Eyra [Hagebak] ID

por **Eyra Hagebak** Vie Sep 15, 2017 6:26 am

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

Eyra Hagebak

▲EDAD▲

26

▲ESPECIE▲

Humana

▲FRASE▲

"Ser valiente no consiste en no sentir miedo, sino en sentirlo y aún así continuar adelante"

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Heterosexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Hedmark, Noruega

▲HABILIDADES/PODERES▲

✗ Excelente en combate cuerpo a cuerpo
✗ Manejo de armas blancas
✗ Gran estratega

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Fría, oscura, hermosa… y letal. Esas son las características que mejor describirían a Eyra. Ella es sin duda alguna una mujer de armas tomar a la que no le gusta que le digan, por norma general, lo que tiene que hacer salvo que sea su jefe quien le asigne alguna presa. Tiene un carácter demasiado explosivo que no tarda en estallar con bastante facilidad, es de mecha corta y no le gusta que nadie se entrometa en su vida. No suele hablar demasiado, es a veces algo introvertida pero no porque sea tímida, todo lo contrario, sino porque para ella es irrelevante y carece totalmente de importancia.

Tiene un aura oscura y un halo de misterio que la rodea y que, para muchos, es algo atrayente y que les ha conllevado problemas. No le gusta que le resten su espacio y, si tiene que llegar a hacerlo, puede incluso hasta matar por ello. Es una mujer que no tiene escrúpulos, no mira lo que es el bien y lo que es el mal a la hora de realizar de matar o de tratar con cualquier persona. La empatía es algo que no va con ella tampoco, no está en su forma de ser y en su carácter y lo cierto es que la empática es más su hermana Thyra, mucho más emocional que ella. No suelo mostrar sus sentimientos porque para ella a veces son signo de debilidad, y una vikinga guerrera no puede ser débil o fallará en su cometido en la guerra, debe de ser fría, despiadada y letal.

Una mujer forjada al calor de las armas, se podría decir. Desde bien pequeña ha sido entrenada para ser sigilosa y letal por su padre manejándose en el cuerpo a cuerpo y siendo diestra en el manejo de armas. Es una guerrera efectiva y minuciosa, es como una sombra en mitad de la noche que se camufla con la oscuridad y no te das cuenta de que está ahí hasta que es demasiado tarde, cuando sientes el frío acero rozar tú piel antes de que se deslice por el cuello. Muchos la admiran por el arrojo que tiene y por lo gran guerrera que es, sin duda alguna es de las dos hermanas quienes mayores aptitudes de lucha tiene, se maneja con un arma como si siempre hubiera nacido con esta.

Nunca le ha gustado parecer una señorita y mucho menos llevar los típicos vestidos de la época, casi siempre suele andar vestida con pantalones y con ropaje oscuro, los vestidos no son algo que vaya con ella sin embargo su hermana sí que lleva más vestidos.

Su corazón está cerrado y una capa de hielo lo rodea, es fría y no suele mostrar sentimientos y mucho menos arrepentimiento. No le interesa el amor ya que cree que es un cuento de hadas que, a muchas jóvenes, les hace perder la cabeza y los hombres que han pasado por su vida han sido para calentar su lecho por la noche, y a la mañana siguiente, es ella quien desaparece sin dejar rastro. Es cruel, despiadada, malvada, hostil en muchas situaciones, irónica y sarcástica con un humor negro peculiar, poco habladora y esquiva. Es la muerte personificada y desearías estar muerto antes de que ella llegara hacia ti.

HISTORIA

Eyra nació una noche de verano en el pequeño palacio del condado que su padre, el conde, residía en Hedmark. Es la mayor de su hermana siendo ambas mellizas, salvo que Eyra fue la que primero nació de las dos. Eyra siempre ha tenido unas aptitudes muy altas para el manejo de armas, a diferencia de su melliza Thyra quien desarrolló unas habilidades mágicas que procedían de la rama de su madre y que por ello la obligó a entrenar también con la magia. De pequeña Eyra se pasaba jugando con espadas de madera luchando contra su padre, claro que muchas de las veces este se dejaba ganar a posta algo que la hacía enfadarse puesto que ella quería ganar porque le derrotara, no porque él se dejara ganar con mayor facilidad. Desde incluso antes de que su melliza empezara a entrar ella lo hizo con uno de los mejores soldados de su padre, y empezó a enseñarse a manejar las armas y a defenderse en el cuerpo a cuerpo.

Se podría decir que Eyra es la perfecta guerrera vikinga, con amplias actitudes para el manejo de la espada y del hacha, aunque a veces también le gusta utilizar las alabardas para mayor comodidad o porque quizás le viene mejor en el momento. Ambas recibieron entrenamiento fueron adiestradas para el combate de cuerpo a cuerpo y a esgrimir un arma, todo vikingo debe convivir con el acero y ellas no iban a ser menos siendo las hijas del Conde de Hedmark. Aunque realmente quien más emoción y aptitudes mostró para el cuerpo a cuerpo fue Eyra, quien parecía una auténtica guerrera vikinga que se desenvolvía con un arma en las manos como si hubiera nacido con ellas, tanto era su potencial que con el paso de los años logró superar a aquel joven soldado que las enseñaba a ambas, un joven por el que su hermana se enamoró siendo pequeña y que Eyra aprovechaba para burlarse de su ella cada vez que podía cuando estaban a solas y en los entrenamientos se ensañaba con ella para que sacara esa parte que Eyra poseía pero que, sin embargo, Thyra no tenía al centrarse más en la magia.

Pasaron los años y ambas se desenvolvieron cada una en sus campos, Thyra en la magia y Eyra en el cuerpo a cuerpo y en manejar las armas, le gustaba las espadas y las hachas, aunque también sabía manejar un arco y a veces utilizaba alabardas para utilizarlas sobre todo a distancia, de hecho su padre mandó fabricar una alabarda que le regaló cuando cumplió la mayoría de edad y que siempre lleva con ella al campo de batalla. Es muy versátil y habilidosa, sigilosa y mortal y muchos le tienen respeto y admiración por convertirse en la guerrera que es. Su padre estaba muy orgulloso de ella, de ambas, pero ver a una de sus hijas con tales aptitudes para la batalla era lo que siempre quiso y esperó de ellas. Eyra era la más fría de las dos mellizas y su personalidad era totalmente lo opuesto a lo que Thyra era, su melliza era el sol y ella era la luna... algo que también podía aplicarse al aspecto físico puesto que una es morena y la otra es rubia. Incluso con sus diferentes formas de ser estaban muy unidas y casi todo lo hacían juntas aunque Eyra no mostrase la misma ilusión o entusiasmo que su hermana, juntas en el campo de batalla eran un tándem perfecto y era Eyra más que su padre quien frenaba y paraba las pérdidas de control que sentía su hermana en ciertos momentos en los que no utilizaba la magia.

Thyra se podía decir que llevaba mejor lo que era la vida en el castillo que tenían en Hedmark, le gustaban más las fiestas, los bailes, los vestidos... mientras que Eyra prefería entrenar y aunque asistía a dichas fiestas porque tenía que estar presente al ser la hija del Conde, pocas veces se le veía con un vestido puesto, pero cuando lo hacía solía captar la atención de todos. Algunos fueron los que pidieron su mano en matrimonio pero ella, con una mirada bastaba para dar a entender que no pensaba aceptar dicha proposición, su padre se reía de sus reacciones y la dejaba porque sabía que en algún momento encontraría a aquel que lograra derretir su hielo, esa coraza que rodeaba y protegía su frío corazón...o eso es lo que él quería pensar. Entre aquellos pequeños y momentos de paz la guerra se fue acrecentando en el norte, tuvieron que ver como su padre salía junto a sus hombres para defender las tierras que amaban del rey Randulf quien estaba empeñado en devastar el norte en una cruel, despiadada y cruenta guerra arrasando con todo... y fue precisamente, ese mismo deseo que tenía Randulf, lo que las llevó a la situación que estaban viviendo en esos momentos.

El rey había llegado hasta Hedmark con la intención de que su padre se uniera a sus filas, pero su padre se negaba a obedecer a un rey que pretendía arrasar las tierras que amaba para reducirlo todo a ceniza, así que durante años sufrieron ataques en pos de la idea de Randulf de acabar con su padre y quedarse no solo con sus tierras, sino con sus hombres, sus hijas para convertirlas en sus esclavas y sobre todo su melliza para que engrosara sus filas de oráculos y de hechiceras en su beneficio propio y favor. Randulf atacó con todo lo que tenía devastando todo lo que pisaba con su ejército, su padre se había resistido a su tiranía y se había aliado con el conde Cannif quien había jurado liberar al norte de sus garras, eran amigos desde que este era pequeño y su padre lo conocía prácticamente toda su vida. Mientras defendían el condado negándose a renunciar a aquel lugar donde habían pasado toda su vida su padre les pidió a su hijas, en mitad de aquella batalla, que avisaran al conde que residía en Akhershus para que fueran a ayudarles a contener a Randulf, pues con los hombres que contaba frente al ejército del rey era imposible que contuvieran el ataque.

Aunque acudieron a su llamada no fue suficiente para salvar el lugar que amaban, lo habían perdido todo, su lugar, sus amigos, su gente... sus padres. La guerra era cruel y despiadada y si no hubiera sido porque fueron en su ayuda ahora mismo ellas también estarían muertas junto a los demás cadáveres de aquel campo de batalla. Perdieron Hedmark y no les quedó de otra que retirarse hacia Akershus donde juraron vengar a su padre, Eyra juró que vengaría la muerte de su padre por encima de todas las cosas, poco le importaba su vida en esos momentos cuando le habían arrebatado lo que para ella era más importante; su familia. Por eso mismo se unieron a la causa de aquel hombre que fue en su ayuda y que era amigo de su padre, Thyra fue quien más pronto aceptó unirse mientras que Eyra lo tuvo más complicado y le costó más, finalmente decidieron que junto a él podrían acabar con Randulf y hacerle pagar no solo por lo que les hizo a la gente de Hedmark destruyendo su hogar, sino también cobrarse la muerte de su familia, vengarlos.

Pero ahora el destino la ha puesto en París siguiendo la pista del hijo de aquel que mató a su padre para cobrarse esa venganza, sin embargo lo que no sabe es que sus caminos iban a quedar ligados de una manera que ninguno de los dos quiso. Él un asesino despiadado, ella una guerrera que quiere su cabeza bajo cualquier coste. Pero las nornas tienen otro destino para ellos y todavía no está definido, dependerá de ellos cuál sea realmente el resultado de sus vidas. ¿Serán capaces de dejar a un lado su odio y su rencor, o caerán ambos por una arrogancia infinita?

DATOS EXTRA

✗ La guerra siempre ha formado parte de ella y corre por sus venas, no conoce la derrota o el rendirse sin antes luchar hasta el final.
✗ Excelente con el manejo de armas y el cuerpo a cuerpo
✗ Sabe montar a caballo y es algo que le relaja demasiado o la ayuda a soportar su adrenalina.
✗ Muy ligada a su cultura y sus tradiciones, para ella no hay nada más importante.
✗ Su apodo es "Spurven", que significa parca. Se lo pusieron aquellos que la veían luchar sin descanso como una auténtica escudera. Aunque otros podrían apodarla como "Valquiria"
✗ Lleva en su espalda un tatuaje que va, desde su cadera izquierda hasta su omoplato derecho, de un dragón que se enrosca en un martillo con símbolos nórdicos y los dos cuervos de Odín.

por **Administración** Sáb Sep 16, 2017 3:44 am

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