Máni Gilmerië

& Máni Gilmerië &

& datos básicos &

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Máni Gilmerië es ante todo un padre de familia. Desde pequeño ha seguido las reglas y aunque de vez en cuando se las haya saltado para seguir haciendo el bien, él mismo ha soportado las regañinas de su familia por lo que con el tiempo ha obtenido obediencia y cierto respeto por las reglas que para están. Es un hombre protector, celoso, rencoroso y sobre todo tradicional. No es de las personas que corren antes de andar, es de las personas que les gusta pensarlo todo metódicamente, dar pasos poco a poco y luchador nato ya sea físicamente o moralmente.

En el amor es todo un Don Juan y por ello tuvo ciertos problemas de celos entre mujeres, pero no hay nada que no solucione una sonrisa seductora junto con unas palabras que derritan el corazón de una dama. Es seductor, con un atractivo físico pulcro al igual que su vocabulario a excepto de cuando está enfadado que es cuando su vocabulario se distorsiona, no se entiende y el resto de personas tiene problemas para entenderle, pero cuando se calma repite las cosas con más lentitud.

Paciente y atento a cuidar a las mujeres de su casa, es decir, a su esposa y a su hija quien recientemente ha sido madre y que por mucho que le doliera, por la reputación que han obtenido los Gilmerië durante los años no podía permitir que un embarazo despistado entorpeciera su vida en Paris. Bien sabe de los rumores como se expanden en tierras europeas. Ya están difundidos antes de que tú puedas decir algo por lo que Gilmerië no tuvo más remedio que separar ese mal capítulo de la vida de los Gilmerië antes que fuese demasiado tarde.

Nacido en la ciudad parisina, Manuel Gilmerië es educado como cualquier otro niño parisino que vive rodeado de las ventajas que otorga la nobleza. Crece y contempla durante toda su vida a su padre del cual tiene alta estima, un gobernante de un imperio textil pero que al final resultaba ser una persona dura, fría hasta casi cruel con sus más allegados.
 
  Sin embargo, su propia familia no llegaba a sufrir los temperamentos de su padre, era todo lo contrario hasta que un despiadado ser vengativo transformado en una horrible bestia hirió a su padre y a Manuel maldiciéndoles con el don de la longevidad retraída, pero en cambio la madre de Manuel no corrió la misma suerte. Su madre fue secuestrada días después por aquel que se transformó en una bestia maldiciendo a padre e hijo y jamás volvieron a saber de ella hasta que Máni, anteriormente llamado como Manuel, descubriera a su madre pidiendo migas de pan por las calles de Paris.

Era ella.

Máni que ya se había casado con quien sería su primera esposa, estaba paseando por Paris tranquilamente cuando de repente saliendo del teatro una señora se abalanzaba sobre él diciéndole que le reconocía. No fue hasta después de un rato que reconoció la cicatriz en su clavícula izquierda causada por una torpeza de cuando su madre aún vivía con ellos. Era ella y estaba hecha una pocilga. Máni se llevó a su madre de vuelta con su padre y de nuevo años venideros vinieron para la familia. Su madre contó que aquel hombre la había llevado lejos de París, que había ido a Italia, Bulgaria, Asia como una esclava sexual hasta que se cansaron de ella, pero poco después, cuando Máni tuvo un ataque de celos estando la luna llena cerca, este mató a su esposa y a su madre y por poco mató también a su padre.

Arrepentido de lo que hizo, Máni pasó aislado y en soledad en una isla al noroeste del Reino Unido, allí había personas como él, de su misma naturaleza y con el tiempo allí, aprendió a controlar su temperamento al igual que sus lunas aunque aún se transformase en una horrible bestia cada luna llena. En aquella isla, conoció a un hombre del cual se convirtió su mejor amigo y cuando ambos volvieron a París ya que ambos coincidieron en el destino, su nuevo mejor amigo le presento a su familia y en ella se encontraba quien en unos años más adelante se convirtió en su segunda esposa. Toda la familia de Máni al parecer ya había perecido por la vejez o lo mismo alguien quedaba, no lo sabía pero no quería saber nada de su familia.

Su segunda esposa era dócil, amable, pura y honrada. Máni se fue enamorando conforme los años pasaban y estos intentaban tener descendencia pero su esposa no se quedaba embarazada. Máni podría haberse puesto hecho una furia, pero en cambio no hizo aquello. Mostró su apoyo a su segunda esposa y la animaba que no se entristeciera, que encontrarían el modo de llevar a cabo una familia.

Fue entonces cuando en una escapada hacia el lago por la noche encontraron una cesta de mimbre a orillas del rio. Cuando destaparon la cesta, en el interior había un bebé el cual se quedaron y adoptaron siendo así el comienzo de su nueva familia en la amada París.

❊ Le gusta la lluvia.
 ❊ Adora a su hija pero se siente culpable por lo que hizo.
 ❊ Tiene una cicatriz en el lado izquierdo de su rostro.
 ❊ Lleva lentes solamente para leer.
 ❊ Tiene una amante a la que mima y ama con locura, pero no sabe que su amante está embarazada con gemelos de su propio semen.