Drawn with blood and soul [Eliz Aldridge]

Su carácter se ha visto manipulado a través del tiempo y las circunstancias. Se puede asegurar la metamorfosis constante, repentina e impredecible de su mentalidad. No se trata de una vampiresa común, simple, corriente, de esas a las que una amarga bipolaridad les persigue, Eliz es más complicada que eso. Conocerla, saber comprender su propia fuerza mental no es una tarea muy fácil, no cualquiera es capaz de arribar hasta los aposentos de su profunda esencia. Guarda aspectos que parecen tan lógicos dentro del vampirismo, cualidades para nada destacables: aparcarse de los demás buscando su propia soledad, arrojar gritos pedantes en los cuales se autoproclama el rey del inframundo. Cualquier humano pasa por esa etapa, dejándose perder en el poder, en la ambición, es un problema que no sufre pues desde hace tiempo que esta muerta. Se dice que una mirada puede hacerte perder la razón, pero la suya es morir fatalistamente lento. El pasado marca lo que eres y no se puede simplemente fingir que no ha pasado nada, el tiempo le trajo tras su travesía laberintos infrahumanos, que aún no logra discernir. Blanco-Negro, Bueno-Malo ¿Cuál es en realidad la diferencia? No piensa igual que los demás sus hipótesis son descartadas, una dama pensante suele ser una amenaza en un mundo dominado por la avaricia varonil. No tolera a las personas que irrumpen en el pensamiento ajeno, escrutando y juzgando como si fuesen realmente superiores. Si alguien se le aproxima para quererla ofender, intentar intimidarla o seducirla, cuando aprecia que tratan de “notarse” en un patético mohín para que el mundo se de cuenta que están allí y viven; los ignorará. La indiferencia es una de sus mejores armas, nada de lo que puedan decirle o hacerle le importa, ya que evidentemente ante sus ojos nadie más existe. Si alguien vale realmente la pena como para malgastar su tiempo, Eliz es quien lo busca, y tras haber obtenido lo que buscaba, se despoja de la basura.

Suele ser bastante directa con sus comentarios, no le interesa saber si hiere a los demás con sus fuertes palabras o no. Se sabe que un vampiro no puede expresar sus emociones delante de insignificantes criaturas, a menos claro, que esas personas formen parte de su vida personal, Eliz tampoco escapa a esa regla mortuoria. Si, típico, una persona hermética a la cual muy pocos afortunados ha logrado descifrar. Eliz es un libro abierto dispuesto a colmar al lector con sus líneas, pero así como los libros están sujetos a distintos idiomas, géneros, prosas y enseñanzas; su lectura suele ser incomprendida. Afortunadamente y debido a la escases de “mentes brillantes”, cuando al fin se le ha descifrado es un ángel, mientras tanto puede llegar a convertirse en un infierno personal. Sorpréndela y ella también lo hará contigo “Nada es lo que parece”, el hielo le da calor en sus noches de tristeza, el fuego le congela el alma en sus días festivos. ¿Debilidades? ¡Por supuesto! Es estúpido creer que existe alguien quien no las tiene, pero al igual que su persona esas debilidades no son normales. No se trata de un ser al que ame, su fuerza desvanecida o el dinero. El único temor que posee es su reflejo. Después de tanto tiempo conversando consigo misma, aún no es capaz de llegar al final de su propio demonio. ¿Femme Fatale? No, si la tratan bien responderá con cortesía, pero como ya se ha mencionado, si no le agrada alguien y este pretende hacerle la vida imposible… Protege sus intereses, con la vida, si formas parte de su círculo siéntete grande por que te presta atención, para llegar hasta ella no solo tienes que robarle un suspiro o una sonrisa, es esencial el idioma de tu cuerpo, Eliz observa todo, desde un levantamiento de ceja y una protesta, hasta el silencio del mudo. Puede seducir, es capaz de engañar, amante empedernida, una vez probando de su poción no se le querrá dejar ir tan fácilmente, es adictiva, la cuna en la perdición ¿Qué mujer inmortal no lo es? Tiene un apetito voraz en lo que a literatura se trata, es una mujer que gusta de las cosas simples. Apuesta por la poesía al igual que la música, el extracto de su vida quizá se pueda resumir a los graves y agudos constantes que sufre el réquiem del violín, ese artefacto que descansa en la mano del poeta, durmiendo, tal vez hasta soñando. Aunque pueda aparentar fragilidad en sus notas musicales, todos deben saber que en las sinfonías de la muerte se guardar complicadas telarañas.