AÑO 1842
Nos encontramos en París, Francia, exactamente en la pomposa época victoriana. Las mujeres pasean por las calles luciendo grandes y elaborados peinados, mientras abanican sus rostros y modelan elegantes vestidos que hacen énfasis los importantes rangos sociales que ostentan; los hombres enfundados en trajes las escoltan, los sombreros de copa les ciñen la cabeza.
Todo parece transcurrir de manera normal a los ojos de los humanos; la sociedad está claramente dividida en clases sociales: la alta, la media y la baja. Los prejuicios existen; la época es conservadora a más no poder; las personas con riqueza dominan el país. Pero nadie imagina los seres que se esconden entre las sombras: vampiros, licántropos, cambiaformas, brujos, gitanos. Todos son cazados por la Inquisición liderada por el Papa. Algunos aún creen que sólo son rumores y fantasías; otros, que han tenido la mala fortuna de encontrarse cara a cara con uno de estos seres, han vivido para contar su terrorífica historia y están convencidos de su existencia, del peligro que representa convivir con ellos, rondando por ahí, camuflando su naturaleza, haciéndose pasar por simples mortales, atacando cuando menos uno lo espera.
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Erin O'Callaghan || ID
3 participantes
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Erin O'Callaghan || ID
por Erin O'Callaghan Lun Jul 30, 2018 11:49 am
▲NOMBRE DEL PERSONAJE▲
Erin O'Callaghan.▲EDAD▲
22 años.▲ESPECIE▲
Hechicera.▲FACCIÓN A LA QUE PERTENECE▲
—▲TIPO, CLASE SOCIAL O CARGO▲
Clase media.▲ORIENTACIÓN SEXUAL▲
Heterosexual.▲LUGAR DE ORIGEN▲
Bélgica.▲HABILIDADES/PODERES▲
► PODERES INNATOS: → Hechicería: Habilidad para hacer que cosas sucedan, ya sean a favor o en contra de alguna persona, por medio de conjuros, hierbas y pociones. Esto incluye altos conocimientos de herbolaria que les permiten hacer también curaciones.
→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiantes cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.
► OTROS PODERES:
→ Limpieza: Permite borrar toda huella mágica, todo efecto de magia o todo lo que sea relacionado con ella, de los objetos y en ocasiones de la mente ajena y pasar desapercibido.
→ Alteración de la apariencia: La habilidad de cambiar la forma física. Los cambios son sólo temporales, duran solamente unas horas (máximo), no son permanentes.
→ Vigoris: Habilidad para insuflar energías a una persona, ya sea que esté moribunda o débil, traspasándole algo de su energía mediante un conjuro. Se requiere contacto físico y este poder no permite revivir a una persona muerta o evitar que muera si esta gravemente herida.
Es una persona viva, alegre, pasional. El vaso nunca está medio vacío, y si está medio vacío simplemente se rellena.
Dicen de ella que no conoce el miedo, está demasiado acostumbrada al peligro. Y cuando quieres proteger a los tuyos de las adversidades de la vida, no puedes permitirte sentir temor. "No te doblegues ante el enemigo", te diría, "muéstrate fuerte ante él".
No conoce límites, no los posee, se guía por impulsos. Siempre tiene que recordarse a sí misma que primero se piensa y después se actúa.
Es abierta y tolerante hasta que se invaden las libertades de los demás o se comete alguna injusticia. No es fácil de domar, controlar o manipular, sabe lo que quiere y rendirse no entra en sus planes.
Es alguien tremendamente libre, amante de las aventuras y los retos. Es bastante insensata, para qué negarlo, es algo inherente a ella. Vive prácticamente metida en problemas.
Eso de “no hay huevos” no va con ella, porque los hay, siempre los habrá.
Se podría decir que es más expresiva que una cebolla en llamas. Cabezota, orgullosa e impaciente. Su personalidad se resume en una palabra: caos.
Temeraria hasta decir basta. Y optimista hasta decir igualmente basta, porque aunque el mundo se esté hundiendo siempre habrá tiempo para hacer sonreír a alguien.
Dicen de ella que no conoce el miedo, está demasiado acostumbrada al peligro. Y cuando quieres proteger a los tuyos de las adversidades de la vida, no puedes permitirte sentir temor. "No te doblegues ante el enemigo", te diría, "muéstrate fuerte ante él".
No conoce límites, no los posee, se guía por impulsos. Siempre tiene que recordarse a sí misma que primero se piensa y después se actúa.
Es abierta y tolerante hasta que se invaden las libertades de los demás o se comete alguna injusticia. No es fácil de domar, controlar o manipular, sabe lo que quiere y rendirse no entra en sus planes.
Es alguien tremendamente libre, amante de las aventuras y los retos. Es bastante insensata, para qué negarlo, es algo inherente a ella. Vive prácticamente metida en problemas.
Eso de “no hay huevos” no va con ella, porque los hay, siempre los habrá.
Se podría decir que es más expresiva que una cebolla en llamas. Cabezota, orgullosa e impaciente. Su personalidad se resume en una palabra: caos.
Temeraria hasta decir basta. Y optimista hasta decir igualmente basta, porque aunque el mundo se esté hundiendo siempre habrá tiempo para hacer sonreír a alguien.
Hacía frío y llovía a raudales el 1 de noviembre que Erin llegó al mundo en Brujas, Bélgica. Era el día de Allerheiligen, por lo que toda la ciudad honraba a sus antepasados en los cementerios.
No había nadie para ejercer de comadrona, y el hospital más cercano quedaba a varios kilómetros, por lo que su madre dio a luz con la única ayuda de su progenitor.
Durante muchos años, la vida les fue muy bien. La joven aprendió a elaborar brebajes curativos gracias a las enseñanzas de su madre, quien le indicaba qué plantas debía recoger para elaborar las pociones, y cuáles eran venenosas o servían para hacer uso de la magia negra.
Gracias a su padre, por otra parte, aprendió a leer y a escribir, y fue él quien le inculcó ese amor por la literatura.
Vivían en un molino, y su mayor sustento era el grano que producían y vendían. Cuando Erin cumplió quince años, su madre comenzó a ejercer de curandera en el propio molino.
Y se desató el infierno.
Alguien los denunció, el miedo se impuso a la utilidad que la magia blanca podría tener para los ciudadanos. Una turba enfurecida de gente que lanzaba gritos de odio atacó el molino con antorchas y armas.
Los recuerdos de la chica se vuelven confusos entonces.
Recuerda que había una trampilla en la parte baja de la edificación que conectaba con una especie de túnel que daba al bosque. Recuerda también que había sitio para una sola persona y la refugiaron a ella.
Recuerda los gritos y los golpes, y el humo que hizo que se asfixiara y tosiera hasta creer que expulsaría los pulmones por la boca. Y así mismo, recuerda el sonido que hicieron los cuerpos de sus padres al caer, y los orbes sin vida de su madre fijos en ella a través del hueco de la madera.
Fue entonces cuando gritó.
Gateó por el suelo hasta alcanzar la puertecilla de madera que daba a la salida, mientras las llamas consumían el que había sido su hogar durante quince años.
Consiguió enderezarse cuando alcanzó el exterior y miró atrás. Lo que vio aún la sigue en sus peores pesadillas, junto a la imagen inerte de su madre.
Las lenguas de fuego calentaban su rostro y hacían que tuviera que cubrirse los ojos, pero aún así pudo verle. A él. A un muchacho quizá dos años mayor que ella, un par de cabezas más alto, que sonreía mostrando todos sus dientes mientras hacía girar una daga entre los dedos de su mano derecha.
Erin echó a correr hacia el bosque que tan bien conocía, con la esperanza de despistarle. Las ramas rasgaban sus mejillas y la lluvia se abrió paso entre los árboles llevándose con ella las lágrimas de la joven. Aún recuerda el sonido de los pasos precipitados tras ella, aquella risa, y aquella amenaza.
"Vayas donde vayas, te encontraré. No podrás huir eternamente."
Fue entonces cuando la alcanzó. Sintió un peso sobre ella y el frío metal de la daga acariciando su mejilla... Y, segundos después, la sangre derramándose por ella hasta manchar la hierba.
Su grito desgarró el aire e hizo que los pájaros levantaran el vuelo.
A duras penas pudo susurrar un conjuro que le salvaría la vida, haciendo que el muchacho volara varios metros y quedara inconsciente.
Se levantó y echó a correr, y corrió durante días.
Se alimentó de raíces y plantas, bebió agua de ríos y manantiales y cuando había perdido la cuenta de los días, más bien semanas, que llevaba vagando por el bosque, encontró un pueblo.
Había cruzado la frontera con Francia.
Decidió entonces poner rumbo a París, donde sabía que residía su tía. Era la hermana menor de su padre, una mujer de treinta y cinco años que llevaba años residiendo en la capital.
Tras varios días de travesía, llegó a la gran ciudad y comenzó a preguntar por las calles y por el mercado por su tía, Ariadna. No le fue fácil conseguir información, pues sus ropas rasgadas, la suciedad que impregnaba su cuerpo y su evidente desnutrición la hacían parecer una simple mendiga o quizá una esclava que de algún modo había conseguido escapar.
Gracias a Morgana, una anciana señora que parecía muy acaudalada se apiadó de ella y la acogió durante unos días. La aseó, le compró ropa y le indicó unas cuantas tabernas donde podía preguntar por su tía.
"En las tabernas se sabe todo", dijo. Y efectivamente, así fue.
En una de las tabernas que preguntó, encontró a su tía trabajando como cantinera. Ella no hizo preguntas, simplemente le otorgó un hogar, ropa y comida caliente; y cuidó de ella hasta que murió de tuberculosis dos años atrás. Nunca supo si realmente la reconoció como su sobrina, o simplemente se sentía muy sola y necesitaba alguien a su lado, pues nunca se casó ni tuvo hijos.
Erin comenzó a ejercer de curandera y vendedora en el mercado ambulante las frutas y verduras que cultivaba en el pequeño huerto que rodeaba la cabaña. Heredó el dinero de su tía, y también su casa.
Hoy, Orión ronronea y se frota contra las piernas de la peliblanca. Ella sonríe, se agacha y le acaricia entre las orejas. Le dedica unas cuantas palabras y se pone la capa que siempre lleva sobre sus ropas.
Oculta su cicatriz, como cada mañana antes de partir, y coge la enorme cesta que descansa junto a la puerta.
Amanece en París, y el mercado ambulante vuelve a abrir sus puestos...
No había nadie para ejercer de comadrona, y el hospital más cercano quedaba a varios kilómetros, por lo que su madre dio a luz con la única ayuda de su progenitor.
Durante muchos años, la vida les fue muy bien. La joven aprendió a elaborar brebajes curativos gracias a las enseñanzas de su madre, quien le indicaba qué plantas debía recoger para elaborar las pociones, y cuáles eran venenosas o servían para hacer uso de la magia negra.
Gracias a su padre, por otra parte, aprendió a leer y a escribir, y fue él quien le inculcó ese amor por la literatura.
Vivían en un molino, y su mayor sustento era el grano que producían y vendían. Cuando Erin cumplió quince años, su madre comenzó a ejercer de curandera en el propio molino.
Y se desató el infierno.
Alguien los denunció, el miedo se impuso a la utilidad que la magia blanca podría tener para los ciudadanos. Una turba enfurecida de gente que lanzaba gritos de odio atacó el molino con antorchas y armas.
Los recuerdos de la chica se vuelven confusos entonces.
Recuerda que había una trampilla en la parte baja de la edificación que conectaba con una especie de túnel que daba al bosque. Recuerda también que había sitio para una sola persona y la refugiaron a ella.
Recuerda los gritos y los golpes, y el humo que hizo que se asfixiara y tosiera hasta creer que expulsaría los pulmones por la boca. Y así mismo, recuerda el sonido que hicieron los cuerpos de sus padres al caer, y los orbes sin vida de su madre fijos en ella a través del hueco de la madera.
Fue entonces cuando gritó.
Gateó por el suelo hasta alcanzar la puertecilla de madera que daba a la salida, mientras las llamas consumían el que había sido su hogar durante quince años.
Consiguió enderezarse cuando alcanzó el exterior y miró atrás. Lo que vio aún la sigue en sus peores pesadillas, junto a la imagen inerte de su madre.
Las lenguas de fuego calentaban su rostro y hacían que tuviera que cubrirse los ojos, pero aún así pudo verle. A él. A un muchacho quizá dos años mayor que ella, un par de cabezas más alto, que sonreía mostrando todos sus dientes mientras hacía girar una daga entre los dedos de su mano derecha.
Erin echó a correr hacia el bosque que tan bien conocía, con la esperanza de despistarle. Las ramas rasgaban sus mejillas y la lluvia se abrió paso entre los árboles llevándose con ella las lágrimas de la joven. Aún recuerda el sonido de los pasos precipitados tras ella, aquella risa, y aquella amenaza.
"Vayas donde vayas, te encontraré. No podrás huir eternamente."
Fue entonces cuando la alcanzó. Sintió un peso sobre ella y el frío metal de la daga acariciando su mejilla... Y, segundos después, la sangre derramándose por ella hasta manchar la hierba.
Su grito desgarró el aire e hizo que los pájaros levantaran el vuelo.
A duras penas pudo susurrar un conjuro que le salvaría la vida, haciendo que el muchacho volara varios metros y quedara inconsciente.
Se levantó y echó a correr, y corrió durante días.
Se alimentó de raíces y plantas, bebió agua de ríos y manantiales y cuando había perdido la cuenta de los días, más bien semanas, que llevaba vagando por el bosque, encontró un pueblo.
Había cruzado la frontera con Francia.
Decidió entonces poner rumbo a París, donde sabía que residía su tía. Era la hermana menor de su padre, una mujer de treinta y cinco años que llevaba años residiendo en la capital.
Tras varios días de travesía, llegó a la gran ciudad y comenzó a preguntar por las calles y por el mercado por su tía, Ariadna. No le fue fácil conseguir información, pues sus ropas rasgadas, la suciedad que impregnaba su cuerpo y su evidente desnutrición la hacían parecer una simple mendiga o quizá una esclava que de algún modo había conseguido escapar.
Gracias a Morgana, una anciana señora que parecía muy acaudalada se apiadó de ella y la acogió durante unos días. La aseó, le compró ropa y le indicó unas cuantas tabernas donde podía preguntar por su tía.
"En las tabernas se sabe todo", dijo. Y efectivamente, así fue.
En una de las tabernas que preguntó, encontró a su tía trabajando como cantinera. Ella no hizo preguntas, simplemente le otorgó un hogar, ropa y comida caliente; y cuidó de ella hasta que murió de tuberculosis dos años atrás. Nunca supo si realmente la reconoció como su sobrina, o simplemente se sentía muy sola y necesitaba alguien a su lado, pues nunca se casó ni tuvo hijos.
Erin comenzó a ejercer de curandera y vendedora en el mercado ambulante las frutas y verduras que cultivaba en el pequeño huerto que rodeaba la cabaña. Heredó el dinero de su tía, y también su casa.
Hoy, Orión ronronea y se frota contra las piernas de la peliblanca. Ella sonríe, se agacha y le acaricia entre las orejas. Le dedica unas cuantas palabras y se pone la capa que siempre lleva sobre sus ropas.
Oculta su cicatriz, como cada mañana antes de partir, y coge la enorme cesta que descansa junto a la puerta.
Amanece en París, y el mercado ambulante vuelve a abrir sus puestos...
× Hace uso de la magia blanca, y detesta a quienes utilizan la magia negra. Le parece deleznable usar la magia para dañar.
× A Erin se le conquista mediante la cerveza. Una taberna, una conversación amena y una cerveza bien fría, y te habrás ganado su amistad.
× Oculta la cicatriz de su pómulo izquierdo con magia cada vez que sale a la calle, pues le repugna.
× Su lugar favorito de todo París son los jardines y bosques que rodean la ciudad. Suele hacer incursiones en busca de plantas que le ayuden a crear brebajes medicinales.
× Es una amante acérrima de los animales. De hecho, es vegetariana.
× Tiene un gato llamado Orión, llamado así debido a su pasión por la astronomía.
× Vive a las afueras, en una pequeña y acogedora cabaña.
× Sus padres, hechiceros también, se llamaban Brianna y Thomas.
× Su tía, quien la cuidó hasta que Erin cumplió la veintena, se llamaba Ariadna.
× Ama la literatura, sobre todo las novelas.
× A Erin se le conquista mediante la cerveza. Una taberna, una conversación amena y una cerveza bien fría, y te habrás ganado su amistad.
× Oculta la cicatriz de su pómulo izquierdo con magia cada vez que sale a la calle, pues le repugna.
× Su lugar favorito de todo París son los jardines y bosques que rodean la ciudad. Suele hacer incursiones en busca de plantas que le ayuden a crear brebajes medicinales.
× Es una amante acérrima de los animales. De hecho, es vegetariana.
× Tiene un gato llamado Orión, llamado así debido a su pasión por la astronomía.
× Vive a las afueras, en una pequeña y acogedora cabaña.
× Sus padres, hechiceros también, se llamaban Brianna y Thomas.
× Su tía, quien la cuidó hasta que Erin cumplió la veintena, se llamaba Ariadna.
× Ama la literatura, sobre todo las novelas.
Última edición por Erin O'Callaghan el Jue Ago 02, 2018 7:49 am, editado 1 vez
Erin O'Callaghan- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 9
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Re: Erin O'Callaghan || ID
por Bárbara Destutt de Tracy Jue Ago 02, 2018 7:47 am
OBSERVACIONES
favor de corregir
TU FICHA ESTÁ CORRECTA, SIN EMBARGO, "JANE EYRE" NO SE PUBLICÓ HASTA 1847, POR LO QUE ES NECESARIO QUE QUITES ESA PARTE DE TUS DATOS EXTRA.
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Bárbara Destutt de Tracy- Humano Clase Alta
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Re: Erin O'Callaghan || ID
por Erin O'Callaghan Jue Ago 02, 2018 7:50 am
Ups, ¡fallo gordo!
Ya está quitado, gracias por la observación <3
Ya está quitado, gracias por la observación <3
Erin O'Callaghan- Hechicero Clase Media
- Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 28/07/2018
Re: Erin O'Callaghan || ID
por Bárbara Destutt de Tracy Vie Ago 03, 2018 6:50 am
OBSERVACIONES
favor de corregir
RECIÉN ME PERCATO DE QUE NO HICISTE EFECTIVOS TUS REGISTROS, YA QUE DEJASTE TODOS RESERVADOS. UNA VEZ QUE PASES A REGISTRAR TU NOMBRE, APELLIDO Y AVATAR, AVISÁ ACÁ MISMO PARA PASAR A APROBAR TU FICHA.
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Bárbara Destutt de Tracy- Humano Clase Alta
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Erin O'Callaghan- Hechicero Clase Media
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Re: Erin O'Callaghan || ID
por Administración Vie Ago 03, 2018 11:45 pm
FICHA APROBADA
bienvenido/a a victorian vampires
¡ENHORABUENA! YA ERES PARTE DE VICTORIAN VAMPIRES Y TE DAMOS LA MÁS CORDIAL BIENVENIDA.
ANTES DE HACER CUALQUIER OTRA COSA, TE INVITO A LEER LAS NORMAS QUE TENEMOS EN EL FORO PARA QUE ESTÉS BIEN ENTERADO/A DE CÓMO MANEJAMOS TODO EN ESTE SITIO Y ASÍ EVITARTE FUTUROS MALOS ENTENDIDOS. A CONTINUACIÓN TE DEJO LOS LINKS MÁS IMPORTANTES PARA QUE PUEDAS CONOCER LA INFORMACIÓN, Y SI DESPUÉS DE LEER SIGUES TENIENDO ALGUNA DUDA, PUEDES CONTACTARME A MÍ O A OTRO DE LOS ADMINISTRADORES; ESTAMOS PARA SERVIRTE.
¡QUE TE DIVIERTAS!
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