:: Máni ID ::

→ Habilidades: Sigilo, sentidos aumentados, buenos reflejos, agilidad, flexibilidad, velocidad y fuerza sobrehumana.

→ Atributos: Colmillos afilados, uñas afiladas (en algunos casos), piel y cuerpo resistentes (aunque suave al tacto y a la vista), e inmortalidad.

→ Sanación acelerada: Habilidad para sanar rápidamente heridas y contusiones no tan graves (esto no aplica al desmembramiento, si les arrancan un brazo, el brazo no volverá a crecer). El tiempo de recuperación varía según el personaje y la gravedad de la herida o lesión. Cuando se trata de balas de plata o fuego pueden morir si las heridas son muy graves.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder también les permite reconocer a otros vampiros e identificar a los licántropos gracias a su aura colorada y su característico olor.

→ Fortaleza: Capacidad de resistencia extrema al dolor físico.

→ Rastreo: Poder de rastrear la localización de un objeto o criatura. El personaje puede descubrir la situación de cualquier persona a la que conozca, donde quiera que esté el blanco en un radio de veinte kilómetros.→ Telepatía: Habilidad para sondear los pensamientos superficiales de cualquier sujeto cercano y escucharlos como escucharía hablar a esa persona. Con el tiempo suficiente, puede enterarse casi de cualquier cosa sobre el sujeto.

Máni es un hombre contradictorio, ya que se caracteriza por vibraciones duales, tendencia masculina, egocéntrica, activa e independiente, le aporta confianza en sí mismo, una apariencia orgullosa y altiva, necesidad de ser admirado y mirado, tendencia más pasiva y dependiente, a la escucha de los demás y particularmente sensible. Esta rara alquimia a menudo hace que sea incomprensible y complejo. Oscila de una tendencia a otra sin transiciones. Cuando pensamos que nos vamos a encontrar con un Máni fuerte, responsable, seguro de sí mismo, aquel que decide sin preguntarle nada a los demás, a veces nos sorprendemos, al encontrarnos frente a un ser vulnerable, titubeante y dubitativo.

No obstante, él solo muestra esta cara a sus allegados, ya que la vanidad y el orgullo no le dejan mostrar sus fallas, por más mínimas que sean… Máni tendrá un ideal elevado y podrá mostrarse cómodamente, tal como quiera. Incluso tendrá cierto ascendente sobre los demás, considerando que sabrá comportarse de manera condescendiente y tranquilizadora. A menudo brillará en la creación o en las ciencias humanas. Intuición, imaginación, sensibilidad coexistirán, en el mejor de los casos, con distinción, idealismo y perfección Si bien es cierto que esto le permitirá acceder a las más altas cumbres, traerá dificultades y tensiones nerviosas excesivas. No obstante, Máni también puede vivir sus vibraciones una octava más abajo, es decir a nivel del 2, y satisfacerse con una vida más tranquila, con más seguridad, orientada hacia la colaboración o la asociación, por ejemplo, lo que le requerirá menos esfuerzos personales.

Sea como fuere, es un hombre sociable, comunicativo, sensible, servicial y que posee un gran sentido de la amistad. De niño, su dualidad 1/2 es aún más problemática. Se muestra susceptible y vejado ante el menor fracaso, no puede soportar el hecho de no ser siempre brillante y, cuando no lo consigue, se deja llevar por la cólera, el rencor o los celos. Por eso, si su escolaridad no es perfecta (lo cual es bastante raro), habrá que encontrarle una válvula de escape a través de una afición creativa, donde podría llegar a destacarse. Habrá que desarrollar su sociabilidad y su capacidad para compartir.

Pide, ante todo, ser jefe, dominar, brillar, resplandecer, ya que está particularmente pendiente de su imagen de marca… Es un esteta, amante de la belleza, que posee el instinto de la calidad o de la nobleza (a menudo está marcado por el signo Leo). Sentimentalmente, es elitista y quiere admirar y ser admirado, lo que no siempre es conciliable, especialmente cuando su pareja le hace sombra a su sol… Pero Máni es un hombre recto, idealista y honesto, aunque sea un poco despótico, autoritario y quiera imponer sus gustos.

Su verdadera historia comenzó hace mucho tiempo, pero su verdadera historia comenzó cuando él nacía en lo más alto de la realeza siendo el heredero de la corona Inglesa. Máni nació en tierras escocesas cuando la reina de Inglaterra visitaba junto con su dama de compañía a una conocida, para después volver con su hijo varón. El Rey pensando que le había sido infiel hizo que flagelaran a la reina, para después descubrir que en realidad no lo había sido. Desde entonces, los reyes de Inglaterra para entonces no se llevaban bien a la perfección y Máni crecía a cargo de su niñera e institutriz. Poco después, su madre murió de una enfermedad extraña y quedó a cargo de su padre el cual le enseño tácticas de lucha, su lugar en la corte y cómo actuar como un verdadero rey sin emoción alguna.

Máni fue el valiente caballero que ganaba batallas pero mucho más tarde fue enviado a un monasterio celta ya que no quería ejercer de príncipe algún día. A él le gustaba a sus 29 años estar ya en el olvido, nadie supo porque el príncipe de repente cambió y se fue a un lugar calmado y solitario como lo era un monasterio, un sitio en donde seguiría la palabra de Dios entre los ojos monjes. En realidad, que el verdadero objetivo de Máni al estar ahí dentro era para intentar recolectar información sobre un artefacto que decía que te daba la vida eterna. Él quería ser un rey eterno tal y como le ha instado su padre, a que tiene que permanecer en la historia por siempre pero él mismo quería permanecer de otra manera.

Fue cuando se enteró que en Tierra Santa existía una fortaleza por la que habían pasado 7 caballeros templarios a órdenes de un obispo corrupto, pero haciendo caso omiso del nombre del obispo, tras ir a Tierra Santa fue preguntando por aquella historia de los 7 templarios. Acabo encontrando dicho lugar y tras pasar numerosas trampas conectadas a través de todo el interior del edificio, Máni llegó a lo que era la última torre, al último piso, a la última habitación la cual se encontraba cerrada a cal y canto, pero él no se iba a….rendir tan fácilmente.

Cuando obtuvo la manera de abrir la puerta al fin, la habitación estaba a oscuras, rozo con sus pies lo que era una calavera pues la luz de la antorcha que llevaba en la mano alumbraba poco, pero lo suficiente para ver un poco y al fondo vio la figura de una mujer. Inmediatamente fue a su socorro pero la emoción de verla en apuros la llevo a la mayor trampa de su vida. Aquella mujer que solo fingía, lo atrapó contra el suelo, la antorcha quedo a su lado iluminando unos colmillos afilados en los dientes de la mujer. Máni, asustado por la feroz apariencia femenina este grito cuando noto los colmillos ajenos incrustándose en su yugular, poco a poco, sentía como su vitae iba deteriorándose pero algo pasó, cuando pensó que estaba a punto de fallecer, la sangre ajena fue introduciéndose en el interior de su boca, fue tragando aquella sangre y el cambio fue produciéndose, su cuerpo dolía, ardía, y pudo notar que el cambio estaba completo. La sed de la sangre le desgarraba la garganta, la mujer le dio una rata que andaba por la sala y este la devoró sin piedad alguna.

La mujer, al ser libre huyó con Máni fuera del torreón, fueron ambos matando a sangre fría a todo aquel que se encontraban y buscaron refugio en un pequeño campamento imitando a pobres perdidos, se metieron cada uno en una caja sellada y cuando cruzaron llegando a costas españolas, Máni y la mujer se refugiaron en la primera casa que encontraron matando a la familia que vivía dentro. La Sire de Máni fue atrapada por un mercenario pero Máni estaba ahora completamente solo. Solo mataba y sobrevivía cada día, hasta que una persona que pertenecía a una hermandad de vampiros, le ofreció que se uniera a su cruzada. Máni aceptó y fue con esa persona hasta París y desde entonces no se ha movido de París, trabajando siempre en armonía con dicha hermandad de vampiros.