La perdición, tiene forma de magia [Privado]

por Invitado Miér Feb 09, 2011 2:03 pm

-La libertad, algo en lo que basar los ideales del hombre, en su tiempo libre ahora que no tenia que cuidar a nadie habia preferido quedar al aire libre pues su higado acabaría más destrozado aún despues de haber bebido tanto las otras veces, con un cigarrillo en la boca se escuchaba el resoplar del rubio que habia hecho una larga caminata para terminar viendo todo de la misma manera.

Ya habia pasado por ese arbol pero era gracioso verle sonreir como un autentico principiante en estos bosques, él habia perseguido a sus victimas por aquí pero siempre tenia refuerzos asi que alguien sabia a donde dirigirse, no parecia preocupado, sujetando el cigarro con los labios escondia las manos en el bolsillo haciendo movimientos calmados, el frio era un poco más cruel en los bosques pero se debia a la humedad a las hojas de los árboles, todo lo que habia a su alrededor era tambien lo que provocaba que eso fuera de aquella manera. En fin, ahora no podia hacer otra cosa más que andar pero acabó sentándose en una roca de un saliente cruzando las piernas-

No estaria mal hacer una cena a la antigüa usanza

-Habia visto algunos animales correr por ahi, bastaria cazar lo primero que se le antojase, no hechaba para nada de menos los restaurantes de Paris, le parecia eso una aventura de muchas de las que habia hecho ya por lo que volex era un hombre que gustaba de sentirse asi, libre, olvidando a sus protegidos y su trabajo lo que duraba su tiempo libre sabiendo y conociendo de antemano que una vez que volviese a Paris el sentimiento de ser un protector con todo el mundo sería más acusado que normalmente-

por **Morgan le Fay** Jue Feb 10, 2011 5:28 pm

Tranquilidad, precioso tesoro que venía acompañado de algo aún más bello; el silencio. En aquel silente umbral era inclusive capaz de escuchar el latido de su corazón repicando contra su pecho. Cerro los ojos solo por diversión y dejarse llevar por la sinfonía que componía junto con lo susurros del viento. Las caricias de Eolo eran frías, pero bien recibidas. Ante su contacto, la piel del joven brujo no hacía más enchinarse, hasta el más pequeño vello se erizaba. Una tenue sonrisa se dibujo en sus labios, expresando lo bien que se sentía, por dentro como el exterior.

Finalmente, abre los ojos, para encontrarse con el panorama que el mundo le ofrece. El invierno hacía gala de su hermosura, y recalcaba porque de todas era su estación favorita. Un espeso manto blanco cubre todo cuanto puede, otorgándole a la atmosfera esa sensación de ensueño que encontraba tan encantadora. Los árboles alrededor ahora solo son un despojo de lo que eran, pues toda vitalidad había sido arrebatada, y no quedaba más que la nostalgia, y la esperanza porque volvieran a lo que fueron, serán, así hasta el ciclo se termine.

Lleva sus manos dentro de sus bolsillos, en busca de calor. Si bien era partidario del frío y sus sensaciones, no era grato encontrarse con sus manos imposibilitadas por lo mismo. Siguió caminando, con la vista perdida en cuanto detalle apareciese. Aquello no era menos bello que una pintura de óleo, e inclusive, lo era aún más. Puesto que uno no puede aspirar la humedad de un cuadro seco, o sentir el rebosante toque gélido del viento. En definitiva, aquello era mejor. A la distancia, la figura de un hombre se atisba. No le reconoce, o al menos eso cree. Sin premura continua su paso, embelesado de la vida.

por Invitado Dom Feb 13, 2011 1:44 pm

-Los bosques le recordaban a su niñez ya que cuando su madre murió fue el primer lugar que pisó, bueno tambien se debia a que habian enterrado sus cenizas en lugares como estos para que ella se sintiera feliz y acompañada de toda la naturaleza que le gustaba, por eso temia a las mujeres aunque tambien gustaba de estar en los bosques huyendo de todo el mundo que tenia siempre una queja dispuesta para él, no era una persona que debia de encerrarse en el mundo él clamaba por la libertad que era obvio no poseía. Liberté una palabra que se repetia por lo menos tres veces al dia como si fuera algo en lo que creer pero luego llamaba su jefe y resulta que estaba aun atado al día a día.

La figura de volex era llamativa, eso creia él por muy egocentrico que sonara pero tambien era amo y dueño de sus propios defectos...su cabello rubio rozaba sus ojos sin esconderlos del todo mostrando ese mentón manchado de vello facial que a menudo se habia dispuesto sin mucho exito a afeitarselo, su camisa arrugada golpeaba contra su piel morena, igual que sus pantalones, con una sonrisa volvió a depositar su confianza en unos rayos de sol que haban descubierto el truco para salir através de las hojas mientras que unos pasos que estaba escuchando le distrajeron de su tranquilidad abriendo los ojos para ubicar su mirada a la persona que estaba haciendo aparición-

Hola, señor desconocido

-La voz no habia salido con sorna o cinismo solo con diversión al ver que no estaba solo en ese sitio, no era que la soledad no le gustase pero estaba habituado a estar solo todo el tiempo que algun momento u otro hechaba de menos estar acompañado aunque fueran unos meros segundos. Era la figura varonil de un atractivo joven, habia algo distinto en el como la manera en la que el viento de la nada le exponia un saludo que para ser sinceros hizo sonsacar otra sonrisa lobuna al rubio que no se habia levantado de su "asiento". Esperaba que ese chico no fuera tan estirado como con los que se habia encontrado alguna que otra vez, esas personas que eran tan serias que hacian que volex se hechara hacia atrás rapidamente-

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