Caminos Curiosos e Inciertos {Nirole}

por **Mikaël Doré** Lun Mayo 15, 2017 5:59 pm

Hacía tiempo que no salía de mi mansión para distraerme en un ambiente público, ya que tampoco eran de mi agria preferencia. Las cartas que recibía con invitaciones a eventos públicos declinaban de mi presencia, aunque para asuntos de la corte del Rey tenía que presentarme sí o sí y a veces era fastidioso. El teatro de vampiros me parecía un controvertido lugar, pues en Versalles escuchaba a menudo comentarios acerca de la brutalidad de los argumentos que poseían algunas obras que se empleaban allí. Que era casi un club exclusivo, en donde se llegaba por mera invitación, yo tenía colecciones de sus tarjetas de invitación de ese recinto. Seres humanos también podían asistir, pero lo que no sabían ellos es acerca de los peligros que les rodeaban entrando en ese lugar, algunas bestias sedientas y morbosas de su elixir, había por montones en ese teatro y estos humanos iban como si nada.

Aquella noche tomé una tarjeta, la leí y salía que se presentaría un grupo de artistas –todos vampiros-, en esa función entonces decidí que podría ir. Mientras mis ojos se dirigían hacia la chimenea de la habitación, con su fuego crepitante pensé de pronto que podría llevar a Frany conmigo a la función, pero esa idea absurda que se me pasaba por la cabeza de que alguien más querría su sangre, desechó de inmediato mi pensamiento. No, no la compartiría jamás con ningún otro bastardo que quisiera beberla. Así que preferí ir solo.

Mi traje de aquella noche, consistía en unos pantalones negros de gamuza, unas botas largas negras de genuino cuero italiano, una camisa de satín blanco sencillo, en mi cuello un corbatín negro, mi peluquín castaño de ocasión, un chalequillo negro completo, una levita roja con solapas negras y hebillas negras en los brazos de forma decorativa, y un bastón caoba con la forma de un sol en la punta. Traté de vestirme lo más cómodo posible para la noche. Me había alimentado no hace mucho, y mi sed estaba intacta. Pedí entonces un carruaje que me llevara hasta aquel teatro, llegando allí pude observar las tenues luces del lugar, la infraestructura gótica medieval del sitio era bastante siniestra, casi parecía un bar de mala muerte pero veía a las personas y toda clase de criaturas entrar con sus invitaciones y con sus caras llenas de satisfacción, y expectación…

Suspiré profundo de pronto, mientras miraba por la ventanilla del carruaje, y al cochero le pagué unos cuantos francos. Entré entonces, y llegaban hasta mí todo tipo de aromas que me daba algo de pereza identificar, saludé a algunos nobles conocidos, de los cuáles podría determinar un sinfín de secretos y como es que llegaron hasta allí, y con quién. Pero no me impresionaba en absoluto, la ciudadanía de París estaba envuelta en un halo profundo y oscuro de secretos a voces. Tomé asiento en un palco que se situaba a mitad de la altura del teatro, en un cuarto piso más o menos y resulta que tocó sentarme atrás de la primera fila, a pocos centímetros de una dama a la cual percibí su esencia de inmediato… una vampiresa… -el lugar estaba lleno de vampiros- más aun así, la mujer poseía de una esencia mucho más antigua que era demasiado fuerte ante mis sentidos. La contemplé detenidamente pues me causaba mucha curiosidad, gozaba de una belleza espectral casi angelical, pero al verla de perfil solo pude notar la forma de sus labios pequeños, pero carnosos, una nariz respingada lisa y blanquecina –como todo su rostro- y su cabello castaño sedoso, desprendía un ligero aroma a rosas.

Quedé absorto en la presencia de aquella dama, que seguramente también me percibía pero la función estaba por comenzar y deseaba quizás, tal vez por un momento de encandilamiento acercarme a esta mujer y hablarle… Así es, el Conde estaba encandilado… pero, determinar que pasaría en un momento tan efímero como este me tenía sin cuidado, al estar bajo su presencia había olvidado hasta la razón del por qué fui allí, un toque mágico para lo noche quizás…

por **Nirole Eilen** Sáb Mayo 20, 2017 11:35 am

Agua caliente cayendo desde mis hombros hasta mis pies,recorriendo mi cuerpo desnudo,–perfecto para algunas miradas–como lo eran para aquellas criadas de mi servicio que me lo enjabonan esta mañana,bajo estrictas indicaciones de que en el piso superior no se colase ni una sola línea de luz solar,al que no le quedaba mucho tiempo para dormitar y dejar paso al inicio del día para aquellos que son inmortales como yo.También indique que preparasen la ropa que vestiría esta noche,para la que había conseguido una entrada especial para la nueva actuación que se presentaría en el Théâtre des Vampires,esta vez como espectadora y no como personaje,siendo consciente de aquello que me rodea;al contrario de aquellos mortales extranjeros y los propios de Paris,viéndolo como un espectáculo exótico,misterioso y apuesto que alguno con intención de acercarse a los actores o los figurantes que son mero alimento,puedo recordarlo como si fuera ayer y seguramente su final no será distinto al que les daba yo después acompañarlos,seguirlos,enloquecerlos y matarlos; después con las mil y unas formas en las que un vampiro puede divertirse y ensañarse para ver los limites humanos,¡me encanta ponerlos al límite de la locura!,y pensarlo durante este baño me ha dado apetito,alguien del servicio va a ser renovado en breves,de echo debo alimentarme antes de calzarme y vestirme.

Sonreí con amplitud,cerré los ojos mientras me relamía los labios;–¿demasiado caliente,Lady Eilen?–interrumpió una de ellas,separándomede ese estado de ensoñación,moviendo mis claros ojos hacia ella, cierta molestia pudo intuir,mas supe vestirlo con una sonrisa para no provocar que su corazón diese ese bote necesario para saltarme el tiempo y beber aquí,y ahora.Asentí y entendió,el agua estaba perfecta,ni muy fría ni muy caliente.El jabón dibujo cada una de las líneas de mi cuerpo,cayendo con el agua que me cubría hasta las rodillas,mismas que habian cubierto mi cuerpo minutos antes de hacer venir al servicio.No es que necesite de nadie para hacerlo,yo misma lo haría,pero tenían que tener una excusa con las que pagaran su alimento y su refugio junto a mi.

(…)

Un vez terminé me ayudaron a salir para no resbalarme,empapando el suelo que piso y pisan,volví a sonreir por el dulce momento que le sigue después.Me había quedado sola con una de ellas,el resto iría lavar mi ropa,momento perfecto donde hinque los colmillos en su cuello y bebí hasta casi agotarla,sin derramar una sola gota,dejándola caer a mis pies y yo yéndome a mis aposentos para vestirme para la ocasión.Camino hacia ellos ordené que limpieran el desastre,que cerrasen la boca o sabían a que se enfrentaban,que o bien era acabar como la pobre Elisa,o sufrir en sus carnes el mayor dolor que pueda sentir un ser humano con mi don de dolor por medio de la mente,algunos–de los que aun no han sido renovados–,han oído los gritos y saben lo que les conviene sufrir de esa manera.

Por otro lado,casi llegando a mis aposentos veo a Agatha tendiéndome una bata de la mjor tela de Paris,con detalles dorados que destajan sobre el negro con brillo de esta.Me visto con ella y me acompaña hasta abrir la puerta y entra junto a mi.Tras varios minutos acaba con un espléndido trenzado con un par de mechones que ligeramente ondulados adornaban mi rostro.Poco después me ayudo a con mi vestido,colocándome el corsé que aumentaría mi busto,seguido iría el vestido,colocándomela ropa interior de esta época y los adornos en mi cuello y en una de mis muñecas.Como toque final,el perfume con aroma a rosas de mi propio jardín,aprovechando aquellas que apenas les quedan un soplo de vida en su raíz.Cuando ya estaba lisyo,salí de la habitación y bajé las escaleras para llegar al carruaje que me llevaría hasta allí,hoy no usaría mi rapidez para llegar hasta allí,a la vuelta ya avisé que iría por mi cuenta.

Una vez allí puede ver el alboroto que había causado el evento teatral,la boca se me hace agua,al detectar a los corderillos que serían alimento a mas de uno de por aquí.Entregue la entrada y me dejaron pasar después de que marcaran mi nombre,un alias,uno falso pero asegurándome de que existía.Después de esos me dirigía a mi butaca,cuarta fila a la izquierda,mas o menos centrada para ver bien el espectáculo y las reacciones ante ello.

Conforme llegaba a la misma, pude destacar entre ellos y pensé para mi;–Humano, Humano,Vampiro,Cortesana,el amante y mas vampiros–,uno con especial aroma que me hizo desviar la mirada disimuladamente,viéndole por el rabillo del ojo una vez me senté donde me corresponde,dejando escapar una pequeña sonrisa,¿Quién era aquél de cabellos castaños?.No me dio tiempo a intentarlo a observar,la obra había comenzado, la música anunciaba.

En primer lugar apareció quien parecía ser el narrador,mientras que al final de su relato las grandes y pesadas cortinas rojas se abrían para dar paso al decorado.Resultaba extraño visualizar el sol pintado en grandes telas por encima de amplio mar en el que había dibujado su sutil reflejo.Mas mi atención estaba a mi alrededor,tantos aromas al aire que si no llega ser por mi alimento,no aguantaría sentada ni un minuto mas,el que no aguanto sentado a mi lado fue el de mi derecha a quien por mero divertimento y hacer que desocupara su asiento para estar más centrado o mas bien para observar algo mas de cerca a aquél hombre, su vestimenta no era un misterio,pero si quien estaba por debajo,tal vez…Por medio de ejercer dolor por medio de la mente,provocándole un molesto dolor de cabeza que no le permitía concentrase y que con fastidio se ve obligado a abandonar su lugar,para ir a tomar aire,en su lugar me coloque yo,pose de disimulo mientras las voces daban sentido a la escena que se presentaba ante todo el mundo,y yo de vez en cuando observando de reojo al mismo hombre,aunque el cortesano que estaba a su lado creía que las miradas iban a él…

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