Perdido en zonas no muy concurridas

por **Clovis von Bielefeld** Sáb Feb 19, 2011 8:15 am

Había ido caminando, mirando la ciudad, sin rumbo fijo, mas que nada porque, ahora que acababa de llegar, lo que me interesaba era visitar y conocer cada rincón de la ciudad, bueno e ir conociendo a gente, evidentemente. Por el momento, Louis, el hombre que conocí ayer noche es la única cara conocida en París. Además también tenía que encontrar trabajo, y estaría muy bien que fuese tocando el piano, hecho de menos la sensación de mis manos acariciando las teclas y de oír la melodía fluir con harmonia.

Iba tan metido en mis pensamientos y en las complicaciones de llegar a un nuevo país, que cuando me percaté ya me había adentrado por callejones oscuros y desolados. Apenas habían dos luces y, una de ellas, parpadeaba amenazando con perder la luz de un momento a otro.

- Lo que me faltaba, ahora me encuentro perdido en calles abandonadas de la gran ciudad de París - recriminé al vacío, suspiré abatido y murmuré, fue casi un susurró - y lo más desastroso es que no puedo pedir ayuda a nadie porque no hay ni una sola alma paseando por aquí.

Avancé unos cuantos pasos más y torcí la calle a la izquierda, nada, otro camino dominado por la oscuridad que no sabía a donde me llevaría.

- Hacia algún lado irá - y dicho y hecho, seguí buscando algún indicio de como salir de esa zona abandonada, o por que no, fantasmal.

por **Asagi Dunkelheit** Sáb Feb 19, 2011 6:26 pm

Viviendo como una flor, no como una semilla oculta debajo de la tierra, de la oscura y húmeda tierra para jamás salir, incluso la belleza inmortal cae, incluso la bondad de dios, la tierra gira sin descanso, mas en el pasado todo era lento, todo era calmado, como las ruinas de este lugar, como las ruinas humanas, como las ruinas que ahora cae, como estas calles vacías.

La luz nos abandona a nuestra suerte, y las farolas artificiales se encienden y se apagan en un danzar con algunas criaturas nocturnas, el día a día se convierte en una sombra en una sabana encapuchada, durante muchos años la vida reside en ella.

Sigo caminando sin encontrar más que personas distintas a mí, personas que no pueden entender una simple razón de vivir porque están absortas en el leve parpadeo y mientras mis botas pisan estos azulejos, mientras mis ojos se clavan profundamente en la oscuridad haciendo la luz en ella, mientras mis manos acarician las mentiras de aquellos poetas, mientras mi voz susurra en estas zonas abandonadas… mientras mi corazón se identifica con ellas…

Observo a alguien temeroso, tal vez nuevo, tal vez su aroma a perderse en la oscuridad me llama la atención y me acerco, llamo su atención pateando una botella, y avanzando como un espectro muy despacio hacia a él y mi voz sale sonora…

- Buenas noches… caballero… ¿le puedo ayudar en algo?

Apenas mi figura queda revelada ante su espalda, apenas mi voz sale aterrada con la neblina, con algunas ratas corriendo al sonido de la botella.

por **Clovis von Bielefeld** Dom Feb 20, 2011 3:23 am

El ruido de una botella al ser pateada hace que me voltee precipitadamente, tan solo oscuridad pero había una figura fundiéndose con ella. Es entonces cuando la profunda voz de aquel sujeto resuena en el silencio de la noche, en cierta manera, aterrándome y, en otra también muy cierta, cautivándome.
Di un paso hacia delante, dos... pero no pasé de ahí, había algo en él que no me inspiraba confianza, a lo mejor esa sensación era solo producto del ambiente en el que estábamos, niebla y más niebla, y una noche oscura como el mismísimo infierno.

- Buenas noches...monsieur - dije en un murmuró, la voz no me salía más allá de eso - Verá, soy nuevo en la ciudad y... intentando conocer el lugar, me perdí.

Una risita nerviosa escapó de mis labios cuando terminé de pronunciar esas palabras. No es que tuviera miedo, pues siempre me han encantado todo lo que tenga que ver con misterio, noche y oscuridad, pero el instinto de prudencia uno siempre lo tiene.

por **Asagi Dunkelheit** Dom Feb 20, 2011 3:54 pm

- Buenas noches tenga Monsieur, ya me parecía sospechoso que alguien anduviera aquí a excepción de las ratas y algunas malas personas, si gusta y claro si no le molesta le puedo ayudar… además una persona como Monsieur no debe andar por aquí, hay demasiados maleantes a estas horas y su ropa es llamativa.

El tono de mi voz era algo frio, el rostro perfecto de aquel humano me hacia recordar viejos momentos, claro tenia rasgos muy diferentes a la gente de aquí, sin embargo mi solidaridad no dejaba de ser la misma, todas las noches terminaba por conocer a alguien de diferente “raza” que la mía.

- Por cierto mi nombre Asagi Dunkelheit, para servirle.

Dije seguida de una reverencia y acercándome a él de una manera cautelosa. Mis ojos se perdían en su físico, para después regalarle una sonrisa llena de confianza, quería que confiara en mí, no por estar en aquellas viejas paredes, significaba que era alguien malo.

por **Clovis von Bielefeld** Lun Feb 21, 2011 1:11 am

Su palabras, su tono frío, su sonrisa gélida, era realmente fascinante... y misterioso.

- Si me permite preguntar, ¿que hace, entonces, usted en lugares como estos a estas horas? - pregunté sin dejar de mirarlo con gesto cordial.

No parecía ser nadie que me quisiera hacer daño, no lo parecía pero... si parecía peligroso. Tan solo cabía la posibilidad que en cuanto confiase en él me llevase a algún lugar, solo por él conocido, y dios sabe que sería de mi. Clavé mis orbes azules y las suyas, intentando ver más allà de aquella sonrisa. Sin embargo, por más que mi instinto me dijera que no, que saliera huyendo, mi curiosidad y el aura misteriosa que envolvía a ese hombre me atraía enormemente, y no me supe resistir.

- Un placer, señor Dunkelheit. Yo soy Clovis von Bielefeld - me presenté con una sonrisa dulce en mi rostro y extendiéndole la mano que, aunque algo temblorosa, se mantenía firme - Lo cierto es que le agradecería enormemente si me ayudara a salir de estos lugares.

Ahora ya estaba hecho, no me gustaba prejuzgar a la gente y esta no iba a ser la excepción. Además, siempre, desde aquellos tiempos que tanto vienen a mi memoria y que tantos recuerdos dulces y amargos me traen, había deseado un encuentro con un sujeto intrigante como este, alguien que se funde en la noche como si de parte de ella se tratara.

por **Asagi Dunkelheit** Mar Feb 22, 2011 10:10 pm

- Yo solo busco diversión, supongo que es solo eso, además la oscuridad me gusta, es cuando las cosas suelen ponerse interesante y cuando conozco gente “curiosa”. Siempre me gusta conocer algún lado de parís.

Sonreí después de eso, debía hacerle notar que yo era de confianza, empecé a caminar, indicándole con la mirada que me siguiera, que estuviera tranquilo, aunque fuera difícil de creer, algunas personas “se disfrazan de amabilidad” yo no era de ese tipo.

- Vamos no se quede ahí, que ya lo acompaño, es mejor que salgamos de aquí. Por favor confié en mí, y por cierto el placer es mío al conocerlo, hace de mi noche más interesante.

Empezamos a caminar en aquellas luces que hacían lucir su piel como figura de mármol rosada, entre la nada, entre descombros, entre soledad y oscuridad.

- No me tenga miedo soy un simple hombre, además ya sabe mi apellido… le puede preguntar a cualquiera…

La noche empezaba a hacerse más helada… cada vez más frio invadía él lugar… probablemente empezaría a temblar, siendo el frágil humano que es.

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