, un cuerpo muerto cae junto a mí, con un gruñido de frustración. Es la cazadora que me ha lanzado hacia atrás.

Aún tosiendo, intento moverme, pero justo en ese momento aparece Reydek , y ayudándome a levantarme me insta a que corra. Justo llego a ver como se tira a agarrar a la mujer, que no para de moverse intentando librarse del agarre. La seriedad con la que lo dice me hace que corra lejos, lejos de aquellos dos y ni me molesto en mirar atrás. Sé que no puedo ayudar a mi amigo, al que se ha convertido en mi guía en las últimas semanas, sé que si me quedo, ambos saldremos mal parados por los intentos de Reydek de protegerme. Por ello, corro. Corro rápido, como él me ha enseñado, y rezo para volver a verle de nuevo, sin importarme lo que le pase a esa mujer. Aun me duele el pecho de la patada que me ha pegado.

por **Shine A. Russell** Miér Mayo 31, 2017 6:42 am

Aquel maldito chucho cayó sobre mí en el momento en el que intentaba incorporarme. Una sensación de frustración me invadió. Nada salía como lo planeado, nada salía bien, menudo fracaso de día. Sentí como su cuerpo rodeaba el mío, pegándose, empapándome debido al agua que mojaba su piel. Su cuerpo se interponía entre la tierra húmeda y yo, sentí su voz cerca de mi oído. Demasiado. Me revolví sobre su cuerpo, moviéndome sin parar con intención de soltarme. Sin embargo su fuerza me golpeo, dejándome inmóvil.

Aquel lobo podía acabar con mi vida aquella noche, a pesar de que aseuraba no hacerme daño. ¿Enserio le estaba creyendo?

El cansancio, la posición de desventaja, me hicieron ver lo estúpido que sería continuar con esa lucha, no haría más que agotarme. Decidí creerle. Hice un breve recuento de mis posibilidades, mientras obligaba a mi cuerpo a relajarse, de forma que aquel lobo molesto y bravucón me fuera soltando. O al menos esa era mi idea. Que bajara la guardia, y entonces, al menos, poder huir. Tenía razón y odiaba admitir una derrota. Solté un gruñido de frustración, más parecido a los que podían soltar aquellos a los que solía dar caza, y dejé mi cuerpo laxo sobre el suyo, sintiendo cada milímetro de su piel húmeda pegada a mí. La cercanía me molestaba, maldita sea, era un chucho, ya me había relajado. ¿Porqué no me soltaba? –Quita tus sucias manos de mi cuerpo – Le solté con rabia, moviéndome en una sacudida para corroborar mis palabras.

por **Reydek Paine** Jue Jun 01, 2017 6:22 am

Tenía a la muchacha entre las piernas, totalmente inmovilizada. Alzó la vista en busca de Hans, cuando vio que huía, herido, pero corría, suspiró algo más tranquilo y volvió a dirigir su atención a Shine, que cabreada, jadeaba bajo su cuerpo - Bueno, tranquila ¿Eh? - masculló, levantándose - Ahora ni se te ocurra dispararme, no seas cansina, vale? - el alcohol había desaparecido de su cabeza, serenandole, a pesar de seguir embriagado. Los efectos no eran latentes en su cuerpo.

Sacudió su pelo mojado, y se volvió a sentar agotado y algo mareado por la tensión del momento - ¿Sabes? acabas de joderle la vida a ese pobre chaval - le explicó, jugando a pasar la mano por la superficie de la hierba, para mantenerse entretenido y tratar de inspirarle tranquilidad a la cazadora - Nunca había visto a una cazadora, y vas, y le hieres - le miró con algo de tristeza - ¿No te da rabia ir hundiendo vidas? No crees que bastante sentencia tenemos lo que somos licantropos, como para que además, tengamos que ir con pies de plomo por los que son de tu raza - le preguntó, alzándose de nuevo - Me llamo Reydek Paine, y pertenezco a una manada - le recalcó de nuevo, para que tuviera cuidado, no era una amenaza en toda regla, más bien un aviso.

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