A distant yesterday

por **Amber** Mar Jun 12, 2018 1:23 am

Aún

recuerdo la despedida de mi madre cuando le vi por última vez antes de partir, lo mucho que procuró aliviar mi ansiedad por la partida y convencerme de que encontrarme en el convento sería una oportunidad para mí. Según me decía, me abriría puertas, me daría una educación y me enseñaría a ser provechosa.

Ya una vez allí y recién entrando por la puerta las hermanas lo vieron de forma diferente. Ante sus ojos yo era una chica flaca que no prometía mucho si comenzábamos a tener en cuenta las labores a las que tendría que dedicarme.

Mi mirada era demasiado brillante y directa como para ser del gusto de quienes se encontraban a cargo, pero no sabía ser de otro modo, no lo hacía de forma deliberada, simplemente me gustaba mirar a la gente directamente y ahondar en lo que veía en sus rostros, algo que algunos veían como insolencia y a otros hacía sentir incómodos.

-Tienes una mirada que sacude el alma, pareciera que quisieras desnudar el interior de quien observas Amber.- Me había dicho Colette en aquel entonces en el cual apenas era poco más que una chiquilla. A veces pienso en ella y recuerdo aquellas épocas, cuando correr por las calles de la ciudad parecía tan natural…

Si los muros del convento parecían los más altos que había visto en mi vida, la celda destinada a tornarse en mi morada me dio la bienvenida con sus colores grisáceos. Contaba con lo esencial, una cama individual, una pequeña mesa de madera, un armario de mediano tamaño, y lo que más llamó mi atención, el escritorio pegado a la pared adonde descansaba una pluma con su tintero.

Sonreí de medio lado al mirarlo, dejando caer mis escasas pertenencias sobre el suelo. Al menos el escritorio se encontraba en una buena ubicación, debajo de la única ventana de la habitación. Según lo que había visto con respecto al convento ya era un lujo que hubiera una ventana.

Podría aprovechar ese escritorio… si lograba convencer a las hermanas de que tenía facilidad para aprender y que valía la pena expandir mi educación.

Faniahh/Lala/Cyalana

por **Amber** Jue Jul 12, 2018 11:16 pm

Los

muros del convento apenas me permiten ver nada. Hechos de piedra son tan altos que apenas atraen murmullos del viento consigo. A veces me encuentro cerca del pozo sacando agua y escucho ese ruido que crean las hojas, me digo que es solo eso pero juro que a veces creo que están susurrando mi nombre y que el exterior me llama con insistencia.

No es que el interior sea precisamente malo pero la disciplina es rígida, incluso para mi, a pesar de no ser una de las novicias, la madre superiora tiene el ojo puesto en mi. Creo que le parezco insolente por mirarla con insistencia en ciertas ocasiones en las cuales simplemente la observo, preguntándome que la ha orillado ha dedicar toda su vida a este lugar.

Tiene el cabello negro poblado de hebras grises, las cejas tupidas y un rostro que aunque se torna severo la mayor parte de las veces me hace creer que en su juventud debió haber sido una mujer muy atractiva. Eso instiga a que me haga más preguntas sobre lo que debió ser su vida y qué le pudo haber motivado a enclaustrarse aquí. Algo me dice que alguien como ella debió haber tenido varios pretendientes... quisiera atreverme a preguntarle.

A veces me sobrecoge el aislamiento, ocasionalmente cuando me encuentro cerca del pozo dándole a la palanca que sube la cubeta me detengo y me gana la curiosidad, así que termino trepada en uno de los árboles observando los alrededores. El convento se encuentra bastante apartado de la civilización, pero de vez en cuando se ven carretas y algún que otro citadino pasando por una vereda adyacente. El panorama me distrae y posteriormente lo que veo me hace recordar una imagen en la biblioteca.

Mas tarde, tengo esta sensación repentina, como si me estuviera perdiendo de algo. Detengo el avance de los trazos de la pluma con la que transcribo y recuerdo que he visto una vereda en una ilustración.

Me dirijo a buscar entre los pergaminos y libros antiguos. Sonrío al encontrar el que busco y lo abro con curiosidad. No solo se trata de la ilustración de una vereda, si no de un par de hombres de cabello rubio y ojos claros con atavíos de pieles… cargando armas en las manos. Me detengo a mirar a uno de cabello más oscuro con un mazo y un escudo y leo las líneas debajo de ella.

El idioma es extranjero y reconocerlo me hace ladear la sonrisa. Alzo la cabeza para mirar de un lado a otro, asegurándome de estar sola y me llevo conmigo ese tomo, ávida de leer al respecto.

Faniahh/Lala/Cyalana

A distant yesterday