Godfrid Loganach ID

Es un apasionado, que da impresión de potencia, fuerza, autoridad. Hombre de poder, Godfrid está hecho para dirigir, mandar, orquestar. Más concreto y práctico que verdaderamente intelectual, se muestra emprendedor, activo, dinámico y combate por las causas o los principios que le interesan. A menudo satisfecho de sí mismo, valiente, posee mucha energía, y esto se traduce por cierta aspereza, impaciencia o irritabilidad. Por eso, a menudo le atraen los ejercicios físicos, excelente válvula de escape para este ser efervescente.

Tiene una gran necesidad de autonomía: Godfrid difícilmente se somete a la autoridad de los demás. Alérgico a cualquier forma de jerarquía, tiene un espíritu de contradicción evidente. Para él, “el valor no tiene nada que ver con la edad”, y el mérito no se reconoce por los años de antigüedad o por el grado, sino por el valor personal, que se mide a través de realizaciones concretas. Su lado directo y franco le acarrea algunas rivalidades o conflictos que, consciente o inconscientemente, busca. La esfera material es importante, y nunca pierde de vista la noción de rendimiento. Puede revelarse un excelente hombre de negocios o un buen gestor, ya que intuye por instinto lo que puede ser rentable.

Si bien Godfrid se siente atraído por la acción y la conquista, también siente necesidad de evadirse. Esto puede traducirse en el amor por los viajes, propiamente dichos, pero también por aquellos del espíritu: la poesía, la pintura, la música, la metafísica, la espiritualidad, lo irracional. Su alma es amante de lo maravilloso y lo mágico y se apasiona por lo extraño, lo fantástico, la ciencia ficción. Y si la vida llegara a golpear a este hombre sensible, intentará huir, de una u otra manera… En amor, Godfrid tiene una mezcla de idealismo, de romanticismo y de exigencias, de intolerancia, de aspereza. Posesivo y celoso, es un apasionado.

Godfrid es el hermano mayor de dos hermanas a las que protege con toda su alma aunque Brünhilde se resista un poco también tiene que ser protegida pues mucho mal carácter le traerá de cabeza algún día. Nació cuando la familia pasaba su peor fase económica y como por arte de magia, la familia comenzó a tener buena reputación y enseguida su economía crecía como la espuma. Sus padres se quedaron pensando en si era cosa de la profecía de la que unos brujos le advirtieron y que para cuando un varón llegara a la familia sería cuando estos volverían para arrebatarles todo. De hecho cuando nació su hermana menor, Brünhilde y después su otra hermana menor, la pareja de brujos, deambulaban por el poblado en el que vivían actualmente. Para cuando este estaba cerca de su mayoría de edad sus hermanas bajaron al pueblo y mientras estas estaban a su bola, Godfrid estaba atento a una de las doncellas mientras estaba limpiando. Resultaba algo inquietante bajo la mirada de su señor, pero en realidad era que Godfrid tenía una cierta obsesión con la pelinegra, ese lunar en su rostro le volvía loco pero dejando eso aparte, se estaba enamorando de ella en secreto por lo que prefirió callarse y no hablar de sus sentimientos. Cuando la noche cayó, Godfrid y sus padres, preocupados fueron al pueblo en busca de las hermanas Loganach y se encontraron a Brünhilde con su vestido manchado de sangre, podría olerse lo que había pasado pero no encontraron a Seelie por ninguna parte.

Desde aquella tragedia, Brünhilde cambio de una mujer afable a ser la mujer más desagradable y ruda que jamás Godfrid hubiera conocido en su vida. Buscaron a su hermana por todas partes, en cada rincón del país y luego de Europa pero no dieron con ella. Godfrid y Brünhilde entraron entonces en la inquisición para así poder tener más recursos para poder encontrar a su hermana. Estos crecieron, Godfrid y Brünhilde se ganaron una fama increíble de ser los inquisidores más feroces y sin piedad alguna por los sobrenaturales, mientras a uno le encantaba cargarse a monstruos y demás cosas a su hermana le encantaba matar mientras se follaba a sus víctimas, más aún, si la victima prometía, ambos se encargaban de torturar y torturar hasta la saciedad de la víctima pero siempre preguntando la misma pregunta: ¿Dónde está?

Finalmente cuando estaban por perder la esperanza, una de sus víctimas que conocía a un lobo inquisidor le dijo que dicho hombre mantenía a una muchacha cautiva en un edificio de una torre y fue cuando Brünhilde afirmo las palabras de la víctima. El mismo hombre que había secuestrado a su hermana también la había violado a ella mientras otros dos hombres se llevaban a su hermana presa e inconsciente. Quería matarlo ella misma y cuando tuvo la oportunidad, Godfrid y Brünhilde pudieron hacerlo en París, en una redada, ella misma se mantuvo en una ardiente pelea con el licántropo que gracias a su feroz entrenamiento como inquisidora y su innata locura se desahogó con el licántropo hasta dejarlo brutalmente desmembrado. Godfrid en cambio era demasiado para sí mismo, le encantaba matar y eso pero Brünhilde se pasaba cuatro pueblos, pero Godfrid junto con su hermana pudieron encontrar a Seelie, su hermana menor que había permanecido captiva.

Los hermanos ahora viven los tres en una cómoda mansión en la que no les falta de nada y está más que protector con sus hermanas y Godfrid ahora está buscando a aquella doncella que en secreto se fue enamorando de ella.