Roxanne Schweinsteiger

Pese a su apariencia física frágil, Roxanne es fuerte e intrépida, una luchadora innata que fue entrenada adecuadamente para convertirse en un arma de batalla.  La loba, no permite que nadie le diga lo que puede y no puede llegar a hacer ya que se sabe capaz de lograr cosas que otros no podrían, además de que siempre cuenta con el apoyo del único ser que conoce sus debilidades, Alastor. Roxanne detesta con el alma que le digan que por ser mujer es más débil y que no puede hacer ciertas cosas, así que siempre trata de demostrar que es tan capaz como todos y que quizás hasta puede llegar a ser mejor; pero claro, ante el único que cede y al que en algunas ocasiones llega a temer es a su esposo.

Dura en sus juicios y decisiones, todo gracias a lo ha experimentado a lo largo de su vida.
Gracias a los entrenamientos en la inquisición y a que gran parte de la compañía ahí era masculina, se volvió salvaje al punto de que no permite que se le acerquen de maneras inapropiadas o que siquiera la miren de mala manera, se enfrenta a todos sin temor y no siempre con las palabras más adecuadas para una dama, igual, ella no se considera una, al menos no cuando esta en labores.

Rebelde en ciertos aspectos y sumamente única en su estilo, lo cual le ha costado sudor y sangre. Si bien no le gusta que le digan lo que es capaz de hacer, es muy buena trabajando en equipo, en especial cuando la finalidad es algo que llevará un beneficio para la inquisición, pues los beneficios para aquella institución a la que sirve, significan más libertades para Alastor y para ella.

Fuera de los cuarteles y de sus deberes se muestra renuente a las batallas. Le agrada pasar tiempo al lado de Alastor como cualquier pareja y cuestiona en gran medida los métodos y misiones que son obligados a cumplir por la inquisición.

Roxanne Vlahos,  nació ya predeterminada a cargar con una maldición que en su familia había sido heredada de generación en generación sin importar el sexo, la licantropía.  

Los Vlahos, siempre habían sido una familia bastante peculiar una de esas que vivía alejados de todos y que misteriosamente tenía el respeto de todos aquellos que eran sus “vecinos” más cercanos; por no decir que todos y cada uno de ellos eran parte de la manada bajo las ordenes del padre de Roxanne; un licántropo que cargaba con la historia familiar y las costumbres sumamente arraigadas.

En un inicio de la vida de Roxanne, nada parecía indicar el destino que le deparaba pues vivía de manera libre, andando por los largos campos verdes que rodeaban su hogar sin temor a nada, siendo tratada de una manera excepcional por los vecinos, vecinas, niños y niñas de su edad; su vida era maravillosa, menos cuando debía pasar las noches de luna llena encerrada y temerosa de los peligros que existían en el exterior, entre los cuales se encontraban, sus padres. Conforme crecía, Roxanne fue aprendiendo la realidad que le había tocado vivir; la niña fue entrenada al igual que los demás niños, para formar parte de la manada cuando cumpliera 17 años y aprendió al igual que todos que muchos de ellos no sobrevivirían a la noche de su conversión pero que los que lo hicieran, serían los más fuertes y más aptos. Los entrenamientos la volvieron intrépida, una joven que ya no temía a las noches de luna llena y que deseaba con todo su corazón, ser capaz de sobrevivir a su conversión pues hasta aquel momento, la familia Vlahos había tenido dos hijos previos que no lograron sobrevivir a la luna llena.

Al llegar su cumpleaños número 17, fue el momento de que Roxanne afrontara su destino y la primer luna llena después de la celebración de su cumpleaños, la joven fue lanzada a las fauces del lobo en que se convertía su padre. De aquella noche ella fue capaz de recordar muy poco, apenas y pudo notar el miedo que le recorría el cuerpo, aquel arrepentimiento de haber deseado formar parte de la manada, después solo dolor y finalmente nada. Roxanne volvió a ser consciente de si misma, tres días después de ser mordida y si bien pensó que lo peor ya había pasado, estaba muy equivocada.

A partir de que paso a formar parte de la manada y gracias a su fuerte personalidad, Roxanne no logro conseguir nada más que reprimendas, golpes, insultos y los peores trabajos a realizar, a los cuales claro, no podía negarse ya que todos trabajan para el mismo objetivo de mantener a su padre contento. La fortaleza de Roxanne, fue lo que le ayudo a mantenerse en pie durante los años que siguieron y fue esa fortaleza, la que la llevó a sobrevivir la terrible noche en que su mundo entero se desmorono.

Si bien la joven odiaba la manera en que se le trataba, nunca deseo la muerte de su padre, ni de ninguno de sus conocidos; sin embargo, una noche fueron atacados por inquisidores, hombres que no dudaron en acabar con todos aquellos que se resistieron a ser aprisionados, entre ellos, los padres de Roxanne, que de un momento a otro, quedaba huérfana y era obligada a ir con las otras mujeres para ser golpeadas hasta la muerte. Como hija de los lideres de aquel asentamiento clandestino que muchos dolores de cabeza causara a la inquisición, Roxanne fue la primera en línea pues se planeaba dar una muestra de lo que sucedía a aquellos seres que querían salir impunes. En aquel momento, mientras recibía golpes inclementes creyó que sería su fin, que su cuerpo no podría resistir todo aquello y que terminaría muriendo en aquel maldito lugar; pero cuando estaba por perder la consciencia, fue capaz de notar como es que un hombre se acercaba de entre todos los que le rodeaban y en lugar de golpearle, le ofrecía un escape; unirse a las filas de la inquisición. Demasiado joven aún para optar por morir, Roxanne acepto el trato, convirtiéndose así en la única sobreviviente de su manada.
Ya dentro de las filas de la inquisición,  la licántropo hizo lo mejor que pudo para seguir viviendo y no fue sino hasta que conoció a Alastor que encontró nuevamente algo por lo cual luchar pues hasta aquel momento no había hecho nada más que sobrevivir. Así pues, al lado de su ahora esposo, trata de enterrar el pasado que continua alcanzándoles y dándoles dolores de cabeza.