Escuchando el Silencio |Privado Naxel|

Abro mis ojos, me veo arrastrada por las calles, pero ¿Como he llegado hasta aquí? vamos unos días atrás.

Mi profesión no es la mas pura y casta, siempre puedes toparte con clientes no muy amigables, en mi caso por ser nueva mercancía por así decirlo mis clientes son mas selectos, nuestra matriarca seleccione entre la mugre lo mejor o algo parecido; ese no es el tema principal de esta historia, yo sospechaba de algo extraño, que algo no estaba bien, uno de los hombres que logro ser mi cliente era de apariencia inusual, pero lo que le hacia florecer mi sospecha era lo fría de su piel, lo obsesionado que logra estar con mi piel, en ocaciones en mis horas de sueño soy despertada por mensajes enviados por el, de lo mucho que me desea, eso podria ser normal, pero esperar fuera del burdel cada noche hasta que abran las puertas por solo mi persona era tedioso, mi matriarca ya le había prohibido costear mi cuerpo, ella no toleraba los hombres así que querían a una chica para ellos solos, aveces costeaba el pago de diez hombres solo para el tenerme.

La situación no me agradaba, y en ocasiones sentía como aspiraba fuertemente el olor de mi cuello, solo pensarlo mi cuerpo se sentía sucio e inútil, no pude evitar comentarlo con una de mis compañeras, ella me dijo "Contrata a un cazador, y no tardara en quitártelo de encima" la idea era descabellada pero ¿porque no? me apoye sobre la ventana viendo hacia el callejón, ahí estaba el hombre, vigilando mi ventana, tal vez se le hacia difícil entrar por la ventana y llevarme pero se que lo pensaba, dentro de mi sabia que no era un hombre normal pero ¿Que lo hacia especial, que lo hacia diferente? demasiadas preguntas en mi mente, me apoye en la cama y mi compañera se poso a mi lado diciendo "esta es su dirección de correo ademas cojen demasiado bien" , tome el papel entre mis manos, no me interesaba como cojieran, solo quería sentirme segura, hacia mucho que no podía salir por miedo a lo que este hombre podía hacerme, sin pensarlo esa misma noche escribí una carta.

" Querido señor, reciba un cordial saludo, usted no me conoce y yo no le conozco a usted, pero eso no es de ser muy necesario, el motivo de esta carta es la necesidad de sus servicios, claramente recibirá un pago, los francos recibidos por su trabajo seran todos los que poseo en mi corta vida en este pais, no seran muchos pero podre pagar el monto estipulado, sere clara, necesito protección, se leera confuso pero siento que quien me persigue no es un hombre común, quisiera hablar con usted personalmente. se despide Orianna"

La Carta la pude enviar con éxito y al cabo de unas semanas de comunicación se me fue estipulada una hora y lugar de encuentro con quien realizaría el trabajo, estaba impaciente, en el transcurso de esos dias el extraño hombre si intento llevarme a la fuerza del lugar pero lograron detenerlo, pero ahora estaba dispuesta a arriesgarme y salir, tome una capa oscura que cubria la mitad de mi rostro y sali de noche a altas horas por la parte trasera del lugar para que nadie notara mi salida o eso creia yo, la cita estaba estipulada en una taberna cerca del lugar, pero para mi sorpresa antes de abrir la puerta sentí como unas frias manos tapaban mi boca, y luego un golpe que me dejo inconsiente.

Es aquí donde volvemos al inicio de esta historia, mi cuerpo siendo arrastrado por el callejón junto a la taberna, no habíamos avanzado mucho aun, me hace pensar que el golpe no había sido tan fuerte aun, reaccione ¡debía escapar! intente moviendo mi cuerpo para que me soltara, pero su fuerza era inútil en mi débil y delgado cuerpo.

- ¡Sueltame, sueltame!   exclamaba furiosa.