Amaury Bancroft - The little swan

PSICOLOGÍA

Es una chica dedicada a su oficio, por el que siente verdadera pasión desde niña. Si bien empezó en el baile por su cuenta, ya que sus padres no disponían del poder adquisitivo que pagar las lecciones requería, pronto demostró poseer el talento necesario y encontró una profesora que la acogió bajo su tutela sin cuota a cambio. Por ello considera a esa mujer como su segunda madre.

Así como se ve sumamente apasionada cuando se encuentra sobre un escenario, a la hora de relacionarse con el mundo, teniendo que utilizar palabras en vez del movimiento grácil de su cuerpo, se convierte en una muchacha tímida y algo introvertida. Sin embargo, suele pintar siempre una sencilla sonrisa en sus labios cuando no está sola o trabajando.

Es una joven cortés y bastante callada. Aparentemente delicada, posee una gran fuerza interior, pero hace muchos años que aprendió a canalizar todo su carácter y energía para liberarlo al pasar de puntillas de un lado al otro de la tarima.


HISTORIA

De origen humilde, la familia Bancroft siempre ha hecho todo lo que ha podido por sus hijos. Amaury, la cuarta en llegar y tercera niña, cerraría el ciclo de descendientes que alcanzarían a tener sus padres. Siendo la menor, y no sólo eso, sino con el más cercano de sus hermanos se llevaba ya ocho años, se encontró con unos progenitores algo mayores y cansados. Sin embargo, Dorothea, la mayor de las hijas, que ya tenía dieciséis años para entonces, fue la encargada de cuidar de la recién llegada mientras sus padres trabajaban para dar de comer a toda la familia y mantener la casa en la que vivían.

Se criaron todos juntos a las afueras de la ciudad, aunque sin llegar a ser una zona excesivamente rural. Su padre iba y venía cada día hasta el puerto, donde coordinaba la carga y descarga de los barcos de mercancías. La madre ayudaba en una carnicería, encargándose de cobrar a los clientes mientras el dueño cortaba y preparaba las piezas.

Cuando ya dominaba lo de caminar, pronto descubrió algo que la hacía flotar y no era que tuviera alas, ni mucho menos, sino la música. Cerraba los ojos y se dejaba llevar por las melodías de un viejo que tocaba el piano a un par de casas donde ellos vivían. Él fue, cuando más adelante se hicieron amigos, quien le enseñó a leer partituras y tocar alguna pieza sencilla sentada a su lado en la banqueta.

Resultó que aquel anciano conocía a una mujer de sus tiempos como pianista en el teatro principal de París, una dama que se encargaba de entrar a jóvenes talentos de todos los ámbitos de la música y el baile. Cuando descubrió el arte que tenía la pequeña Amaury, no dudó en cobijarla bajo su ala protectora, a la vez que estricta, y ofrecerle todo lo que tenía a su alcance para convertirla en una bailarina espléndida que dejara al mundo con la boca abierta.

Ese trabajo no fue fácil, fueron necesarios años de duro entrenamiento, de sacrificios físicos y mentales, de dietas extremas y otras tantas cosas, antes de que el pequeño patito pudiera extender sus alas y convertirse en cisne. Sin embargo, por fin ha llegado el momento y pronto hará su debut en una obra novedosa y muy esperada por el público. Los nervios están a flor de piel y cualquier error puede significar el fin de una carrera que aún está por empezar.


OTROS

→ Excelente bailarina.

→ Apasionada de la música.

→ Sabe tocar el piano.