El Condenado No. 31 {Vyka ID}

por **Vyka Douglas** Sáb Jul 08, 2017 6:50 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Vyka Douglas/ Número V entre Inquisidores

▲EDAD▲

Real 104/ Aparente 23.

▲ESPECIE▲

Inquisidor/ Condenado/ Vampiro

▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲

Facción 5 / Condenado / Espía

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Baronesa de Escocia.

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Bisexual.

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Lothian, Escocia.

▲HABILIDADES/PODERES▲

► HABILIDADES Y ATRIBUTOS INNATOS:
→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.

→ Atributos: Colmillos afilados, piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.

► PODERES INNATOS:
→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.

► PODERES A ELEGIR:
→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.

→ Telepatía: Habilidad para sondear los pensamientos superficiales de cualquier sujeto cercano y escucharlos como escucharía hablar a esa persona. Con el tiempo suficiente, puede enterarse casi de cualquier cosa sobre el sujeto.

→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

”J´amais Arriere”

Vyka nunca fue una joven por completo solitaria, disfrutó en su vida como humana tanto del caos del mercado y los puertos, como de la música alrededor de las hogueras y en compañía de guerreros y doncellas, también del pueblo que siempre ha visto como un gusto y un obsequio de los dioses que sus señores sigan uniéndose a sus festividades - aunque ella evite las que son a la luz del sol-. Siempre disfrutó del silencio de sus praderas en las tierras bajas de Escocia, del mar calmo, del furioso, ese de las tormentas y la nieve, de montar a caballo si quería hacerlo sola o de unirse a sus hermanos y demás hombres en la caza y de ver como intentaban derribarse entre sí y de paso al más fuerte a punta de golpes o de acero para la guerra.

Tampoco temió nunca a los animales o insectos, ni a las hadas, monstruos y los duendes que duermen bajo su cama o en las plantas y árboles de sus tierras, a ella le gustaba y le gusta todo, es una anciana de casi 70 años que aún posee sólido e intacto el poder de asombro que aún tenía cuando le convirtieron en vampiro.

Siempre fue amante de cada libro que encontraba, aunque debe decirse que no pasaba sus horas solo en ello o se reservaba para los círculos bohemios e intelectuales de las tierras bajas ni altas, al contrario, ella sin hacer de lado lo demás prefería lo más real, lo mundano, lo sucio sin atrever a perderse, las groserías de los marinos y los guerreros, las sonrisas de las prostitutas y la forma en que las doncellas como ella se sonrojaban con las palabras bonitas de los hombres, el vacío en el vientre de una caricia, un roce o un beso.

Todo, en absoluto todo le causó siempre avidez de ser conocido, por eso no se podía permitir estancarse en un solo sitio o casarse, poco tiempo. Ahora tiene el del universo y no ha perdido las ganas de conocer, incluso el fin del mundo.

La verdad le fascina ser lo que es, no ve su “nueva naturaleza” como algo maldito, supone que si le fue dada es porque los caminos de los dioses así deben ser. Ella es un arma, eso lo sabe y no lo debate, es su propia arma de diversión y la de la iglesia, es consciente que les sirve aunque diga que no...Un Douglas no se arrodilla, por eso prefiere el Nunca detrás del clan. Pero más allá de ser un arma de la inquisición, las sensaciones que le dan hacer lo que puede siendo vampiresa son el mayor regalo.

¿Acaso a su edad, 68 años, siendo una humana podría hacerlo?¿Acaso no estaría condenada a una muerte inminente sin su inmortalidad macabra?¿Pueden los humanos hacer lo mismo que ella?
¿Cómo desprenderse entonces de lo que le hace sentir llena de vida todos los días? Cambiaría sin duda los amaneceres del mundo siempre que la oportunidad de volver a cambiar se le presentara una y otra vez.

La inevitable y sabia edad, lo que sus ojos han visto y lo que es le han servido para disfrutar del silencio, mucho más que antes, ver la verdadera recompensa de ser reservada y esperar a observar, a contemplar y escuchar antes de pronunciarse sobre un tema.
Le gusta sonreír, lo hace. Le gusta ayudar y lo hace, atiende a sus tierras y su familia le ayuda, le gusta asesinar y beber sangre, lo sigue haciendo de humanos y algunos animales si debe, de la misma manera en que puede abrazar y cargar a sus sobrinos sin sentir ningún remordimiento porque es lo natural.

Como guerrera es implacable y sanguinaria, todo el tiempo que tuvo que contenerse por no desagradar a las mujeres de su hogar y por su enfermedad, lo ha invertido al todo desaparecer y ellas fallecer para demostrar que es la protectora y la guerrera como lo que siempre habían querido y pudiéndolo hacer mejor. No tiene tapujos con el sexo, las mujeres y los hombres le parecen dignos de admirar y el sexo es un placer elegante que ella disfruta cuando le place.

Es muy decidida y fuerte, puede mantener la calma en momentos difíciles.

HISTORIA

”Nec tamen consumebatur”

Un honor nacer como una noble de sangre pura y de guerreros escoceses, un gran orgullo ser la heredera del título de líder del clan Douglas de Lowlands, algo que en Escocia no se olvida ni con la desaparición del término de clanes ni los títulos de barón, baronesa, conde o rey. Lo único triste y que manchaba tal obsequio lleno de responsabilidad, es que haber sido la siguiente en la sucesión, luego de sus dos hermanos mayores, solo significaba que ellos estaban muertos.

Vyka Douglas, líder del Clan cuando creciera, ¿cuando era crecer?¿podía existir algo mejor que eso?¿algo mejor que poder ser “libre” en comparación a otras mujeres que deberían casarse pronto?…lo sabría a sus 23 años.

Los Douglas siempre han sido bravos, violentos, divertidos, valientes, osados, tercos y explosivos. Vika no fue ni es la excepción aunque los años la han hecho más paciente, tal vez solo un poco en realidad. A parte de sus clases como dama de la nobleza y los rezos a dioses diversos y al Dios de los católicos, las reuniones de sociedad y los bailes, siempre estuvo pendiente de las armas que la rodeaban y del ánimo, las actividades y tendencia de los hombres a solucionar los problemas con la espada.

Desde joven le parecía asombroso y fascinante la manera en que los hombres disfrutaban de su libertad y poder, de sus destrezas y de las conversaciones que siempre que podía escuchaba, le fue muy fácil mezclarse entre los guerreros de su clan por su sincera sonrisa y personalidad exploradora y decidida, aunque siempre fue muy delgada y proclive a ser enfermiza, sus pulmones siempre fueron débiles.

Y muchas veces era ella quien les daba las ideas para travesuras que ponían en jaque a toda Lothian y recorrían las tierras bajas, haciendo que se ganara buenos regaños de su madre y la sonrisa de aceptación de su padre a escondidas.

Así aprendió a trepar árboles y montañas con mesura queriendo siempre llegar a las más altas copas y cúspides...a veces lo lograba, otras era mejor desistir y ver cómo otros lo hacían, a nadar como una selkie sin importar que el agua fuera brava, a beber como una escocesa lo haría, de manantiales o de una jarra y copa, a aguantar las borracheras y los malestares al día siguiente, que no fueron en realidad muchos porque su madre lo evitó. Se preocupó por a parte de siempre mantener su elegancia, fuera cómoda o tuviera un corsé teniendo que estar siempre impecable.

Tener gusto por labores que en otros lugares podían considerarse masculinas y por otras meramente femeninas como el baile y los buenos modales, la llevó comportarse diferente a sus hermanas y las doncellas que le rodeaban, de correr cerca de sus hermanos y su padre a las cacerías y a los combates sin poder participar por la desventaja que presentaba ante muchos, altos, fornidos, fuertes y fieros guerreros y por las oraciones de su madre y abuelas.

A sus recién cumplidos 21 años le comprometería con el heredero del clan Angus de las tierras altas, quien carecía de título nobiliario pero era igual hermano de lucha junto a sus antepasados. Un hombre apuesto, de ojos y cabellos castaño claro, y piel muy blanca. Así supo que no podría escapar de lo que hace años creyó sería ajeno para ella.
La noticia hizo que Vyka perdiera las ganas de muchas cosas, ya le era indiferente si comía, si corría, si combatían, si alguna buena historia o muy gracioso chiste se contaba en la cena, o si sus cabellos se despeinaban o parecían la melena enmarañada de un león. Su salud empeoró notoriamente. Se retrasaría la boda 2 años.

Curiosidad y querer vivir, ese sería el impulso que necesitaba para moverse con los rumores de que había un escape a su unión. Una de sus amigas le contaría lo que se decía en el pueblo, en el bosque había un hechicero enviado por la misma diosa del invierno, que cumplía los más poderosos deseos si eran con una intención pura. ¿Y que más pureza que la libertad?

Y como no era la única que tenía deseos que pedir y ver cumplidos, partió una noche de nevada junto a dos de sus amigas y dos hombres, un mozo y otro más longevo, más cinco soldados con un corcel cada uno. El orden de deseos se presentó con el de ella al final y el hechicero escuchó con paciencia a los que habían incursionado en tamaña tempestad para verlo, su hogar no era sencillo como todos habían esperado. Un alta torre con un elegante chalet, ausencia de servidumbre y con poca luz, más un olor dulzón a almendras podridas y a limadura de hierro en el ambiente.

Un hombre que me ame, que mi madre se recuperé, ser más fuerte y rápido, no morir. Cinco anhelos a parte del suyo y el hechicero ladeó una sonrisa al escucharlo y ver su estado: No quiero casarme nunca.
El hombre que cumplía los deseos poco tenía de hombre, menos de hechicero, pero tenía sed y ellos lucían muy cálidos allí junto a la chimenea, las jóvenes que lo miraban esperanzadas eran hermosas y deseaba compañía.

Con la promesa de cumplir deseos se alimentó. A la que pidió amor le dio muerte, poco pudo contenerse al ser la primera. A la que buscó ayuda para su madre le dio el poder de dar otra vida con su propia sangre y en un futuro lo eterno, junto a los dos hombres que serían inmortales y sin duda mucho más veloces y fuertes.

¿Vyka obtuvo libertad?
No, quedó atada a la sangre luego de un doloroso abrazo que duró 4 días, en medio de la absoluta oscuridad de un sótano se convirtió en vampiro. Hambre sintió cuando aún confundida olfateó el aire del húmedo lugar en penumbra, reconoció de inmediato el olor que antes había sentido al entrar en la torre, almendras podridas e hierro, cuatro de los soldados que habían venido con ellos yacían hipnotizados, con leves heridas en sus muñecas para guiarlos hasta los regalos para los recién nacidos y así se alimentaron, sin entender porqué la sed que sentían, porqué la avidez de más y el frío en sus pieles.

Regresó a su casa en silencio junto a los otros 3 sobrevivientes, no volvió a ver a su creador, les dejo con un beso y se marchó en búsqueda de otras tierras donde no existieran tantos deseos.
Le regañaron por su escape y por el susto de creerla muerta, algo bastante irónico, durmió durante otro día completo, guardó silencio por no entender qué le sucedía, pero no olvidó Vyka la nota que en uno de los espejos del hogar del supuesto brujo, estaba escrita en ceniza oscura y que era clara: Sangre sí, sol nunca.

Así estuvo casi un año en que la puerta fue tocada muchas veces al comienzo, luego entendieron que deseaba estar sola. Comenzó a salir de noche, poco a poco. Ignoró las preguntas y los reproches de su madre, pero buscó sus abrazos, evadió las ganas de arrancarle parte del cuello de un mordisco para drenar aquello que como un encanto la llamaba corriendo por sus venas a través de todo su cuerpo. Habló con su padre, buscó sus consejos y sonrisa, luego hizo lo mismo que con su madre hizo con su cuello y sus muñecas.

Pronto corrió fuera de casa, las praderas que antes le parecían extensas le quedaron cortas a la rapidez de sus piernas, los árboles que eran altos y majestuosos, no perdieron tal encanto, pero deseo tocar el cielo una vez estuvo de pie sobre sus copas. Y escuchar, ver, respirar, sentir, oler, nada fue como antes, el cambio también lo sintió en su pecho, su corazón ya no latía y el día en que lo supo, lloró.
Se alimentó poco a poco y junto a sus hermanos de abrazo y maestro, siempre han cazado en grupo cuando están todos en casa.

Era fuerte y rápida, era diferente y lo sentía, lo suficiente para ser libre.
Y un no quiero casarme, estas tierras serán de los Douglas siempre, yo me encargaré de que así sea salió de sus labios al pasar el año después de ya no ser humana. Su padre notó el claro cambio, muchos lo hicieron y su madre se resistió a la idea de no verla casada como dictaban las costumbres, se pensó incluso en despojarla del título de baronesa, pero se haría una pausa y se concedería una oportunidad de mostrar su valía frente a todos.

Lo hizo tan bien que nadie ha cuestionado en las tierras bajas que protege el porqué de no envejecer, ya no suele asistir a eventos sociales, si lo hace pretende ser una predecesora con el título de su anterior yo. Enterró a sus padres y abuelas, a tíos y amigos, ha dejado que sus hermanos y hermanas tengan descendencia, con la clara convicción de que ellos son Douglas y hay que protegerlos como familia que son.

Ha envejecido como lo haría cualquier anciana, con el tiempo a su favor aprendió lo que siempre quiso. Combate cuerpo a cuerpo, su arma favorita si debe usarlas son las dagas, ha leído los libros que ha deseado, ha conocido y hecho suyos varios idiomas con los viajeros que pasan por sus costas.

Una anciana de rostro suave y joven, que bebe sangre de lo que desea. No se excede, no siempre, ha aprendido y aún sigue haciéndolo a ser cauta y respirar profundo, a controlar el ansia y a que debe aceptarlo, es difícil y más entre un pueblo de guerreros que no teme derramar su sangre y la de otros, también en meras rencillas.

A sus 50 años se haría claro que la noticia de su longevidad en su primera baronía, llegaría a otra instancia con la cauta aparición de un representante de la iglesia escocesa y otro de París en Lothian pidiendo una reunión privada con ella. Oportunidad de servir le dijeron, con la condición de no contar su verdad ni amanecer con una estaca en el pecho.

Vyka con su practicidad sonrió ladina aceptando, no sintió su figura arrodillarse, vio diversión para sus años sin importar de la mirada de miedo y reserva con la que le observaban los clérigos. Igual se movían ellos con suavidad y cautela, ella podría cortar sus cabezas en menos de un segundo y lo sabían.

Serviré, diría segura de lo que debía hacer, sin la convicción del que se siente culpable, del que debe expiar algo o del que es muy creyente en un solo dios, para ella existen varios, pero no niega el poder de los caminos y el destino de la fuerza que todo lo mueve.

Ha participado en cacerías, ha encontrado y conocido personas y seres peculiares y curiosos, a algunos los ha asesinado, ha cometido errores, ha tenido que asesinar para mantener a salvo su identidad y apellido y por ello tomó el rumbo del espía decidida a cubrir su rostro al mostrarse como inquisidora, ha luchado como cree que sus antepasados lo hicieron, ha recibido heridas, sentido el calor y la adrenalina de la batalla que siendo una mortal jamás le permitieron y no hubiera podido tener ni los demás ni su cuerpo, se ha dado banquetes de sangre dignos de cualquier guerrero de su clan y reprochables para muchas personas.

Se dio cuenta que al ser un vampiro la búsqueda y el pensamiento de lucir siempre elegante y adecuada, se convirtió en algo que solo es inherente a ella, que fluye como respirar, fácil como deberían ser los latidos que avivaron su pecho un día. Que pensar en la majestuosidad de lo que la rodeaba, en la filosofía y en el sentido de la vida es algo que su mente por si sola debate en sus silencios, causando largas ausencias que ella alterna con sonrisas y gestos espontáneos, ya no suele hablar como antes, lo hace para breves y profundos consejos, para conversaciones amenas y no le disgusta, así era su abuela y supone que es el regalo de los años que tiene y espera aún con ansia, los que vendrán. Sabe que para algunos como ella solo es una niña.

DATOS EXTRA

- Mantiene su identidad oculta con meticulosidad y aplomo, sabe lo que traería a su vida, a su apellido y tierras que la descubrieran.

- En la Base y en la Inquisición le conocen y llaman por el resultado de una suma simple 2+3= 5, es el día de su nacimiento y para ella por superstición un número mágico. 31 es el número de su expediente como condenada y otros, muy pocos, le llaman así. A los de más confianza les ha dado la inicial de su nombre V.

- En sus misiones a diferencia de sus casuales presentaciones en sociedad - donde a veces solo disfruta y en otras también trabaja- , suele usar ropa cómoda, oscura y muy masculina, junto a elaboradas y bellas máscaras de diversos animales. Puede asegurarse de estar en el anonimato mientras se divierte.

- No le ve nada de malo a trabajar en equipo, siempre que sea alguien eficiente su compañero. Igual si le solicitan de soldado siempre estará presta a hacerlo.

- Asiste a París periódicamente para dar sus informes. Le gusta hacer el viaje sola.

- Sus uñas jamás crecieron como garras, tampoco es algo que eche en falta.

- Debido a que su cabello estaba corto cuando le mordieron, siempre guardó la esperanza de que creciera, con los años se dio cuenta que era una irrealidad esperarlo y si bien se ha acostumbrado a usar otras alhajas para adornarlos y atarlos, extraña verlos crecer de nuevo.

- Le fascina leer tanto como las armas y los buenos modales.

- Aunque lo disimule, tiene un miedo irreal a los espacios y habitaciones pequeñas por la forma en que fue su transformación. Por esto no tiene ataúd, prefiere un buen y amplio lecho como siempre. Piensa también que entre menos cosas hablen de su naturaleza, está más a salvo.

- Ama a los caballos, no sabe porqué pero lo hace.

- No extraña los amaneceres, ha encontrado formas de verlos.

- Habla gaélico antiguo, español, inglés, francés y algo de latín, no ha pensado en aprender otras, tiene tiempo.

- El quinto soldado que jamás apareció como los otros fue asesinado por el vampiro padre.

- Le gustaría a Vyka volver a verlo, conocerlo.

- Tiene una buena relación con sus hermanos de abrazo.

- No le ve la gracia a mentir, aunque si se la muestran puede guardar secretos.

- Es esbelta y alta, lo que la hace ver estilizada.

por **Administración** Sáb Jul 08, 2017 11:44 pm

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