· Éride · ID

por **Éride** Dom Jul 01, 2018 10:22 pm

DATOS BÁSICOS

▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲

~~Bárbara~~ Éride ~~Chevalier~~

▲EDAD▲

23 años reales y 22 aparentes

▲ESPECIE▲

Vampiresa

▲OCUPACIÓN▲

Heredera / Empresaria / Niña Mimada (?)

▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲

Clase Alta

▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲

Pansexual

▲LUGAR DE ORIGEN▲

Versailles, Francia

▲HABILIDADES/PODERES▲

Poderes Innatos:

Poderes Propios:

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Caprichosa. Tozuda. Impulsiva. Malintencionada. Incontrolable. Irónica. Directa. Adicta. Retorcida. Salvaje. Temeraria. Obsesiva. Farsante. Adjetivos que en sí mismos pueden no decir nada, pero que en ella se integran, cobran forma, la dotan de un carácter tan único como difícil de definir, y aún más difícil de comprender...

¿Quién iba a decir que teniendo tres hijos varones, iba a ser precisamente la chica quien heredase la astucia y coraje representativos de la familia? Su padre, desde luego, no. Aunque fue una grata sorpresa. Al comprender que el futuro de la familia iba inevitablemente a recaer en los menudos hombros de la integrante más joven, todos se afanaron en que aprendiera de los mejores cuál era el mejor modo para conseguir lo que quería. Lo que no se dieron cuenta a tiempo era de que estaban creando un auténtico monstruo. La capacidad para obtener todo cuanto se desea, usando cualquier método que se considere necesario, es un arma bastante peligrosa cuando la dejas en manos de alguien que no entiende qué son los remordimientos.

Cuando algo se le antoja, cuando algo le llama la atención hasta el punto de llegar a obsesionarse con ello, no se detiene hasta conseguirlo. Para ello primero tratará de usar su labia y capacidad de persuasión (es una gran conversadora), pero cuando su frustración llegue a un grado determinado, pasará a utilizar tretas bastante menos agradables, y no le importa destruir todo aquello que se interpone entre ella y su objetivo. Además de no sentirse mal al respecto, tampoco presta demasiada atención a lo que otros tienen que decir al respecto. Las opiniones ajenas son para ella igual de interesantes que el sonido del agua corriente. Las ignora totalmente.

Su lengua y su labia son un arma de doble filo. No le importa ni muestra reparos por decir lo que piensa, por mucho que escueza o por crudo que suene. Y algo que no ayuda precisamente a que su ego no aumente aún más, es que los demás no tardan mucho en darse cuenta de que rara vez no tiene razón. ¿Qué es peor que darle a un egocéntrico la razón en todo? Afirmar que lo haces porque es alguien que supera a los demás en todos los aspectos. Es sumamente orgullosa y altiva, y por eso mismo tiene una muy baja tolerancia al fracaso. Si la frustras, o se enfada, no sólo se vuelve sumamente insoportable, sino que hará que lo pagues con creces. Puede reaccionar con violencia incluso, si la situación se presta, y especialmente desde que fue convertida en vampiro, ya que le resulta mucho más complicado controlar su carácter.

Éride es una arpía disfrazada con la piel de una niña buena de alta cuna, de la que nadie sospecharía nada malo, pero que esconde siempre un As en la manga. O una daga, dependiendo de lo que crea que puede obtener de ti.

HISTORIA

Robert Sèrgei Chevalier fue un reconocido y aclamado empresario, comerciante y filósofo, descendiente de una famosa familia de la aristocracia francesa, muy próspera, y cuya fortuna había ido incrementándose notablemente de generación en generación, a diferencia del resto de familias que habían visto reducidos sus bienes con el paso de los años. Era, sin duda, una familia digna de envidiar, mas todos reconocían que habían trabajado mucho para conseguir todo cuando tenían. Mientras que la nobleza de la época se había limitado a gastar la fortuna heredada de sus ancestros, la familia Chevalier había incrementado su capital trabajando tanto o más como una familia de media clase, aunque por supuesto, sus trabajos siempre fueron muy reconocidos, y siempre tuvieron algo que ver con la compraventa de arte, tapices y productos típicos franceses, mercado cada vez más en expansión con el cambio de época.

La juventud de Robert fue divertida, o al menos, así es como siempre la había descrito. Se pasó parte de su infancia y adolescencia viajando por todo el mundo con su padre, quien esperaba que luego fuese él quien se encargara de manejar el modesto "imperio" que la familia durante tantos años había luchado por conseguir. Hay que decir, que los Chevalier formaban parte de la "nueva nobleza", forjada a mediados de la Edad Media, cuando una Chevalier, llamada Elisabeth, contrajo matrimonio con un príncipe que jamás llegó a gobernar nada y se gastó todo cuanto tenía en bebida y mujeres. Fue ella quien empezó a levantar los cimientos de la familia. Era una muchacha recatada e inteligente, y se guardó su propio dinero para invertirlo en obras de arte de todo tipo, y para posteriormente constituir una de las primeras factorías de telas. Y no pudo haber hecho mejor negocio. Con el paso de los años, la investigación en este campo fue dando sus frutos, llegando a ser lo que era hoy día. Todos los Chevalier eran y habían sido, economistas, historiadores, comerciantes o investigadores en este campo, no tanto por tradición como por interés. Pareciese que los genes de la inteligencia, la ambición y la curiosidad se siguieron transmitiendo durante tantas décadas.

Robert, una vez graduado en la universidad, se topó con una cantinera, Erika, de la que se enamoró profundamente, pidiéndole matrimonio. Al principio, la familia Chevalier se mostró contraria al enlace, pero al conocer a la muchacha, inteligente pero sin suerte en la vida, cambiaron de opinión. Se casaron apenas unos meses después. Su enlace fue bastante fructífero, en cuanto a hijos se refiere. El primogénito vino apenas unos meses más tarde, y el cuarto de sus descendientes (y primera y última de sus hijas) nació finalmente unos diez años después.

Bárbara fue un terremoto desde el principio, tan ávida de saber como su padre, y siempre interesada en todo cuanto él hacía. Ambos eran inseparables. Robert la llevó consigo en casi todos sus viajes por Europa y América. Juntos visitaron desde Berlín hasta Pakistán, pasando por España, Londres, Moscú, Turquía, Noruega y muchos más lugares que cautivaron el alma de la niña, quien siempre supo que en su futuro haría eso mismo con sus hijos, o ella sola. De estos viajes también se trajo su pasión por aprender nuevos idiomas, en total, a lo largo de su vida, ha conseguido dominar cinco: el italiano, sueco, ruso, inglés, y alemán, además de su idioma natal, el francés. Siempre recibió clases en su casa. Muchos grandes maestros en arte y ciencias querían ser profesores de la nueva mente de la familia Chevalier, y muchos de los que lo lograron se sorprendieron con la capacidad de la niña para entender y relacionar conceptos. Era casi un genio en todas las materias, aunque mostraba su desagrado por aspectos más relacionados con mujeres de la época, como el arte y la literatura, decantándose más bien por las matemáticas puras.

Además de los viajes y los idiomas, lo que más le apasionaba era la capacidad que tenía su padre para convertir casi cualquier negocio en un éxito. De él aprendió lo útil que resulta saber desenvolverse en situaciones sociales de todo tipo, así como usar las palabras concretas, cómo y cuándo se necesitaban, a fin de tornar las cosas a su favor. Si bien todos estos aspectos la convertían en una aprendiz fantástica, el hecho de que su personalidad fuera tan fría y analítica no pasó desapercibida para su madre, quien no tardó mucho en darse cuenta de que estaba convirtiendo a su única hija en una mujer calculadora y caprichosa, llena de vanidad, que no tenía ni tendría el tacto necesarios para establecer su propia familia en el futuro.

Como siempre estaba viajando, o estudiando dentro de casa, no tenía demasiado tiempo para hacer amigos de su edad, aunque siempre que iba a reuniones con su padre, los adultos se maravillaban con su carisma y su capacidad para hablar de casi cualquier tema que se propusiera. Todos reconocían en ella a la hija ejemplar, a la futura mujer ejemplar, y a una madre ejemplar, aunque esto último nunca le hizo demasiada gracia. Si embargo, su madre no tardaría demasiado en mencionar lo mismo a su padre, y por ser quien era ella, esta vez Robert sí la escuchó. Y decidió que era el mejor momento para que la joven se buscara un prometido y comenzara a pensar y actuar como una dama de su alcurnia y posición.

Ni que decir queda que esto la enfureció, y no sólo amenazó con airear los trapos sucios de la familia, sino también con arrebatarle parte de las acciones que poseían. Se había ganado la confianza de muchos, así que no era algo imposible, pero su actitud provocó que la relación tan buena que antes tenía con su padre se resquebrajara. Fue nombrada como futura heredera de la familia en consecuencia, algo que hizo enfurecer a sus hermanos mayores, quienes a pesar de no ser ni la mitad de capaces que ella estaban ansiosos por obtener dinero, motivo por el que se trasladó a París a fin de imponer un poco de distancia entre ella y su familia.

Fue en París donde se topó con el hombre que cambiaría el curso de su destino. No sabía nada de él, más allá de la promesa de obtener un gran beneficio si hacía negocios con él y con su país, a cambio de ayudarle con ciertos asuntos un tanto turbios. Su ambición la cegó, y confió en el más de lo debido.

Lo siguiente que supo es que había cambiado. Su sed no se calmaba, pero no era agua lo que necesitaba, sino la sangre de otras personas. Aunque, la verdad, más que considerarlo un problema lo vio casi como un cambio a mejor. ¿Cuál era la mejor forma de obtener todo cuanto deseaba? Tener toda una eternidad por delante.

DATOS EXTRA

* Como neófita que es, el control sobre su sed es prácticamente inexistente, aún así, desde el principio, ha intentado marcar como sus objetivos a aquellos que nadie va a echar de menos (cuando está desesperada, ya que no le importa matarlos) o a aquellos de los que quiere obtener algo (a los que no mata, sino que simplemente utiliza).

* No sabe demasiado acerca del vampiro que la convirtió, por lo que deduce que utilizó alguno de sus poderes para convencerla de que lo siguiera, tras lo cual acabó por convertirla. Sus recuerdos son bastante difusos, y aunque se ha propuesto buscarlo, no está entre sus prioridades.

* Desde su conversión, su resentimiento hacia su familia, y especialmente hacia sus hermanos, se ha incrementado considerablemente. Se ha vuelto más fría, más cruel y bastante más despiadada en todos los aspectos, no sólo en el trato con otras personas (normalmente sirvientes, ya que de cara a la sociedad es la perfecta dama con modales refinados), sino también en sus negocios. Se ha propuesto amasar una fortuna aún mayor que la de sus progenitores.

* Mantiene contacto con su padre de forma frecuente, por carta. Él ha notado que algo anda mal con ella, pero no sabría decir qué.

* "Éride" fue como se la apodó en sus primeras negociaciones, por sembrar la discordia entre personas que antes coincidían, mediante el uso de argumentos razonables y lógicamente argumentados, usados persuasivamente, a fin de hacerlos cambiar de opinión para que así cedieran ante sus decisiones. Desde entonces, siempre ha firmado de ese modo, y sus compañeros de negocios la llaman así, siendo únicamente sus familiares quienes la llaman por su nombre de nacimiento, Bárbara.

por **Bárbara Destutt de Tracy** Lun Jul 09, 2018 3:29 pm

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