Mathias Van Der Berg

-Nombre del Personaje: Mathias Van Der Berg

-Edad: 175 años. Aparenta 23

-Especie: Vampiro

- Tipo y Nivel Social: Clase alta

-Lugar de Origen: Ámsterdam, Países Bajos

-Fecha de Muerte: 1648

-Habilidad/Poder: Sanación Acelerada, agilidad y reflejos sobre humanos, control de emociones

-Descripcion Fisica: Es bastante alto, midiendo alrededor de 1,85 m. Sus ojos son de color avellana, por lo que en ocasiones pueden vérsele verdes o café.






-Descripcion Psicologica: Es sereno, analítico y calculador. Tiende a estudiar casi cada punto de su comportamiento en caso de querer conseguir algo, por lo que no se le hace difícil aparentar o fingir, emociones que en lo absoluto no siente en el momento. No es alguien altamente soberbio pero es gran conocedor de sus aptitudes físicas y mentales, como brillante hombre de negocios que resultó ser, aprovecha ambas en cuanto alcanzar fines se trata. Es de modales correctos y de buenas maneras, en sus años de navegante, nunca se le contagiaron las malas costumbres de los marinos, ni tampoco nunca se sintió parte de ellos, en cambio, no tenía problemas en dejar claro que era un poco más que el resto, añadiéndose el hecho que por sus influencias siempre terminaba con roles importantes en los barcos que se subía.

Suele tener un trato cordial con las personas, incluso si alguien no fuera de su agrado, puede ser amable, en caso de querer obtener algo de él o ella, por tiempo o dedicación no es de hacer muchas amistades o relaciones estables, pero eso no quiere decir que no pueda o no quiera tenerlos. Si se propone a ser coqueto lo logra, pero no es algo que sea inherente de él. También tiende a ser sarcástico y mordaz, en ocasiones.


-Historia: Nació en el primer cuarto del siglo XVIII en Ámsterdam. Su padre era residente desde siempre de aquella ciudad y su madre, de ascendencia francesa, provenía del aún dependiente reino de Bélgica. Su familia pertenecía a la alta nobleza del reino, por lo que eran muy renombrados, aunque también estaban a cargo de varios negocios, se dedicaban a hacerlos con los productos que se traían desde Asia, África, América y Oceanía, cuando se aprovecharon de la era del imperialismo neerlandés.

A los 23 años, ya se consolidaba como el futuro heredero de los negocios de su familia, además de ya formar parte activa en ellos. Consideraba, que como representante e hijo de un tan connotado negociante, él mismo podría encontrar productos fascinantes en las tierras lejanas, los que también podría comprobar directamente, ya que mucha de las importaciones, eran traídas a base de opiniones y dichos de otros, trayéndoles problemas en más de una ocasión. Sin embargo, no se atrevía a emprender aquel lejano viaje, debido a que ayudaba a dirigir los negocios de su padre, tenía una vida social activa, y estaba comprometido en matrimonio, todo ello, le hacían abstenerse de querer tener una aventura.

Los meses pasaron y su vida se volvía más estable, las arcas se llenaban más y más, añadiendo que el matrimonio con una mujer prácticamente perfecta, se aproximaba, nada podía salir mal. Hasta que una noche que regresaba de una salida con amigos, días antes de su casamiento, un hombre que lo había estado siguiendo, le hizo detener sus pasos. Parecía ser que aquel extraño personaje venía detrás de él hace tiempo, le dijo que estaba encandilado con lo bien parecido que era, que un hombre con semejante apariencia no podía permitir que los años pasaran sobre él ni dejar que una mujer consumiera los mejores años de su existencia. Mathias no entendía nada y estaba dispuesto a ignorarlo, intentando seguir caminando hasta que el otro le bloqueó el paso y lo atacó, para convertirlo posteriormente en uno como él, un vampiro. Despertó la noche siguiente en un lugar completamente desconocido para él, y estando solo, encontrando únicamente una nota que decía “No tengo fines egoístas por ahora, sólo soy un gran amante de la belleza, así que puedes disfrutar eternamente de tu apariencia”. Entendiendo en unos instantes lo que le quiso decir, al darse cuenta que ya no era el mismo, si no, un ser completamente distinto. Aparte de la extraña explicación, nunca supo si su transformación tendría otro trasfondo ni porque aquél vampiro no quiso tenerlo ni de compañero ni discípulo.

Aquella misma noche llegó a su casa y tomó sus pertenencias, anunciándoles a sus padres que no le buscaran, que iba a dejar la vida que llevaba y todo su pasado atrás, incluyendo a su prometida, para convertirse en marino y conocer las colonias del reino. Así, vivió sus años, primeramente como navegante, en los distintos continentes del mundo, pero estableciéndose principalmente en Asia, lugar que le parecía altamente fascinante por las culturas que poseía. Ocasionalmente regresaba a Europa para ponerse al tanto de lo que sucedía allá, y para reclamar la herencia de su familia, la que ayudó a hacerse de sus negocios y de su fortuna, la que en los últimos cien años, aumentó. Su estancia actual en Paris, como en la mayoría de los lugares que visita, es sólo de negocios.

-Datos Extras:

-Como buen marino, he dejado un amorío en cada puerto, sin mucha discriminación de sexo
-Al ser el último heredero de su familia y el llevar más de cien años supuestamente muerto, perdió su título nobiliario.

-Es un gran conocedor de idiomas asiáticos, de los cuales domina el indonesio y el hindú, pero también se maneja bien con el chino, el coreano y el japonés.

-Le gusta mucho la pintura, y en su tiempo libre se dedica a hacer cuadros.

-No tiene mucha preferencia en cuanto a víctimas se trata, aunque a veces peca de vanidad y sólo muerde a personas bien parecidas, para poder mantener así su propio atractivo.