Regreso al futuro (privado, varias brujas)

por **Alex Montgomery** Dom Ago 19, 2018 2:33 pm

En su cabeza resonaba la sintonía de la película que hizo tan famoso a Michael J.Fox, recordaba como de pequeño el Delorean le pareció lo más, Doc un extravagante genio loco y Marty McFly el chaval con suerte que todos querían ser.

Regreso al futuro:

Y ahora se encontraba allí, atrapado en 1800 entre hombres con sombreros de copa, mujeres con polisón y guantes de encaje, caballos en lugar de coches y sin móviles ni internet. Lo que más echaba de menos sin duda era a Grace, su Barret M82, un fusil de alta potencia SASR (francotirador) llamado también "cincuenta liegro" cuyo disparo record alcanzó el objetivo a 2.5 km. Podía abatir hasta un carro de combate, por su calibre 50, lo había utilizado todos esos años en las fuerzas especiales y se había convertido en su compañera, en la artífice de sus mayores logros y por las que había sido condecorado.

Grace:

Pero Alex Montgomery se caracterizaba por su capacidad de adaptación al medio, por su calma y su templanza; debía permanecer frío, trazar planes y ejecutarlos. Si quería salir de allí, no sería por medio de la tecnología, no había dónde comprar un colisionador de hadrones en el mercado negro. Pero había descubierto que existían los seres sobrenaturales y entre ellos las brujas, algunas de ellas con inmensos poderes que quizás incluyesen viajes en el tiempo.

Sus pasos lo encaminaron a aquella vetusta mansión, donde la bruja Paine residía y por lo que decían las malas lenguas, ya había viajado al futuro. Le propondría un trato, sabía que ella se relacionaba con un vampiro que estaba en el punto de mira de los Black, y también él tenía a alguien "secuestrado" por ellos, así que podrían aunar objetivos y quizás obtener todos lo que querían. Él podía incrustar una bala de plata, madera o lo que fuera donde le viniese en gana, sólo tenía que recibir un pago a cambio.

Llamó al timbre esperando que alguien abriese la puerta, el ambiente era pesado, como si algo en esa mansión le drenase la energía, lo que el viajero no sabía es que estaba todo rodeado de entes protectores conjurados por la bruja.

por **Gaïa Goncourt** Mar Ago 21, 2018 6:02 am

“Esta es tu vida, está aquí. Parpadea y te la perderás”

El paso de su estancia en París le llevó a vivir ciertos momentos de incertidumbre, era consciente de que seguían sus pasos, señalada y juzgado su apellido por “brujería”. Medía cada paso, alejándose de lo verdaderamente perjudicial, ser pillada infraganti haciendo uso de la magia sería su condena…por ello, en cuanto sus poderes comenzaron a aflorar descontrolados, se alejó de su hogar para asentarse en un lugar diferente en donde encontrar quién le ayudase. Necesitaba ayuda urgente.

Tuvo suerte, en la ciudad parisina podías encontrar lo que deseases si sabías dónde buscar y a quién preguntar sin levantar sospechas, le costó gran parte de sus remedios y francos pero dio con el nombre en cuestión, el de varias mujeres que como ella, poseían el don de la brujería. No fue fácil confiar, desde pequeña la confianza era algo con lo que vivía tal como respirar, nunca tuvo ni siquiera amigos sólo hermanos más mayores quién le imponían hasta de qué debía o no alimentarse.

En ese lugar se sentía libre, podía ser ella misma y ese sentimiento era aún más extraño. Ser parte de algo, contar con sus poderes aún descontrolados y acogerla como una más. Se encontraba en una de las habitaciones, intentaba hacerse con un campo de energía de más capacidad, apenas un metro de distancia de su propio cuerpo. Trabajó en eso durante toda esta semana, le costaría más pero no era imposible, siempre creyó que fue algo inexplicable de lo que no había solución pero ¡cuán equivocada estaba!. El sonido de la puerta, la hizo volver en sí de golpe, asustándola.

-¡La puerta! -murmullos y pasos pero nadie parecía abrir la puerta ¿y si era uno de esos…? El hechizo los reconocería, quién venía con ciertas intenciones la barrera invisible no dejaría pasar. Bajó por las escaleras todo lo deprisa que pudo, mirando por la mirilla, su ojos azul cielo se abrió de golpe ante tal visión. -Seguro se ha tenido que equivocar -murmuró por lo bajo, solo las de la casa la oirían…a veces hablaba sola pero se había acostumbrado con el paso de los años -Es demasiado guapo ¡seguro que viene a por…! Vale, intentaré no hacerme ideas equivocadas pero… sabeis… ¿quién es? -no se quitaba de en medio, aunque eso no impedía a las demás verle tras la puerta.

Reacción:

por **Aletheia Brutus** Jue Ago 23, 2018 8:13 am

Su vida había cambiado demasiado en el último año, pero no cambiaría la situación en la que se hallaba. En una casa que, si bien no era tan lujosa como la de su infancia, sí era más que suficiente para albergar a su familia y tenían opciones a ampliar sus estancias con posterioridad.
Con un marido, algo que no esperaba encontrar una vez cumplidos los treinta. Se había resignado a quedarse solterona, a ser la tía que malcriara a los hijos de sus hermanos, a no sentir jamás la felicidad de la maternidad. Hasta que se le había atravesado un pirata en el camino.
Y con Viktor, el mayor regalo que pudiera haberle hecho la vida hasta ese instante. Había nacido hacía unos meses y era la criatura más maravillosa del mundo a ojos de su madre.

Había dejado al bebé a cargo de su padre. O tal vez lo correcto sería decir que lo había dejado bajo el atento cuidado de otra de las mujeres de la manada y que su padre pululaba por allí, sin saber muy bien qué hacer con algo tan frágil y tan pequeño. Pero ella necesitaba un respiro y había quedado en visitar a Elora.

Se había ataviado con un vestido sencillo, con la falda azul y la camisa blanca, se había recogido la melena porque le daba mucho calor, aunque algunos rizos rebeldes escapaban de las horquillas.
Llevaba una cesta de mimbre pequeña con algunos dulces caseros. Sabía que no eran necesarios para visitar a aquella mujer que, además de ser la hija de su marido (no le gustaba eso de hijastra-madrastra), se había convertido en su amiga, su confidente, como su hermana, unidas por la magia en lugar de por la sangre.

Al llegar a la mansión, sintió el escalofrío que la recorría siempre al atravesar las protecciones que había establecido Elora, a pesar de que tenía pleno acceso a través de ellas. Avanzó hasta la puerta y llamó, sin saber que no era la primera visita aquella tarde.

por **Elora Paine** Jue Ago 23, 2018 10:47 am

Gaïa había llamado a la puerta de la bruja Paine unos meses antes, pidiéndole el favor de que la enseñase a dominar su magia. La reacción de Elora fue de alzar una ceja y pensar que se estaba riendo de ella, pero poco a poco la rubia fue demostrando que quería absorber los conocimientos aunque Elora fuera una pésima maestra.

Aletheia tenía más mano con esas cosas y como echaba de menos ejercer la magia, la convenció para que enseñara a Gaïa lo que ella no podía, la paciencia no era la mejor virtud de Elora. Y de paso pasaban tardes juntas, se iban al mercado a por ingredientes e incluso los niños (Arya y Viktor) pasaban algo de tiempo juntos, aunque eran muy bebés aún para entenderlo.

El caso es que es atarde habían quedado para merendar, pasar la tarde practicando magia y hacer cosas de brujas, cuando le llegó el recado de que un extraño se había plantado en la puerta preguntando por la bruja Paine. Gaïa lo había visto por la mirilla y Elora enarcó una ceja, era sólo un hombre, esa bruja necesitaba un polvo ya, las hormonas la tenían loca.

Jana, su criada de confianza hizo pasar al señor Montgomery (así se presentó) al salón de las visitas, mientras la bruja rubia iba al encuentro de Elora a decirle lo que ya era obvio: que era un extraño y era muy guapo.

Entró en el comedor y le tendió la mano que apretó con fuerza, Elora era poca cosa pero su nervio la delataba, siempre firme, inquieta y tensa como un perro de caza.

— ¿Que puedo hacer por usted? soy Elora Paine. Ella es mi amiga Gaïa.

El francotirador saludó a ambas mujeres con una sonrisa contenida, estrechó la mano de la bruja y como Gaïa le dio la suya de forma más delicada, besó su dorso. Eso no se hacía en el siglo XXI, pero él se mimetizaba y se infiltraba en donde le requerían adoptando las maneras y lenguajes del lugar.

por **Alex Montgomery** Jue Ago 23, 2018 11:01 am

No esperaba que esa bruja que le habian dicho que eran tan poderosa fuera una mujer bajita, delgada y oscura. En su cabeza había imaginado una mujer mayor, sabia, surcada por arrugas, de ojos limpios y alguna verruga en la nariz. pero no, aquellas dos mujeres eran jóvenes y parecían de alta clase.

Había aprendido en aquel tiempo perdido en el siglo diecinueve que las apariencias engañaban y mucho. Carraspeó y tomó asiento donde le indicaron, mientras las dos mujeres se sentaban en un sofá en frente de él y la criada servía tazas de humeante té, pues sólo erabn las 4 de la tarde. Le ofreció un licor por cortesía, pero Monty rehusó con educación, no tomaba nada a no ser que no estuviera completamente seguro de que no necesitaría sus sentidos al 100%.

— Pues verá, lo que me trae aquí es que preciso un asunto peculiar, me han dicho que usted puede hacerlo, es algo delicado.— miró a Gaïa y Elora se dio cuenta de que estaba hablando de algo de magia.

— Ah, descuide, puede hablar delante de ella, es de confianza.

— Pues...preciso de un conjuro o lo que sea necesario para viajar en el tiempo al futuro. Sé que lo que le pido debe ser difícil, tan sólo acordemos un precio.

En ese momento una tercera mujer se unió a la conversación en el salón, entre ellas se saludaron con efusividad y al parecer eran todas muy íntimas y de confianza. Supuso que serían las tres hechiceras.

por **Gaïa Goncourt** Jue Ago 23, 2018 5:09 pm

La visita de Aletheia alegró la tarde de verano, una tarde ajetreada en la casa de Elora quien no parecía dejar de recibir visitas. Gaïa seguía intrigada por el desconocido ¿quién sería? Su aura tenía un color extraño, matices grises pero brillaba, no dijo nada al respecto...sólo observaba las presentaciones, recibiendo a la bruja con una amplia sonrisa junto con un ligero rubor en sus mejillas tras el contacto del hombre.

-Al futuro -parpadeó dirigiéndose a la cocina para servir un té de especias a las demás brujas y así acompañar a los dulces que Aletheia había traído ¡esa mujer cocinaba como los ángeles! Aspiró el aroma de la cesta de mimbre al ser destapada y colocó los pastelitos en un plato con una servilleta de paño.

Las palabras del señor Montgomery seguían volando por su cabeza ¿quería viajar al futuro? Y se imaginó cómo sería, siendo incapaz de ver más allá que un muro enorme. Dispuso el té mientras los demás hablaban sobre el tema, Elora había realizado viajes en el tiempo, para Gaïa tachaba de peligroso viajar...pero al pasado, tocar o cambiar cualquier cosa...y terminar en caos.

Con la taza en la mano, observó curiosa al desconocido...¿para qué querría conocerlo? Tantas preguntas que no dijo en voz alta, cuando se trataba de algo tan serio como ciertos temas, intentaba retraerse y no parecer una loca histérica.

-¿Por qué al futuro? Y no al pasado -eso no lo pudo reprimir, quería conocer la respuesta... los viajes con magia casi siempre eran a una vida pasada ¿quién querría conocer su sino? En ese futuro, seguramente...estarían muertas.

por **Aletheia Brutus** Vie Ago 24, 2018 7:22 am

No conocía a aquel hombre, pero actuó con normalidad. Estaba más que habituada a las reuniones de protocolo en las que mantener conversaciones banales con desconocidos. Se presentó como Aletheia Paine. A pesar de que su boda había sido un despropósito y había acabado como el rosario de la aurora, su padre había hecho valer su buena posición y las relaciones establecidas a lo largo de los años y había conseguido los documentos oficiales que la convertían en una mujer casada y a su hijo en legítimo.

-¿Viajar al futuro? ¿Cuánto tiempo exactamente?

Porque ella sentía curiosidad por conocer lo que iba a venir o al menos una de las posibles opciones en que desembocaría el destino, pero no quería saber el futuro inmediato, no quería saber su futuro. Prefería ver algo que ocurriera cuando ya no quedara nadie que ella pudiera reconocer.

-La magia necesaria para un conjuro así es mucha y peligrosa. Imagino que tiene un poderoso motivo para pedir algo como eso, a cualquier precio. -Se volvió hacia Elora-. En la Logia hay varios tomos al respecto y creo recordar haber leído algunos pasajes hace algún tiempo. Sabes que, si te decides a hacerlo, cuentas conmigo. Tu padre va a poner el grito en el cielo, pero bueno, ya lidiaré con él después.

por **Elora Paine** Lun Sep 03, 2018 6:06 am

La bruja oscura se acomodó en el silló sujetando su taza de té, bebiéndola a sorbos. Hacía tiempo que su vida se hallaba algo vacía desde las marcha de Xar, se había dedicado a "trabajar", si es que la magia se podía considerar un trabajo. Canalizar su frustración, su pesar y su rabia en cosas productivas la estaba haciendo crecer a nivel de conocimientos y fama. La bruja Paine ya sonaba en ciertos círculos de poder, pero ella se negaba a formar parte de camarillas, grupitos o asociaciones, siempre fue por libre y así seguiría.

Descansó la taza en el platillo y miró a Aletheia, su pepito grillo particular. Esa mujer había conseguido doblegar a su padre, no había magia que consiguiera eso, por tanto tenía todo su respeto, pero en este caso sabía lo que hacía.

— no es necesario, tengo las copias de esos tomos en mi biblioteca, los robé...hum... pedí prestados cuando Stein nos amargaba la vida.— Miró a Gaïa, desconocía si ella sabía de sus peripecias de antaño.— Creo que el señor Montgomery ha venido porque alguien le debe haber contado que ya utilicé el hechizo Temporis varias veces hace años.

El hombre asintió. Ciertamente era un hechizo peligroso, la primera vez le salió mal y casi no vuelven, la segunda sí acertó con el tiempo y el lugar. Jugar con esos planos era algo muy complejo y el más leve fallo podía causar tremendas consecuencias.

— Yo no tengo nada mejor que hacer, salvo enfrentarme a demonios y vampiros que seguro que vendrán a cobrarse las deudas que tengo con ellos, pero eso es otro tema... no trabajo gratis. ¿Qué me puede ofrecer a cambio?

por **Alex Montgomery** Lun Sep 03, 2018 6:20 am

De las tres brujas, la Paine parecía la más peligrosa, su instinto le alertaba cada vez que la veía moverse o hablar. Quizás no tuviera dones sobrenaturales pero era muy intuitivo y esa mujer parecía poderosa y de armas tomar, dispuesta a hacer lo que fuera con tal de salvar el pellejo...en eso no era tan distinto de él mismo, él no tenía códgos de honor. Arlington estaba lleno de lápidas de soldados honorables.

Se removió levemente en su asiento clavando su fría mirada en los ojos oscuros de la bruja que le preguntaba acerca del pago. Bien, entraban en la fase de negociación. Dejó los formalismos a un lado y directamente la tuteó.

— Una bala de madera, plata o lo que se necesite para matar a quien quieras. Nunca fallo. Quiero regresar a 2018, porque yo nací en 1989.— miró a Gaïa, que había preguntado por qué no al pasado. Ahí estaba su respuesta.— Soy marine de las fuerzas especiales, francotirador de élite, condecorado en la guerra de Afganistán por el mayor número de enemigos abatidos en campaña. Necesito volver y no hacerlo solo, alguien a quien quiero la tienen retenida en este tiempo. Un viaje para dos al futuro, tú señala con el dedo a quien quien quieras que desaparezca y lo haré.

El precio era justo, Alex Montgomery no había fallado un disparo desde hacía más de diez años cuando estaba en la academia, no preguntaría el motivo ni haría comentarios nin valoraciones, sólo eliminaría el objetivo y todos contentos. La bruja estaba en medio de varios frentes como había dicho, con el inquisidor Darkblade amenazando a Sirius, los Black amenazando a Varinaël, los cazadores eliminando vampiros sin tregua...muchas balas que cuadrar.

por **Gaïa Goncourt** Jue Sep 06, 2018 8:31 am

Oía en completo silencio (por poco tiempo pues imposible permanecer callada), aprendía de los demás por la forma de moverse, la forma en la que se comunicaban pero sobre todo en la mirada. El aura de ese hombre no podía descrifrarla con absoluta claridad, un humano corriente…sí pero ¿por qué tenía la sensación de que se le escapaba algo?. Curiosa, miró alternativamente a los presentes, Aletheia desde que la conoció, le transmitía sensación de paz y le parecía una gran mujer, sabia y luchadora.

No pudo evitar reír por lo bajo al conocer el secreto de Elora y tomar prestadas las cosas, no la juzgó, no solía hacerlo e incluso le pareció de lo más divertido. La risa se detuvo, se le atragantaron las palabras cuando el secreto del guapísimo desconocido salió a la luz. El hechizo Temporis era muy complicado, silbó por lo bajo un tema muy delicado pero oírle hablar de su tiempo le animó a acercarse aún más , no debía pero… la curiosidad le pudo.

-Su magia es muy poderosa señor Montgomery así que no falla ni un tiro, tampoco hace falta que use ningún tipo de arma.. tiene los ojos azules -susurró por lo bajo, negando con la cabeza…menos mal que no lo dijo en alto -Su oferta no es muy generosa… ¿no creeis? No miente las miradas, era una experta en leerlas por muy hermoso que tuviese los ojos, leyó determinación y confianza -¿Cómo es el futuro? Quiero decir, tu tiempo… y si estás en el 1808 ¿qué clase de magia usaste? Se supone que es imposible viajar en el tiempo sin magia…a no ser alguna especie de aparato extraño de esos que explosionan -se mordió el labio inferior, estaba diciendo tonterías o quizás no… no le faltaba razón. -Quiero ver ese futuro ¡vamos! -

Animó a las dos…pero no estaba segura si aceptarían, Elora ya había bajado antes y una tercera…sería arriesgado.

-Va a salir bien, Aletheia viene y yo…bueno, intentaré no dar mucho la lata y me controlaré más que nunca -las animó de algún modo pero…no estaba segura si aceptarían.

por **Aletheia Brutus** Sáb Sep 08, 2018 6:23 pm

Le hizo gracia que consideraran su presencia como una garantía de éxito y seguridad. Ja. Ella, que iba de problema en problema desde que había conocido a Leif…
Pero no dijo nada al respecto. Después de todo, en la mayoría de ocasiones sí que terminaba siendo la voz de la razón. Se había acostumbrado a ello a base de convivir con el pirata.

El futuro… Al menos era un salto lo bastante grande como para sentirse segura. Ella también tenía curiosidad por conocer ese tiempo, por saber cómo se comportaría la gente, como vestiría, cómo serían las ciudades…

-Bien, si vamos a hacerlo… creo que necesitaríamos que un poco de información básica. Tampoco nos conviene llamar demasiado la atención en un tiempo donde es probable que tengamos las de perder, pues no es nuestro entorno. ¿Qué puede decirnos, señor Montgomery? ¿Qué nos encontraremos en ese dos mil dieciocho suyo?

por **Alex Montgomery** Jue Sep 13, 2018 3:49 pm

El francotirador las miró algo perplejo, ¿quizás no se había explicado bien? no quería irse al futuro con ellas, sino con Isa, a las brujas no las necesitaba para nada. Meditó un instante sus palabras antes de soltarlas.

— Disculpad, pero no sabía que fuera necesario viajar...todos. Yo me refería a que nos mandáseis a nosotros.

Vale, quizás aquello no era como entrar en una agencia de viajes y comprar dos billetes de avión, pero no esperaba que ellas también quisieran ir. Igualmente no era el mal mayor, eso podría manejarlo, el problema iba a ser sacar a Isa de las garras de los Black y el precio que la bruja Paine le pidiera.

— El 2018 es...alucinante si lo comparamos con esto. El mundo es pequeño, ya no quedan lugares sin misterio. Todo el mundo tiene internet que es una red invisible que nos conecta y permite mandar dinero, una carta, tu voz o tu imagen a alguien que está en China, en tiempo real. No es magia es tecnología. La gente no enferma de muchos males frecuentes porque existen las vacunas, el hombre ha llegado a la luna y ahora exploramos Marte.

Conforme hablaba los ojos de las mujeres iban tornándose una mezcla de asombro e incredulidad.

por **Elora Paine** Miér Sep 26, 2018 1:34 pm

Elora era la menos sorprendida, ella ya había viajado en el tiempo y sabía cómo se sentía. Desmaterializarte y atravesar la dimensión temporal te dejaba hecha una mierda, ella vomitó varias veces y tardó un buen rato en empezar a ser persona.

Pero el 2018 pintaba bien, curioso, al parecer el mundo había evolucionado y la gente no era tan miserable como en 1800.

—Para enviarte a un lugar que no conocemos necesitamos verlo, esto no es tan fácil como chasquear los dedos y aparecer en donde quieres. Las otras veces que ejecuté el hechizo Temporis, los resultados fueron aleatorios, hasta que comprendí que no puedo atravesar el tiempo a mi antojo, a veces falla. Si te mando solo y apareces en el siglo dos antes de Cristo... a ver cómo te las apañas para volver. Vamos juntos y volvemos sólo las brujas ¿comprendes? no tengo intención de quedarme en 2018, aquí me aguardan obligaciones.

La bruja se removió en el asiento. ¿Una bala del material que quisiera? eso era tentador, tenía muchos enemigos. Podía pedirla para Indigo, para Assur Black, para el Inquisidor Darkblade... muchos candidatos.

—Deja que piense para quién quiero esa bala. Pero el cobro será por adelantado, evidentemente si te mando al futuro no podremos cobrar. Iremos juntos, cogerás lo que necesites de tu tiempo, veremos dónde nos lleva el conjuro y regresaremos a por tu amiga, en el segundo viaje sólo nosotras volveras. ¿Hay trato?

por **Gaïa Goncourt** Dom Sep 30, 2018 4:50 pm

Desde que aquel hombre cruzó el umbral, supo desde el primer segundo que acabaría revolucionándolo todo (a ella la primera), inevitable desviar la mirada de él mientras hablaba. La única con experiencia en el hechizo Temporis era la señorita Paine, Elora había salido ilesa de dos viajes en el tiempo y ¡diablos! La curiosidad le impedía pensar en los contratiempos, problemas o su propio bienestar, ser parte de algo tan importante de una gran aventura y nada más y menos que del futuro.

El 2018 no podía sonar mejor de los labios del recién llegado, un tiempo diferente, otro siglo y la oferta era simplemente irrechazable. Intentó controlarse y no ser tan expresiva, no decir más palabras de las necesarias pero ¡estaba tan entusiasmada con la idea que no podía pensar en otra cosa!. Sonaba bien el futuro y lo mejor es que estaba preparada para iniciar el viaje con las otras dos brujas, aprender de esa experiencia sí que no tenía precio, todo dependía de si aceptaban las condiciones por ambas partes y pareció ser que sí, no pudo evitar dar pequeños saltitos en el sitio y un grito de júbilo totalmente inconsciente, al sentirse observada se sonrojó hasta la raíz del cabello y junto con una sonrisa breve dedicó una reverencia para retirarse.

Los días pasaron, lo que para madre tierra creía sería fácil, la preparación le llevaba todo el santo día, apenas se acordaba de comer. La concentración y el control de sí misma sería el punto de inicio, sin olvidar las emociones y ese hombre se interponía en su cabeza como si lo hubiesen tatuado con tinta. Sentada en forma india en el suelo, las manos en las rodillas, tomó aire y lo soltó despacio, necesitaría todo su poder para que el viaje fuese simplemente perfecto sin contratiempos…y él seguía allí, su voz y una promesa que no tenía que cumplir: aseguraba que el futuro era simplemente increíble.

- Al final la bala me la tendrían que sacar a mí de la cabeza ¡sal de mi cabeza! -ella y su manía de hablar sola, oyó unos pasos y lo agradeció, se asomó por la puerta no sabía cuándo se iniciaría el viaje pero si antes consideraba que estaba preparada…ahora sí que estaba completamente segura -¿Y qué comerán en 2018? Eso no le preguntamos…ya, no es tan importante que nos señale un punto exacto en el mapa, aparecer sin más allí en medio de vete a saber dónde y lo que nos pase…estoy hablando demasiado ¿Verdad? Pero …es que me apetece mucho, aprender esta experiencia y vivirla…además será nuestro caballero de blanca armadura ¿no es así? -rió por lo bajo, volvió a desconcentrarse…no tenía remedio.

por **Alex Montgomery** Mar Oct 09, 2018 5:54 am

El día convenido llegó y el francotirador llamó a la puerta de la mansión Paine, tenían que hacer un viaje todos para regresar todos. Con el destino claro no habría fallos el día que Monty quisiera llevarse a Isa de vuelta a su tiempo. También era una forma de practicar la magia, sobre todo para Aletheia y Gaïa, ninguna de las cuales tenían el veneno de la nigromancia corriendo por sus venas.

"Lo que daría por un capuccino de Starbucks" pensó el soldado mientras oprimía el timbre y la puerta se abría frente a él. Y calzoncillos de microfibra. Porque la moda victoriana picaba que no veas, ahora entendía la importancia del invento del plástico y las fibras sintéticas. Por si las moscas no había desayunado, le habían avisado que el viaje en el tiempo te dejaba hecho mierda y mareado, así que podría aguantar con unos pocos frutos secos.

—Señoras...

Saludó al entrar. Elora se había colocado unos pantalones de montar, botas y camisa, los vestidos pomposos podían enredarse y entorpecer la marcha, pero eso no se lo había dicho a Aletheia ni a Gaïa, por descuido, y no podía prestarles ropa, les quedaría muy pequeña ya que la bruja era menuda.

—¿Algo más que deba saber antes de esta locura?

Para ellas sería un choque enorme, pues el mundo había cambiado mucho en dos siglos, el imperio del metal, la electricidad e internet había modificado todo, las costumbres, las modas, la medicina, la tecnología... no tenía comparación con lo que el soldado había vivido esos meses en 1800, todo era más fácil en el siglo XXI.

por **Aletheia Brutus** Jue Oct 18, 2018 4:24 am

Aletheia sonrió ante esa pregunta. Tal vez debería advertirle que si algo le ocurria a alguna de ellas, no habría descanso posible para él, porque si hieres a un Paine, debes temerlos a todos y, si alguna de ellas no regresaba sana y salva, ni mil años de distancia evitarían la venganza de los Paine. Generación tras generación, heredarían la tarea de dar con él y hacérselo pagar, así que los Paine que vivieran en su tiempo, si es que había alguno, le perseguirían hasta cazarle.

Pero no lo dijo en voz alta, nunca le había gustado amenazar y prefería dejar esas bravuconadas para Leif, que siempre quedaban mejor con la voz del capitán.

-Por mí podemos irnos. No es que tenga una agenda apretada, pero cuanto antes vayamos, antes volveremos y menos desastre tendré yo que arreglar a la vuelta.

En realidad le daba más miedo lo que pudiera encontrar a la vuelta que a la ida. El futuro era desconocido, sí, pero ella era una mujer de recursos, o eso pensaba. Mientras que dejar el bosque, la casa y la manada bajo el mando de un Leif cabreado porque ella hubiera desaparecido… Eso sí que podía ser un verdadero desastre.

Con un gesto amable, dirigido hacia Elora, le indicó que ella estaba lista para empezar. En aquellos años en los que había vuelto a usar su magia a diario y a desarrollarla otra vez, había crecido su poder hasta acercarse a su potencial. Aletheia Paine era de nuevo una hechicera en toda la extensión de la palabra.

por **Gaïa Goncourt** Miér Oct 24, 2018 2:32 am

Un nudo en el estómago se le había formado desde que el señor Montgomery entró en la casa de Elora alegando el viaje al futuro, el nudo no era por el atractivo del hombre (que también) más que eso, realizar en conjunto con la señora Paine y Elora el hechizo de Temporis. Era complejo pero no imposible, en todo este tiempo había estado controlando sus poderes y emociones, lo segundo le costó más que su don pero al final se sentía más que preparada.

Los nervios del viaje, nada comparado con ir a caballo o en carruaje, apenas le dio hambre estos días. Ni cenó, menos desayunó por la mañana temprano, eso iba a ser un problema pues en cuanto pisase tierra futura su apetito vendría de golpe y arrasaría con lo que pillase, algunas cosas no se podían controlar.

En completo silencio, ataviada con un vestido sencillo de color azul oscuro, se reunió con los demás en el lugar acordado. Sólo les dedicó una sonrisa como saludo, ni siquiera le salían las palabras y antes de decir cualquier barbaridad y el señor Montgomery pensaba que estaba aún más loca, prefería mantenerse en silencio.

Conocer un tiempo desconocido y futuro no era algo que hacía todos los días, ¿qué podía salir mal? Mejor no pensarlo. Se colocó en su lugar, esperando la señal de la bruja, la canalización del poder de las tres haría al hechizo más seguro. Cerró sus orbes azules esperando la señal, experimentar lo que seguro sería el mejor momento de su vida.

Todo daba vueltas, sus cuerpos se sacudían con fuerza hasta sentir incluso como desaparecían, una sensación de vacío inexplicable.

Sintió aún más naúseas de las previstas, como no si apenas había probado bocado, todo daba vueltas. Un día nublado se había convertido en uno despejado, ruidos desconocidos, los olores que inundaron sus fosas nasales le obligaron a fruncir el ceño, negarse a abrir los ojos…

Ahora sí que no le salían las palabras ¿les habría salido mal?

por **Alex Montgomery** Dom Oct 28, 2018 12:24 pm

Llegó el día y se reunieron en la mansión de la señorita Paine. Allí las brujas habían preparado unas bolsas con algunas cosas necesarias, alguna muda, algo de comida, un par de cuchillos en las botas y poco más. El dinero no les serviría y Alex les había dicho que en todo caso los diamantes se podían vender mejor, empeñar en algún lugar y conseguir pasta en efectivo. Así lo hicieron. La aventura iba a ser compleja pero estimulante.

Formaron el círculo mágico, unieron las manos y las mujeres recitaron el ensalmo que habían aprendido bien. No debían soltarse o perderían a alguien por el camino. La sensación de mareo, náusea y descomposición iba unida a ese salto temporal, así que cuando abriron los ojos, todos tenían mala pinta. Elora boqueaba tratando de no vomitar. La luz cegaba, pero pronto se adaptó y cuando se percató de que estaban en mitad del arcén de una autopista, tiró de todas ellas para sacarlas de allí y que no las arrollase un camión. Las brujas miraron sorprendidas a su alrededor, era la primera vez que veían las carreteras asfaltadas recorridas por los automóviles de ese tiempo y para qué negarlo, era un gran cambio.

Ahora sólo necesitaba averiguar cómo de lejos estaban de New Haven, a unos kilómetro de Nueva York. Allí tenía la casa familiar, allí estaba una de las bases militares donde podrían encontrar algunos recursos que necesitaba. En Nueva York había vivido una temporada con la mujer que en el otro tiempo llamaban Isadora, pero cuyo nombre real él conocía más que bien. Debían llegar a New Haven, allí tenía a Grace, su preciosa socia, su arma letal, la que disparaba al blanco incluso estando a 3 km de distancia. Allí tendría también tarjetas de crédito y útiles para la vida moderna. Y un ibuprofeno, porque iba a necesitarlo.

por **Aletheia Brutus** Dom Nov 04, 2018 4:12 am

La llegada a ese nuevo tiempo no pudo ser más impactante. No reconocía el lugar, no sabía qué era ese extraño suelo que pisaban y desde luego no entendía que demonios eran esas cosas que pasaban haciendo ruido infernal a toda velocidad.

Ahogó un grito entre el miedo y la sorpresa. Por mucho que hubiera intentado prepararse mentalmente para lo que venia, no había nada en el mundo que ella conocía pudiera asemejarse a aquello. Y lo decía la mujer que se había casado con el pirata más temido de su época, que se había convertido en la alfa de una manada de lobos y que formaba parte de la mascarada mejor elaborada de París.

Y, aún así, se sintió pequeña e indefensa ante esa realidad.

-Por Dios, ¿qué demonios es eso?

Miró a ambos lados, como esperando que de la nada saliera algún monstruo. Liberó sus manos, con un hechizo latente en sus dedos, listo para una reacción rápida ante cualquier eventualidad.

Siguió las indicaciones de aquel hombre al que habían seguido más allá a través del tiempo, porque entendía que él conocía el terreno y que eso aumentaba sus opciones de sobrevivir.
Apenas llevaban unos minutos en aquel tiempo y no había tenido ocasión de ver demasiadas cosas, pero lo que había visto le parecía tan extraño que dudaba realmente que pudiera cambiar el mundo tanto en apenas doscientos años.

Estaba asustada, inquieta, desconfiada. No paralizada de pánico, como hubiera estado antes de que su vida cambiara tan radicalmente, pero sí lo suficiente para mantenerse alerta.

Al llegar a la casa, se paseó por el lugar, mirando las cosas con curiosidad, sin tocar nada, por si acaso.
-¿Qué clase de portal es éste? ¿Hola? ¿Cómo haces que cambie de un lugar a otro, como muchas ventanas a la vez?
Sí, se había encendido la tele.

por **Gaïa Goncourt** Jue Nov 15, 2018 10:37 am

El olor a gasóleo le resultó lo más desagradable que había llegado a sus fosas nasales ¿cómo podían desprender tan semejante olor? Peor que el de un muerto descomponiéndose, muchísimo peor que eso, es más… el olor a muerte debía de comparar con la esencia de las rosas. Mal olor y mucho ruido, mucho, mucho ruido...

Esas cosas de metal que corrían a toda velocidad, como seres de otro mundo y en su interior los humanos que creían manejarlo ¿cómo era posible? Para madre tierra, no sólo le había sorprendido todo lo visto hasta ahora, ¡no podía decir palabra alguna! Estaba pero seguía en otro plano del tiempo, eso sin duda. El portal luminoso no sólo les facilitaba la localización de personas o paisajes, las voces que emitía ese trasto le comenzaban a dar dolores de cabeza, al haberle subido el volumen, el descontrol olfato-oído…no lo aguantó y vomitó en un rincón del pequeño salón.

-¿Y a este tiempo lo llamas hogar? Ese maldito olor no me lo puedo quitar de encima, no puede ser -un anuncio de comida rápida le abrió el apetito, las personas que se reflejaban en aquel lugar parecían disfrutar de una buena ¿hamburguesa con patatas? -Vomitar me ha dado hambre ¿valen en serio esas mini cosas cuadradas para comprar cosas? -tomó la mochila donde se encontraban los pasaportes, dinero y tarjetas, con miedo introdujo la mano sin comprender para qué servía todo ese saco de porquería.

-El futuro es...no sé ni cómo describirlo -la curiosidad le pudo pero no insistió, no quería ser insistente, descubrir aquel lugar repleto de objetos los cuales la mayoría no lograba comprender le empezaba a poner demasiado nerviosa el hecho de que nadie se movía para ir a comer, ¿pretendían permanecer allí todo el día entre esas cuatro paredes? -Pero qué…¿qué demonios es eso? -un avión descendía para tomar tierra, Gaïa cayó de espaldas, totalmente aterrada…el miedo reflejado en su mirada, un grito salió de sus labios, tan fuerte que hizo que se fuese la luz y quedasen a oscuras.

-Sigo teniendo hambre -susurró abrazándose a sí misma ¿cómo podía decir que ese futuro era tan asombroso? -Siento lo de la luz, el portal ese se ha apagado. -señaló a la televisión, no tocaría de momento nada por si acaso. -¿Qué hacéis aquí para divertiros? - esa sí que era una pregunta importante para ella, su curiosidad no conocía límites.

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Regreso al futuro (privado, varias brujas)

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