New Madness//Brendan C. Wulff

por **Ephraim Eichhorst** Mar Oct 17, 2017 4:40 pm

Aquel día Ephraim había madrugado mucho mas de lo que tenía por costumbre. De hecho tendía dormir por el día para estar con su amada vampira, cuando no tenía que trabajar en el teatro. Pero había pensado que salir a pasear por la mañana le vendría bien para despejarse y para variar. Hacia tiempo que no madrugaba y que no salia a dar una vuelta al amanecer.

Se puso una chaqueta de color gris claro y un sombrero de color negro antes de salir a la calle. Por supuesto sus gafas iban con él y su libro de notas guardado en una pequeña cartera. Tenía pensando ir al bosque que había cerca de la ciudad y ver si se inspiraba para escribir. Algo que desde hacia un tiempo le estaba costando bastante.

Desde que tomaba la sangre de Ksenia sentía que su mente no era la misma. Le costaba un poco mas centrarse en algunos aspectos de su vida, cosas que en el pasado le eran sencillas y salían solas, ahora parecía que poco a poco se iban anulando y "floreciendo" sensaciones nuevas e ideas nuevas. Igual que ahora tenía muchas mas facilidad para actuar en el teatro, algo que al principio le costaba. Es como si algo se fuese apoderando de el y le cambiase de forma lenta y progresiva. Pero estaba seguro de que se trataba solo de una sensación y que con el tiempo volvería a ser el mismo de antes.

Tardó un rato en llegar al bosque, y una vez allí comenzó a caminar por un pequeño sendero que había casi a la entrada del mismo. Un sendero que acababa por bifurcarse al cabo de un rato. El escritor, sin pensarlo, tomo una de las direcciones y cuando creyó que estaba lo suficientemente lejos de toda civilización y probabilidad de encentrarse con alguien, busco un lugar cómodo a la sombra de un árbol para sentarse y escribir.

Toda aquella naturaleza le gustaba. El aire fresco que se respiraba allí era agradable y le venia bien a sus maltrechos pulmones.

Se sentó dejando la cartera a un lado. Sacó el cuaderno a medio rellenar y una pluma con la que escribir. Durante unos segundos se centró en continuar su historia, pero al cabo de un largo rato sin ser capaz de de hacerlo, apoyó del todo la espalda contra el tronco, cerró los ojos y sin darse cuenta, se durmió. Al fin y al cabo a aquellas horas solía estar durmiendo y a pesar de todo se notaba algo cansado.