Rafe || ID

Rafe

Poderes & Habilidades

→ Adivinación de futuro: Habilidad para conocer hechos aún antes de que ocurran mediante la lectura de cartas, lectura de manos, etc. Algunos gitanos llegan a tener sueños premonitorios.

→ Control del humor: Habilidad que consiste en lograr modificar, de una manera relativa y por medio de empatía natural, el humor de otra persona.

→ Percepción del aura: Habilidad para ver las auras de otros seres, cuyos colores indican su humor, identidad y nivel de hostilidad, de este modo saben si están bajo amenaza. Este poder les permite reconocer a licántropos y cambiantes cuando no están transformados e identificar a los vampiros gracias a su aura pálida.

Historia

Jayah pertenecía a una tribu con costumbres y leyes bastante peculiares, y eran muy rígidos en su cumplimiento. Si bien aceptaban dentro de la caravana a hombres y mujeres cuyos orígenes no fueran gitanos, no permitían el mestizaje. A pesar de saber aquello, la joven de solo 17 años se enamoró y entregó a un hombre que no solo no era gitano, sino que tampoco pertenecía a la tribu, concibiendo así un hijo no deseado. Aquella concepción fue tomada como una traición por toda la tribu, especialmente por sus padres y su prometido, quienes le dieron la espalda, perdiendo así el derecho al matrimonio que había sido arreglado desde su juventud y a recibir la protección de su familia, quedando relegada a ejecutar las peores tareas para poder obtener su sustento.

Ante lo inusual de su concepción, a su nacimiento, si bien al niño le fue asignado un nombre por el jefe, como a todos los recién nacidos, le fue negado el “honor” de un nombre gitano. Uno de los tantos derechos gitanos que le fueron negados. Tampoco tendría un apellido, ya que no podía recibir el de su madre, y no tendría una prometida dentro del clan, ya que ningún padre permitiría que su hija se casara con un mestizo. Por estos motivos, Rafe creció siendo apartado del resto de los niños, y del resto de la tribu en general.

Con el paso de los años, Jayah fue aceptada poco a poco nuevamente en la tribu, se enamoró de un joven viudo gitano que no había podido concebir hijos antes de la repentina y trágica muerte de su esposa, por lo que, ante la petición del hombre, ella pudo casarse y formar una familia. Una en la que Rafe no sería aceptado. Ante el conocimiento de eso, el niño escapó de la tribu el día de la boda de su madre con aquel hombre, ella ahora tendría una familia y él no sería más que un estorbo, ese era su pensamiento. Sin embargo, y aunque despreciaba al infante tanto como el resto de la tribu, el nuevo esposo de Jayah ayudó en la búsqueda ya que sabía que, de cierta forma, era importante para su esposa.

No fue Jayah, o su esposo, o algún otro miembro de la tribu quien encontró a Rafe, y mucho menos quien lo hizo volver. Fue, por otro lado, un hombre de aura extraña y ojos oscuros, un hombre que, si bien no tenía un nombre gitano, parecía uno. Ese hombre, Kyle, pasó a formar parte de la caravana desde ese día, convirtiéndose en el único amigo del menor. Dado que era el único que trataba al muchacho como a una persona normal, se ganó su respeto y su lealtad.  

Conforme el tiempo siguió transcurriendo, Rafe comenzó a desarrollar y controlar sus poderes. Un motivo más por los que el resto de la tribu tuvo algo contra él, ya que hacía más de 3 generaciones que no nacía entre ellos un gitano con poderes, y en cambio, aquel muchacho mestizo, poseía las habilidades que todos deseaban.  

Descripción psicológica

Si hay que describir a este gitano de alguna forma, las palabras correctas serían: arisco, introvertido y huraño.

Al ser rechazado no solo por los gitanos, por su naturaleza mestiza, sino también por la gente común, siendo considerado un gitano, Rafe creció solo, apenas con el cariño de su propia madre. Y, en ocasiones, incluso ella dejaba caer en los oídos del niño comentarios con los que pretendía inculparlo por algo de lo que sólo ella tenía responsabilidad. El motivo de que, a pesar de los malos tratos, se quede aún con los gitanos, es porque no conoce una vida distinta, además que la gente común tampoco lo emplearía para ninguna labor menos degradante de lo que hace en la caravana.

Para ganar su sustento, utiliza sus habilidades en el mercado, prediciendo la fortuna a todo el que lo desee, y como es el único de su tribu con tales habilidades, las ganancias le han permitido tener su propia carpa, la cual suele ubicar lo más alejada posible del resto.

En su vida solo ha existido una persona que lo trata como a una persona normal y es por eso que, ya siendo un adulto, si bien no tiene problemas de confianza, tiende a encerrarse en sí mismo, mostrándose gruñón e intratable, no permitiendo que otras personas, las pocas que han intentado acercarse a él con buenas intenciones, lograsen su cometido.

Kyle, el hombre que en su adolescencia terminó por convencerlo de volver a la caravana, se convirtió en una figura de respeto, y luego, dado que comenzaron a aparentar edades similares, se volvieron como hermanos. Permitiéndose, con él y solo con él, mostrarse un poco más abierto y accesible. Sin embargo, incluso con el licántropo, su trato llega a ser tosco y malhumorado, aunque el mayor ha llegado a comprender que no lo hace de mala forma, simplemente, como tiene poca experiencia en el trato con terceros, se le hace tremendamente difícil comunicarse de otra manera.