Las plegarias de la lágrimas

Inocente como un hada, religiosa creyente más de fe que religiosa ardiente, no es una monja y jamás lo será, delicada y frágil, con un corazón muy noble e inocente, puede decirse que ella sigue las costumbre de la época, pero no todas.

Cony es una mujer de una curiosidad superior, cada vez que se encuentra frente a algo desconocido siempre querrá saber el porqué y el qué de las cosas o situaciones, en algunos momentos eso puede parecer estresante, molesto o irritante pero no lo es porque ella no es de preguntar solo “¿y por qué?” al contrario, sus preguntas se basan en una elaborada justificación a la posible respuesta que le vayan a dar. Además, de que si no consigue respuesta alguna ella lo investigará por su cuenta; esa bendita curiosidad le ha llevado a meterse en conflictos en los que termina luego lastimada.

Sus ojos abiertos muestran su inocencia y dulzura. Unos ojos cristalinos que se maravillan con todo a su alrededor, que solo ven bondad y no maldad en las personas, creyendo que “todo se puede componer con algo de trabajo duro y comunicación”. Humilde, esta jovencita es de esas jóvenes que no habla de ella al contrario siempre quiere saber de los demás para conocerlos mejor y ayudarlos. Su buena voluntad y entrega desinteresada le ha ocasionado algunos problemas y roces con otras personas, pero como es enemiga de la violencia y la discordia prefiere seguir y soportar en silencio todo, con una sonrisa y las palabras acordes, mantiene su loable labor de ayudar a los demás, antes que a ella misma

Pura de mente, cuerpo y corazón. En su alma no hay rastro de maldad y eso se refleja en sus ojos y sonrisa, en ese rostro radiante que siempre da una mano amiga a todo aquel que lo necesite. No mira rostro, ni clase ni condición o color, para ella todos son iguales y así lo mantiene. Los únicos que disfrutan más de la compañía y espontaneidad de la joven son los pequeños que andan con ella, niños del orfanato a los que ella fervientemente ayuda y cuida en ciertas ocasiones al contarles cuentos.

Su mayor pasión son las flores, el mensaje de estas y como pueden hablar estas por los sentimientos de las personas; pero, también es una maniática a escribir y a las palabras sobre todo a la hora de hacer sus cuentos, es su mayor obsesión por eso lleva diarios personales los cuales cuando los termine los guarda.

No se puede comparar con una monja, está muy lejos de serlo, se considera más una ferviente creyente, cree en que hay un Dios todopoderoso que cuida y protege de todo mal, sin miramientos por lo tanto ella obra de esa manera. Siempre creyendo que está aquí para ayudar a los demás antes que a ella misma. Su corazón no puede odiar ni rechaza a nadie por ninguna razón, no se cree capaz de juzgar a nadie. Ingenua puede parecer y de fácil de engañar, pero su ingenuidad y una poco de torpeza o fragilidad no evita que tenga un ojo agudo para algunas cosas, sobre todo las mentiras de las personas.

No niega en darle su mano al quien se lo pide, ella ayuda a todo el mundo y no decae, siempre buscando la mejor solución a los problemas, pero ojo que aunque esta niña parezca algo frágil también se puede enojar, es un ser humano y siente, tiene emociones y sentimientos que se reflejan en su rostro, a flor de piel. Puede llorar de frustración y rabia, de tristeza e incluso de alegría; y aun cuando realmente no es alguien que se enoje mucho cuando se trata de las personas que ayuda, pierde sus estribos y es cuando muestra una ira, pero es más su deseo de proteger a aquellos que considera parte de su vida. Su humor es muy positivo, es alguien directa pero más diplomática para decir las cosas, evitar el menor daño posible.

Amante de la lectura y de las flores, le gusta y apasiona el aire libre, caminar o estar en lugares frescos con mucha naturaleza, lo considera muy reconfortante para el alma.