Tahm-Rayiš

Nombre & Apellido

Tahm-Rayiš. Actualmente solo Rayiš

Edad real | Edad Aparente

Unos 2270 años | Aparentes unos 30 años

Especie

Vampiro

Clase Social

Clase Media

Orientación Sexual

Heterosexual

Lugar de Origen

Actual Bakú.

Poderes

→ Persuasión: Habilidad para controlar las acciones o el razonamiento de otra persona. Este poder logra que otras personas realicen acciones, sin que éstas puedan negarse o incluso darse cuenta, mediante palabras con entonación imperativa, es decir, ordenándolas.
→ Bloqueo mental: Es la habilidad para bloquear su mente y nadie (ni siquiera los vampiros que leen mentes) pueden saber lo que piensa.
→ Inflingir dolor por medio de la mente: Capacidad que consiste en infringir dolor a una persona. Esto sólo funciona por medio de la concentración mental y el contacto visual.

Tiene una personalidad muy fuerte y no tiene nada que envidiarles a los representantes del sexo masculino. Como ellos, es ambiciosa, valiente, impaciente, incluso autoritaria. Antes necesitaba combatir y cansarse físicamente, aunque a día de hoy esa es una tarea secundaria en su agenda. Dotada de cualidades atribuidas más frecuentemente a los hombres que a las mujeres, es sincera, directa, brusca, orgullosa, testaruda y leal con quien se lo merece. Sabe aprovechar las oportunidades que se le presentan aunque hasta ahora estas le han sido servidas en bandeja por los demás. Antes no conocía el tacto, la dulzura y la debilidad fuera del núcleo familiar pero el tiempo, y conocer a su alma gemela, la han hecho cambiar de opinión. Amo a los hombres que se fueron con ella a una condena segura y también a sus hijos convertidos. A pesar de todo, oculta sensibilidad y emotividad y, frente a la adversidad, especialmente durante las crisis afectivas, tiene tendencia a ensimismarse y a acongojarse. Es a la vez generosa, capaz de sacrificarse, ya sea por los seres que ama o por las causas a las que adhiere.

A la única persona en el mundo a la que no ha sido capaz de perdonar fue a su amor. Se puso enferma de celos al saber que se había casado con su descendiente Remi y que luego la mato. No quiso creer en ningún momento que tenía razón pero durante su sueño siempre ha tenido esa espinilla clavada y empieza a entender que tal vez tenía razón. Tal vez el no la había matado y que habían sido sus celos los que la habían empujado a no escucharlo y a condenarlo con sus palabras.

Bakú fue la cuna de crecimiento y ensalzamiento de este ser desprovisto de vida. Por aquel entonces, cuando ella nació, no era más que una pequeña aldea donde todas las casas tenían un mismo patrón y las personas se dedicaban a labores rudimentarias sencillas especialmente enfocadas a la pesca. Eso no fue diferente para Tomiris. Desde que tenía 10 años todas las mañanas iba con su madre a buscar conchas y más tarde con su padre a pescar. Cuando cumplió los 15 años ya era una de las mujeres más bellas de la aldea y eso no paso desapercibido para nadie. Tanto fue su éxito que cuando el rey de los masagetas visito a la gente y la vio se enamoro perdidamente de ella. Tomiris por su parte no lo amaba pero era el hombre más cariñoso y dulce que había visto nunca y su matrimonio siempre estuvo basado en el respeto y en una intensa comunicación. Los dos se entendían y pensaban igual sobre el bien del pueblo por lo que Tomiris se convirtió en su más allegada consejera.

A lo largo de los años que estuvo con él tuvieron dos hijos mellizos, niño y niña. Meses después del parto, su marido murió de forma inesperada por unas fiebres extrañas dejándola a ella al frente de su pequeña familia y de un gran pueblo. Todos los masagetas estuvieron de acuerdo que ella fuese la reina, todos y cada uno de ellos la aceptaron y ante tal acontecimiento tuvo que ahogar su miedo y seguir al frente de aquel pueblo nómada que la necesitaba. Hizo el mejor trabajo posible, evitando las guerras en la mayor parte de las ocasiones pero aun así enfrentándose a aquellos que intentaban usurpar su poder. Su vida no fue perfecta, pero tampoco fue mala. Todo eso cambio cuando Ciro de Persia se encapricho con ella y con su gente. Le pidió la mano en matrimonio pero sus intenciones eran tan evidentes que lo rechazo de la mejor manera posible. Ante tal acontecimiento Ciro se sintió herido y cargo con toda la fuerza de su ejercito contra ella y su pueblo.

Las guerras de los Masagetas con Ciro fueron duras y ambos bandos perdieron, el rey persa cometió un fallo y es que rapto al hijo de Tomiris para así obligarla a casarse con él. Ese fue el momento en el cual Tomiris juro que iba a hartar a Ciro de la sangre que tanto clamaba e hizo algo imposible aconsejada por la bruja Bendis. Busco a un ser de la noche, un condenado, y convirtió a cien de sus mejores soldados además de aceptar la maldición ella misma. Como reina de los Masagetas no podía correr y huir ante las adversidades y no lo hizo. Dos noches después el ejercito de Ciro quedo masacrado, y Tomiris cumplió su promesa. Le corto la cabeza al rey de los persas y la ahogo en un cuenco lleno de la sangre de sus hombres. Así lo harto de sangre y vengo la muerte de su hijo, el cual lo encontró con un corte en el cuello en los aposentos de Ciro.

Tras acabar la guerra Tomiris dejo su pueblo en manos de otro buen masageta y se retiró junto a sus cien hombres. Fundaron una ciudad en el Mar del Ponto, el Mar Negro, llamada Tomis y ahí vivieron un par de siglos alejados de los humanos hasta que estos empezaron a llegar en masa cegados por las leyendas de riquezas de la ciudad. Dicho acontecimiento supuso la ruptura de Tomiris con sus cien hombres. Muchos se quedaron, otros se fueron y algunos incluso pusieron fin a sus días, encontrando al sol por primera vez en siglos. Ella, sin embargo, no podía dejar que la muerte se la llevara puesto que aun le quedaba familia a la cual cuidar. Los hijos, de los hijos, de su hija aun seguían con vida y dado que le había fallado a uno de sus hijo no pensaba fallarle al otro, aunque su pequeña hacía siglos que había muerto. Fue a principios del siglo II d.C., con el intento de conquista de la Dacia por parte de los romanos, que Rayiš convirtió a su primer vampiro. Se llamaba Sorin y había luchado valientemente con los suyos. Tan valientemente que la mujer se sintió fascinada por él y no pudo ver como la vida se le iba de entre las manos por lo que, antes de morir como humano, le dio un regalo preciado y al mismo tiempo "la condena".

Sorin se convirtió en su mayor confidente y cuando llego el momento de irse hacía otro lado le pidió por favor que cuidase de la descendencia que se había esparcido por Europa. Él así le aseguro que haría y se pudo irse tranquila, viajando cuanto estaba en su poder durante las noches, y siguiendo las huellas de su otra linea descendiente de su hija. Alrededor del siglo XIV se hallaba en Delhi cuidando de una de sus lineas sanguíneas. Se trataba de una niña llamada Remi que vivía en una poblado cercano a una cueva donde ella se había instalado y conforme iba creciendo, la niña, se iba pareciendo más a ella. Eran idénticas en apariencia salvo que Remi tenía algunos lunares en el rostro que ella no. Un absoluto milagro, pero aun así Rayiš intentó no darle mucha importancia al hecho, puesto que era normal que a veces nacieran personas con las mismas características físicas. Como la madre de Remi había muerto en el parto, era ella la que llevaba provisiones, las cuales cazaba durante la noche. Remi siempre supo que tenía un ángel guardián, solo que no la había visto directamente.

Los años pasaron y una noche, mientras cazaba para Remi algún ciervo, un hombre inconsciente se adentro en las inmediateces de su bosque y acabó con una flecha clavada en el hombro por su culpa. Creía que se trataba de un animal, pero no era así. Enseguida corrió a su ayuda a pesar de que su sangre le llamaba pero no lo mató. No tuvo alma para matarlo y lo llevo a su cueva para curarlo. Pasaron tres noches antes de que él se recuperara y a la cuarta noche, cuando salió de su sitio de descanso en las profundidades de la cueva, se lo encontró de pie esperándola. El amor fluyo entre ellos. En poco más de diez días Rayiš ya sabía que había encontrado su alma gemela puesto que el amor que sentía por él nunca lo había sentido ni por su esposo. En la décima noche Ratnasimha le pidió matrimonio y ella supo que ya no se podía quedar más. Aceptó el ofrecimiento pero cuando él se quedo dormido cogió las pocas cosas que tenía y se marcho. Le dejo una carta de Remi diciendo que sentía abandonarla así a su suerte y se marcho lejos encontrándose de sus sentimientos con su hijo Sorin, que aun cuidaba de una parte de su descendencia. Estuvo lejos durante cinco años y se sintió totalmente incompleta así que cuando escucho rumores de una gran guerra en esas tierras lejanas, no lo pensó dos veces y fue a ver que pasaba.

Se encontró con el peor panorama posible. Su amado se había casado con Remi creyendo que se trataba de ella y su matrimonio no fue para nada feliz ya que entre ellos faltaba la chispa que había tenido con ella. Asimismo Remi y Jalal, un rey cercano a Delhi, se enamoraron y su amor les condeno pues, según decían los aldeanos, cuando Jalal irrumpió en el castillo del rey para exigir a su amada después de una merecida victoria Ratnasimha, ciego de celos, le cortó el cuello a su esposa. Al saber aquellos acontecimientos Rayiš murió un poco por dentro. El hombre que amaba se había casado con una copia de su persona y además había acabado con su vida por celos. La noche después fue a hacerle una visita y lo encontró echado en la cama de sus aposentos, ahogado prácticamente en alcohol y llorando como un niño pequeño.

Al verla, cegado por su figura, se puso de rodillas y le pidió perdón. Le dijo que él no había sido, que había sido la mujer de Jalal de algún modo y que le habían echado la culpa. Se disculpó y le dijo que aunque no la quería porque no parecía ser la misma mujer de la cueva, le tenía respeto. Una vez más Ratnasimha la confundió con Remi pero esta vez Rayiš no estaba dispuesta a escuchar y tampoco entender. Le dijo que nunca le iba a perdonar por haber matado a su descendencia dejándolo, en cierto grado, desconcertado ya que los peores temores de Ratnasimha se confirmaron en ese momento y con esa afirmación. El hombre, se había casado con la mujer equivocada, fallándole a verdadera. Rayiš se marcho y fue con Jalal, aquel hombre que había amado a Remi hasta su último aliento. Se lo encontró sobre el suelo de sus aposentos a penas respirando. Al parecer su mujer lo había envenenado y sin poder abandonarlo a su suerte Rayiš le dio el regalo de la vida eterna, tal y como se lo había dado a Sorin.

Estuvo durante un año enseñándole a controlar su sed pero con cada minuto que pasaba, la vida le pesaba más por lo que al final, cuando los dos estuvieron en Europa junto a Sorin, decidió que se iría a dormir. Su vida ya no tenía sentido así que se busco una tumba profunda en Tomis y ahí fue donde se puso a descansar hasta ahora, que ha despertado y se ha dirigido a París gracias a las notas y las indicaciones que Sorin le había dejado cada poco tiempo mediante encargados.  

→ Cuando fundaron la colonia de Tomis pasó de llamarse Tomiris a preferir Rayiš. Una especie de apodo derivado de su nombre y el cual ha mantenido hasta hoy en día.
→ No le ha interesado encajar en el mundo nunca, por eso siempre ha ido vestida de manera modesta y discreta a demás de poseer el cielo y el infierno en moneda de cambio. Gran parte de esa fortuna se la dejo a Sorin cuando se fue hacía Delhi y desde entonces es él quien la administra. Ella no ha querido saber nada nunca de ello.
→ Sorin tenía a alguien encargado de dejarle indicaciones a Rayiš sobre su paradero.
→ Nació en Bakú. Actualmente la ciudad se disputa entre los rusos y los otomanos.
→ No sabe que Jalal murió y que de su descendencia solo quedan dos muchachas que son un desastre. Una es una cazadora y la otra es una pequeña criatura enferma.