Inocencia eterna (libre)

por **Rhage** Jue Jul 26, 2018 8:03 pm

Las cosas se hacían eternas cuando estabas pendiente de una búsqueda de la cual no sabes empezar a buscar. La búsqueda de aquel que hizo que perdiera todo lo que yo amaba estaba resultando bastante tediosa y no conseguía buenos resultados. Sinceramente esa noche por París había muchísima gente fuera de sus casas y eran bien entrada la noche. No habían pasado más de las once cuando las calles había muchísima gente y era imposible pasar por las calles por lo abarrotadas que estaban estas.

Yo seguía caminando, observando a las personas que estaban completamente juntas de la mano, otras estaban con sus críos, a estas horas, no era normal….a no ser que hubiera una festividad pero poco después pude escuchar las sirenas de socorro de los cortafuegos que se dirigían hacia el centro para lo que parecía que vi más adelante que era un incendio. Quise socorrer pero el edificio estaba completamente en llamas y yo, siendo débil a eso no podía hacer nada y estaba completamente furiosa, pero sí que pude salvar a una niña que había estado a punto de ser aplastada por una viga que cayó de varios pisos de arriba.

La aparté, su madre la reconoció y tras un “gracias” se fueron de las calles para ponerse a salvo me imagino. Todos estaban pendientes, yo veía a las personas salir y entonces ya estaban todos a salvo. No había más personas que salvar mientras todos veía como el edificio estaba ardiendo por dentro y por fuera de los ventanales. Cuando todo ya se calmó un poco, yo me apunté a ayudar a repartir mantas, a dar agua a quien necesitara y algún que otro cuidado que pudiera tranquilizar a las personas que habían sufrido un gran susto. Tan solo que no es como lo que yo viví cuando perdí a mi Conde y bueno ahora quería un poco de justicia, quería arrojar un poco de justicia sobre lo que pasó con la única persona que existía para mí aunque irónicamente todo empezó por una simple elección de hermosas doncellas para trabajar en el castillo del Conde.

- Señorita…

- ¿Si? – Respondí a un niño que al parecer había perdido a su madre.

- Perdí a mi mamá – El niño me agarró la mano y solamente pude suspirar. El niño tenía tan solo 10 años de edad, luego vi los colmillos de este que eran como los míos, el niño pretendía morderme pero después de aquello me defendí mostrando los míos y por pura iniciativa o reflejo, tomé al niño del cuello y lo lancé a las llamas que todavía quemaban el edificio. La gente se sorprendió de lo que hice pero ya no habría señal del pequeño. Mis heridas sanaron rápidamente y me dispuse a salir de aquel rincón de curiosos ya que estaba rayándose demasiado con la vista de las llamas.