Entrando sin llamar (privado)

La noche se alzaba, y no una noche cualquiera, si no una noche de luna llena, la bruja dibujaba una sonrisa imaginandose lo horrible que sería pasear por el bosque, andaba en la cocina llenandose un cuenco de cerezas, para ir al salón donde cogía uno de los libros y se colocaba con las piernas en el respaldo del sofa y quedando boca abajo, llevandose las piezas de frutas a los labios mientras leía el sinuoso libro de relajada forma, la noche fuera se veía realmente fria, asi que tras una hora con sus claros ojos paseando por las paginas de escrituras en latín del libro decidiera que había sido suficiente, cerró este y se puso derecha devorando algunas cerezas más, se puso en pie mientras el camisón negro se colocaba cuando esta volvió a estar al derecho y una bata de seda se hecho por encima, aburrida de las cerezas prefirió servirse una macedonia y volver quizá a su habitación con el libro y el cuenco en mano hasta que la venciera el sueño, más se quedó parada al escuchar llamar a la puerta.


La bruja maldijo, preguntandose quien llamaría a estas horas, le daba igual no estar presentable como una dama de su condición debiera estar, además los criados estaban en su momento de descanso, y la pelirroja no se le caían los anillos por abrir ella misma la puerta, asi que con paso raudo se dirigió hacia la puerta principal, dejando previamente el libro sobre la mesa y lo unicó manteniendo en su mano el cuenco de ceramica con las piezas de fruta en su interior, llevandose un gajo de naranja a la boca disfrutando del dulce jugo que soltaba con la mordida, decididamente delicioso, más se plantó frente a la puerta principal abriendola con una mano observando como quien había llamado a la puerta era un hombre alto, bien vestido y bastante aparente.


Lejos de sonreir cual dama gentil, o buscar cubrirse mejor con el camisón para que no se viera nada indevido, la bruja paseó sus clara mirada como si escanease a ese hombre que estaba delante, apunto estuvo de soltar "qué" de tono borde y condescendente, más optó por ser algo más especifica, asi que le observó mientras ahora se llevó un trozo de manzana a la boca mirandole de manera sería y masticando tranquilamente prolongando lo que bien pudiera ser un silencio incomodo, alzó una ceja con cierta impaciencia. -¿Quien eres tú?.- Pronunció por fin en un tono muy impertinente mientras ahora buscó una uva en su cuenco que de frutas para comersea mientras manteía la mirada fija en él, más para sorpresa de este antes de que respondiera la siguientes palabras fueron algo sin duda desconcertantes. -O entras o te quedas ahí fuera, me estoy congelando.- Gruñó la mujer refiriendose a la fria noche que hacía y las ganas que tenía de volver a dentro y acercarse a la chimenea.

Me encontraba paseando cuando de pronto una idea surgió en mi cabeza, visitar a mi amada Bloondy en su casa, si, una magnifica idea. Con una sonrisa amplia redirigí mis pasos no sin antes pararme a dar un bocado. Una mujer entrada en la treintena que vio su final velozmente. Deje el cuerpo ahí tirado no sin antes mutilarla con un cuchillo para que pareciera un crimen violento y limpiando el cuchillo en los ropajes lo guarde.

Salte la verja que daba lugar a la mansión y me encamine por el sendero de piedra mientras con la gélida mano tocaba los arbustos, arrancando algunas hojas a su paso mientras una sonrisa amplia aparecía en mi rostro. Entonces me dí cuenta que Bloondy seguramente no estuviera y chasquee la lengua dispuesto a dar media vuelta. Pero la imagen de su familia acariciando mi pecho desnudo y besándome apareció en mi mente y volviendo a sonreír cogí el llamador y dí varias veces, esperando despertar a alguien. A no mas tardar la puerta se abrió y una pelirroja me esperaba, sonreí levemente tras decir si entraba o no. Entonces dí un paso hacia adelante, entrando en el interior del hogar de Bloondy.-Soy Alejandro Kozlov, la pareja liberal de Bloondy.-Me explique mientras cruzaba las manos a la espalda y observaba sin ningún disimulo a la pelirroja, debía ser la bruja piromana que me comento mi amada, sonreí mostrando mis colmillos.-¿Y vos sois?-Dije inclinándome hacia delante para olfatearla y vislumbre su cuello, pasando la lengua por mis dientes.-Con permiso.-Dije y con celeridad rodee con mi brazo su cintura y velozmente clave los colmillos en su cuello, drenando algo de sangre y de mientras produciendo en la mujer una sensación de extasis placentero mientras duraba el mordisco, luego se separo.-No me quemes por esto.-La guiñe el ojo, divertido y preparado para el ataque.

Ella miró de arriba a abajo al hombre y enarcó una ceja cuando dijo que era la pareja liberal de Bloondy, lo que hizo que la pelirroja resoplase poniendo los ojos en blanco. -Perrrrfecto, no me dejareis pegar ojo.- Protestó haciendo seña a las escandalosas relaciones sexuales, más se hizo a un lado dejandole entrar y cerrando la puerta tras de este, pero cuando este se inclinó para olfatearla no solo su aura reveló que era, si no también los colmillos, aunque la bruja no parecía temer a los vampiros. -Soy Wenkyel.- Respondió de forma seca y casi mal humorada, más cuando el vampiro pronunció con permiso, a la pelirroja no le dió tiempo ni a preguntar que que demonios iba a disculpar, sintió el tirón de su cintura y como sin avisar se atrevió a beber de su cuello sin ningun tipo de consideración, cuando la soltó la bruja se quedó unos segundos petrificada, se giró y dejó el vol de frutas en la mesa de la entrada.


Se llevó la mano al cuello y miró al hombre con los ojos muy abiertos.-¡¡¡VAMOS A VER ESTUPIDO BEBEDOR DE LECHE!!-gritó enfurecida la bruja, era su forma de llamar a alguien, poco hombre, blandengue, debil, y demas, sobre todo cuando la pelirroja montaba en colera, y si, se había enfadado de lo lindo. -No te di jodido permiso para morderme.- Grita rabiosa mientras empieza a hablar en latin, mascullando algo que poco se entiende cuando separa las manos una frente a la otra y unas chispas en forma de serpiente de fuego empezan a rodear sus brazos, pero en lugar de lanzar un fogonazo que sería demasiado problema por el moviliario lo que el vampiro repentinamente siente es un torrente de energia que lo tira bruscamente contra el suelo.

Ella se acerca manteniendo al vampiro contra el suelo mediante magia, y inca ligeramente el talón en la entrepierna del vampiro con intención de dejar esa zona dolorida.- Espero que hayas aprendido colmillitos no tengo paciencia.- Comenta ella friamente,  para despues pasar por encima de él pisandole el abdomen con su pie descalzo antes de liberarle del hechizo que lo inmovilizado, movió su melena con egocentrismo y recogió el vol. -Y esto solo fue un aviso.- Advirtió mientras marchaba hacia el salon, dejando que el vampiro la siguiese cuando recogiera el orgullo del suelo.

No me esperaba tal reacción pero me parecio divertida hasta que me piso la entrepierna en lo que gruñí. Intentando moverme pero sintiendo el cuerpo anclado en el suelo, mis ojos brillaban rojizos, y sentía como la Bestia se iba apoderando de mi. Cuando fui liberado me fui incorporando lentamente, agazapado mientras el brillo rojizo seguía en mis ojos, mas bestia que humano. El aroma de la sangre potenciaba ese lado bestial de mi ser, el lado mas primitivo de todo vampiro. Arañe el suelo, dejando un rastro en el suelo. Entonces flexionando las piernas me impulse hacia delante en un veloz y enorme salto hasta chocar contra su espalda, rodeando con las piernas su cintura mientras con una mano agarraba brutalmente sus cabellos, tirando de estos mientras que con la otra rasgaba sus ropajes dejándola totalmente desnuda con unos harapos mientras clavaba los colmillos en su cuello, drenando sangre en un frenesí enloquecido. Hasta dejarla casi sin sangre, entonces me mordí el brazo y la obligue a beber de mi sangre.-Estúpida bruja, te haré perder tu poder y te convertiré en mi esclava.-Dije en un tono grave, mas bestia que hombre.

Luego lentamente volví a la normalidad y separe el brazo de sus labios mientras con las manos sobaba sus pechos con aire divertido.-¿Ahora quien bebe leche?-Pregunte mientras miraba el vol desparramado, seguramente en breves la mujer tomaría represalias, iba a ser divertido me dije mientras apretaba sus pechos y hundía con los dedos sus pezones.-Bloondy tenía razón en que parecía que te han metido un palo por el culo.-

Pensando que la amenaza había sido suficiente se gira para marcharse de vuelta al salon creyendo que el vampiro habría quedado calmado despues del aviso, sin saber lo que se equivocaba fue entonces cuando sintió el golpe en la espalda y como la atrapaban la cintura con las piernas haciendola caer por el peso con un grito. El vol se esturreo por el suelo mientras gritó por el tiron de pelo y notó como el frio llegaba cuando mordiendola empezó a drenar su sangre de feroz forma sin que la bruja se pudiera defender del vampiro, sin contar que sus ropas estaban hechas girones, ella se empezaba a desmayar hasta que noto la calida sangre en sus labios pasando a su garganta devolviendo la vitalidad lentamente, mientras el vampiro enbravecido estaba sobre ella, amenazandola con volverla una esclava de sangre, en ese momento no podía responder por el estado que le había provocado el maldito vampiro en ese furioso ataque, descompensado al crimen hecho por el vampiro.


La bruja volvia en si mirandole, sin dar mucha importancia a que estaba desnuda pero si notaba sus toqueteos indevidos, ella le observaba por unos segundos en silencio, mientras el retaba quien bebia leche ahora, se quedó aturdida unos segundos mientras la furia empezaba a apoderarse de ella, aunque mantenia la cara totalmente inexpresiva, fue entonces cuando alargo la mano acariciando la mejilla del cainita de forma dulce, casi pareciendo una caricia. -Hace calor aqui.- Sonrie de manera afable, mientras toca la gelida piel del rostro del vampiro y antes de que se de cuenta, la mano de la bruja es puro fuego quemandole la mejilla y volviendo a utilizar el torrente de energia para apartarlo de ella con brusqueda.


La pelirroja rueda por el suelo para apartandose, ignorando su desnudez, corriendo al salon, para cuando el vampiro es liberado de la energia magica, ya que no la puede prolongar por el cansancio tenía plan b, el vampiro alcanza a ver como la mujer juega con una esfera de ceramica, estaba debilitada, pero más vale que el vampiro ande con pies de plomo, la bruja esta realmente furiosa, y mira al vampiro fijamente. -Ni te muevas de ahi o Bloondy tendra que recoger tus restos....¡¡ahi quieto!! ¡¡Te lo advierto!!.- Gruñe ella con ferocidad.

Mi rostro se chamusco y rápidamente aparte la cabeza antes de salir volando por los aires, esa herida tardaría en regenerarse y gruñí levemente. Siempre era difícil lidiar con las brujas, muy complicado por eso normalmente evitaba enfrentarme a ellas, pero es que esta era tan divertida. Pose mi mano en la mejilla quemada mientras me incorporaba.-Oye oye, pensaba que ya habías aceptado con esa caricia dulce, ¿y ese ataque a traición?-Sonreí levemente mostrando los colmillos mientras observaba el orbe con curiosidad. Entonces mis ojos se posaron en tu sexo sin ningún tipo de disimulo.-Tienes un buen coño, ¿me permites comértelo?-Dije en tono grosero mientras reía mientras me aproximaba velozmente, agarrándote por el cuello y cogiendo el orbe con un rápido movimiento.

Te incorpore a medio metro de altura, clavando las uñas en tu garganta mientras observaba el orbe.-¿Para que sirve esto?-Dije lanzandolo al aire y estrellándolo contra el techo, rompiéndolo en mil pedacitos.-Tranquila, te comprare uno mas bonito.-Dije en un tono dulce mientras pasaba un dedo por el sexo, ocasionandote un suave cosquilleo.-¿Tienes novio o novia?-Comente mientras te soltaba, abrazándote y clavando los colmillos en tu cuello, volviendo a drenar la sangre que te había dado para debilitarte aun más, luego me separe con una gotita de sangre deslizándose por mi labio que rápidamente absorbí con la lengua.-Podrías ser mía, piénsalo, no habría nada malo en aceptar.-Sonreí tenuemente y con gentileza mientras te soltaba, acercándome hacia una mesa para servirme una copa de un licor que presuponía que era vino. Aun que me daba igual. Le di un sorbo y efectivamente era vino. Empece a levitar, sentándome en el aire con las piernas cruzadas como si estuviera meditando mientras daba sorbos al vino.-¿Qué dices? ¿Charlamos tranquilamente?-

La bruja sonrie con malicia y burla cuando el vampiro afirma que le ha golpeado a traición, Wenkyel queda bastante orgullosa de las acciones tomadas previamente, mas la aptitud del hombre no le termina de convencer deduciendo que hay gato encerrado en su forma de portarse, fulmina con la mirada al vampiro, pero este hace gala de la velocidad y lanza la esfera de ceramica sin saber lo que es contra el techo, los trozos cae y la polvora se esparce por el salon y un poco por ellos, el olor le encanta, ese olor a polvora, una chispa y todo lo envolverá el fuego, pero el vampiro la tiene bien sujeta del cuello hiriendolo más y más.
Ella patea intentado liberarse pero cuando nota donde mete el dedo la pelirroja cierra las piernas bufando con enfado y se intentó sacudir vanamente del agarre del vampiro que se mostraba burlon por ejercer de poder.


-¿Y a ti que te importa?- Rugió furiosamente cuando preguntó si tenía novio o novia, estaba rabiando pero nuevamente el vampiro hirio mas su cuello quitandola más sangre, esto se empezó a notar ya que su tez se volvió algo más palida si cabía debido a la perdida de sangre, cuando la soltó se tambaleó cayendo sobre el sofa, totalmente destemplada, asi que se cubrió rapidamente la desnudez con la manta que había en este y le fulminó con la mirada mientras paseaba la mirada por los restos de polvora con oscuras intenciones, mientras miraba despues al vampiro. -No voy a aceptar eso colmillitos.- Gruñó mal humorada mientras se acariciaba el herido cuello por los mordiscos y las uñas.

Más observó como este levitaba tomandose la libertad de coger y servirse un licor, ella frunció el ceño y se aseguró cogiendo la botella de whisky que le mandaban desde irlanda, y no quería compartirla con el vampiro y por si acaso la cogia, mientras fulminó con la mirada al vampiro. -¿De que demonios quieres hablar vampiro? - Rugió furiosa mientras le daba un trago a morro de la botella.

Me quite la pólvora del rostro con un pañuelo que saque de mi bolsillo mas deje la pólvora en mi ropa, con curiosidad por ver si era capaz de prenderla en llamas, ya tenía una idea en mente si lo hacía y una sonrisa diabólica me delataba.-Claro que me importa, es para saber si voy a tener un novio celoso a las puertas o no.-Dije con una falsa inocencia mientras la recitaba unas palabras en latín “Yo soy romano” y saque una moneda de oro romana intacta, lanzandosela para que la viera.-¿Y por que no aceptar? No hay nada de malo en mi propuesta y hay muchas cosas buenas.-Dije con una sonrisa encantadora mientras levitaba en dirección a ti, bebiendo de la copa y con la jarra aun en la otra mano.-¿De que hablar? Podríamos hablar de muchas cosas, por ejemplo, ¿sabias que yo estuve en el momento en que planeaban matar a Caesar?-Dije ahora cerca tuya y dejando la jarra encima de una mesita. Acariciando tu rostro sin dejar de levitar.

Me deje caer encima tuya, dejando mi rostro próximo al tuyo.-No deberías beber con tan poca sangre.-Sonreí tenuemente mientras pasaba la mano por su barbilla en una suave caricia mientras apartaba la manta que cubría tu cuerpo desnudo para deleitarme con la vista. Lance la manta lejos de tu alcance y me incline lamiendo un pezón.-También pude ver el ascenso del Emperador Augustus.-Apreté el pezón que lamía, clavando las uñas y perforando suavemente la fina piel. Como si intentara sacar leche de este.-Fue un momento glorioso ver el fin de la república romana y el auge de un imperio, divertido y curioso. Lastima que la Pax Romana lo fastidiara todo.-Chasquee la lengua, azotando el pezón en el proceso.

Levante la cabeza para mirarte a los ojos, y dando un ultimo trago a la copa, lo pose en la mesita acariciando tu rostro antes de besarlo en un beso apasionado en el cual introduje la lengua para jugar con la tuya, luego aleje el rostro con un suave jadeo.-La economía romana se basaba en la esclavitud, sin guerras para traer esclavos estaba condenada a la perdición.-Acaricie tu muslo con una sonrisa mientras decía en italiano.-Sii mia strega.-Que venía a decir se mi bruja. Cogí la botella de Whisky y derrame un poco sobre tus senos, Luego te lo devolví y empece a lamer la zona senil.

La bruja fulminaba con la mirada al vampiro mientras levitaba, era un engreido muy engreido, tenía esa seguridad que tenían los vampiros cuando tenian una determinada edad, y la bruja miraba la polvora restante, mientras le gruñia, más alzó una ceja cuando dijo lo del novio celoso, cosa que hizo que la bruja desviase la mirada con decepción y emitió un bufido de desdén. -¿Novios? ¡Bah! perdida de tiempo, inservibles.- Gruñó con cara de enfado mientras miraba al vampiro con notable rencor acumulado, mientras negaba con la cabeza, sin querer indagar en ello, bastante molesta estaba con el tema ya como para venir un vampiro a meter más el dedo en la yaga, la bruja negó con la cabeza a modo malhumorada, no le hacía gracia nada de esto.


Enarcó una ceja cuando este levitando se acerco hasta ella acariciandole el rostro, este vampiro no aprendía ni tenía ganas, mas le sorprendió que le empezara a hablar de tiempos pasados y algunas cosas ademas incluso interesante, de no ser por que seguía empeñado en mantener el contacto fisico a pesar de que ella movía la cabeza indicando que no estaba muy comoda de ello pero cuando la retiró la manta ella le miró furiosa, e intentó inutilmente quitarsele de encima empujandole, pero no se apartó hirió su pezón haciendo que la bruja dejara escapar un quejido, y como volvía este aseguir con ese lascivo lameteo sobre el pecho de la joven, que de vez en cuando ponía cara de molestia o se le escapaba algún jadeo.


Más lo que si hizo fue sujetarle la mano que tenía posada sobre el muslo indicandole que dejara de buscar con ella, pero eso creo el despiste que hizo que la arrebatase el whisky que derramó sobre sus pechos, y debido a la perforación previa con las uña hizo que eso se le escociera escapandosele un gemido de dolor por ello antes de que la lengua no es que fuera mucho alivió, más cuando pidió que fuera su bruja, ella le miró y entrecerro los ojos, y le puso la mano tapandole la visión sin hacerle daño. Mas cuando le retira la mano la bruja ha desaparecido, es la imagen de Bloondy la que tiene delante, su piel palida, pelo negro, ojos como el avismo, le miraba con cara de sustos. -¿Me engañas?- Dijo como dolida, la voz era la suya, sin duda alguna.

Jugar con mortales siempre era divertido, no encontraba ningún momento de aburrimiento pese a que ya hayan pasado cuatro mil años, sabía que podía seguir así durante unos cuantos milenios más, me encantaba la reacción distinta de cada persona con mis actos.-No creo que los novios sean una perdida de tiempo.-Dije con un claro tono de humor, mientras la aferraba de la barbilla y besaba sus labios, obligandola a besarme. Tras un rato me cubrió los ojos con su mano y tenía a Bloondy delante mía. Enarque levemente el ceño, algo extrañado de momento hasta que vino a mi memoria lo que me dijo Bloondy una vez, que su hermana era experta en transformaciones aparte que ella nunca diría eso, más aun cuando habíamos aclarado que era una relación abierta y sin compromisos. Así que sin más la abofetee.-No oses tomar la forma de mi querida.-Dije algo mosqueado.-Ella es única, aparte que ya me aviso de este poder tuyo, y ya aclaramos que sería una relación abierta.-Me abalance sobre la Bloondy falsa, agarrandola de las manos y sonriendo con picaresca.-Aun que esa habilidad de transformación es curiosa. Podremos divertirnos mucho con esa habilidad.-Acaricie su mentón mientras mis palabras se tornaban persuasivas. Tenía que aceptar y formar parte de mi colección de juguetes, sería una linda muñeca de porcelana, mi juguete favorito sin lugar a dudas. Te pondría en un lugar de honor, y quien sabe, tal vez en un futuro tendrías un hueco en mi corazón como Bloondy. Todo eran ventajas, ¿osarías rechazar?-Venga, se mi bruja y deja los trucos de lado para cuando vayamos a la cama.-Sonreí levemente, mostrando los colmillos.