Caminando por París [Darina]

por **Siegfried De Dimelis** Mar Nov 23, 2010 11:54 am

Una luz de foco diferente, una vida totalmente nueva y fuera del ambiente húmedo, hostil y poco duradero de la ciudad de Londres. París ofrecía más, ofrecía vida, paz y abundancia en lo que era amistades de la misma raza; hacía falta un cambio de aire y una total constancia en los hechos normales de su vida siendo notoria la distinción. Era una noche diferente, llovía y la noche era muy oscura haciendo saber que se trataba de una tormenta. Caminaba con su paragua en la mano derecha y la otra mano en el bolsillo de su saco, una traje negro con una camisa blanca notando una gran elegancia con unos zapatos negros de una suela de madera. Con paso firme y elegante miraba las calles, al ser algo tarde no había mucha gente pero aún había gente dando vueltas por la zona.

por **Darina Krassimirova** Mar Nov 23, 2010 12:14 pm

Acababa de salir del teatro cuando me descubrí a mi misma caminando sin un rumbo marcado en concreto... Esto de caminar por las noches en la mas absoluta soledad era una extraña costumbre que comenzaba a adquirir tras haber llegado hace apenas un par de días a la ciudad capital de Francia.

Aunque a decir verdad lo de absoluta soledad era relativo, sin duda alguna, ya que aun había gente que se aventuraba a salir de casa a horas tan intempestuosas, borrachos, amantes y hombres que frecuentaban los tugurios de mala muerte en lo que obtenían sexo por unas pocas monedas.

En mi Rusia natal podría asegurar que la gente ya estaba a estas horas en su casa, acostando a sus hijos, preparando la cama a sus señores, o cualquier otro quehacer de la vida diaria. Pero no en París. No, alli se viví bien, alegre y con infinitas diversiones con las que entretenerte.

Una fría gota de agua surcó mi rostro e hizo que volviera a la realidad. Había comenzado a llover, y yo no llevaba paraguas. Maldita sea, pensé con enfado contra el clima imprevisible de la ciudad, ademas de conmigo misma por no haber sido mas previsora. Por suerte para mi, vislumbré a un hombre de porte elegante, y rostro agradable. Pero lo que mas atractivo le hacía parecer en aquel momento era el hermoso paraguas que llevaba en las manos.

Me acerqué a él y dudé un instante antes de introducirme bajo el seguro refugio del paraguas de aquel hombre. Un gesto extraño, pero ¿Y qué? ¿Se negaría a ayudar a una dama perdida, teniendo en cuenta la posicion social que ocupaba? No, posiblemente no.

por **Siegfried De Dimelis** Mar Nov 23, 2010 12:29 pm

De repente cruza la mirada fugazmente a una muchacha que cruzaba la calle y que estaba sin un paragua, ni bien la joven se acercó buscando resguardo debajo decide responderle educadamente con un porte suave y respetuoso-Es algo totalmente curioso que una dama del porte vuestro haya salido sin paraguas en un día como hoy-fue claro y suave, no negó a la joven a quedarse y mantenía un paso suave y firme.

En un momento dado decide comenzar una conversación de forma educada, no era normal quedarse callado mientras se caminaba al lado de alguien por lo que le pregunta-No habría de molestar, pero me ha de interesar vuestro nombre señorita. Pero claro, si usted me lo permite saber-hizo un buen incapie en la frase de "si usted me lo permite saber" ya que era más una petición que una pregunta. Acostumbraba a reverencia pero luego la mira y se disculpa-Para mí mala suerte no os puedo saludar como corresponde porque el clima no lo permite, pero me he de presentar-respira calmadamente mientras posa sus ojos en el fino y delicado rostro de la dama-Me llamo Siegfried De Dimelis, soy de la ciudad de Londres, Inglaterra-dijo haciendo una presentación del todo completa.

Luego en su mente le intrigaba un motivo interesante sobre la muchacha-A su vez, me gustaría saber que hace una joven de su clase a estas hora en las calles de la ciudad de París-dijo mientras hacia un gesto con la mano como indicado que le respondiera, luego buscaba un lugar donde poder estar resguardados de la lluvia y poder tener una conversación de manera mucho más cómoda ameritando más el ambiente.

por **Darina Krassimirova** Miér Nov 24, 2010 9:30 am

Escuché con atención todas y acad una de las palabras que el hombre me iba dirigiendo, mientras clavaba mi mirada azul en la suya, no menos hermosa y enigmática. ¿Habrá sido el destino que me encontrara con este hombre? Posiblemente no, nadie cree en el destino hoy en día, salvo raras excepciones como yo. Me parecía mejor pensar en que había algo que nos ayudaba y guiaba a través de un mundo lleno de personas indiferentes y... Sonreí cuando preguntó de forma indirecta y con curiosidad que era lo que hacía a aquellas horas por las vías de París:

- ¿No cree usted que hace demasiadas preguntas?-cuestioné con fingido enfado y bastante buen humor teniendo en cuenta de que estaba empapada de la cabeza a los pies y bajo un paraguas ajeno por culpa de mi mala suerte. Sonreí de forma dulce- Es bastante curioso, he de admitirlo. Sin embargo, la respuesta a eso es tan sencilla como que cuando esta tarde noche salí de casa brillaba el sol de manera cálida, tras lo cual decidí no traer el paraguas al teatro, con lo que ya contesto a su última pregunta acerca de que es lo que estoy haciendo por aquí a estas horas de la noche... Lo que nos deja con el misterio de mi nombre.

Concluí con una suave risa. Así que Siegfried de Dimelis, un nombre hermoso y elegante, al igual que su portador. Manteniendo el paso y la sonrisa que mostraba una hilera de dientes blancos, me presenté:

- Soy Darina Krassimirova, procedente de la ciudad de San Petesburgo, en el Imperio Ruso-bajé la cabeza en señal de respeto, ya que a pesar de ser la actual dirigente del pais junto a mi esposo no sabía aun de muchos de los altos cargos en otros paises.

por **Siegfried De Dimelis** Miér Nov 24, 2010 4:16 pm

Probablemente hiciera demasiadas preguntas pero ¿para que poner en evidencia la realidad de ser un vampiro en ese momento? Si lo hacía quedaría en relevancia la existencia de los vampiros en el mundo y eso entendía bien que no se debería revelar a menos que fuese de cuestión forzosa. De momentos la joven muchacha era muy interesante a su vez de bella causando buena impresión en Siegfried, a su vez de la impresión sus modales eran muy protocolares por lo que notó que se trataba de alguien importante para cuando oyó su nombre y su origen supo que pertenecia a la clase alta de allí.

Luego de unos momentos dice-Un nombre realmenta precioso señorita Kassimirova-tras esas palabras le observa con detenimiento, luego de pensar de forma calma decide hacer comentario sobre la mala suerte de ella-Pues la verdad usted ha de tener razón, el sol brillaba pero a veces el sol es solo previo a una tormenta-dijo de una manera suave y pausada para luego agregar-Lo que mejor se podría hacer mi lady sería buscar un lugar cómodo donde mantener una charla y donde estemos resguardados de esta lluvia. Además, usted debería cambiar su atuendo debido a que está empapado y puede enfermar-replicó claramente mostrando cortesía.

por **Darina Krassimirova** Vie Nov 26, 2010 9:04 am

Aquel hombre tenía una aureola de misterio y atractivo realmente interesante y equilibrada, a partes iguales. Era apuesto, muy apuesto y parecía ser cortés y amable. Parecía, he dicho. Tal vez se comprtara delante de mi de una manera y delante de otros de otra, como cierta personita que yo me se. Alejé esos pensamientos ácidos de mi cabeza, puesto que Siegfried me había acogido bajo su paraguas y no tenía derecho alguno a prejuzgar a las personas de aquella manera. Sonreí cuando elogió mi nombre:

-Gracias señor De Dimelis, desde luego sabe usted como halagar a una mujer-le respondí y seguidamente escuché sus divagaciones acerca de mi mala y maldita suerte. Después asentí aun bajo el paraguas- Creo que es una idea estupenda, ¿Me acompañaría hasta mi hotel, señor? Alli podrá usted esperar tomando una copa mientras me cambio-le dediqué una sonrisa espléndida, aunque por mi mente pasaba una pregunta bastante curiosa. ¿Porqué motivo cuanto mas me acercaba a él mas frio sentía?

por **Siegfried De Dimelis** Vie Nov 26, 2010 9:34 am

Su mente era fácil de decifrar como cualquier humano, no era necesario saber lo que estaba pensando. Luego de unos minutos pensando en que responder ya que su invitación fue un tanto sorpresiva decide asentir con la cabeza de forma muy cortez-Señorita, los halagos solo son para gente que es necesario "mentirle". A usted solo se le dice la verdad-fue breve con respecto a sus halagos para luego darle lugar a una respuesta coherente-Bueno, acepto vuestra invitación-luego sigue caminando, ahora guiado por la muchacha cuando de repente siente en la mente de ella resonar la pregunta. Siegfried se dió cuenta que comenzaba a sospechar sobre ciertas cosas de él por lo que decide meterse en su mente e intenta hacer que su pensamiento cambie.

Poco a poco la lluvia comenzaba a ser más fuerte y le pregunta-¿Qué tan lejos hemos de estar señorita? Porque esta tormenta comienza a empeorar-replica, a él no le molestaba pero más que nada lo decía por ella que era humana. Le mira de forma amable y amistosa mientras esperaba una respuesta acelerando un poco el paso.

por **Darina Krassimirova** Vie Nov 26, 2010 9:53 am

Comencé a reirme con la respuesta que me dió aquel hombre. Era realmente gracioso. Aunque quizá fuera la mentalidad de los ingleses, vete tu a saber, yo nunca había estado hasta el momento en la isla, ni tenía intención de hacerlo, puesto que decían que el tiempo era muy húmedo.

De pronto sentí como si algo en mi mente tirara de una parte de mi, lo cual me hizo cerrar los ojos y poner una mueca de desgrado ante la sensación que me provacaba aquello, como si alguien me arrancara mis vestimentas. Sonreí algo descompuesta:

-Está... Está a dos manzanas de aquí señor de Dimelis, muy cerca-le dije con voz dulce y melosa, involuntariamente. La sensación se había ido gracias a Dios, y aceleré el paso para no quedarme atrás. La misma pregunta saguía flotando en mi cabeza, si cabeza con mayor intensidad. Tomé su brazo sin permiso alguno y seguimos caminando bajo el paraguas:

-Y digame señor De Dimelis, ¿Que le trae por París?

por **Siegfried De Dimelis** Vie Nov 26, 2010 10:07 am

Al parecer no era lejos pero esta tormenta aumentaba conforme al tiempo aunque era lo de menos, notó como la joven se siente incomoda y no logra sacar esa pregunta de su cabeza haciendo que se irrite un poco pero mantiene su postura cortez y amable. Sigue caminando con ella y nota como esa incomodidad le torna dulce pero no era el punto para luego sentir como se toma de su brazo sin decirle nada, eso no le molestó ni le incomodó pero en parte le sorpredió un poco.

El viento sopló suavemente y de repente se sumió en pensamientos, ¿por qué le habría de invitar a su hotel siendo desconocido? Los humanos eran raros pero jamás creyó que fuera para tanto, en ese momento su mente es interrumpida por la dulce y melodiosa voz de Darina para luego responder-Directamente me ha de traer la curiosidad de conocer el mundo, en Inglaterra no hay demasiado que mirar una vez que lo conoces por completo-suspiró en una tonalidad suave para luego agregar-¿Y a usted? ¿Qué provocó que desde Rusia usted viaje hasta París?-mostró interés y quería saberlo, era una gran curiosidad.

por **Darina Krassimirova** Vie Nov 26, 2010 11:00 am

Sin duda alguna era algo extraño lo que acababa de hacer, una mujer practicamente recién casada y encima Reina de Rusia invitando a un hombre a su hotel para que pudiera cambiarse de ropa... Sin duda alguna como mi esposo se enterara me mataba... Aunque dentro de lo malo no era tan mala la idea de que mi marido me odiase... El matrimonio no había sido todavía consumado, por lo que la Iglesia nos concedería la nulidad.

Sumida en mis pensamientos escuché la voz de Siegfried retumbando en mis oidos, sin prestarle apenas atención, pensando en cuanto tiempo se tardaría en conseguir la nulidad matrimonial.

-Es interesante ver mundo, sin duda alguna. -dije riendo suavemente. Despues me puse algo mas seria para responderle despues con un gesto que transformó mi rostro en una máscara de puro hielo ye indiferencia- Escapo de mi marido, hasta que se harte de mi, me repudie, tome una esposa aun mas joven y me deje en paz de una vez por todas.

por **Siegfried De Dimelis** Vie Nov 26, 2010 11:11 am

Sonrió de forma amable para luego sorprenderse con el odio del que habló de su "marido", se notaba que no lo toleraba y eso era algo que en parte le parecía fantastico aunque le era muy indiferente ya que no le favorecía ni le perjudicaba. Sin ser entrometido responde-Sin querer ser un entrometido en vuestros temas, pero he de notar que le ha tomado un gran odio a su marido. Eso es algo que no se vé todos los días-murmuró de forma audible, luego nota que el hotel está a unos metros, notaba la expresión fría de la muchacha pero no era algo que fuese difícil de modificar.

Luego cuando se llega a la puerta del hotel le dice de forma cortez-¿Le espero aquí o me hará pasar?-de alguna manera lo preguntó para estar seguro de que hacer ya que no era costumbre el hecho de entrar donde una mujer se cambiaba o esperarle cerca de su habitación por lo que decide esperar una respuesta a esa pregunta.

por **Darina Krassimirova** Vie Nov 26, 2010 3:38 pm

Escuché las palabras de Siegried con algo de enfado ¿Como se atrevía a decirme eso? Pero lo peor era que era verdad... Un patético intento por mi parte de librarme de todo el odio que llevaba acumulando dentro durante estos dos meses que tardé en viajar de San Petesburgo a París. Sonreí de forma triste y con un deje de algo parecido a la locura, para terminar contestandole con amabilidad:

- Tampoco se suele ver todos los días que te obliguen a casarte con el Rey de Rusia...-rodé los ojos, algo molesta y preocupada por lo que pudiera pensar de mi...aunque algo me decía que conocía cualquier cosa que pensase. Eso me asustó ¿Y si fuera verdad? Dios mio... lo que hace el no dormir correctamente...

-No, pase, pase, en la suite hay varias estancias, usted podrá esperarme en el pequeño saloncito tomándose un vodka ruso de primera calidad-le dije convencida de que a ese hombre le gustaban las bebidas espiritosas. Seguramente preferiría subir ahi a quedarse en la calle, empapandose de arriba a abajo tal y como yo estaba en esos momentos. Pasamos dentro del hotel, donde el recepcionista me dió la llave con un "Que pase usted una buena noche, su Alteza Real" tras mirar con suspicacia a Siegfried... Yo no se que se pensaría ese empleado, pero el señor De Dimelis no era mas que un caballero que había venido a acompañarme hasta el hotel:

-¿Subimos?

por **Siegfried De Dimelis** Sáb Nov 27, 2010 7:49 am

Se rió en sus adentros cuando ella rodó los ojos, esa actitud le parecía divertida por parte de los humanos de fastidio, luego de ese breve momento escuchó sus pensamientos de nuevo y evitó reirse ya que era verdad pero pensaba que estaba delirando y eso le dió el toque gracioso del día. En ese momento que ella lo hace pasar al hotel mira a su alrededor para luego escucharla decirle que pasase y que bebería un buen vodka, le sonrió de medio labio y dijo-Pues a decir verdad acepto vuestra invitación. Se lo agradezco mi lady-luego entró y vió como le mira cuando pasó delante del empleado, eso no le molestó y le siguió de forma calma y pacífica-¿Usted cree que sea correcto?-le pregunta sin dudar en ir pero quería saber su verdadero pensamiento con respecto al tema.

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