Conociendo nuevos lugares (LIBRE)

por **Kevin Llyr** Miér Dic 29, 2010 5:22 pm

Tras varias semanas viviendo en París ya me había familiarizado con prácticamente todo lo que me había de familiarizar. Tanto lugares comerciales donde comprar una inmensa variedad de cosas, las zonas residenciales y las calles más transitadas, sin olvidar los variopintos mercados y las bien halladas tabernas así como los lujosos restaurantes. París era una ciudad que me gustaba mucho más de lo que Londres en su día me había podido gustar, y podía decir que me encontraba bastante cómodo. Si bien era cierto que no conocía a nadie en aquella gran ciudad, también era cierto que estar lejos de mi familia y mis amigos no me afectaba tanto como yo podía haber imaginado.

A pesar de todo eso yo era una persona muy acostumbrada al aire puro y libre, y los entornos rurales de mi Escocia natal. Eso me hizo recorrer varios lugares del extrarradio parisino y, en ese mismo día, había llegado al área de los gitanos. No me di cuenta de ello hasta ver de lejos las carrozas y las carpas. La verdad es que era un lugar bonito y me coloqué en una posición semi-sentada para descansar de la larga caminata, pero también para admirar el paisaje.

Así que este es el lugar donde viven los gitanos... Comenté para mi mismo mientras divisaba todo el ambiente que aquel paisaje desprendía.

por **Galatea Mozambique** Miér Dic 29, 2010 8:38 pm

En el hospital las cosas marchaban bien. No, más que bien, así que decidí que podía darme un respiro en mi día libre, me dedicaría a deambular por allí, disfrutando de las calles parisianas mentras sorbía un poco de zumo de naranja y azafrán para la quietud.
-Debería ir a por un poco de secuoya fresca- musité despreocupada con una leve sonrisa curveando mis labios. El zumo tenía ese sabor entre ácido y dulzón que tanto me gustaba.
Pensé en ir al bosque por la secuoya para variar un poco, pero el bosque era un lugar oscuro donde aún no me atrevía a adentrarme, el hecho de descubrir a licántropos o cambiaformas de mente retorcida me provocaba un raro escalofrío.
-Bien el bosque queda eliminado- me dije sorbiendo con delicadeza el dulce néctar, solté un estornudo que hizo que un gélido viento se escabullera recorriendo mi cuerpo con rapidez.
Alcé la vista y me di cuenta el porque, estaba frente al área de los gitanos, pero no era esa la causa, sino la presencia de un brujo. -Oh mi Dios- susurré admirando al brujo con una mirada escrutadora, estaba a unos cuantos metros de distancia. Nunca antes me había topado con uno de mi misma especie. Por lo que la curiosidad se abrió paso hacía mí deseosa de poder..., y algo más.
Me acerqué a él cuando éste dijo lo obvio, si es que eras de esos lugares, -Gracias por hacermelo saber- dije con voz cantarina ladeando ligeramente la cabeza en dirección a tal encantdora área siempre me sorprendía la capacidad de adaptarse de esas personas, con sus lindas carretas de madera y las carpas de colores que reflejaban su alma juguetona y un tanto malévola.
Mis rizos rojos serpenteaban incesantes en contorno a mi rostro cuando baje la mirada hasta aquella persona. Bien admito que quizá haya sido mal educada pero aún así nunca sabía entamblar conversación de manera fortuita.
Después recordé que los gitanos olían vender toda clase de cosas dedicadas a la magia, claro que tenían sus propios trucos, pero eso era fácil de solucionar. Sumergiría en sal la secuoya y listo, podría usarla para mis hechizos.

por **Kevin Llyr** Jue Dic 30, 2010 5:46 pm

Al decir aquello sobre que aquel era el lugar donde los gitanos vivian, una voz que sonó agradable me contestó de una manera que incluso se me antojó cantarina. Sonreí de medio lado mientras mirada de soslayo a aquella chica que se acercaba. Era de pelo claro y tendría unos 18 o 19 años, parecía tener un rostro afable y amable aunque esas eran apareciencias demasiado subjetivas como para hacerlas caso incondicional.

No la había visto, señorita, me encontraba hablando conmigo mismo. No obstante me parece una gran noticia que el dato le haya servido de ayuda. Dije dejándo de mirarla de soslayo para mirarla de frente, emitiendo un gesto con mi cabeza en señal de saludo educado. En ese momento percibí de inmediato que me encontraba ante una chica ligada a la Brujería, aunque mi expresión no cambió a pesar de que el aire me trajese aquella información. Desde lo que ocurrió en Escocia yo había pasado, a propósito, desapercibido entre otros brujos. En Londres encontré a un par de ellos pero me preocupé por no tener demasiado contacto con ellos, pero desde mi llegada a París ella era la primera bruja que me encontraba.

¿Por qué me mostraba huidizo con otros brujos? Supongo que las consecuencias que la Brujería había traído a mi vida, y el tamaño sufrimiento ligado directamente a las mismas, me habían vuelto un tanto huraño en lo que se refería al intercambio con otros de mis mismas "habilidades".

por **Galatea Mozambique** Lun Ene 03, 2011 1:52 am

Le dediqué una sonrisa amistosa haciendo un ademán con la cabeza, respondiéndo a su gesto. Por un momento pensé que no me respondería, que quizá no me dirigiría ni una sola palabra o algún gesto, con un suspiro imperceptible me reconfortó de que aquel brujo me tomara en cuenta.

-Oh, lamento haber sido impertinente y haberle distraído- me disculpó con una leve sonrisa un tanto avergonzada.

Había intuído que talves no pudiera entamblar una conversación de forma correcta, solía inmiscuirme en cosas que ni me incumbían, y ese era el principal factor por el cual fuera solitaria. Si bien tenía un carácter fresco y algunas veces demasiado alegre, la mayoría de la gente no aprobaba ese comportamiento tan animoso en una dama. Mis ideas se salían de lo normal de lo bien visto por la sociedad, aún cuando intentaba cambiar, mostrarme con la misma esencia de las mujeres de altos linajes, nunca lograba ser totalmente aceptada, y me frustraba no poder encajar en las normas de la sociedad.

Bajé la mirada sintiendo que mis mejillas comenzaban a arder, vale, no había sido la forma de hablar con un desconocido, ni siquiera era apropiado haberle hecho perder el hilo de sus cavilaciones. Levanté la mirada entornando los ojos para verle mejor, ya que había cometido una imprudencia al menos no me iría sin antes poder verle de cerca..., después de todo era un brujo.

Escruté su rostro de forma disimulada, me gustaba su línea de la mandíbula, que era tensa y varonil, no se veía a muchos chicos así, en vuestras épocas los jovenes tendían a heredar un rostro casi femenino, delicado y sin un rastro de fuerza y hombría en ellos. Pero este brujo era diferente, quizá era eso lo primero que me atrajo a su persona, la simetría de su rostro y la energía que emanaba con sus facciones.

Siempre me había preguntado si despedían en mismo aroma que el mío, claro mi perfume opacaba cualquier indicio de mi especie, y claro el joven no olía a ningún hechizo ni a secuoya ni a ninguna hierba. Lo cual por supuesto me intrigaba, dejad de pensar en ello brujita, me reproché sacudiendo ligeramente la cabeza.

-Galatea Mozambique, para servirle monseiur- me presenté tendiéndole la mano con poca mas determinación, odiaba presentar la típica condición vulnerable que mostraban las jovenes de hoy en día. Ya no quería seguir acallando su espíritu liberal, eso si, sin llegar a caer en el libertinaje que París lograba llevar a las personas, que sucumbían a las promesas de una vida "feliz".

off: siento la demora u.u Que tengas un gran año, mucho éxito y blablabla hehe en fin feliz 2011 hehe =)))

por **Kevin Llyr** Mar Ene 04, 2011 3:33 am

Off: No te preocupes por la demora ^^. Feliz año para ti también!

Hice un gesto de negación con mi cabeza señalándola que perdiese cuidado, en absoluto me había importunado su acercamiento. No se preocupe, no me ha molestado en absoluto sino más bien todo lo contrario ¿No cree que ver este paisaje en solitario le resta hermosura? Dije de forma educada y amable mientras repasaba mi mirada una vez más por aquellos parajes. Volví a mirar a la chica y esta vez dibujé una sonrisa. Dicen que los gitanos aman mucho la libertad, no me extraña que se sitúen en un lugar como este. Todo su paisaje desprende libertad. Hasta por un momento me había recordado a mi lugar de orígen en Escocia que siempre me había ofrecido sensaciones similares a pesar de las inumerables penurias por las que a menudo se pasaban en aquellos apartados e hinóspitos lugares.

A pesar de que no la miraba directamente en aquel momento, sentí gracias a mi Don de Empatía, que me observaba detenidamente. Las conclusiones que estaba sacando de su examen no las conocía, después de todo yo no leía el pensamiento sino que uno de mis dones era la Empatía: conocer los sentimientos y voluntad de otros seres, más no leer sus pensamientos.

Un precioso nombre, supongo que perfecto para una bonita muchacha. Dije despegándome del lugar sobre el que estaba apoyado mirando todo aquello y acercándome un par de pasos hacia la chica. Yo soy Kevin Llyr, natural de Escocia a pesar de que como podrá comprobar hablo bastante bien la lengua francesa. Me presenté haciendo una ligera reverencia con mi cabeza.

Cualquier autóctono francés podría notar que mi acento no era de allí, a pesar de que mi francés estaba perfeccionado y se entendía perfectamente bien. Sin embargo el acento era algo que no se podía aprender, por lo que en mi acento se notaba que el francés no era mi lengua madre.

por **Galatea Mozambique** Miér Ene 05, 2011 7:14 pm

Dejé escapar un suspiro a penas imperceptible, después de que me dijera que no había sido un problema, aunque toda persona educada como era él nunca me diría que había sido así.

Sonreí al escuchar su pegunta, -ciertamente, todo paisaje es hermoso con la buena compañía- respondí con una sonrisa de lado, de forma cortés y amigable. Giré la mirada hacía donde estaban los gitanos, lo miré percibiendo una sonrisa curveandole los labios, su perspectiva era compartida con la mía,y eso me agradaba, -eso dicen, es por ello que es uno de mis lugares favoritos de París, ellos no temen en mostrarse tal como son- añadí con una sonrisa complaciente, aquí los gitanos siempre se la pasaban bailando, cantando, jugando, celebrando lo que tenían, nunca se doblegaban ante lo que no creían..., la alegría te embriagaba cuando te paseabas por estos rumbos.

En América siempre me paseaba donde los gitanos, ellos tenían una manera de ver la vida tan diferente, que me hacían preguntarme ¿cuál era la correcta?, quizá era por ello que mi forma de percibir lo que me rodeaba había cambiado tanto.

Sonreí apartándome un mechón de cabello detrás de la oreja, ahora sentía el ardor de mis mejillas más fuerte, nadie nunca había dicho que mi nombre fuera lindo, bah, cosas que no podían pasar desapercibidas en un halago, -es usted muy amable- dije con un atisbo de nerviosismo y timidez, bajando mi mano con disimulo, entrelazando mis dedos detrás de la espalda.

-Es un placer monseuir, debo decir que en efecto habla usted el Fránces perfectamente, incluso mejor que yo- comenté con un asentimiento de cabeza, correspondiendo a su saludo. No podía distinguir su acento, me parecía exelente, pero ¿quién era yo para juzgar los acentos, cuando no distinguía ni el de los Americanos?

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