unos francos... - privado

Noche eterna que con tu oscuridad
llenas de una inmensa paz esta soledad
que parece estar en una eternidad

En el silencio, noche eterna
sé que lo que haces es acompañarme
estar conmigo
como diciendo aquí estoy
no estás sola

Soledad nunca has sido buena amiga del amor
¿cuándo serán uno solo los dos?
para no sentir esta inmensa soledad en esta noche que parece eterna.

La noche estaba más helada de lo normal a pesar de ser verano el frio había golpeado todo mi cuerpo en un abrir y cerrar de ojos o seria acaso que mi cuerpo estaba muy caliente o… moví la cabeza de lado a lado. Hacia unos minutos atrás había bailado en medio de la plaza para ganar algo de dinero extra, mis movimientos como siempre fueron suaves, ligeros como una pluma y precisa como un cazador, baile al ritmo de mi pandero y mis cascabeles que amarrados estaban de mis pies. El sonido de aquellos en conjunto era la melodía perfecta para quien apreciara el arte de la simpleza, varias personas se agolparon haciendo una media luna para ver mi espectáculo. Di una pirueta sin manos y cayo el pandero al suelo marcando la última nota de mi canción, los aplausos me envolvieron y sonrisas me sacaron de los labios, pase con el instrumento de percusión y varias personas me dieron dinero, agradeciendo por el show.

Cuando termine me fui a una banca para contar los francos que había ganado esa noche, no era que me hiciera falta dinero pero aun no me pagaban en la casa de los DuPont y necesitaba comprarme un vestido para ir a la fiesta de Betty. Deje mi bolsa con las cartas de flor de Loto en su interior a un lado de mi pie izquierdo que estaba arriba del banco, el derecho descansaba en el suelo y en medio las monedas brillaban a la luz de los faroles que iluminaban el lugar. En silencio pero moviendo mi cabeza comencé la cuenta, franco por franco. Mi sonrisa se ensancho al terminar la cuenta tenia lo justo y necesario para un vestido hermoso. Justo cuando iba a guardar mi ganancia de la noche una suave vocecita llego a mis oídos, y levantando la cabeza quede mirando al niño que se me había acercado.

Mis ojos a simple vista decían que era un niño pero cuando me puse a observar más allá de donde podía ver note que su aura era de alguien mayor, mis sentidos de alerta hicieron que un escalofríos recorriera todo mi cuerpo pero… mis ojos me tranquilizaron el aura de aquel era tan pacifica que podría decir que era un niño a simple vista – Buenas noches – dije intentando no tartamudear porque aún no podía creer que alguien era capaz de transformar a un niño – Bella es la luna que con sus encantos nos maravilla – aceptaba el cumplido pero yo no me encontraba bella la naturaleza era más hermosa que cualquier otro.