AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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juego de coronas - damon landvik
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juego de coronas - damon landvik
-Györgyike te lo pido ayudame solo tu puedes hacer que el se convierta en rey hare lo que me pidas
-No ofrezcas lo que no podras dar Isabella a quien quieres de rey ahora a tu sobrino
-mi esposo no lo quiere pero yo quiero que deje Italia no le conviene a el pero no puedo hacerlo si el rey no lo otorga
-estas dispuesta a asumir todo lo que traiga el hacer a tu sobrino rey
-lo hare te dare lo que me pidas pero hazlo
-entonces hazme reina es todo lo que pido tu corona y alma
-acepto
la muerte del rey llego a oídos de toda la tierra con una devastada reina y sin herederos la reina viuda busco entre los nobles quien podria soportar el peso de la corona pero ya habia un candidato. La reina se apresuro a nombrar a su pariente mas cercano como nuevo rey en contra de la voluntad de los nobles de su difunto esposo que objetaron de mil formas la proclamación
las objeciones se tocaron al respecto la vida privada del nuevo rey quien no tenia los atributos para ser considerado como tal por no ser rumano de naturaleza, por no ser hijo del rey, por no ser de sangre rumana de algun noble y otros pretextos
la reina decreto su coronación y titulo de rey y para sorpresa de todos la proclamación de mi nombre como reina la mujer mas noble con historia de ascendientes rumanos que han ayudado a la familia de ella y su esposo por generaciones hasta el trágico accidente que ahora me regresaban todo con el titulo de reina de rumania
Estaba tomando te cuando llego la proclamación de la reina sobre mi nuevo estatus con titulo incluido asi como la invitación de mudarme al castillo Hunyad para la coronación, en ese lugar todo se movilizo rapido para recibir a los futuros reyes, llegue temprano viendo a todos con sus prisas a tener la recepcion digna para la reina y para el rey aun con la temprana muerte de la reina
Gerhard me acompaño con su atuendo negro su forma de ave conveniente para el lugar que tomaríamos –ves querido Ger al final sere reina y ella no ahora podre enfrentarme a todos ellos espero que xavier lo tengan entendido que no puede tocarme si no se lo permito
rei retirándome a la que seria la habitación con mi futuro esposo, Gerhard salio por la ventana volando dejando sus buenos deseos para su reina, camine alrededor de la cama no me gustaba para nada los arreglos y las flores blancas las quería azules –hay que hacer muchos cambios de ahora en adelante -musite de brazos cruzados no pasaría la noche con el pero espera como buena presentación una pelea entre los dos seria tan emocionante que me excito el anhelo de una gresca antes de la coronacion
-No ofrezcas lo que no podras dar Isabella a quien quieres de rey ahora a tu sobrino
-mi esposo no lo quiere pero yo quiero que deje Italia no le conviene a el pero no puedo hacerlo si el rey no lo otorga
-estas dispuesta a asumir todo lo que traiga el hacer a tu sobrino rey
-lo hare te dare lo que me pidas pero hazlo
-entonces hazme reina es todo lo que pido tu corona y alma
-acepto
la muerte del rey llego a oídos de toda la tierra con una devastada reina y sin herederos la reina viuda busco entre los nobles quien podria soportar el peso de la corona pero ya habia un candidato. La reina se apresuro a nombrar a su pariente mas cercano como nuevo rey en contra de la voluntad de los nobles de su difunto esposo que objetaron de mil formas la proclamación
las objeciones se tocaron al respecto la vida privada del nuevo rey quien no tenia los atributos para ser considerado como tal por no ser rumano de naturaleza, por no ser hijo del rey, por no ser de sangre rumana de algun noble y otros pretextos
la reina decreto su coronación y titulo de rey y para sorpresa de todos la proclamación de mi nombre como reina la mujer mas noble con historia de ascendientes rumanos que han ayudado a la familia de ella y su esposo por generaciones hasta el trágico accidente que ahora me regresaban todo con el titulo de reina de rumania
Estaba tomando te cuando llego la proclamación de la reina sobre mi nuevo estatus con titulo incluido asi como la invitación de mudarme al castillo Hunyad para la coronación, en ese lugar todo se movilizo rapido para recibir a los futuros reyes, llegue temprano viendo a todos con sus prisas a tener la recepcion digna para la reina y para el rey aun con la temprana muerte de la reina
Gerhard me acompaño con su atuendo negro su forma de ave conveniente para el lugar que tomaríamos –ves querido Ger al final sere reina y ella no ahora podre enfrentarme a todos ellos espero que xavier lo tengan entendido que no puede tocarme si no se lo permito
rei retirándome a la que seria la habitación con mi futuro esposo, Gerhard salio por la ventana volando dejando sus buenos deseos para su reina, camine alrededor de la cama no me gustaba para nada los arreglos y las flores blancas las quería azules –hay que hacer muchos cambios de ahora en adelante -musite de brazos cruzados no pasaría la noche con el pero espera como buena presentación una pelea entre los dos seria tan emocionante que me excito el anhelo de una gresca antes de la coronacion
Györgyike- Hechicero/Realeza
- Mensajes : 37
Fecha de inscripción : 22/03/2017
Re: juego de coronas - damon landvik
Mi llegada a Rumanía fue tan sombría como el mismo día. Sus gentes frías como témpanos de hielos se asemejaban en exceso a las temperaturas a las que pronto debería acostumbrarme si pretendía llevar sobre mi cabeza esa corona que me había sido impuesta.
Sobre mi negro corcel llegué a las puertas del castillo, bien custodiado por un ejercito uniformado con el emblema real engarzando sus capaz granas.
El rastrillo fue abierto a la orden del general de mi tropas y una fila de todas ellas aguardó con calma mi entrada vitoreada por gran cantidad de gentes humildes que posiblemente veían en mi a su salvador o quizás buscaban un poco de piedad.
Detuve la comitiva cuando una niña de dorados cabellos se interpuso entre medias suplicando algo que llevarse a la boca.
Uno de los soldados se afanó en hacerla a un lado, pero, así para mi no funcionaban exactamente las cosas.
De un saltó me bajé, hice a un lado al soldado que pronto cayó de rodillas a mis pies y levanté del suelo a la niña que cubría su rostro atemorizada.
-¿Tienes hambre verdad? -pregunté alzándola en brazos.
Mildred saco unas pastas que Lobbo, mi sobrino, que iba dentro del carruaje junto a Elaine y su madre. Le di la bolsa a la pequeña y tras desordenar su pelo la dejé regresar con su madre que lloraba de puro agradecimiento.
Sobre mi corcel emprendí de nuevo el camino hacia lo que seria mi hogar definitivo. Tras de mi los lobos de mi manada que con fiereza protegían mis espaldas de cualquiera que quisiera antes de aposentarme en el trono derrocarme.
Mucho tenia que hacer por esos parajes, la gente no podía morir de hambre.
Al llegar me presentaron al que custodiaba el palacio, un mayordomo entrado en edad pero que se notaba que estaba bien curtido en el trabajo, las sirvientas, los mozos, el capataz...
Todos nos recibieron con cierto recelo, supongo que era normal cuando un italiano ocupa el trono.
Uno de los hombres que la parecer servia a mi futura esposa, la reina, me hizo saber que me esperaba en la que seria nuestra habitación conyugal.
Mis ojos se desviaron un instante hacia Brianna, antes de asentir con la cabeza y seguir al mensajero hasta la cámara donde había sido citado.
Este golpeó el portón con delicadeza y tras anunciar que el rey estaba en palacio, con una reverencia me abrió paso hasta ella.
Lo que vi al otro lado distaba mucho de la imagen que había formado en mi cabeza, no era una joven humana asustada, si no una mujer que controlaba al parecer la magia, pues su aura era ciertamente inconfundible.
-Buenos días querida -apunté acercándome a ella para depositar un casto beso en su mejilla – creí que nos conoceríamos tal vez dando un paseo por los jardines, mas veo que habéis preferido la calidez de una habitación y quizás también la intimidad que esta proporciona.
Hice una pausa mirando a mi alrededor, hasta que mis ojos se detuvieron en ese lecho que tendría que acabar compartiendo con ella tras nuestra boda y coronación.
-Supongo que no es necesario que me presente, mas aun así lo haré, soy Damon Landvik y es un placer conocerla, supongo que tenemos que conversar largo y tendido sobre lo que uno del otro espera y también sobre los problemas que atraviesa este reino.
Sobre mi negro corcel llegué a las puertas del castillo, bien custodiado por un ejercito uniformado con el emblema real engarzando sus capaz granas.
El rastrillo fue abierto a la orden del general de mi tropas y una fila de todas ellas aguardó con calma mi entrada vitoreada por gran cantidad de gentes humildes que posiblemente veían en mi a su salvador o quizás buscaban un poco de piedad.
Detuve la comitiva cuando una niña de dorados cabellos se interpuso entre medias suplicando algo que llevarse a la boca.
Uno de los soldados se afanó en hacerla a un lado, pero, así para mi no funcionaban exactamente las cosas.
De un saltó me bajé, hice a un lado al soldado que pronto cayó de rodillas a mis pies y levanté del suelo a la niña que cubría su rostro atemorizada.
-¿Tienes hambre verdad? -pregunté alzándola en brazos.
Mildred saco unas pastas que Lobbo, mi sobrino, que iba dentro del carruaje junto a Elaine y su madre. Le di la bolsa a la pequeña y tras desordenar su pelo la dejé regresar con su madre que lloraba de puro agradecimiento.
Sobre mi corcel emprendí de nuevo el camino hacia lo que seria mi hogar definitivo. Tras de mi los lobos de mi manada que con fiereza protegían mis espaldas de cualquiera que quisiera antes de aposentarme en el trono derrocarme.
Mucho tenia que hacer por esos parajes, la gente no podía morir de hambre.
Al llegar me presentaron al que custodiaba el palacio, un mayordomo entrado en edad pero que se notaba que estaba bien curtido en el trabajo, las sirvientas, los mozos, el capataz...
Todos nos recibieron con cierto recelo, supongo que era normal cuando un italiano ocupa el trono.
Uno de los hombres que la parecer servia a mi futura esposa, la reina, me hizo saber que me esperaba en la que seria nuestra habitación conyugal.
Mis ojos se desviaron un instante hacia Brianna, antes de asentir con la cabeza y seguir al mensajero hasta la cámara donde había sido citado.
Este golpeó el portón con delicadeza y tras anunciar que el rey estaba en palacio, con una reverencia me abrió paso hasta ella.
Lo que vi al otro lado distaba mucho de la imagen que había formado en mi cabeza, no era una joven humana asustada, si no una mujer que controlaba al parecer la magia, pues su aura era ciertamente inconfundible.
-Buenos días querida -apunté acercándome a ella para depositar un casto beso en su mejilla – creí que nos conoceríamos tal vez dando un paseo por los jardines, mas veo que habéis preferido la calidez de una habitación y quizás también la intimidad que esta proporciona.
Hice una pausa mirando a mi alrededor, hasta que mis ojos se detuvieron en ese lecho que tendría que acabar compartiendo con ella tras nuestra boda y coronación.
-Supongo que no es necesario que me presente, mas aun así lo haré, soy Damon Landvik y es un placer conocerla, supongo que tenemos que conversar largo y tendido sobre lo que uno del otro espera y también sobre los problemas que atraviesa este reino.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Fecha de inscripción : 06/06/2016
Edad : 288
Localización : Bajo las estrellas
Re: juego de coronas - damon landvik
Su anuncio me parecio oportuno sonreí cuando entro a nuestra futura habitación ya era un hecho que ambos la usaríamos pero habia que establecer nuestros gustos
su beso no lo rechace mas me hizo sonreír por sus palabras ante nuestra obligación presente cuando mayordomo de la anterior reina y quien me ayudo a llegar a donde estoy se marcho al dejarnos antes de que se retirara solicite algo más para los futuros reyes –puedes traernos algo de beber un vino y tal vez una jarro grande de espuma malta para mi rey
el asintió marchándose dejándonos en la habitación para hablar o lo que desearamos
camine de la ventana hasta la cama tomando asiento al filo de este con mi espalda inclinándose hacia atrás y las manos soportando el peso el aura de mi consorte era diferente no como el de Gerhard o lusian y menos como el de Xavier si no como el de aquel entrometido de guardia de la princesita
lade la cabeza en silencio observe de el cada rasgo cada pequeña particula que lo componia entendiendo las razones de que su difunta tia lo quisiera de rey rei de solo pensar en la conversación con Isabella
-veo que mi rey es muy rapido en todo lo que hace tan presuroso que no lo disfruta como se debo eso no habla bien de usted mi rey ¿tiene algun otro plan?- pregunte y me recosté sobre la cama
-pero como mi rey ha tomado el rumbo de las cosas las ha domado para llevarlas a los asuntos políticos entonces deberemos caminar por el jardin como imagino o en el despacho de su majestad tal vez en el salón de tronos hablar de nuestro reino nos tomara toda la noche ¿seguro que su cita lo esperara despierto?
pregunte al alzarme de la cama apoyada sobre los codos -hay mucha política que tratar invasiones, impuestos, ejercito, ministros, tener sesiones con los nobles de aquí y extranjeros que vendran hacer la lista de invitados políticos, es un trabajo duro para los recién llegados como nosotros pero su majestad no debe preocuparse para eso tiene a su reina que el quitara toda su carga entre abrir las piernas para cruzarlas desafiando con la mirada
el sirviente llego con las bebidas tocando apenas la puerta –pasa no interrumpes ni cortas nada apenas sus majestades se están conociendo-
el hombre entro sin mirarnos a dejar las bebidas sobre la mesa del centro de la habitación al marcharse nos volvió a dejar en silencio –he escogido nuestra habitación por aquí nadie nos escuchara –levante de la cama tome la bebida entregándosela con la mia en la otra mano
-no tiene veneno ni nada que se le parezca puedes tomar tranquilo –acerque mis labios a su mejilla mas cerca a su oído –hay asuntos que nadie puede escuchar y que es mejor para nosotros mantenerlos en secreto de estas cuatro paredes, Damon- bese su mejilla cerca a su lóbulo y sonreí al apartarme
su presentacion me recordo que debía hacerlo solo que pensar en el nombre que debía darle cuando he tenido tantos a lo largo de los años desde niña suspire al darle la espalda y mirar por la ventana el paisaje de aquella habitación así como el balcón que se tenía era hermoso para los sedientos de poder – Györgyike, pero es mejor llamarnos como mi rey o mi reina te ignorare fuera de esta habitacion pero hablaremos y te apoyare te segundare dentro de los aposentos ¿quieres crear lazos de amistad? Damon
susurre su nombre y regrese la mirada sobre el sonreí al alzar la copa en brindis
su beso no lo rechace mas me hizo sonreír por sus palabras ante nuestra obligación presente cuando mayordomo de la anterior reina y quien me ayudo a llegar a donde estoy se marcho al dejarnos antes de que se retirara solicite algo más para los futuros reyes –puedes traernos algo de beber un vino y tal vez una jarro grande de espuma malta para mi rey
el asintió marchándose dejándonos en la habitación para hablar o lo que desearamos
camine de la ventana hasta la cama tomando asiento al filo de este con mi espalda inclinándose hacia atrás y las manos soportando el peso el aura de mi consorte era diferente no como el de Gerhard o lusian y menos como el de Xavier si no como el de aquel entrometido de guardia de la princesita
lade la cabeza en silencio observe de el cada rasgo cada pequeña particula que lo componia entendiendo las razones de que su difunta tia lo quisiera de rey rei de solo pensar en la conversación con Isabella
-veo que mi rey es muy rapido en todo lo que hace tan presuroso que no lo disfruta como se debo eso no habla bien de usted mi rey ¿tiene algun otro plan?- pregunte y me recosté sobre la cama
-pero como mi rey ha tomado el rumbo de las cosas las ha domado para llevarlas a los asuntos políticos entonces deberemos caminar por el jardin como imagino o en el despacho de su majestad tal vez en el salón de tronos hablar de nuestro reino nos tomara toda la noche ¿seguro que su cita lo esperara despierto?
pregunte al alzarme de la cama apoyada sobre los codos -hay mucha política que tratar invasiones, impuestos, ejercito, ministros, tener sesiones con los nobles de aquí y extranjeros que vendran hacer la lista de invitados políticos, es un trabajo duro para los recién llegados como nosotros pero su majestad no debe preocuparse para eso tiene a su reina que el quitara toda su carga entre abrir las piernas para cruzarlas desafiando con la mirada
el sirviente llego con las bebidas tocando apenas la puerta –pasa no interrumpes ni cortas nada apenas sus majestades se están conociendo-
el hombre entro sin mirarnos a dejar las bebidas sobre la mesa del centro de la habitación al marcharse nos volvió a dejar en silencio –he escogido nuestra habitación por aquí nadie nos escuchara –levante de la cama tome la bebida entregándosela con la mia en la otra mano
-no tiene veneno ni nada que se le parezca puedes tomar tranquilo –acerque mis labios a su mejilla mas cerca a su oído –hay asuntos que nadie puede escuchar y que es mejor para nosotros mantenerlos en secreto de estas cuatro paredes, Damon- bese su mejilla cerca a su lóbulo y sonreí al apartarme
su presentacion me recordo que debía hacerlo solo que pensar en el nombre que debía darle cuando he tenido tantos a lo largo de los años desde niña suspire al darle la espalda y mirar por la ventana el paisaje de aquella habitación así como el balcón que se tenía era hermoso para los sedientos de poder – Györgyike, pero es mejor llamarnos como mi rey o mi reina te ignorare fuera de esta habitacion pero hablaremos y te apoyare te segundare dentro de los aposentos ¿quieres crear lazos de amistad? Damon
susurre su nombre y regrese la mirada sobre el sonreí al alzar la copa en brindis
Györgyike- Hechicero/Realeza
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Fecha de inscripción : 22/03/2017
Re: juego de coronas - damon landvik
La reina pidió algo de beber, algo pronto en mi opinión, pero bueno, desconocía las costumbres de ese País, quizás como en el de mi padre, se bebe a todas las horas del día.
Ladeé la sonrisa observando en silencio como se movía voraz a mi alrededor, si hubiera tenido que describirla por el parecido a un animal, sin duda hubiera sido con la pantera, no solo por esos ojos felinos que me miraban tras su largo abanico de pestañas, si no por como asediaba a su presa, la conquistaba con sus sutiles andares.
Se acercó al lecho dejándose caer al borde, alegaba que era cierto que nuestra conversación iba a ser ardua, pero que quizás mi ímpetu debería guardarlo por el momento, a fin de cuentas, solo estábamos conociéndonos y empezar hablando de política no era el modo de conocer a mi prometida.
Ahí llevaba la razón, así que me limité a asentir con la cabeza sin dejar de mirarla.
Me desconcertaba un poco su actitud, ahora se dejaba caer en el lecho mirándome fijamente, desconocía si en una velada invitación era su modo de comprobar la templanza de su futuro marido.
Desvié mi mirada hacia el ventanal, en mi cabeza seguía repasando la cantidad de temas que tenia que solucionar en ese País que no era el mio.
Agradecía tener a la reina de mi lado, que me tendiera puentes y que caminara de mi lado, ese era el modo de solucionar problemas, a fin de cuentas, ambos debíamos de querer lo mejor para nuestro reino.
Enarqué una ceja cuando la dama desde su posición alegó que nuestra conversación bien ocuparía el día al completo, noche incluida y mordaz pregunto si mi “cita” aguantaría la separación.
Mi sonrisa se ladeo, la reina era inteligente, en ningún momento yo había hablado de amantes, ni por un lado ni por el otro.
Tampoco pensaba entrar en su juego, una cosa es que amos pudiéramos intuir que nuestros lechos podían ser calentados por otras personas y algo bien distinto confirmarselo a mi reina.
Se puso en pie acercándome la bebida recién traída, sus labios acapararon mi mejilla, su aliento contra el lóbulo de mi oreja y su cuerpo perdido en una suave caricia.
Aseguró que la bebida no portaba veneno alguno, lo que de nuevo me hizo sonreír con picardia.
Antes de que se alejara mi mano agarró su pelo, nuestros rostros a escasa distancia se contemplaron y mis pardos se tornaron ámbar.
-Si lo que tratas de preguntarme con este numerito es si cumpliré, no solo como rey, si no como hombre, la respuesta es que si. Conozco mis deberes como marido y la importancia de consumar el matrimonio en ese lecho -susurré contra sus labios antes de aflojar el agarre para dejarla ir.
No consentiría que me tratara como un necio, no me importara que jugara a ser la reina que todo lo puede, que todo lo sabe, veía incluso cierto atractivo en ello, pero no iba a consentir en ningún momento que me ninguneara o me hablara con desdén.
-¿lazos de amistad? -apunte volviendo a ladear la sonrisa -no, quiero a una reina que entienda que hay mucho que hacer en este país y que de mi mano me ayude a dar esos pasos.
Ladeé la sonrisa observando en silencio como se movía voraz a mi alrededor, si hubiera tenido que describirla por el parecido a un animal, sin duda hubiera sido con la pantera, no solo por esos ojos felinos que me miraban tras su largo abanico de pestañas, si no por como asediaba a su presa, la conquistaba con sus sutiles andares.
Se acercó al lecho dejándose caer al borde, alegaba que era cierto que nuestra conversación iba a ser ardua, pero que quizás mi ímpetu debería guardarlo por el momento, a fin de cuentas, solo estábamos conociéndonos y empezar hablando de política no era el modo de conocer a mi prometida.
Ahí llevaba la razón, así que me limité a asentir con la cabeza sin dejar de mirarla.
Me desconcertaba un poco su actitud, ahora se dejaba caer en el lecho mirándome fijamente, desconocía si en una velada invitación era su modo de comprobar la templanza de su futuro marido.
Desvié mi mirada hacia el ventanal, en mi cabeza seguía repasando la cantidad de temas que tenia que solucionar en ese País que no era el mio.
Agradecía tener a la reina de mi lado, que me tendiera puentes y que caminara de mi lado, ese era el modo de solucionar problemas, a fin de cuentas, ambos debíamos de querer lo mejor para nuestro reino.
Enarqué una ceja cuando la dama desde su posición alegó que nuestra conversación bien ocuparía el día al completo, noche incluida y mordaz pregunto si mi “cita” aguantaría la separación.
Mi sonrisa se ladeo, la reina era inteligente, en ningún momento yo había hablado de amantes, ni por un lado ni por el otro.
Tampoco pensaba entrar en su juego, una cosa es que amos pudiéramos intuir que nuestros lechos podían ser calentados por otras personas y algo bien distinto confirmarselo a mi reina.
Se puso en pie acercándome la bebida recién traída, sus labios acapararon mi mejilla, su aliento contra el lóbulo de mi oreja y su cuerpo perdido en una suave caricia.
Aseguró que la bebida no portaba veneno alguno, lo que de nuevo me hizo sonreír con picardia.
Antes de que se alejara mi mano agarró su pelo, nuestros rostros a escasa distancia se contemplaron y mis pardos se tornaron ámbar.
-Si lo que tratas de preguntarme con este numerito es si cumpliré, no solo como rey, si no como hombre, la respuesta es que si. Conozco mis deberes como marido y la importancia de consumar el matrimonio en ese lecho -susurré contra sus labios antes de aflojar el agarre para dejarla ir.
No consentiría que me tratara como un necio, no me importara que jugara a ser la reina que todo lo puede, que todo lo sabe, veía incluso cierto atractivo en ello, pero no iba a consentir en ningún momento que me ninguneara o me hablara con desdén.
-¿lazos de amistad? -apunte volviendo a ladear la sonrisa -no, quiero a una reina que entienda que hay mucho que hacer en este país y que de mi mano me ayude a dar esos pasos.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Fecha de inscripción : 06/06/2016
Edad : 288
Localización : Bajo las estrellas
Re: juego de coronas - damon landvik
el me dio lo que pedi con su agarre pude saber mas de lo que podia decir en palabras lo senti entre mis cabellos su energia
fuerte ruda
sonrie por el atrevimiento de mi rey de chocar nuestros rostros nuestros labios en un frenesi que nos llevaria a un extasis peligroso no me incomodo y por eso sonrei mas y mas al deshacer mi cabellos entre sus dedos fue claro el mensaje de mi rey conforme a sus obligaciones como consorte rey y esposo
rei mas bebi la copa apenas un sorbo mojando los labios y saborearlos con la lengua era como lo decia lilia somos unas perras pero malditas aunque ella siempre lo dice
pero el impetu de mi rey me excitaba de todas y muchas formas su bravio ser dejo claro que no seria un contendiente facil de domar eso me llenaba y extasiaba como para ponerme a ronronear deseando devorar
me acerque con cautela volviendo a chocar nuestros rostros nuestrs ojos se encontraron frente a frente -mi rey me encanta ese impetu salvaje que presenta en sus palabras no las olvidare cuando llegue el momento pero no es ahora cuando debe decir esas palabras a su prometida a su reina las palabras se las lleva el viento pero los actos hablan mas que las promesas en la noche de bodas me podra demostrar ese fuerte y grande impetu que tiene pero por ahora mantengamoslo oculto entre nosotros-
susurre y sonrei plante la mirada sobre aquellos orbes de tono ambarino su aura se ilumino como autodefensa mi magia tambien se alzo era un choque y por vez en siglos me estaba divirtiendo con un ser un ente extraño
alce nuevamente la copa contra la de el brindando por el matrimonio -si lo que busca mi rey es una compañera y una alida mas que una amiga nos conviene a los dos porque eso declara una excitante guerra entre los reyes usted por sus propositos personales y yo por los mios pero tendremos los comunes como son los asuntos internos de nuestro reino pero, Damon hay algo que debemos acordar y pactar
di la espalda y camine hasta la cama nuevamente tome aquellas flores blancas con la mano desojandolas completamente sus petalos cayeron al suelo -no podemos meternos en los planes del otro ¿acepta mi rey? susurre con la mejor sonrisa que tenia
fuerte ruda
sonrie por el atrevimiento de mi rey de chocar nuestros rostros nuestros labios en un frenesi que nos llevaria a un extasis peligroso no me incomodo y por eso sonrei mas y mas al deshacer mi cabellos entre sus dedos fue claro el mensaje de mi rey conforme a sus obligaciones como consorte rey y esposo
rei mas bebi la copa apenas un sorbo mojando los labios y saborearlos con la lengua era como lo decia lilia somos unas perras pero malditas aunque ella siempre lo dice
pero el impetu de mi rey me excitaba de todas y muchas formas su bravio ser dejo claro que no seria un contendiente facil de domar eso me llenaba y extasiaba como para ponerme a ronronear deseando devorar
me acerque con cautela volviendo a chocar nuestros rostros nuestrs ojos se encontraron frente a frente -mi rey me encanta ese impetu salvaje que presenta en sus palabras no las olvidare cuando llegue el momento pero no es ahora cuando debe decir esas palabras a su prometida a su reina las palabras se las lleva el viento pero los actos hablan mas que las promesas en la noche de bodas me podra demostrar ese fuerte y grande impetu que tiene pero por ahora mantengamoslo oculto entre nosotros-
susurre y sonrei plante la mirada sobre aquellos orbes de tono ambarino su aura se ilumino como autodefensa mi magia tambien se alzo era un choque y por vez en siglos me estaba divirtiendo con un ser un ente extraño
alce nuevamente la copa contra la de el brindando por el matrimonio -si lo que busca mi rey es una compañera y una alida mas que una amiga nos conviene a los dos porque eso declara una excitante guerra entre los reyes usted por sus propositos personales y yo por los mios pero tendremos los comunes como son los asuntos internos de nuestro reino pero, Damon hay algo que debemos acordar y pactar
di la espalda y camine hasta la cama nuevamente tome aquellas flores blancas con la mano desojandolas completamente sus petalos cayeron al suelo -no podemos meternos en los planes del otro ¿acepta mi rey? susurre con la mejor sonrisa que tenia
Györgyike- Hechicero/Realeza
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Fecha de inscripción : 22/03/2017
Re: juego de coronas - damon landvik
La reina no se amilanó ante aquel agarré, sus ojos centelleaban fruto de la excitación que aquel duelo de egos le producía.
Lo veía reflejado en sus ojos, en cada poro de su piel, no era una niña asustada dispuesta a asumir los designios de su rey si no mas bien lo contrario, una bruja con excesiva oscuridad a sus espaldas y lejos de asustarme, aceptaba el desafió, pues mi madre era la luna y entre la oscuridad de la noche mi bestia se desenvolvía.
Su boca colisionó con la mía hambrienta, su lengua cruzó el precipicio de mis labios, saqueando sin permiso aquellos senderos que aun para ella eran desconocidos, explicándome con tan rudo acto que no solo quería que cumpliera la noche de bodas para hacer de nuestro matrimonio un echo, si no cada vez que ella me lo requiriera.
Me relamí al apartarse, mis iris ámbar le dejaron claro que no jugara con fuego, no se me daba mal eso de arder en el infierno.
Ladeé la sonrisa al escuchar sus palabras, y una risa se perdió contra el vidrio de la jarra antes de dar un profundo trago que arraso con su sabor que en mi boca había quedado anclado.
-La noche de bodas -apunté hundiendo mis pardos en los ajenos -claro, de momento mantengamos la pasión para esa noche, otros asuntos mucho mas...-hice una pausa tratando de buscar la palabra adecuada para no ofender a la dama -importantes, nos esperan.
La bruja parecía tener la necesidad de pactar algo conmigo, aseguraba que los temas comunes sobre el manejo del reino seria algo que solucionaríamos tomados de la mano, pero después existían otros menesteres privados en lo que no quería verme husmeando y de igual modo me daba libertad para lo mismo.
-Mi reina, si vuestros asuntos tienen que ver con la magia que ostentáis, ya sabéis, aquelarres y demás, podéis estar tranquila, mientras no afecte a la corona, ni a este, nuestro país, no tengo la menor intención de meterme en vuestros asuntos.
De igual forma yo soy un licantropo, la mana es cosa mía, yo tengo mis leyes, mis reglas y os pido que también en eso permanezcáis al margen, no me gustaría que acabarais siendo dañada por cualquier peligroso asunto de lobos.
Para vuestra tranquilidad, se defenderme -apunté con arrogancia.
Di un nuevo trago a la jarra desviando mi mirada por el inmenso ventanal.
-No me meteré tampoco en la decoración que queráis darle a este castillo, si vos no irrumpís en lo que a seguridad se refiere, entreno a diario en le patio de armas, yo mismo me ocuparé de asegurarme que el ejercito que nos protege es lo suficientemente bueno.
Podéis buscaros doncellas para vuestro so y disfrute, que os peinen, acicalen, en nada de ese me meteré.
Yo tengo un sobrino que es como mi hijo, desconozco si os gustan los niños, el caso, es que vivirá en palacio con nosotros, junto a mi viajan algunas personas de confianza a quienes alojaré en este castillo y os presentaré con gusto.
La mayoría son miembros de mi manada, espero esto no os incomode en absoluto, no me gustaría causar discrepancias entre nosotros.
Lo veía reflejado en sus ojos, en cada poro de su piel, no era una niña asustada dispuesta a asumir los designios de su rey si no mas bien lo contrario, una bruja con excesiva oscuridad a sus espaldas y lejos de asustarme, aceptaba el desafió, pues mi madre era la luna y entre la oscuridad de la noche mi bestia se desenvolvía.
Su boca colisionó con la mía hambrienta, su lengua cruzó el precipicio de mis labios, saqueando sin permiso aquellos senderos que aun para ella eran desconocidos, explicándome con tan rudo acto que no solo quería que cumpliera la noche de bodas para hacer de nuestro matrimonio un echo, si no cada vez que ella me lo requiriera.
Me relamí al apartarse, mis iris ámbar le dejaron claro que no jugara con fuego, no se me daba mal eso de arder en el infierno.
Ladeé la sonrisa al escuchar sus palabras, y una risa se perdió contra el vidrio de la jarra antes de dar un profundo trago que arraso con su sabor que en mi boca había quedado anclado.
-La noche de bodas -apunté hundiendo mis pardos en los ajenos -claro, de momento mantengamos la pasión para esa noche, otros asuntos mucho mas...-hice una pausa tratando de buscar la palabra adecuada para no ofender a la dama -importantes, nos esperan.
La bruja parecía tener la necesidad de pactar algo conmigo, aseguraba que los temas comunes sobre el manejo del reino seria algo que solucionaríamos tomados de la mano, pero después existían otros menesteres privados en lo que no quería verme husmeando y de igual modo me daba libertad para lo mismo.
-Mi reina, si vuestros asuntos tienen que ver con la magia que ostentáis, ya sabéis, aquelarres y demás, podéis estar tranquila, mientras no afecte a la corona, ni a este, nuestro país, no tengo la menor intención de meterme en vuestros asuntos.
De igual forma yo soy un licantropo, la mana es cosa mía, yo tengo mis leyes, mis reglas y os pido que también en eso permanezcáis al margen, no me gustaría que acabarais siendo dañada por cualquier peligroso asunto de lobos.
Para vuestra tranquilidad, se defenderme -apunté con arrogancia.
Di un nuevo trago a la jarra desviando mi mirada por el inmenso ventanal.
-No me meteré tampoco en la decoración que queráis darle a este castillo, si vos no irrumpís en lo que a seguridad se refiere, entreno a diario en le patio de armas, yo mismo me ocuparé de asegurarme que el ejercito que nos protege es lo suficientemente bueno.
Podéis buscaros doncellas para vuestro so y disfrute, que os peinen, acicalen, en nada de ese me meteré.
Yo tengo un sobrino que es como mi hijo, desconozco si os gustan los niños, el caso, es que vivirá en palacio con nosotros, junto a mi viajan algunas personas de confianza a quienes alojaré en este castillo y os presentaré con gusto.
La mayoría son miembros de mi manada, espero esto no os incomode en absoluto, no me gustaría causar discrepancias entre nosotros.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: juego de coronas - damon landvik
mi rey me daba todo todo lo que le pedia no se quedaba nada para él solo quizás él lo hacia sin darse cuenta de cuanto placer me ocasionada con sus gestos, sus mirada, esas pequeñas muestra de su enojo que en su aura se proyectaban como chispas listas a estallar con un ego tan alto que solo invitaba a que alguien lo monte y dome llevandolo a una buena dirección solo ver su aura era excitante
tome asiento sobre la cama con la copa en la mano casi recostada de lado estaba cansada y solo estabamos los dos no habia que fingir algun decoro o muestra de la educacion en un elaborado protocolo
le mire y alce las cejas sonriendo apenas por ocultar esa sonrisa tras la copa -me agrada que mi rey quiera dejar los asusntos primordiales para el momento idoneo como es nuestra noche de bodas, no se preocupe le daré el mejor trato que un rey debe tener, pero hasta entonces solo la pasión la debermos mostrar en los asuntos políticos- susurre
solte un suspiro largo su bravio ser se oculto aquello que me había atraído se escondio para dar paso a un aburrido hombre como todos los humanos más con un deje de desprecio y deisnteres tome sus palabras ¿donde se había ido esa fiereza de enfrentarme? mordi mi labio mirando de pies a cabeza una y otra y otra vez
deje la copa la mesilla junto a la cama -Mi rey, Damon, incluso mis asustos de magia y aquelarre afectarán a nuestro Reino, mi pasado presente y futuro estan atado y todo eso afectará a quien a mi alrededor se encuentre incluso, tu, Damón, no solo peligros de lobos debes cuidarte incluso en sueños te pueden atacar, pero no se preocupe mi Rey debo agradecer que este preocupado por su reina pero no crea que se desposará con alguien débil incluso asuntos de lobos puedo domarlos muy bien no sería el primero, Damon -susurré su nombre saboreando cada letra -pero como mi rey dice que no se meterá confiaré en su palabra pero ¿Damon no se entrometerá? no la corona si no el hombre tras al corona -tenté nuevamente a ver si aparecia su impetuo de lobo
inutil fue el intento, me levanté de la cama con parsimonia y algo de desinterés -si mi rey tiene sus asuntos tampoco metere mi nariz y menos mi magia, puede traer a quien sea a vivir al castillo, incluso a varias de sus consortes no me molestará en lo absoluto prefiero que sea aqui que fuera donde los nobles lo puedan usar para acabar con nosotros, además puedo cubrirlo al decir que son parte de mi corte aquellas doncellas que me asistirán, aunque las tengo desde hace tiempo- miré de soslayo -de mi seguridad no se preocupe mi rey para eso estoy yo y mis doncellas así como otras personas que es mejor no mencionar en estas paredes ni que usted los conozca- mencioné manteniendo un silencio entre los dos
volví a tomar la copa bebiendo todo el contenido -mi Rey un castillo para un niño no es algo alegre es para un infante sobrotodo tomando en cuenta las amenazas que recaen sobre los dos el niño necesita aire del campo y una nodrisa adecuada no cualquier niñera de clase baja pero es solo una sugerencia de su reina, puede hacerme caso o no aunque usted quiera enseñarle a ser un guerrero a temprana edad tendrá que tener cuidado de varios factores no solo de usted porque luego de casarnos tambien estarán aquellos peligros que me asechen y pueden ira tras usted y los suyos y un niño es el blanco más rápido para quien quiera desestabilizar a cualquiera incluso a los reyes- solte un suspiro porque eso fue lo que paso con mis padres apenas sonríe al hacer una reverencia
tome asiento sobre la cama con la copa en la mano casi recostada de lado estaba cansada y solo estabamos los dos no habia que fingir algun decoro o muestra de la educacion en un elaborado protocolo
le mire y alce las cejas sonriendo apenas por ocultar esa sonrisa tras la copa -me agrada que mi rey quiera dejar los asusntos primordiales para el momento idoneo como es nuestra noche de bodas, no se preocupe le daré el mejor trato que un rey debe tener, pero hasta entonces solo la pasión la debermos mostrar en los asuntos políticos- susurre
solte un suspiro largo su bravio ser se oculto aquello que me había atraído se escondio para dar paso a un aburrido hombre como todos los humanos más con un deje de desprecio y deisnteres tome sus palabras ¿donde se había ido esa fiereza de enfrentarme? mordi mi labio mirando de pies a cabeza una y otra y otra vez
deje la copa la mesilla junto a la cama -Mi rey, Damon, incluso mis asustos de magia y aquelarre afectarán a nuestro Reino, mi pasado presente y futuro estan atado y todo eso afectará a quien a mi alrededor se encuentre incluso, tu, Damón, no solo peligros de lobos debes cuidarte incluso en sueños te pueden atacar, pero no se preocupe mi Rey debo agradecer que este preocupado por su reina pero no crea que se desposará con alguien débil incluso asuntos de lobos puedo domarlos muy bien no sería el primero, Damon -susurré su nombre saboreando cada letra -pero como mi rey dice que no se meterá confiaré en su palabra pero ¿Damon no se entrometerá? no la corona si no el hombre tras al corona -tenté nuevamente a ver si aparecia su impetuo de lobo
inutil fue el intento, me levanté de la cama con parsimonia y algo de desinterés -si mi rey tiene sus asuntos tampoco metere mi nariz y menos mi magia, puede traer a quien sea a vivir al castillo, incluso a varias de sus consortes no me molestará en lo absoluto prefiero que sea aqui que fuera donde los nobles lo puedan usar para acabar con nosotros, además puedo cubrirlo al decir que son parte de mi corte aquellas doncellas que me asistirán, aunque las tengo desde hace tiempo- miré de soslayo -de mi seguridad no se preocupe mi rey para eso estoy yo y mis doncellas así como otras personas que es mejor no mencionar en estas paredes ni que usted los conozca- mencioné manteniendo un silencio entre los dos
volví a tomar la copa bebiendo todo el contenido -mi Rey un castillo para un niño no es algo alegre es para un infante sobrotodo tomando en cuenta las amenazas que recaen sobre los dos el niño necesita aire del campo y una nodrisa adecuada no cualquier niñera de clase baja pero es solo una sugerencia de su reina, puede hacerme caso o no aunque usted quiera enseñarle a ser un guerrero a temprana edad tendrá que tener cuidado de varios factores no solo de usted porque luego de casarnos tambien estarán aquellos peligros que me asechen y pueden ira tras usted y los suyos y un niño es el blanco más rápido para quien quiera desestabilizar a cualquiera incluso a los reyes- solte un suspiro porque eso fue lo que paso con mis padres apenas sonríe al hacer una reverencia
Györgyike- Hechicero/Realeza
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Re: juego de coronas - damon landvik
Enarqué la ceja clavando mi vista en la reina. Mi semblante se torno sombrío, no me gustaba eso que insinuaba y no entendía pues su petición, si algo podía afectarme o afectar al reino debería tener por seguro que no iba a mantenerme al margen por muchos intereses que la dama tuviera en juego.
-Mi reina, en ese caso, creo que no podre cumplir vuestro deseo, no soy bueno permaneciendo al margen y menos mirando para otro lado cuando siento el aliento del enemigo sobre mi cuello.
Ladeé la sonrisa al ver su turbia mirada repasandome de arriba a bajo, seguía bebiendo de la copa como si pretendiera animarse para este encuentro.
-No os preocupéis, soy consciente de que sabéis protegeros, mas aun así, claudicar en que traté de mantener la cabeza de mi reina sobre su precioso cuello.
Me encogí de hombros abandonando la vista que me regalaba el ventanal para acercarme a mi prometida que se alzaba del lecho.
-Sobre los asuntos de lobos, preferiría os mantuvierais al margen, al menos mientras no os involucre en ellos, algo que os aseguro no pasara.
No os veo una mujer angustiada buscando socorrer a vuestro marido por una reyerta lobuna y curar a lametazos sus heridas no se me antoja digno de vuestra gracia.
Así que, conceder a vuestro futuro marido la necesidad que tiene de guerra, así quizás tengáis menos trabajo que aplacar después en el lecho -apunté señalando con la cabeza la cama conyugal.
Me giré dando un ultimo sorbo a la jarra para dejarla sobre la mesa completamente acabada.
-Acerca de las concubinas, o mujeres que me abren sus piernas lo veo de mal gusta convertirlo en una conversación de alcoba con mi reina.
Del mismo modo os aconsejo no hacerme participe de vuestros escarceos fuera de este matrimonio, básicamente por dos motivos, porque no voy a consentir ser el cornudo de nadie y porque no se me da bien criar cuervos ajenos.
Con lo cual, os aconsejo seáis discreta, como sabéis la infidelidad por parte de una mujer, una reina se paga con sangre.
Esperaba que entendiera mis palabras, no pensaba convertirme en el pele extranjero que sienta su culo en el trono.
Yo iba a cambiar las cosas en este país que parecía consumir a sus gentes por el hambre, trabajaría duro para conseguir estabilidad y prosperidad y mi reina podía darme la mano, caminar a mi lado o negarmela y trasformarse en mi enemiga, a su elección lo dejaba.
Admitía que era una mujer de porte bello, elegante... capaz de volver loco a cualquier hombre.
-Cuando deseéis podemos pasear por los jardines, a no ser que tengáis algo mas que decirme que no pueda ser escuchado por nadie.
Sobre mi hijo, se quedará en palacio, me basto y me sobro para garantizar su seguridad, os lo aseguro.
-Mi reina, en ese caso, creo que no podre cumplir vuestro deseo, no soy bueno permaneciendo al margen y menos mirando para otro lado cuando siento el aliento del enemigo sobre mi cuello.
Ladeé la sonrisa al ver su turbia mirada repasandome de arriba a bajo, seguía bebiendo de la copa como si pretendiera animarse para este encuentro.
-No os preocupéis, soy consciente de que sabéis protegeros, mas aun así, claudicar en que traté de mantener la cabeza de mi reina sobre su precioso cuello.
Me encogí de hombros abandonando la vista que me regalaba el ventanal para acercarme a mi prometida que se alzaba del lecho.
-Sobre los asuntos de lobos, preferiría os mantuvierais al margen, al menos mientras no os involucre en ellos, algo que os aseguro no pasara.
No os veo una mujer angustiada buscando socorrer a vuestro marido por una reyerta lobuna y curar a lametazos sus heridas no se me antoja digno de vuestra gracia.
Así que, conceder a vuestro futuro marido la necesidad que tiene de guerra, así quizás tengáis menos trabajo que aplacar después en el lecho -apunté señalando con la cabeza la cama conyugal.
Me giré dando un ultimo sorbo a la jarra para dejarla sobre la mesa completamente acabada.
-Acerca de las concubinas, o mujeres que me abren sus piernas lo veo de mal gusta convertirlo en una conversación de alcoba con mi reina.
Del mismo modo os aconsejo no hacerme participe de vuestros escarceos fuera de este matrimonio, básicamente por dos motivos, porque no voy a consentir ser el cornudo de nadie y porque no se me da bien criar cuervos ajenos.
Con lo cual, os aconsejo seáis discreta, como sabéis la infidelidad por parte de una mujer, una reina se paga con sangre.
Esperaba que entendiera mis palabras, no pensaba convertirme en el pele extranjero que sienta su culo en el trono.
Yo iba a cambiar las cosas en este país que parecía consumir a sus gentes por el hambre, trabajaría duro para conseguir estabilidad y prosperidad y mi reina podía darme la mano, caminar a mi lado o negarmela y trasformarse en mi enemiga, a su elección lo dejaba.
Admitía que era una mujer de porte bello, elegante... capaz de volver loco a cualquier hombre.
-Cuando deseéis podemos pasear por los jardines, a no ser que tengáis algo mas que decirme que no pueda ser escuchado por nadie.
Sobre mi hijo, se quedará en palacio, me basto y me sobro para garantizar su seguridad, os lo aseguro.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: juego de coronas - damon landvik
La presencia de mi rey podía resultar sobrecegadora para quien no haya conocido a aquella especie de lobos lami mis labios solo de imaginar las heridas que pueden conseguir un lobo en medio de la guerra el sudor que le puede representar y la poca fuerza que en un lecho puede conservar
mi fina ceja se curvo en ese momento sonrei levemente y negue con la cabeza realmente el rey desconocia la dimension de "asuntos" en donde un ,lob puede meter sus narices y lengua
con un cansancio descomunal me alce de la cama sentada con las piernas cruzadas pensando en las opciones que “mi rey” estaba presentando el no conocía la clase de mujer que iba a tener ni los rumores que habia tras de mi peor aun las fuerzas que podía llevar hasta el lecho y fuera de el sonreí ante el poco conocimiento de mi rey que esperaba que fuera una mujer casta pura dulce e inocente toda una aburrida mujer que espera en casa a su hombre para atenderlo con dulzura
contuve la risa que estaba a punto de escapar por recordar esos pensamientos en palabras de mi adorada Mary de mi fiel Ivy y de Gerhard sobre ser una reina, esposa y madre
deambule por la habitación con pasos silenciosos -Deberías comprender que el simple hecho de nuestra presencia es una invitación de guerra. Tu no eres rumano y a mi medio reino no me quiere pues sus motivos tendran y no me interesan en absoluto. Lo asuntos personales de esta bruja tendras que quedarte al marjen asi como los asuntos de tu manada o jauría de licántropos que afecten al reino tendre la amabilidad y cortecia de no inmiscuirme en donde ni se me ha requerido y mucho menos invitado. Debemos hacer un buen equipo, somo seres poderosos mi rey y si no lo enfrentamos juntos daremos paso a que nos destruyan no creo que quieras ser destruido de mi parte no porque tengo mis propias razones para no verme derrotada por nadie
suspire en aquel momento trate de calmarme al parecer mi rey me veía de una manera errónea cuantos habían cometido ese error no era una mujer dócil ni manejable no era quien buscaba guerra pero las planeaba por seguridad
alce la cabeza en alto con el orgullo que representaba mi casta y pasado me acerque a mi rey coloque la mano sobre su pecho en su corazón -No te pido claudicar te informo puntualizando que no solo soy capas de protegerme sola, incluso en estos momentos estan cuidando de mi mientras estoy aquí contigo – cerre los ojos escuchando los rezos de los hechizos que hacia Mary desde su “habitación” se sentía la magia de protección a mi alrededor asi como las plantas de ivy que subían desde el jardin hasta la ventana y balcón de la habitación para cuidarme esperando instruncciones con un solo toque de mi mano en sus hiedras mas quien daba toda orden era Gerhard mi querido cuervo que desde los cielos mantenía un ojo sobre mi nunca estaba sola –Deseo que ambos estemos concientes que cualquiera que desee nuestro mal o la muerte e incluso insinué es traición y yo no conozco la piedad ni el perdon no me meteré en sus asuntos personales pero quien se atreva a levantarse contra los reyes terminara muerto sea quien sea si es por mi lado o por el suyo mi rey todo lo que te afecte me afecta y no me quedare sentada mirando ni como reina ni como esposa porque se pone en juego mi honor y no pienso dejar que cualquiera lo ponga en duda o en el suelo porque no conocen la reina que usted esta por conseguir en matrimonio
sobre el consejo que le di sobre la convivencia con sus vastagos cerre los ojos y con lentitud camine hacia la puerta -tenga cuidado mi rey mi consejo fue porque los rumores corren presurosos por los pasillos de este castillo y de todo el reino aun no sentimos el peso de las cronas y ya esta sobre nuestros cuellos amenazas de muerte y se que usted no sera capaz de defenderme mi rey tiene otras preocupaciones por lo mismo para evitar mas rumores y por seguridad suya y de sus hijos di mi consejo pero sera como usted desee mi rey como dije no me metere en sus asuntos en lo absoluto porque como ha asegurado y lo afirmo mi lengua esta destinada para lamer otras heridas de batalla mucho más excitantes -sonrei mirando sobre mi hombro al llegar a la puerta –mi rey usted no conoce mi ímpetu sexual. No decidas por mi Damon me limitas a decidir si deseo o no aplacar todo tu deseo después en el lecho o puede que para ello hayas traído a tus amantes. Ya probaras… me asegurare… aunque parece que el rey esta ansioso de probar un poco a su futura reina pero será en otra ocasión porque a cada uno nos aguarda otros menesteres tal vez dos meses después de nuestra noche de bodas o tres meses no se el tiempo lo dira que dia será el indicado para dar nuestro combate sobre la cama de matrimonio
abri la puerta y el ambiente de la ambiente de la habitación se refresco habia dando un mensaje a mi cuervo de decirle a Ivy que retire a sus niñas de los alrededores de la habitación y se concentre en el jardin y en el castillo, a mary en un susurro envie con el viento la misma tarea de no dejar de mantener el hechizo de protección y barrer sobre mi pero tambien de buscar al niño para que lo protegieran -Ofreceré cuidado y protección extra al niño si asi lo deses y permites para que de esa manera tus pequeños no estén cerca de mi y de esa forma estén protegidos de todo lo que pueda ser dirigido a mi tómelo como una ofrenda de tregua entre nosotros una alianza en donde cuidare a sus hijos con mi poder de quien quiera que les quiera hacer daño aunque no pueda enseñarles a defenderse los mantendré vigilados y protegidos con mi guardia tambien es para quitarme un peso de encima mi rey no quiero ser la causante del daño a un infante que no tiene la culpa de estar en medio de nosotros por quienes peleamos – susurre y recordé al Xavier aquel hombre que juro encontrar cualquier forma de derrotarnos a nosotras
abri la puerta apenas con el chillido de esta -acepto su paseo ahora para convesar de asuntos políticos, oh pero de sus concubinas no se me hace de mal gusto usted tendra deseos de estar con quien desee para tomar fuerzas, energias o animos de algo asi como lo hago yo y no se preocupe mi rey de mi lista de amantes jamas usted conocera sus nombres o rostros cada uno sabe como mantener todo en secreto solo decia lo de sus concubinas no por controlarlo ni porque me moleste si no para cubrir sus infidelidades y dezlices de alcoba asi no sera derrocado tan facil por engañar a su reina ¿no queria usted una aliada mi rey? esto hacen quienes son aliados - sonrei abriendo por completo la puerta
Sali de la habitación caminando con calma por el pasillo estaba de buen humor por la conversación e información obtenida
llegamos al jardín el aroma de las flores de le hierba me recordo aquellos momentos de mi infancia oía el graznido de gerhard hasta que se poso en uno de los grandes árboles dle jardin cuidandome velando por su futura reina pero sabia a que jugaba el espere a mi rey oliendo una de las flores hasta que se volvio marchita y el cuervo alzo el vuelo llevandosela haciendo que los petalos vuelen alrededor mio petalos rojos y blancos
mi fina ceja se curvo en ese momento sonrei levemente y negue con la cabeza realmente el rey desconocia la dimension de "asuntos" en donde un ,lob puede meter sus narices y lengua
con un cansancio descomunal me alce de la cama sentada con las piernas cruzadas pensando en las opciones que “mi rey” estaba presentando el no conocía la clase de mujer que iba a tener ni los rumores que habia tras de mi peor aun las fuerzas que podía llevar hasta el lecho y fuera de el sonreí ante el poco conocimiento de mi rey que esperaba que fuera una mujer casta pura dulce e inocente toda una aburrida mujer que espera en casa a su hombre para atenderlo con dulzura
contuve la risa que estaba a punto de escapar por recordar esos pensamientos en palabras de mi adorada Mary de mi fiel Ivy y de Gerhard sobre ser una reina, esposa y madre
deambule por la habitación con pasos silenciosos -Deberías comprender que el simple hecho de nuestra presencia es una invitación de guerra. Tu no eres rumano y a mi medio reino no me quiere pues sus motivos tendran y no me interesan en absoluto. Lo asuntos personales de esta bruja tendras que quedarte al marjen asi como los asuntos de tu manada o jauría de licántropos que afecten al reino tendre la amabilidad y cortecia de no inmiscuirme en donde ni se me ha requerido y mucho menos invitado. Debemos hacer un buen equipo, somo seres poderosos mi rey y si no lo enfrentamos juntos daremos paso a que nos destruyan no creo que quieras ser destruido de mi parte no porque tengo mis propias razones para no verme derrotada por nadie
suspire en aquel momento trate de calmarme al parecer mi rey me veía de una manera errónea cuantos habían cometido ese error no era una mujer dócil ni manejable no era quien buscaba guerra pero las planeaba por seguridad
alce la cabeza en alto con el orgullo que representaba mi casta y pasado me acerque a mi rey coloque la mano sobre su pecho en su corazón -No te pido claudicar te informo puntualizando que no solo soy capas de protegerme sola, incluso en estos momentos estan cuidando de mi mientras estoy aquí contigo – cerre los ojos escuchando los rezos de los hechizos que hacia Mary desde su “habitación” se sentía la magia de protección a mi alrededor asi como las plantas de ivy que subían desde el jardin hasta la ventana y balcón de la habitación para cuidarme esperando instruncciones con un solo toque de mi mano en sus hiedras mas quien daba toda orden era Gerhard mi querido cuervo que desde los cielos mantenía un ojo sobre mi nunca estaba sola –Deseo que ambos estemos concientes que cualquiera que desee nuestro mal o la muerte e incluso insinué es traición y yo no conozco la piedad ni el perdon no me meteré en sus asuntos personales pero quien se atreva a levantarse contra los reyes terminara muerto sea quien sea si es por mi lado o por el suyo mi rey todo lo que te afecte me afecta y no me quedare sentada mirando ni como reina ni como esposa porque se pone en juego mi honor y no pienso dejar que cualquiera lo ponga en duda o en el suelo porque no conocen la reina que usted esta por conseguir en matrimonio
sobre el consejo que le di sobre la convivencia con sus vastagos cerre los ojos y con lentitud camine hacia la puerta -tenga cuidado mi rey mi consejo fue porque los rumores corren presurosos por los pasillos de este castillo y de todo el reino aun no sentimos el peso de las cronas y ya esta sobre nuestros cuellos amenazas de muerte y se que usted no sera capaz de defenderme mi rey tiene otras preocupaciones por lo mismo para evitar mas rumores y por seguridad suya y de sus hijos di mi consejo pero sera como usted desee mi rey como dije no me metere en sus asuntos en lo absoluto porque como ha asegurado y lo afirmo mi lengua esta destinada para lamer otras heridas de batalla mucho más excitantes -sonrei mirando sobre mi hombro al llegar a la puerta –mi rey usted no conoce mi ímpetu sexual. No decidas por mi Damon me limitas a decidir si deseo o no aplacar todo tu deseo después en el lecho o puede que para ello hayas traído a tus amantes. Ya probaras… me asegurare… aunque parece que el rey esta ansioso de probar un poco a su futura reina pero será en otra ocasión porque a cada uno nos aguarda otros menesteres tal vez dos meses después de nuestra noche de bodas o tres meses no se el tiempo lo dira que dia será el indicado para dar nuestro combate sobre la cama de matrimonio
abri la puerta y el ambiente de la ambiente de la habitación se refresco habia dando un mensaje a mi cuervo de decirle a Ivy que retire a sus niñas de los alrededores de la habitación y se concentre en el jardin y en el castillo, a mary en un susurro envie con el viento la misma tarea de no dejar de mantener el hechizo de protección y barrer sobre mi pero tambien de buscar al niño para que lo protegieran -Ofreceré cuidado y protección extra al niño si asi lo deses y permites para que de esa manera tus pequeños no estén cerca de mi y de esa forma estén protegidos de todo lo que pueda ser dirigido a mi tómelo como una ofrenda de tregua entre nosotros una alianza en donde cuidare a sus hijos con mi poder de quien quiera que les quiera hacer daño aunque no pueda enseñarles a defenderse los mantendré vigilados y protegidos con mi guardia tambien es para quitarme un peso de encima mi rey no quiero ser la causante del daño a un infante que no tiene la culpa de estar en medio de nosotros por quienes peleamos – susurre y recordé al Xavier aquel hombre que juro encontrar cualquier forma de derrotarnos a nosotras
abri la puerta apenas con el chillido de esta -acepto su paseo ahora para convesar de asuntos políticos, oh pero de sus concubinas no se me hace de mal gusto usted tendra deseos de estar con quien desee para tomar fuerzas, energias o animos de algo asi como lo hago yo y no se preocupe mi rey de mi lista de amantes jamas usted conocera sus nombres o rostros cada uno sabe como mantener todo en secreto solo decia lo de sus concubinas no por controlarlo ni porque me moleste si no para cubrir sus infidelidades y dezlices de alcoba asi no sera derrocado tan facil por engañar a su reina ¿no queria usted una aliada mi rey? esto hacen quienes son aliados - sonrei abriendo por completo la puerta
Sali de la habitación caminando con calma por el pasillo estaba de buen humor por la conversación e información obtenida
llegamos al jardín el aroma de las flores de le hierba me recordo aquellos momentos de mi infancia oía el graznido de gerhard hasta que se poso en uno de los grandes árboles dle jardin cuidandome velando por su futura reina pero sabia a que jugaba el espere a mi rey oliendo una de las flores hasta que se volvio marchita y el cuervo alzo el vuelo llevandosela haciendo que los petalos vuelen alrededor mio petalos rojos y blancos
Györgyike- Hechicero/Realeza
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Re: juego de coronas - damon landvik
Mis ojos sobrevolaron la estancia hasta quedar fijo en los de mi reina. No se que parte de mi discurso no le había quedado claro o convencido.
Yo era el rey, un rey que pensaba hacer lo mejor para con sus súbditos, mientras su magia no afectara a mi persona o a cualquiera de los que estaban bajo mi amparo, algo que ahora sumaba al reino por completo, no me inmiscuiría en sus asuntos.
-Espero que como aliados tu magia como mi fuerza la pongamos a disposición de convertir este, nuestro País, en un reino prospero y feliz.
Algo me decía que a esa reina le importaba una mierda las personas que habitaban Rumanía, tampoco buscaba en ella un alma de la caridad, su aura negra gritaba que no lo era y yo no era un necio como para no darme cuenta.
-Agradezco mi reina la protección que decís poner al servicio de vuestro rey, de seguro las oraciones que me dediquéis serán suficientes para mi.
Para vuestra tranquilidad, os aseguro que no estoy solo, puedo ser un rey extranjero, pero no un hombre fácil de vencer...los murmullos serán acallados, los traidores sentenciados y pronto lo único que escucharemos serán alabanzas por nuestro reinado, así que no sufráis mi reina.
Ladeé la sonrisa cuando volvió a sacar el tema de las mujeres que calentarían mi cama, me amenazó de cierto modo con que si los demás se enteraban podrían culparme por ello.
-Siento no estar de acuerdo con esto, seria al primer rey al que no se le permiten los escarceos amorosos...es mas, apostaría a que es algo que se da por echo.
Por el contrario en la mujer se valora su fidelidad, muchos son los casos de mujeres que han perdido la cabeza por faltar el respeto a su esposo, así que..simplemente, guardar cuidado para no tener que verme en la tesitura de tener que decapitaros.
Aunque lo que mas risa me hizo fue cuando aseguró que cumpliría con su deber de mujer unos meses después.
-No tengo el menos interés en abriros las piernas -arrastre esas palabras no solo con sinceridad si no casi con un gruñido -el problema mi señora es que el matrimonio no es valido si no es consumado, así que ambos haremos de tripas corazón y borrachos si lo veis mejor cumpliremos el deber como soberanos..después de esto, no es necesario que volvamos a tocarnos...
Le tendí el brazo para salir al jardín, negué al verla destrozar una de las flores como si con ello pudiera achantarme.
-Espero que no os de por destrozar el jardín al completo, no ganaremos para jardineros -puntualicé con cierta insolencia y diversión en mi voz.
Yo era el rey, un rey que pensaba hacer lo mejor para con sus súbditos, mientras su magia no afectara a mi persona o a cualquiera de los que estaban bajo mi amparo, algo que ahora sumaba al reino por completo, no me inmiscuiría en sus asuntos.
-Espero que como aliados tu magia como mi fuerza la pongamos a disposición de convertir este, nuestro País, en un reino prospero y feliz.
Algo me decía que a esa reina le importaba una mierda las personas que habitaban Rumanía, tampoco buscaba en ella un alma de la caridad, su aura negra gritaba que no lo era y yo no era un necio como para no darme cuenta.
-Agradezco mi reina la protección que decís poner al servicio de vuestro rey, de seguro las oraciones que me dediquéis serán suficientes para mi.
Para vuestra tranquilidad, os aseguro que no estoy solo, puedo ser un rey extranjero, pero no un hombre fácil de vencer...los murmullos serán acallados, los traidores sentenciados y pronto lo único que escucharemos serán alabanzas por nuestro reinado, así que no sufráis mi reina.
Ladeé la sonrisa cuando volvió a sacar el tema de las mujeres que calentarían mi cama, me amenazó de cierto modo con que si los demás se enteraban podrían culparme por ello.
-Siento no estar de acuerdo con esto, seria al primer rey al que no se le permiten los escarceos amorosos...es mas, apostaría a que es algo que se da por echo.
Por el contrario en la mujer se valora su fidelidad, muchos son los casos de mujeres que han perdido la cabeza por faltar el respeto a su esposo, así que..simplemente, guardar cuidado para no tener que verme en la tesitura de tener que decapitaros.
Aunque lo que mas risa me hizo fue cuando aseguró que cumpliría con su deber de mujer unos meses después.
-No tengo el menos interés en abriros las piernas -arrastre esas palabras no solo con sinceridad si no casi con un gruñido -el problema mi señora es que el matrimonio no es valido si no es consumado, así que ambos haremos de tripas corazón y borrachos si lo veis mejor cumpliremos el deber como soberanos..después de esto, no es necesario que volvamos a tocarnos...
Le tendí el brazo para salir al jardín, negué al verla destrozar una de las flores como si con ello pudiera achantarme.
-Espero que no os de por destrozar el jardín al completo, no ganaremos para jardineros -puntualicé con cierta insolencia y diversión en mi voz.
Damon Landvik- Licántropo/Realeza
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Re: juego de coronas - damon landvik
sonrei ante la sugerencia de mi rey el no conocia lo profundo de la magia suspire y negue con la cabeza en silencio para dar paso a nuestra caminata por el jardin manteniendo la compostura fingiendo ser unos amorosos prometidos ante los ojos de un desesperado pueblo que daba gritos de su necesidad de resurgir de las cenizas y yo las conoci era de esa tierra mas que los extranjeros que nos miraban con recelo solo pude sonreir a sus miradas era tan gracioso e ironico que solo lograron hacerme sonreir
mire a los alrededores apenas asintiendo y las flores volvieron a su estado natural por medio de la magia de ivy - mi rey de estos menesteres no se tiene usted que preocupar jardinero no necesitaremos para eso tengo personas idoneas que se encarguen de sacar la mala hierva y dejar solo las mas hermosas rosas de este jardin - sonrei caminando por la senda de rosales hasta pasar el gran arbol legendario hasta caminar por esos pasajes más privados del jardín donde paredes verdes separan la mirada y se vuelve el rincon para nosotros los reyes - es cierto que nosotras las reinas no tenemos la misma libertad que nuestros reyes pero no nos quita la valuntad. no somos libres de tener escandalos pero los tenemos de manera tan privada que ni sus majestades lo llegan a saber - sonrei al dirigir la mirada sobre mi hombro a mi rey - de mis escarnios de cama nadie lo sabra mi rey ni usted eso tenga muy por seguro soy muy cuidadosa y reservada mas de lo que puede esperar pero me preocupan los suyos no quiero ser tampoco conocida por todos como la reina con cuernos ya de por si soy tomada como una criatura cruel, malvada y vil como para ahora tener los cuernos de su majestad entonces seamos mas cuidadosos los dos de ahora en adelante
segui caminando hasta estar bajo aquel gran arbol con sus hojas verdes y caidas que producian un bello efecto de cascadas algo tan bello que ha creado mi pequeña perla venenosa sonrei por ello acercandome a la banca a tomar asiento - espero mantenga su palabra de aplicar la ley a todo aquel que se atreva a levantar sin importar nada yo doy y juro que si de los mios lo hace lo decapitare personalmente espero que usted haga lo mismo asi evitamos conflictos personales solo le comunico que jamas podria levantar mi mano contra usted y los suyos por una razon no son de mi interes personal - asenti mirando al estanque recordando que hace años en un viejo estanque frio tambien lo pase con otro joven
suspire realmente oir al rey era como oir a mary con respecto a las obligaciones incluso en mi mente se lo hice saber a ella con palabras al viento que ella las escucharia como los demas "hasta el esta con lo de las obligaciones" cruce las piernas sentada mirando al estanque perdida en el pensamiento - tampoco es mi deseo ir a su lecho mi rey, no me gusta hacerlo borracha ni con alguna droga o alucinogeno ademas solo sera una noche por eso sera solo un momento de minutos para asi poder irnos cada quien a donde nos sintamos mas a gusto luego de cinco minutos de un fingido placer usted podra buscar calmarse con quien guste y de ahi no volveremos a compartir lecho nunca mas - volvi a sonreir justo cuando la silueta de gerhard aparecio por la direccion de mi rey y el reverenciaba a mis ojos cuidandome
mire a los alrededores apenas asintiendo y las flores volvieron a su estado natural por medio de la magia de ivy - mi rey de estos menesteres no se tiene usted que preocupar jardinero no necesitaremos para eso tengo personas idoneas que se encarguen de sacar la mala hierva y dejar solo las mas hermosas rosas de este jardin - sonrei caminando por la senda de rosales hasta pasar el gran arbol legendario hasta caminar por esos pasajes más privados del jardín donde paredes verdes separan la mirada y se vuelve el rincon para nosotros los reyes - es cierto que nosotras las reinas no tenemos la misma libertad que nuestros reyes pero no nos quita la valuntad. no somos libres de tener escandalos pero los tenemos de manera tan privada que ni sus majestades lo llegan a saber - sonrei al dirigir la mirada sobre mi hombro a mi rey - de mis escarnios de cama nadie lo sabra mi rey ni usted eso tenga muy por seguro soy muy cuidadosa y reservada mas de lo que puede esperar pero me preocupan los suyos no quiero ser tampoco conocida por todos como la reina con cuernos ya de por si soy tomada como una criatura cruel, malvada y vil como para ahora tener los cuernos de su majestad entonces seamos mas cuidadosos los dos de ahora en adelante
segui caminando hasta estar bajo aquel gran arbol con sus hojas verdes y caidas que producian un bello efecto de cascadas algo tan bello que ha creado mi pequeña perla venenosa sonrei por ello acercandome a la banca a tomar asiento - espero mantenga su palabra de aplicar la ley a todo aquel que se atreva a levantar sin importar nada yo doy y juro que si de los mios lo hace lo decapitare personalmente espero que usted haga lo mismo asi evitamos conflictos personales solo le comunico que jamas podria levantar mi mano contra usted y los suyos por una razon no son de mi interes personal - asenti mirando al estanque recordando que hace años en un viejo estanque frio tambien lo pase con otro joven
suspire realmente oir al rey era como oir a mary con respecto a las obligaciones incluso en mi mente se lo hice saber a ella con palabras al viento que ella las escucharia como los demas "hasta el esta con lo de las obligaciones" cruce las piernas sentada mirando al estanque perdida en el pensamiento - tampoco es mi deseo ir a su lecho mi rey, no me gusta hacerlo borracha ni con alguna droga o alucinogeno ademas solo sera una noche por eso sera solo un momento de minutos para asi poder irnos cada quien a donde nos sintamos mas a gusto luego de cinco minutos de un fingido placer usted podra buscar calmarse con quien guste y de ahi no volveremos a compartir lecho nunca mas - volvi a sonreir justo cuando la silueta de gerhard aparecio por la direccion de mi rey y el reverenciaba a mis ojos cuidandome
Györgyike- Hechicero/Realeza
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