Petalos sucios pero queridos

por **Lilou** Sáb Jun 24, 2017 9:31 pm

Sentada en las escaleras de la iglesia moví los pies uno arriba uno abajo, aviento pequeñas piedritas en la cesta bacía que por la mañana estaba llena de flores. Miro a un lado y al otro comenzando a aburrirme, Charlotte ya se tardo, ella dijo que estaría aquí cuando en el reloj de la torre la manecilla grande estuviera apuntando al cielo directamente y la péquela estuviera apuntando al suelo directamente. Yo no sabia que era eso de las horas y los minutos pero ella me había enseñado para que no tuviera que correr a casa y mi padre me pegara, o esas veces que llegara mas temprano para alcanzar cena.

Recuerdo que esa ves comimos esos bollos espolvoreados de azuquítar blanca, se los habían regalado en esa casa grande a la que tiene que suele ir y jugar con la niña esa llamada Miel, yo no la conozco pero ella dice que es odiosa, pero creo que es mucho mejor que jugar que con todos mis hermanos, ellos son malos, me jalan los cabellos, me empujan y solo en algunas ocasiones mi mami los regaña pero todos tenernos que salir a buscar el pan. Espero que me traiga un pan de esos, siento como la boca se me llena de saliva… delicioso.

Ya es tarde, la manecilla grande esta por apuntar directamente a la iglesia y Charlotte no llega, comienzo a tener frio y me embebo en el viejo chal de mama que está algo rotoso y parchado, dejando de mover los pues y con la cesta en mano me pongo de pie comenzando a caminar directo a las calles que dan a mi casa cuando la veo llegar. Viene corriendo y trae algo en las manos… Delicioso bollos con azur. Pido cruzando los dedos y corriendo hasta ella.

por **Lilou** Vie Ago 25, 2017 12:00 am

Charlotte me muestra aquello que traía era un pedazo de pan mordido no era lo que esperaba pero al menos había algo que comer para aquel momento tome el pedazo partiéndolo a la mitad para ella y para mi aunque no teníamos un lazo de sangre teníamos uno más fuerte que era del de amigas, socias, compañeras, aliadas entre las calles de la ciudad, además de ambas defendernos de los ataques de aquellos melindrosos niños que siempre nos quitaban nuestras pequeñas ganancias

Le di el pedazo mas grande a Charlotte sabía que ambas teníamos una gran hambre pero ya estaba acostumbrada a comer tan poco era fácil engañar a mis tripas. Nos sentamos a comer en las escalinatas no nos demoramos ni segundos mas tardamos en tomar asiento que en devorar aquellos pedazos de pan luego de estar algo satisfechas le pregunte a Charlotte de donde había sacado aquella comida y solo me supo decir “un hombre me lo regalo” era extraño que alguien regalase comida a menos que fuera robada, solo de pensarlo entré en pánico me puse hasta más blanca delo que estaba por el frio y la severa desnutrición.

Charlotte me calmó enseguida apuntando al hombre que tenía un largo vestido negro y una cesta en mano regalando panes a varias personas como nosotras. Para niñas de nuestra edad, de cinco años tanta bondad tendría que tener algo. Me acerque al hombre tirando su vestido pidiéndole otro pedazo de pan al menos comeríamos doble pero el hombre sonrio nada mas revolviendo mis cabellos con su enorme mano. Me dio el pan pero antes de irme me dijo “ten cuidado en las calles niñas como tu son presa fácil” lo miré mal y le señale donde estaban mis hermanos que llegaban tronándose los dedos dispuestos a robarles los panes como el que me quitaron de las manos. Lote y yo solo pudimos observar en silencio

por **Lilou** Sáb Nov 25, 2017 11:56 pm

Siempre eran ellos así le quitaban todo a todos tal como lo hacía Charles conmigo y eso lo sabía tomo la mano de Lote y corro con ella alejandonos de ahi no quería ser parte de su brutalidad contra aquel buen hombre pero el hambre también nos seguia y nuestras pancitas rugían me acuerdo que la miraba largo a Lote y ambas nos quedamos viendo en silencio pensando que hacer que para tener algo que llevarnos a la boca y calmar las tripas que rugían de tanto deseo de tener bocado, ya estábamos varios días sin comer bien y por eso ahora queríamos algo bueno aunque sea pan.

Ibamos de vitrina en vitrina a ver si alguien se compadecia de nosotras pero nada, pedíamos limosnas y muy pocos nos daban el dinero era desastrozo entre las dos juntar el dinero, así que no tuve opción, fuimos a los jardines cuidando de no ser corridas y arranque una que otras flores llevandolas a ver a una de las esquinas acercándome a parejas para ofrecerles mi pobres y humildes flores, el trabajo fue duro y tenía mucho que hacer pero hasta que la tarde llegó pude vender todo y comprar un buen pedazo de pan lo que nos llenó todo el día, solo que mis hermanos se dieron cuenta cuando me encontraron y me llevaron a casa.

Mi padre nos recibió y me dio una paliza que jamás olvidaré y eso me quedó de lección para saber que todo dinero que haga debo llevar completo a la casa y reportar todo lo que he ganado sin quedarme con algún penique o franco en mis manos. Solo me dolía que a Lote no le dieron nada de lo que ganamos y la dejaron ahi en la calle sola, estuve castigada por un mes y solo salí con uno de mi shermanos a vender o mejor dicho a ser usada para dar lastima y ellos aprovechar a robar, me sentía sucia por eso.

por **Lilou** Jue Ene 25, 2018 11:44 pm

¡ella es sucia!

Es la palabra que se ven en los ojos de los hombres y mujeres que pasan junto a mi, ellos ven como mis manitos rascan mi cabecita y como las alimañas de los piojos me destrozan día y noche, como mi pancita ruge como una enorme fiera pero en mi carita no hay lágrimas solo hay una gran sonrisa que tengo que poner con buenos ánimos para seguir vendiendo mis flores en las calles sin importar si hace mucho sol, si llueva, si nieva, incluso de día o de noche con o son frio debo terminar de vender todo lo que llevo en mi remendada cesta.

Es una tarea dificil pero a mi me sirve eso ayuda que no piense en comida, una comida que no tengo en manos y menos en casa, a penas y puedo comer pedazos de pan tan duro que tengo primero que chuparlo y dejarlo bien mojado para poder saborearlo, y eso si tengo suerte porque si no toca buscar entre los basureros los restos de comida que arrojan, o en los mercados pelearme por las verduras y cosas podridas que con una buena lavada pueden servir para comer o al menos son esos pequeñeces las que dan buen sabor a la comida.

Mis hermanos son los que van tras de mi cuidando que no haga alguna estupidez como huir o dejarme engañar, realmente lo que ellos quieren es saber en que momento tengo la bolsa llena de dinero y quitarme, porque ni para defenderme de los otros niños de la calle son buenos al contrario son tan malos que se solo se ríen de los golpes que recibo de esos niños. Si, ni mis propios hermanos pueden ayudarme en esos momentos al contrario, ellos solo animan a mis golpedores.

por **Lilou** Dom Feb 25, 2018 11:47 pm

Escupe sobre mi pelo y está a punto de patearme, me recojo y así evitar sentir mas dolor pero oigo que se marchan asustado de alguien.

Oigo a lo lejos que salen gritando y corriendo pero tengo tanto miedo que sea una broma y el pie de Charles me espere para golpearme, cuando siento que realmente estoy sola me incorporo y no puedo evitarlo mis lágrimas salen rodando por mis sucias mejillas. Recojo las flores marchitas una a una tiritando de frio y dolor, como odio a ese tipo de personas.

Una voz tan suave que puede terminar arrullando pero en ese frío lo que hace es que me enoje más. No, aquella persona no tiene la culpa, no alzo la cabeza y sigo juntando los restos de quien en vida fueron bellas flores y suspiro dolorosamente

Esos niños siemrpe estan sobre mi quitandome mis cosas robandome mis pocas monedas que logro conseguir con la venta de mis flores o los cerillos que puedo conseguir pidiendo en las casas y aun así ellos se atreven a romper mis cosas y llevarse lo poco que tengo...siemrpe a la vista de mis hermanos que me culpan de ello, que culpa tengo yo realmente? será el de haber nacido en este mundo? , quizás si.

Toco mi cabeza porque hay un dolor que comienza a presentarse por ponerme a pensar en esas cosas; le diré que me explique, no, porque si lo hago se enojará el hombre por ser tan bruta y no entender sus palabras, si mejor callar y asentir. Asiento a sus palabras y lo miro con asombro por ellas con la boca abierta y mis ojos sucios de tanto llorar.
En verdad no puedo creer que en este mundo exista gente tan buena como mi ángel, aquel que conocía aquella desdichada noche, era cierto había olvidado la promesa que le había hecho y yo no rompo mis promesas. Golpeo mis mejillas con mis manos y mis cachetes inflados soltando el aire, miro la joven sonriéndole tomando el dinero

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