Arachne Bakó

Es impulsiva y pasional cuando hace algo que le gusta. Su impulsividad no es muy buena cuando se trata de estar en una cacería pero eso mismo la vuelve impredecible y capaz de hacer cualquier cosa pues tiene una convicción fuerte. Si toma una decisión no la cambia incluso aunque esto lleve a situaciones inesperadas o  inconvenientes para ella. Enfrenta a todo lo que se le pone delante con la frente en alto y las armas adecuadas. Posee únicamente un objetivo en la vida, y ese es eliminar a tantos sobrenaturales cuantos le sea posible ya que esto le dará la manera de vivir que siempre ha buscado y la seguridad que también ha deseado, al menos desde la muerte de Ákos. No teme lastimarse y su cuerpo muestra señales de ello.

Irónica en sus comentarios, no le importa si termina por herir las susceptibilidades de otros ya que cree que cada quien debe hacerse responsable de sus actos y de las cosas que dice; por eso es que considera que cada uno debe cargar con las consecuencias positivas o negativas que acarrean esa clase de formas de actuar. No tolera las maneras ridículas o estúpidas de actuar de quienes le rodean. En pocas palabras su capacidad social es sumamente limitada y mala pues ha encerrado su corazón y sus sentimientos más puros en un lugar donde no puedan interferir a sus fines.

Ríe de manera sincera en muy pocas ocasiones en la vida, pero al hacerlo es porque realmente esta pasando un buen momento. Cree que los matrimonios y el enamoramiento arruinan la vida de las personas, por eso es que no piensa casarse, solo mantener aventuras cuando le sea posible y claro, dedicarse enteramente a la cacería y a descubrir la verdad sobre la muerte de su madre y el supuesto suicidio de su padrastro; así como alejarse lo más posible de la inquisición y su mentor, ese del que no desea saber más nada.

Arachne al nacer era lo que los padres de su madre decían, una hija bastarda; alguien sin un padre que pudiera darle un apellido ni a su madre la dignidad que su familia creía merecía. Su madre solo hizo lo que creyó mejor, y confió en el hombre equivocado, amo demasiado a un hombre que en el mismo momento en que supo que ella se encontraba embarazada le dejo y busco matrimonio en otro lugar, lejos de ella y de la bebé.

Angelika amo a su hija desde el primer momento en que la sostuvo en sus brazos, y no le importo lo que los demás dijeran o como la juzgaran, su vida ahora solo tenía un propósito y era ver lo que era mejor para su pequeña.

Una noche; la que cambiaría su destino, Angelika conoció a Ákos Bakó; un hombre amable que mostró interés por ella justo en el momento en que sus ojos se encontraron por primera vez. Angelika desde un principio habló claro con aquel hombre, diciendo sobre su pequeña; sí aquel hombre la mandaría al demonio al enterarse de eso, era mejor que lo supiera antes de que ella desarrollara algún sentimiento por él. Para sorpresa de todos a Ákos no le intereso en lo más mínimo que ella tuviera una hija, al contrario se sintió fascinado por la idea y eso gano parte del corazón de la mujer. En pocas semanas ambos desarrollaron un vinculo muy fuerte, y Ákos un cariño especial por la pequeña así que le hizo a su madre un ofrecimiento único para alguien como ella; Ákos le proponía matrimonio y no solo eso si no que prometía darle su apellido a la niña. Su madre no dudo en aceptar aquella promesa y una nueva vida comenzó.

Los años transcurrían sin penas ni glorias y fue cuando Ara cumplió 10 años, que Ákos decidió que era el momento justo para entrenarla en algo que él sabía le sería de utilidad a ella, así que su madre no se negó y de esa manera fue como la pequeña comenzó su entrenamiento como cazadora aún sin darse cuenta de ello. Los entrenamientos de su padre eran extensivos y la dejaban agotada, sumando a eso que su madre comenzó a educarla para ser una joven digna que supiera de todo un poco, preparándola para el día en que se casara; pues ambos esperaban fuera con un hombre de clase alta. Aprendió con facilidad todo y si bien nunca fue necesario que saliera de cacería porque su padre adoptivo se ocupaba de eso, al menos sabía como defenderse a si misma.

A mediados de su año 13 de vida su madre murió de causas desconocidas, pero tanto su padrastro como Ara sabían que eso no era posible. Angelika siempre fue una mujer saludable y su repentina muerte generó en los Bakó paranoia. La muerte de su madre, llevo a que Ákos perdiera el control de si mismo; se arriesgaba mucho más durante las caerías y poco a poco cayeron en la desgracia, quedando en completa bancarrota. Esos fueron quizás los peores años de la vida de Ara que culminaron con el suicidio de su padre adoptivo cuando ella tenía 16 años.

Sola en el mundo, sin saber que hacer y no dispuesta a pedir ayuda de la familia de su madre, opto por viajar lejos de su ciudad natal y buscar asilo en el único lugar donde parte de lo enseñado por Ákos le sería de utilidad, la inquisición. Fue ahí donde Ara encontró un lugar que podría considerar un hogar, aunque claro, convertirse en el soldado que deseaba no le resulto nada fácil. La joven Bakó fue puesta bajo el cuidado de Lastor, un excelente soldado pero exigente mentor que llevó la cordura y el cuerpo de Arachne al límite durante años, todo para convertirla en la mejor de los soldados. Durante años Arachne se mantuvo al lado de su mentor, a quien admiraba tanto y con quien termino teniendo una breve aventura aun a pesar de la diferencia de edades y rangos.

Sintiéndose incapaz de continuar observando el rostro de Lastor pero sobre todo, creyendo que se fallaba a si misma, Arachne abandono la inquisición y dejó también sus amistades pues no quería interrogatorios incomodos. Sabiendo entonces que existían pocos trabajos para alguien como ella, la Bakó se convirtió en cazadora.